Capítulo 46: Sufrimiento.
Naruto Uzumaki
Las palabras de Sasuke me hicieron darme cuenta de algo y es que tenía razón, yo siempre había llegado tarde a todos los sitios, ahora llegaba tarde para enterarme hasta de mis propios sentimientos y es que parecía que la gente sabía más sobre ellos que yo mismo, hasta Gaara se había dado cuenta mucho antes que yo de que me gustaba Sasuke, de que sentía todo esto por él y no por Sakura como yo siempre había dicho.
Sakura supongo que me había desilusionado, fue la chica más guapa de la academia, estuve enamorado de ella toda la vida pero ella sólo tenía ojos para Sasuke, tanto... que a mí me trataba como una basura y cuando realmente empezó a fijarse en mí, supongo que me ilusioné demasiado, era lo que siempre había deseado, pero al ver como delataba a Sasuke cuando le pedí que no lo hiciera y como se marchaba cuando le pedí ayudar para curarle... me di cuenta que aquella chica de la que me había enamorado en mi niñez... no existía, sólo creía ver a una chica estupenda donde había una chica egoísta que al no poder conseguir a Sasuke acabó fijándose en mí.
Sasuke era diferente, no le gustaba nadie, pero aun así, él siempre estuvo a mi lado, me ayudó, no me trató como una basura aunque no paraba de meterse conmigo. Aún recuerdo su maldita frase en el examen chunnin, ¿Cómo narices quería que recordase una frase tan larga? Pero claro, hasta en eso había pensado el Uchiha, porque sabía que yo era un cazurro que le diría "lo siento, lo olvidé" y era verdad, no podía acordarme de frases largas, era malísimo en los exámenes y llegaba tarde, pero también tenía razón en una cosa, siempre estaba allí para ayudarle, aunque tarde... llegaba para ayudarle, él confiaba en mí por mucho que tardase, creía que llegaría a tiempo, creía en mí, siempre lo había hecho y seguía haciéndolo, era el Sasuke que yo conocía, no había cambiado y le quería, me gustaba tal y como era.
No había pegado ojo en casi toda la noche, culpa mía porque decidí quedarme despierto cuidando de Sasuke. Parecía que necesitaba dormir mucho, ya que en cuanto me tumbé a su lado, se agarró a mí inconscientemente, hundió su rostro en mi pecho descubierto y se durmió abrazado a mí, ¡no se despertó en toda la noche!
Le miré dormir y le acaricié el cabello, no podía evitar sonreír al verle de nuevo conmigo, no quería que se marchase nunca, quería que estuviera siempre a mi lado, con él todo mejoraba, no me había dado cuenta hasta ahora, de que la persona más importante para mí, con la que no podía vivir si la perdía, era Sasuke, no Sakura, Sasuke era como de mi familia, le necesitaba a él y sólo a él.
Vi como fruncía el ceño cuando por la ventana empezó a entrar luz y al comenzar a abrir los ojos, no pude evitar sonreír, viendo a Sasuke casi como un niño pequeño intentando desperezarse, era tan tierno cuando dormía y pensar... que cuando estaba despierto seguía siendo orgulloso y cabezón. Abrió los ojos encontrándose conmigo, bueno... encontrándose a él agarrado a mí, por lo que soltó con rapidez y se apartó un poco.
- ¿Pero qué? – fue a preguntar.
- ¿También tengo yo la culpa de que te agarres a mí para dormir?
- Yo no me he agarrado a ti, además... ¿qué estoy haciendo en tu casa? –me preguntó.
- Necesitabas un sitio para quedarte y sinceramente... no me gusta tu casa, estás más seguro aquí.
- ¿Más seguro? - me preguntó incrédulo – te recuerdo que casi me matan por tu culpa.
- Te recuerdo que llegué a tiempo.
- Por favor Naruto... siempre llegas tarde a todos los sitios, casi conseguiste que nos matasen a Sakura y a mi Orochimaru en el examen ¿te acuerdas?
- Me entretuvo una serpiente – intenté excusarme – por cierto... enviada por Orochimaru.
