28. ¿Una familia?

Wanda.

Natasha se ha comportado... Mucho más extraña de lo comúnmente es. Es decir, es un ochenta por ciento extraña y estoy acostumbrada a eso, sin embargo creo que no me termina de gustar ésta versión suya tan... Juzguen ustedes mismos.

—¿Y entonces, qué haremos hoy, familia?—Preguntó Natasha entrando en la cocina mientras yo bebía de mi café.

—Debo firmar algunas cosas en la oficina y...

—Bu.—Dijo ella abucheándome. Los niños la imitaron y giré los ojos algo divertida ante eso. Pequeñas copias del ser humano más molesto que van a conocer en sus vidas, mi esposa. —Quédate y hagamos algo divertido, amor. Ya sabes, ver películas, comer o jugar, no vayas, estás de vacaciones.

—Tengo un caso pendiente y...—Dije haciendo referencia a los pequeños, pero ella pareció ignorarme.

—¿Pizza o sushi?—Preguntó nuevamente.

—¡Pizza!—Gritó Jean.

—¡Sushi!—Gritaron los dos mayores.

—¿Y mami qué opina?—Dijo mi esposa en un tono sugerente al que no podría resistirme jamás. Es una idiota, y la amo por provocarme de ésta forma, sabe que no podré decirle que no.

Los pequeños me observaron haciendo puchero. Tampoco podría decirle que no a esas caritas.

—Bien, supongo que puedo quedarme.—Murmuré y ellos festejaron emocionados.—Quiero pizza también.

—Entonces iré por sushi y pizza con Max, y tú organizarás los fuertes con Jean y Jack.

—¿Qué?—Pregunté sin entender de que hablaba.—¿Fuertes? ¿Cuáles fuertes?

—¡Equipo pelirrojas al poder!—Festejó mi esposa sacando a Maxy entre risas de ambas.

—¿De qué fuertes hablan? ¿Ya sabían de ésto?—Pregunté y Jean negó.

—No.—Mintió la pequeña, pero su mentón tembló. Natasha le ha enseñado a mentir, de eso no tengo duda alguna.

—Sí, lo planeamos ayer mientras te bañabas, mami, pero no debías enterarte jamás nunca.—Confesó el pequeño y sonreí.—Oh, lo siento. He roto la promesa, Jean. Merezco un castigo por traición.

Jean se alejó y volvió con una de las pistolas nerf, le disparó directamente en el abdomen a su hermano quien cayó al suelo rápidamente.

—Bien hecho.—Se quejó el castaño.

—Bien suficientes armas.—Dije tomando la pistola para llevarla hasta la habitación.

Sonreí al encontrarme con que Natasha había dibujado un plan con ellos, y más abajo de esos dibujos, habían dibujos de "nuestra familia" no pude evitar sentirme feliz de ser incluida en eso y de que mi esposa esté allí. Mi sueño es que ésto sea real...

—¡Mami, el fuerte!—Habló Jack y me di media vuelta para ir a formar el dichoso fuerte.

Cuando llegué al salón los pequeños tenían los cojines y almohadas del sofá en el suelo, además de algunas cajas que habían tenido tiempo de pintar, y creo saber quien es la dueña de tan ingenioso plan.

—Lindos colores. Natasha no es muy discreta.

—Lo han hecho ella y Max.—Dijo Jack emocionado acomodando todo y dejando un espacio en el medio. —¡Ay, no! Otro secreto.

—¡Ahora tendré que dispararte otra vez!—Dijo Jean emocionasa. Jack hizo un puchero.

—Nadie va a disparar a nadie.

Perfectos hijos de Natasha.

[•••]

—¡Protege a la princesa!—Gritó Jack y yo pegué un grito al ver un dardo nerf volar cerca de mi rostro.

—¡No sé disparar!—Dije yo y observé a la muñeca de Jean ser custodiada por la pequeña con otra pequeña arma. —¡¿Cómo hago ésto?!

