Capítulo 3: Cruces del Destino
Habían estado viajando por un tiempo por aquí y por allá sin saber que hacer con el tiempo que tenían.
- Hermano...
- ...
- Brother...
- ...
- Aniki...
- ...
- Fratello
- ¡¿Qué?!
- Estoy aburrido...
- Sí te doy un caramelo ¿Te vas a comportar como un buen niño?
- ¿Me tomás por idiota?
- Y por mocoso también.
- ¿Quieres medirte con éste "mocoso" anciano?
- Cuando quieras enano.
- Oh, ya llegamos. Chicos dejen su discusión para otro momento.
Como ninguno de ellos habia salido de casa desde que llegaron hace un par de días, tuvieron unos cuántos inconvenientes.
Para poder llegar a la zona comercial caminaron y se subieron a autobuses; por consiguiente terminaron perdiendose una y otra y otra vez, finalmente cansados de la situación optaron por tomar un taxi.
- Y... ¿Qué hacemos ahora?
- No lo sé.
- Emmm... ¿Vamos a ver algunas tiendas?
- ¿Y eso como para que? - preguntó Noah con el mismo interés que se le muestra a un caracol en movimiento -.
Ella sonrió con malicia y sus ojos brillaron con excitación y expectativa.
- Tengo un horrible presentimiento...
- Me arrepiento de mi sugerencia...
- ¿Alguien más sintió ese espantoso escalofrío? - interrogó Noah -.
Pocos minutos después...
- ¡¿Cómo diablos accedimos a esto?! - exclamó Noah con rabia contenida -.
- ¡¿Cómo pretendes que lo sepa?!
- ¡Llegamos aquí ¿O no?! ¡Pudiste haberla detenido!
- ¡¿Sólo yo?! ¡Este también está involucrado!
- ¡¿De que hablas viejo?! ¡Ella te arrastró a ti antes que a mi! - se defendió Taison -.
- ¡¿Quieres cortarla con lo de "viejo" pedazo de imbécil?!
- ¡Imbécil tus ancestros!
- ¡También son los tuyos!
De improvisto las cortinas de unos probadores fueron deslizadas.
- ¡Kyyyyaaaa! - las voces de unas chicas se hicieron escuchar al pensar que verían gente desnuda -.
- ¡¿Qué te pasa?! - gritó Noah -.
- Oh, ya estaban listos chicos.
- ¡Pudimos estar a medio vestir!
- Estaban discutiendo, era obvio que estaban listos.
- La gente puede hablar mientras hace otra cosa ¿Sabias? - dijó Meison -.
- Sí ¿Y?
- Tengo ganas se golpearla - susurró Noah -.
- ¿Dijiste algo hermanito?
- ¿Para que nos querías vestidos así? - intervino Tai -.
- ¡Oh, si! - dijó saliendo de detrás de un perchero lleno de ropa - ¿Qué les parece? - preguntó girando para lucirse -.
Los transeúntes que paseaban fortuitamente deslumbrados se quedaron observándola...
- Bien - respondieron al unísono los tres -.
- ¿Sólo eso? - preguntó decepcionada-.
- Sí.
- ¿Y ustedes que piensan chicos? - preguntó a aquellos que aún estaban estáticos viéndola -.
Algunos sonrojandose, otros con una notable cara de lujuria y muy pocos respondieron.
- Cuando quieras te doy.
- ¿Ése modelito es para nosotros?
- Tan hermosa como una Diosa.
- O los callas o los dejo sin dientes - habló nuevamente Noah con rabia contenida -.
- ¿Qué con esa expresión? ¿Por qué te pones así? - preguntó nuevamente haciendo lucir el vestido blanco a medio muslo con detalles en celeste -.
- Noah...
- ¿Qué? Yo solo digo lo que ni tú ni Tai se atreven a decir.
- Habla con tu hermano ¿Quieres Tai?
- Mmmm...
- ¡¿A que viene esa actitud de reflexión?!
- Mmm... Bueno, sucede que quizás tenga razón.
- ¡¿Estas de su lado?! - exclamó con horror Meison -.
- No necesariamente de su lado.
- ¿No nece...? ¿Qué se supone significa eso?
- Pues eso... No estoy de su lado, solo digo que quizás en eso tiene razón.
- ¡Bajame! ¡No, Noah! ¡Déjame! ¡Noah!
Ambos voltearon a ver el porque del escándalo.
Minutos antes...
La chica del grupo se encontraba rodeada por muchachos aquí y allá hasta que...
- Bien, bien... Conquistadores de cuarta... Se alejan o...
- ¿O que? - respondió uno -.
- Tú - la señaló - Regresa, ahora.
- ¿Y sí me negará?
- ¿Me estas ignorando? No te creas mucho sólo porque las mujeres se te quedan viendo - habló uno de los muchachos -.
- ¿Te quieres callar desconocido fortuito? Y tu escandalosa - en menos de un parpadeo la cargó sobre su hombro - Te vienes conmigo.
- ¡Bajame! ¡No, Noah! ¡Déjame! ¡Noah!
- ¿Qué es lo que pretende? - habló Meison -.
- ¡Noah espera! - gritó Taison para salir corriendo tras ellos -.