- Con Gaara cuando escapó del examen, dejaste que te durmieran.
- Pero me despertaron – me dijo – llegué a tiempo para ayudarte.
- Naruto... siempre llegas tarde.
- Pero te gusto – le dije de golpe y vi como su gesto cambió a no de sorpresa mientras se sonrojaba, creo que no se esperaba aquello.
- No te lo creas tanto – dijo cambiando su mirada a otro lado intentando que no viera su sonrojo y sonreí.
Me abalancé un poco sobre él cogiendo su rostro con fuerza para que me mirase y besándole sin darle tiempo a reaccionar. Creí que me daría un puñetazo por la insolencia, por no haberle pedido permiso, pero no, se dejó besar y yo creo... que hasta lo estaba disfrutando. ¿Cuántas veces había besado a Sasuke? Debía suponer ya que esto era el destino, porque siempre me pasaban estas cosas con él y no con Sakura, ya desde la academia, siempre acababa besándome con él.
- Te quiero Teme – le susurré y no sabía muy bien como tomarme su reacción, porque se había quedado quieto como si no se lo creyese.
- No es cierto – me dijo – dices eso para que te deje practicar, sólo quieres a Sakura.
- Ni la nombres – le grité y se sorprendió, me di cuenta de que le estaba gritando y no era culpa de Sasuke que yo estuviera enfadado con Sakura – lo siento, no quería gritarte, es sólo...
- Le pediste ayuda – me dijo muy serio – pero ella pasó de ti – intuyó y no sé como sabía eso, pero supongo, que era pura intuición Uchiha – no le caigo muy bien, es algo normal.
- No me dijiste nada.
- ¿Qué tenía que decirte?
- Que querían matarte, que te utilizaban ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Me habrías creído? – me preguntó – sólo creías a Sakura, era una pérdida de tiempo intentar llegar hasta ti, Naruto.
- Ahora estoy contigo, cuéntame las cosas Sasuke, quiero ayudarte.
- Te dije que dejases que me marchara, pero no me haces caso, no puedo estar aquí, esta villa ya no es mía ¿No lo entiendes? Sólo tienes que mirar cómo me trata la gente. Soy el traidor Naruto, me tienen miedo y ni siquiera me he defendido. ¿Sabes qué pensarán de mí cuando me vean en acción?
- Me da igual lo que piensen los demás, lo que yo sé y los demás no, es que duermes más tranquilo cuando estás conmigo, hasta se te olvidó coger el kunai – le dije y se miró la mano viendo que no tenía ningún arma cerca.
- Me lo quitaste tú.
- No Sasuke, no lo cogiste, te sientes más seguro cuando estoy yo, sabes que estando yo aquí puedes dormir porque nadie te hará nada, te protegeré, es la única forma en que te relajas.
- No es cierto, tú no podrías protegerme, yo soy más fuerte que tú.
- Ha pasado mucho tiempo Sasuke, no sabes de lo que soy capaz ahora.
- Tú tampoco – me dijo y sonreí por su maldito orgullo.
- Te quiero y te protegeré.
- No soy tu puta damisela en apuros ¿sabes? – me regañó – soy capaz de defenderme solo, no necesito que me protejan, vengo del clan más prestigioso de la villa, soy más fuerte que todos los de esta villa.
- Pero no has querido defenderte – le dije – muy honorable, sigues siendo tan tierno como un oso de peluche – le dije – no quieres matar a la gente.
- Sólo mato cuando hay necesidad de ello y ahora mismo no me hacía falta, pero sí tengo un par de nombres en mi lista y ni tú ni nadie podrá evitar que los mate – me dijo muy sincero.
- Sigues igual de vengativo – le comenté serio – pero igualmente... eres mi Uchiha – le dije besándole, pero en cuanto notó el roce de mis labios se apartó de mí.
- No me toques – me dijo – ya te lo avisé la última vez, no quiero que vuelvas a tocarme.