—¡Dame eso!—Dijo Jack y me quitó el arma disparando al techo de la fortaleza de las piratas pelirrojas, se hacían llamar el terror del mar.

—¡La fortaleza va a desplomarse, Max!—Oí la voz de mi esposa y luego mucho ruido, miré fuera de la protección de nuestra fortaleza y un dardo me dio en la mejilla.

—¡Me dieron!—Dije entrando en nuestras cajas nuevamente.

—¡Con mami no!—Gritó Jack disparando con todo lo que tenía a Natasha quien fingió morir cayendo tras el sofá.

—¡Era el amor de mi vida!—Grité y Max vio la oportunidad.

Entró en nuestro fuerte y salió con la muñeca mientras Jean la perseguía arriba del lomo de Piolín quien parecía entender que debía perseguir a Max.

La escena era bastante divertida. Corrí hasta Jack para recibir un dardo que Jean lanzó por accidente. Caí sobre la alfombra y Jack gritó que no podía morir.

—¡Hemos ganado!—Gritó Jean metiendo la muñeca en su fuerte.

—¡Mami no mueras!—Dijo Jack al borde de las lágrimas. Él realmente estaba dentro de su papel.

—¡Es mi culpa!—Sollozó Jean dejándose caer sobre mi pecho. Vi a Natasha y Max observarme en silencio.

—Venganza...—Susurré y fingí morir para ver a mi pequeño secar sus lágrimas y levantarse molesto.

—¡Tontas!—Gritó y corrió hasta Natasha y Max disparándo un dardo tras otro sin darles tiempo a reaccionar. Sonreí viendo como ambas fingían caer derrotadas en la alfombra.—¡Nadie se mete con mami, nadie!

[•••]

—¿Y disfrutan del sushi de camarón?—Preguntó Max y Natasha asintió.—Lo probaré ahora mismo.

Comenzó a comer y asintió al ver que Natasha le señalaba que era delicioso.

—¿Y qué te parecen los normales?—Señaló otros.

—¿Comerás o no?—Dijo Natasha fingiendo estar harta de Max quien entre risas golpeó levemente la cabeza de mi esposa. Ambas comenzaron a jalarse el cabello mientras reían y Jack se apoyó algo cansado sobre mi regazo.

—¿Tienes sueño, cariño?—Pregunté y asintió.—Puedes dormir, luego te cargaré hasta tu habitación si quieres.

—Gracias, mami.

—No hay de que, amor...—Murmuré acariciando su mejilla en silencio.

Mi esposa quien seguía con sus juegos, acariciaba el cabello de Jean con su otra mano.

Realmente me gustaría congelar éste momento para siempre, los niños, Natasha, Piolín y yo, siendo una familia... Una linda y dulce familia, normal... Que ha tenido altos y bajos, pero familia después de todo.

Eso somos, eso creo que somos, porque así se siente, como si fuesemos una familia normal, se sienten como mis hijos, sé que ella debe sentirlos como sus hijos, y aún así no haremos nada para que se queden, es lo que más me entristece, no hacer nada.

[•••]

Natasha.

Terminé de lavar los platos y vasos que usamos cuando mi esposa me abrazó por la espalda, iba a girarme con una sonrisa marcada en el rostro esperando plantearle mi idea de quedarnos con los niños para siempre, cuando vi las lágrimas que empapaban sus mejillas y cubrían sus lindos ojos verdes transformándolos en un color grisáceo oscuro. En ese momento supe que algo andaba mal y mi cuerpo decidió tensarse sabiendo que estábamos en alerta de que algo malo ocurría.

—¿Qué sucede, amor?—Pregunté acariciando sus mejillas. Ella se pegó a mi pecho y observé la botella de vino unos metros más allá.

Sólo una copa.

—Aparecieron padres que desean adoptarlos, rellenaron el formulario y como no fui hoy al trabajo, han aceptado la petición...—Susurró ella.—Luego del cumpleaños de Max... Ellos... Se irán...