- Disculpen - pareció una sonriente mujer tras ambos hermanos - Sus acompañantes salieron sin pagar... - aunque era una sonrisa perfecta y limpia sin duda decía "si se van se mueren" -.
- Di-disculpe las molestias... - dijeron al unísono -.
Y así es como llegaron a los gritos y que ambos desaparecieran del campo visual de sus hermanos mayores.
Noah camino hasta llegar a una plaza cargando a su hermana en el hombro.
- Noah...
- ...
- Noaah... Bajame... - protestó cual niña canturreando -.
- No.
- No me iré, lo digo en serio
- He dicho "no".
- ¿No te cansas?
- ¿Me ves cansado?
- No
- Ahí tienes tu respuesta.
- No me molesta ser cargada cual saco de papas pero...
- ¿Pero...?
- ¿Podrías alargar la tela de la falda? No me mires así, por si no te has dado cuenta, se está contrayendo.
- Oh, es cierto.
- ¡No mires mi trasero!
- Somos hermanos, no pasa nada.
- Aunque eso es cierto ¡No lo hagas! Es...
- Es... ¿Qué?
- ...
- Habla.
- No es nada.
- Oh ¿En serio? - posó su mano más arriba, estando peligrosamente cerca -.
- Eek... - ahogó un grito - ¡Está bien, esta bien! Solo aleja tu mano.
- Buena chica - dijo dándole palmadas -.
- Imbécil... Es incómodo y me pone nerviosa... ¿Ya estas feliz?
-Más o menos...
- Ahora hermanito... ¿Serias tan amable de ¡Quitarme las manos de encima y bajarme!?
- No... ¡Y deja de patearme!
- ¡Entonces bajame! ¡Es vergonzoso, Noah!
- ¿Por que no disfrutas de paseo? Hay muy buena vista.
- No sé que tipo de vista tienes tu, y tampoco creo querer saberlo.
- Una muy linda, créeme.
- ¡Quiero que me bajes! ¡Bajame! ¡Bajame! ¡Bajame! - gritó mientras pataleaba -.
Un rato después...
Resignada se dejó cargar, ya no oponía resistencia ni se esmeraba en mantener el torso arriba, iba completamente colgada de su hombro.
- ¿No estás cansado?
- No. Y por lo que veo tu tampoco.
- No estoy cómoda, simplemente me resigne a esperar a que te canses. Aunque admito que las flores de este parque son bastante bonitas.
- ¿Quieres un helado?
- ¡Si! - respondió de inmediato -.
- ¿Vainilla? - preguntó sonriendo de lado -.
- ¿Chocolate? - preguntó ella de igual manera -.
Caminaron por los alrededores charlando y riendo ocasionalmente.
- Noah... - dijo sin aliento -.
- ¿Qué sucede?
- Mira, allí hay...
- ¿Un animal?
- ¡Es un pichón junto a un cachorro! - exclamó con preocupación -.
- Oye Katty.
- ¿Mmm?
- Esos de ahí... - dijo señalando disimuladamente a Noah y su hermana - ¿Qué opinas?
- Pues... ¿Qué te digo?
- Vamos, admite que el chico es bien atractivo y la chica bastante guapa también.
- Te urge un novio ¿Verdad?
- Oh... Cállate.
- Pero es verdad que es un momento perfecto para enmarcar en un cuadro.
~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~ ¤ ~
Estaba cansado, exasperado ¡Incluso desesperado!
Ya había recorrido playas, parques de todo tipo, zoológicos, plazas y seguía sin encontrar nada. No había absolutamente nada ni nadie capaz de captar su atención y despertar su inspiración.
Término desistiendo yendo a dar un paseo por la ciudad; fue a almorzar, algo tarde eso si; llegó a una plaza y se sentó en un banco con su bebida en la mano.
- Ahh~... Que fastidio, sigo sin nada...
Dio un largo sorbo a su bebida y sin quitar el sorbete de su boca se recostó en la banca mirando al cielo. Así permaneció en ése pacífico lugar por un tiempo.
- Todo por culpa de esa idiota ¿Cómo se le ocurrió organizarlo sin consultarme antes? - dio nuevamente un sorbo - Oh... Ya no tiene...
Los colores del cielo ya habían comenzado a cambiar. Las nubes poco a poco adquirieron tonalidades amarillas y rosadas, anunciado la llegada del atardecer.
- Tsk... Ya falta poco para la fecha límite ¿Que debería hacer? Aparte de ahogar mis penas con éste helado... ¡Oh dulce y cremoso néctar ¿Serías mi guía en busca de mi musa inspiradora?!... ¡Ojalá y fuera así de fácil! - momento de silencio - Necisto buscarme un pasatiempo o si no...
No supo como ni porque, pero en ese momento su tiempo se detuvo.
Frente a él se encontraba una mujer mirando el atardecer con tristeza reflejada en su rostro, aquella mirada triste y pérdida resultaba tan cautivadora que no podía apartar la mirada; vestida tan inmaculadamente como dejada allí para que un ángel se la llevase.
Y en el instante más inesperado ella volteó su rostro en su dirección donde sus ojos se encontraron para no separarse y dar inicio a...
La Ruleta del Destino.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top