Ahora que lo decía, sí que recordaba que me dijo que no volviera a tocarle, fue el día que nos acostamos por primera vez, supongo que aquel día metí bien la pata con Sasuke, porque ahora pensaría que sólo quería repetirlo para practicar.
- Sasuke... - le llamé acercándome un poco a él.
- No me toques - me gritó.
- No te tocaré – le dije – hazlo tú.
- ¿Qué? – me miró sorprendido.
- Si no quieres que yo te haga el amor, házmelo tú a mí.
- Estás loco – me dijo sonrojándose.
- Vamos Sasuke, te estoy dejando, eras un Uchiha ¿No? Decías que nadie entraba nunca en ti y yo lo hice... te estoy dejando que entres en mí, te estoy dejando ser el Uchiha que querías, si así puedo tenerte no me importa, házmelo, lo has hecho más veces que yo, así que déjame probarte, quiero saber cómo lo hace un Uchiha – le dije de la forma más morbosa que pude para que aceptase, pero él me miraba con dudas.
- ¿Naruto? – me preguntó aun dudando.
- ¿Qué quieres que haga para que me perdones Sasuke? Me estoy bajando los pantalones ante ti ¿No es suficiente? Te estoy dando el control, no miento cuando digo que te quiero, haré lo que sea para que tú me quieras.
Sasuke se abalanzó esta vez sobre mí besándome mientras acariciaba mi pecho desnudo, parecía ahora desesperado por tocar mi cuerpo, por besarme. Si nuestra primera vez fue tranquila gracias a que Sasuke intentaba enseñarme y quitarme el miedo, ahora estaba viendo al auténtico Sasuke, el chico salvaje y posesivo, me gustaba este Sasuke que besaba cada parte de mi cuerpo, que mordía mis pezones, que los lamía haciéndome gemir como un loco, la verdad... pues si era cierta la reputación de los Uchiha, sabía lo que hacía y sólo me dejaba gritar de placer ¡y aún no habíamos prácticamente ni empezado!
Me daba un poco de vergüenza aún hacer esto con Sasuke y sé que debía de estar rojo como un tomate mientras le veía besar mi torso, pero tampoco quería quedarme aquí sin hacer nada, dejándole a él todo el trabajo como la primera vez que lo hicimos. Coloqué mis temblorosas manos en su cintura y me mentalicé para quitarle la camiseta que le había dejado para dormir. Se dejó quitársela para mi asombro.
Lo que no me esperaba, es que Sasuke se subiera a horcajadas encima de mí y se bajase el pantalón un poco dejándome ver su miembro ahora cerca de mi boca mientras él sonreía. Creo que imaginaba lo que quería, pero aun así, me daba un poco de vergüenza, porque nunca lo había hecho y no sabía si lo haría bien o no, aun así, abrí la boca y le dejé metérmela mientras empezaba a jugar mi lengua en su punta y poco a poco, ir bajando para meterla en profundidad y volver a salir con lentitud haciendo que Sasuke sacase gemidos que intentaba acallar.
- No te los calles teme – le dije sonriendo antes de volver a meterme su miembro en mi boca.
- ¿Sabes cuántos sueños he tenido sobre este momento? – me preguntó cogiéndome del pelo y forzando a que metiera un poco más profundo su miembro – me gusta hasta el fondo Naruto – me dijo sonriendo y me dejé indicar la velocidad que él quería, me gustaba cuando agarraba mi cabello con fuerza y me obligaba a meterla y sacarla una y otra vez.
Sentí un poco de dolor cuando su dedo empezó a preparar mi entrada, lo metió hasta el fondo con cuidado y empezó a abrirlo para poder meter el segundo. Era una sensación algo incómoda al principio pero una vez me acostumbraba, tampoco estaba tan mal. Tampoco es que pudiera quejarme mucho con su miembro en mi boca acallando mis sonidos, así que le dejé hacer, al fin y al cabo, él tenía más experiencia en estos temas que yo.