Me quedé en silencio sin saber que cojones decir. ¿Me he esforzado tanto para ésto? ¿Es que acaso nada va a salirme bien nunca? Joder. No quería que las cosas ocurran así, me esforcé, me tardé en entenderlo, pero somos una familia, funcionamos como familia, lo probé, ahora es mi turno de ser feliz y los quiero a ellos conmigo, los quiero a ellos.

—¿Y bien?—Preguntó Wanda separándose de mí. Fui hasta la botella y serví una copa que llevé rápidamente a mi boca.

Me sentí mareada y la bilis subió por mi garganta provocando que dejara caer absolutamente todo lo que había bebido en el suelo, acompañado del resto de mi cena.

—Amor...—Susurró Wanda tomando mi cabello entre sus manos y acariciando mi espalda. Negué levemente mientras las lágrimas aparecían en mis ojos.

—No es justo...—Me quejé.—No es para nada justo que ésto ocurra justo cuando planeo hacerlos parte de mi vida.

—No...—Susurró ella y se dejó apoyar contra la encimera sollozando en silencio. La vi apretar los bordes del marmol y dejé ir un suspiro grande mientras buscaba con que limpiar mi desastre.—¿Por eso era todo ésto?—Preguntó y no contesté.—Natasha.

—Sí, ¿y qué? No sirve de nada, ellos se irán con padres que en verdad los merezcan y puedan cuidar de ellos. Yo sólo la cago más y más cada día que pasa, ya no sirve de nada que haga algo o no, ellos merecen unos mejores padres.

—¿No hemos sido buenas madres acaso?—Preguntó Wanda molesta y yo suspiré también bastante cabreada mientras limpiaba el suelo.

—Hemos sido lo que hemos sido.—Contesté yo.—Tú haz sido increíble con ellos, yo sin embargo soy un puto desastre andante, no sirvo para ésto y no tengo aparentes derechos a que algo salga como lo he planeado, ¿qué no ves? Ellos se irán, no se acordarán de nosotras, ya no seremos sus madres, porque me he tardado, he sido una estúpida, ya ves.

—Natasha...—Dijo Wanda molesta y se acercó a mí golpeando mi pecho mientras lloraba.—¿Por qué no pudiste decírmelo antes?

—Porque tenía miedo de aceptar que ellos son mis niños...

[•••]

—Buen día, Natasha. Ellos son el cómite del que le hablé, le haremos algunas preguntas el día de hoy, por favor no se sienta intimidada, ellos no sabrán nada que no sea relevante de nuestras sesiones, solamente lo que he anotado en mi libreta, para su tranquilidad, la libreta es lo que he enviado ayer por la noche a su correo.—Dijo la terapeuta y asentí sintiéndome fatal.

No he dormido una mierda en toda la noche. Mi esposa estuvo fatal y he tenido que cuidar de ella, creo que su cuerpo reaccionó mal a la noticia, ha tenido fiebre y yo no podía dejarla. Ella siempre está apoyándome, yo debía cuidarla, somos un equipo...

Aunque no lo parezca.

—Sí, bien, no hay problema.—Contesté yo mientras los señores me observaban fijamente como si yo fuese su blanco.

Dejé ir un suspiro. Me siento verdaderamente miserable desde ayer, Wanda no puede hacer nada si han aceptado la adopción, sólo debe cumplir y agradecer porque los padres han aceptado que sea luego de la fecha que Wanda estipuló, ya que si de alguna forma se encargaban de negarse a esa fecha, ellos podían elegir otra que no nos permitiera celebrar el cumpleaños de Max.

Huí antes del desayuno, debo aceptarlo. Soy una cobarde.

—¿Ha bebido en las últimas semanas?

—Ayer, una copa de vino.—Dije sincera. Ellos anotaron.—Pero llevaba sobria desde mi accidente.

—¿Por qué bebió?—Preguntó mi terapeuta con una mueca de tristeza en el rostro.

—Una mala noticia, de todas formas no me acabé la copa, no fui capaz, mi cuerpo lo botó antes de tiempo.—Murmuré. Nuevamente anotaron.

