Capítulo 51: Adiós

Sasuke Uchiha

Le pegué el puñetazo porque me estaba tocando las narices ya todo este asunto y tenía clara una única cosa... si a esos tíos alguien los había matado dejándome cargar a mi la culpa... es que iban a venir a por mí de nuevo, querían ejecutarme como fuera y suponía que seguramente habría sido idea de Danzo, porque yo no les había matado. Tenía razón Naruto en algo... no me dejaba proteger, estaba demasiado obsesionado con ir a destrozarles, en mi venganza pero... ¿Qué habría hecho él? Él no podía entender como me sentía en este momento, a él no le habían violado como les dio la gana y las veces que quisieron sólo para humillarme mientras estuve en prisión, él no sabía lo que era eso.

Para él que yo entrara alguna vez no significaba nada más que enseñarle y quería enseñarle, me gustaba hacerlo y me sentía bien, pero no parecía entender que yo sólo le había dejado a él entrar en mí, no podía permitir que nadie más lo hiciera y lo habían hecho, me habían forzado, habían intentado destrozar mi orgullo y tenían que pagarlo, yo no me quedaría en un rincón llorando, iría allí y los torturaría, es lo que hice, pero no los maté, porque eso me traería problemas con la villa y no estaba dispuesto a perder lo que tenía ahora con Naruto, pero él no entendía nada.

No quería ver el esfuerzo que a mí me suponía dejarle entrar en mí, no veía como me hacía sentir, no veía el esfuerzo que realizaba cuando quería enseñarle todos los trucos para dar placer, enseñarle a ser el mejor en el sexo, le enseñaba todo lo que yo había aprendido y encima... le dejaba practicar conmigo, pero él lo único que veía era a mí y mis venganzas, que tenía que protegerme... yo no necesitaba un puto niñero detrás de mí cuidándome, era independiente y más fuerte que Naruto, no me hacía falta, quería que me quisiera tal y como era, no que me protegiera como una damisela en apuros que no era.

Naruto se había tambaleado un poco tras mi puñetazo, como si realmente no se esperase el golpe y le hubiera cogido por sorpresa, pero en cuando pudo reaccionar, también me dio a mí un puñetazo ¡Volvíamos a nuestros tiempos de juventud! A pegarnos todo el día, a intentar superar al otro pero también... sabíamos perfectamente que yo era mejor que él aunque Naruto no lo admitiera, creía que podía ganarme pero no podía, ni siquiera había utilizado todo mi poder, no quería utilizar con él mi Amaterasu porque no quería matarle, no quería utilizar el Susanoo porque no quería deprimirle cuando viera que ningún ataque entraría en mi defensa absoluta, pero tampoco iba a dejar que él me ganase, porque esto... era nuestra despedida, me largaba de la villa le gustase o no.

No podía quedarme aquí, ya no, lo habíamos intentado pero sabía Naruto tanto como yo, que no había solución para mí, estarían siempre buscando algo para ejecutarme, siempre intentarían demostrar que hacía algo mal para tener la excusa de matarme por traidor y sinceramente... no quería ayudar a una villa que había despreciado a mi clan, a mi hermano, que me despreciaba a mí, podía quedarse Naruto con su puesto de Hokage si quería, pero yo me iba de aquí, no iba a compartirle con la villa.

Le pegué otro puñetazo con la que agachó la cabeza y aproveché para darle un rodillazo justo cuando su cabeza se agachaba y me dolía pegarle, me dolía tener que hacer esto, pero tenía que hacerlo, tenía que irme y él no me dejaría. Supongo que Suigetsu tenía razón en algo, este no era mi sitio, yo ya no pertenecía a la villa, por mí Konoha entera podía hundirse en el mismo infierno y me daría igual, bailaría sobre sus ruinas y lo disfrutaría.

Naruto no se quedó corto con sus golpes, también me estaba destrozando y más cuando le vi crear copias para retenerme, aunque creé los sellos y con el fuego los destrocé a todos rompiendo parte de una ventana de la casa mientras Naruto... sin preocuparse del destrozo de su casa se lanzó contra mí intentando dejarme inconsciente, pero no estaba dispuesto a permitírselo y con otro sello, saqué una de las serpientes y le retuve de los brazos y las piernas mientras él me miraba y exigía que le soltase.

Le hice mirarme a los ojos y tras disculparme con él por lo que iba a hacer, activé el Sharingan y le metí en una de las ilusiones desmayándole al momento. Deshice la técnica y cogí el cuerpo de Naruto evitando que cayese contra el suelo golpeándose más de lo que ya le había golpeado yo. Le tumbé en el futón y lo tapé antes de irme, porque él no tenía la culpa de mis decisiones, no tenía la culpa de que todos quisieran matarme, pero tenía que entenderme en algún momento, yo no pertenecía a su mundo.

Acaricié su rubio cabello mientras me arrodillaba a su lado, porque esta iba a ser mi despedida, quería marcharme de esta villa y no sé si Naruto entendería que no podíamos estar juntos, él pertenecía a la villa... yo sólo era un asesino, un traidor. Acerqué mi rostro hasta el suyo, golpeando mi frente con la suya mientras me disculpaba por él, mientras le pedía que me perdonase algún día por esto y que le quería. Él ni siquiera me escuchaba, no sabría nada pero aun así, le besé por última vez antes de irme.