Sacó mi miembro de su boca en uno de esos gemidos que tanto me gustaba escucharle y se preparó para entrar en mí. Me besó con fuerza antes de empezar y no pude quejarme mucho, pero sentía cuando entraba y sé que Sasuke estaba teniendo cuidado, que me besaba para camuflar un poco el dolor, pero aun así lo sentía, notaba su miembro abriéndose paso a través de mi intentando alcanzar el fondo y no sé si yo le había hecho sentir lo mismo a Sasuke, pero sentía como si nunca acabase, entraba tan lento, que hasta su miembro me parecía enorme.
Llegó al fondo y se detuvo, sentía mis paredes abrirse intentando adaptarse al grosor del miembro de Sasuke y luego como volvía a salir para entrar con un nuevo golpe. Lo repitió varias veces con cierta lentitud hasta que empezó a coger velocidad al sentir que ya no me dolía.
Agarré mis piernas a su cintura y cuando me quise dar cuenta, le estaba pidiendo que entrase más, quería que me llenase entero, quería que entrara hasta el fondo. Grité y jadeé tanto, que hasta Sasuke se preocupó de que los vecinos acabasen escuchándonos y llegaran a pensar que me estaba haciendo algo malo.
- Sigue y deja de preocuparte de los vecinos – le grité – ellos no tienen un maldito Uchiha entre las piernas – le grité y sonrió.
Me gustaba mucho su sonrisa, pocas veces la podía ver, pero me encantaba, incluso cuando sonreía creyéndose el mejor, seguía gustándome. Le escuché gemir, respirar con dificultad por el cansancio y es que había aumentado tanto el ritmo, que llegué a pensar que estaba a punto de terminar y así fue, se vino dentro de mí, sentía el líquido entrando, una sensación de calor recorriéndome, pero no esperé que me dijera las siguientes palabras.
- Naruto... si me prometes no hacerlo con Sakura, te dejo entrar.
Aquello me sorprendió, porque no esperaba que Sasuke dijera algo así, no después de cómo le había tratado, pero quería entrar en él por un único motivo, él me había demostrado el placer que se podía sentir abajo y yo quería llegar a ser exactamente como él o incluso superarle, ser mejor, darle aún más placer, así que sin previo aviso le di la vuelta dejándole bajo mi cuerpo empezando a lubricarle para colocarme luego en una mejor posición para entrar. Le puse a cuatro patas y agarré su cabello con fuerza casi inmovilizándole.
Esta vez sí conseguí entrar a la primera no como la otra vez que tuvo que guiarme Sasuke hasta su entrada. Entré y jadeé, seguía tan estrecho como la última vez que recordaba, él tampoco pudo evitar el gemido cuando me sintió al fondo. Toqué su trasero y cuando le di una palmada lo único que escuché de él fue un "Naruto no te pases" de enfado, pero ahora que no podía moverse con mi miembro dentro y su cabeza inmovilizada por tenerle sujeto el cabello, le di otra palmada ¡Me arrepentiría de esta cuando le soltase! Pero que me quiten lo bailado...
Le monté como quise y a la velocidad que me dio la gana hasta que descubrí, que tenía razón en sus palabras, cuando una vez alcancé el fondo gritó de placer tanto como yo antes, creo que le pillaría el tranquillo a esto enseguida, si conseguía que Sasuke me dejase hacérselo más veces. Sonreí al conseguirlo y sé que Sasuke estaba sonrojado, no estaba acostumbrado a ser él quien gritaba de placer, si no que era él siempre el que daba el placer y el que escuchaba como todos gritaban por él, creo que aprendería algo nuevo de esto y es que... a mí me gustaba oírle gritar por mí, me deseaba a mí y ambos lo sabíamos.
Me corrí dentro de él y apreté su trasero aún más contra mi cuerpo para meterle mi líquido todo lo hondo que pude, no quería que saliera nada de él, iba a demostrarle... que este Uchiha...era mío.
Cuando salí, aprovechamos para ir a la ducha y nos acostamos a dormir un rato, yo tenía mucho sueño y aunque Sasuke no parecía tener sueño, no dijo que no a quedarse tumbado conmigo allí desnudos. Me dormí con las suaves caricias de Sasuke por todo mi cuerpo.
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