—¿Los niños la han visto bebida?—Preguntó y negué.

—No, jamás. Mi esposa y yo alejamos el alcohol de casa desde que llegaron, solamente lo consumía fuera del hogar, pero no como la vez en que sufrí el accidente, eran una o dos cervezas luego de trabajar, pero jamás me emborrachaba.

—¿Estaba ebria el día de su accidente?—Preguntó uno de aquellos señores y asentí rápidamente.

—Sí, pero descansaba. No iba a conducir ebria, simplemente iba a dormir fuera del sitio en donde bebí, es una casa que me heredaron mis abuelos, voy a trabajar en ella cada vez que tengo tiempo.—Murmuré. Ellos anotaron nuevamente.

—¿Alguna vez ha conducido en estado de ebriedad?—Negué.—¿Conoce adictos que estén en su ambiente?

—Mi hermana.—Dije sincera.—Pero ella y yo ya no hablamos, no está en el círculo cercano a los niños, ellos jamás la vieron en una cena o algo, sólo mis suegros y ninguno consume nada, ambos tienen más de sesenta años.—Mencioné.—Y mi esposa bebe menos que yo, ella no tiene problemas con la bebida o algo.

—¿Se considera usted alcohólica?

—Sí.

Ya no importa, los niños se irán.

—¿Porque usted así lo quiere o porque sus padres se lo heredaron?—Preguntó otro señor. Me encogí de hombros, sinceramente no tengo ni la menor idea de si es algo que puedo heredar o no.

—Creo que por mis padres, de ellos tuve que sacar lo que está mal en mí... Así como mi hermana.

Nota de autor:

¡Hola! Ayer hubo un pequeño incidente en comentarios, no le daré mucha vuelta al asunto, sólo que como siempre digo, mis fanfics son espacios donde obviamente podemos mentarle la madre a personajes que nos caen mal (hasta yo me uno a ustedes cuando lo hacen), nos reímos, disfrutamos, pero cuando se trata de personajes pequeños considero que burlarse de ellos, por tener ciertas características, es molesto, y en la carrd de mi perfil, se ve que únicamente pido respeto (encuentro innecesario tener que pedirlo en cada fanfic antes de comenzarlo), jean tiene una forma de hablar peculiar (misma que tenía yo a su edad), y esa forma peculiar es característica de un niño con autismo (en éste caso jean no lo es, pero quiero aclararlo), entiendo que puedan no gustarles las cosas, incluso a mi hay cosas que no me gustan de mis fanfics, pero existen formas y formas de decirlo, también aclarar que entiendo que muchos tenemos ciertas dificultades sociales y eso también acompañado de nuestros diagnósticos o algo, nos ayuda a entendernos e identificarnos, pero no justifica que seamos personas groseras o mal intencionadas, porque a mi hay muchas cosas que no me gustan, pero no por eso voy a  burlarme de eso, no lo considero apropiado, y también decir que mis fanfics no son un "lugar seguro" sólo porque no permito que insulten a un personaje ficticio de una niña de 5 años, me parece exagerar la situación, y recalcar que cuando se les dice que si algo no es de su agrado en algún fanfic (porque consideran que mis personajes con características de una persona autista son ridículos) pueden amablemente ir a leer a más personas que no toquen las temáticas que yo he decidido tocar para ayudar y ayudarme, no es que "no entienda" ese humor, es que simplemente no es humor, ni es forma de tratar.

Yo sé que no todxs son así, pero acabo de vivir una situación (como muchas otras que he vivido aquí en wattpad) y siento que no es justa para mí, porque incluso luego de que aquellas personas se disculparan, esa misma disculpa vino con un ataque tratando de "lugar no seguro", "no entienden", y que básicamente no tengo derecho a pedir que alguien que es agresivo se retire de mis fanfics, gracias a lxs lectores que vieron aquél comentario y amablemente le pidieron a aquella persona que se retire.

Btw, esta nota será borrada en unos días, sólo quería dejarlo claro <3

Codi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top