Salí de su casa y había gente abajo mirando abajo, suponía que por los ruidos y destrozos de nuestra pelea, pero aun así, no me detuve, vi a la gente mirarme con preocupación cuando me vieron salir y era normal... todos me tenían miedo, así que pasé y seguí corriendo buscando la salida.

Los guardias empezaban a bloquear ahora todas las salidas de la villa después de enterarse de la discusión en casa de Naruto, de hecho creían que me estaba escapando después de atacar a mi propio compañero, ellos pensaban cualquier cosa para culparme, así que tenía razón, lo mejor que podía hacer era largarme, aunque no sabía ahora mismo por donde sin herir a mucha gente en el proceso y eso empeoraría mi situación.

Me sorprendió ver a Suigetsu en uno de los tejados cercanos al que yo me escondía y con un rápido movimiento fui hasta él. Por suerte, él me indicó una forma de escapar y le seguí, supongo que seguía siendo mi equipo, sólo podía confiar en mis compañeros, yo ya no pertenecía a esta villa, sólo era el traidor.

Salimos de la villa y respiré con tranquilidad una vez fuera. Mi equipo seguía allí, todos ellos y le pregunté a Karin enseguida por mi hermano, quería que me dijera dónde estaba ahora mismo, quería que localizase su chakra de inmediato.

- ¿Vamos a por tu hermano? – me preguntó Suigetsu.

- No – le dije – creo que es hora de que nos retiremos – le comenté – no tenemos nada que hacer excepto seguir vivos, voy a irme con mi hermano

- Entonces iremos contigo – me dijo Karin – no tenemos ninguna misión que hacer, no tenemos ningún sitio al que ir.

- No hace falta que vengáis – les dije – enserio ya habéis hecho mucho por mí, habéis aguantado todas mis venganzas, id y vivir vuestra vida, enserio, sólo necesito que me hagas este último favor, necesito saber dónde está mi hermano.

Karin se concentró para buscar el chakra de Itachi y cuando lo localizó, me explicó el lugar exacto donde estaba. Salí agradeciéndole a Karin el favor y empecé a correr, quería irme de aquí cuanto antes mejor. Me extrañó cuando al avanzar unos pasos, sentí la presencia de Suigetsu tras de mí y paré en seco esperando a que llegase hasta mí. No tardó en llegar.

- ¿Qué ocurre Suigetsu? – le pregunté.

- Quería disculparme por mi comportamiento de estos días, no tenía derecho a meterme en tu vida – me dijo.

- Sui... tú siempre serás alguien importante en mi vida, pero no puedo evitar querer a ese rubio imbécil – le sonreí y él sonrió conmigo.

- Lo entiendo – me dijo.

- Ven aquí – le dije acercándome y besándole, porque no podía hacer nada más por él, tendría que conformarse con el beso de despedida – cuídate y cuídalos – le dije sonriendo avisándole que protegiese al resto del equipo.

- Lo haré, ten cuidado – me comentó justo antes de empezar a correr de nuevo en busca de mi hermano.

No quería detenerme hasta llegar con mi hermano, más que nada porque en cuanto descubrieran que no estaba en la villa, vendrían a buscarme para matarme y ya no diría Naruto... ese era capaz de ir al mismo infierno a por mí con tal de salvarme, era un maldito cabezón y le iba a meter en problemas, no quería darle problemas, era mejor que me dejase ir y ya está, pero no, era demasiado cabezón, no se resignaría a perderme y lo sabíamos todos.

Aunque no quería detenerme, sé que tendría que hacerlo en algún momento, pero al menos, podría parar el tiempo justo y mientras me perseguían a mí, mi equipo podía irse en dirección contraria intentando evitar también que les encontrasen. Separaríamos a los enemigos y todos ellos... priorizarían encontrarme a mí en vez de a mi equipo, eso era lo mejor, porque al menos no tendría remordimientos de haber metido a mi equipo en un problema serio.

Por otro lado, no paraba de pensar en Naruto y es que habíamos estado tan bien estos últimos días, que no sé si podría acostumbrarme ahora a estar solo de nuevo, a volver a mi soledad y mis venganzas, yo podría haberle enseñado algo nuevo como el sexo pero él me había enseñado a mí que había una vida más allá de las venganzas, había una vida donde podías ser feliz, sin pensar en problemas, pensando sólo en tu pareja, viviendo juntos, no estando solos. Eso ahora se acababa.

Sacudí mi cabeza un par de veces para tratar de quitarme esas ideas porque tenía que olvidarme de todo lo que había a mi espalda, tenía que olvidarme de Konoha, de sus problemas, de la gente de allí, tenía que olvidarme de Naruto, sólo le traería problemas y él tenía muy claro que quería ser hokage, yo no podía meterme en medio de su decisión, no podía romper sus sueños porque estando conmigo... él jamás podría ser hokage y yo no podía arrebatarle eso.

Apenas dormí las últimas noches, corrí y seguí corriendo, quería alcanzar a mi hermano cuanto antes, tenía que alejarme lo máximo posible de todo eso. Suponía que ya habrían encontrado a Naruto y tras varias noches... sabía que seguramente... él ya estaba buscándome, por eso tenía que irme rápido, dormía un par de horas, paraba lo justo para comer y beber y seguía, ni siquiera me detuve de noche, ya dormiría cuando llegase junto a mi hermano.


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