Capítulo 39: evitándote
Naruto Uzumaki
Cuando me desperté, Sasuke aún no había vuelto a la habitación ¿De verdad estaba tan enfadado conmigo? ¿Qué había hecho yo? Yo no hice nada, sólo le había pedido ayuda y hasta le agradecí que me hubiera ayudado... ¿Qué le ocurría? Creía que era mi amigo, que quería ayudarme con esto, que quería ayudarme para que no quedase en ridículo con Sakura, pero es como si le hubiera sentado mal.
¿Por qué no entendía que yo no iba a dejar de ser su mejor amigo? No iba a abandonarle por Sakura como él creía. Salí del dormitorio vistiéndome y me encontré en la cocina a Gaara, el resto de mi equipo aún no se había despertado.
- Buenos días – le dije a Gaara.
- Buenos días – me comentó mientras tomaba un café.
Me senté colocándome también un café y es que lo necesitaba con la nochecita que había tenido. Debía reconocer algo... me gustaba la forma dominante de Sasuke, me gustó que él hubiera sido el primero, pero no le entendía, él sabía perfectamente lo que sentía por Sakura pero debía saber que no abandonaría su amistad por ella.
- ¿Noche complicada? – me preguntó Gaara.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque padezco de insomnio ¿Recuerdas? – me dijo – escuché a Sasuke salir a la terraza anoche, no quise molestarle, pero creo... que estaba llorando.
- ¿Sasuke llorar? – le pregunté incrédulo – imposible.
- Yo sólo te digo lo que vi – me dijo Gaara.
- ¿Es enserio? – le pregunté.
- Naruto... ¿De verdad no ves lo que está pasando? – me preguntó con una sonrisa – te explicaré algo, creo que la relación entre Sasuke y tu es algo más que simples amigos Naruto, puede que incluso pasara algo por la noche, ni siquiera le dejaste irse con Sai, sientes algo por ese chico y no te estás dando ni cuenta. Los celos te matan, no puedes permitir que vaya con ningún otro chico.
- Claro que siento algo por él, somos amigos desde pequeños.
- Creo... que aún te falta mucho por aprender Naruto – me dijo levantándose con su café para marcharse hacia la terraza donde se suponía estaba Sasuke – os une algo muy fuerte a ese chico y a ti, Naruto y no me refiero a la amistad solamente – fue lo último que me dijo antes de salir.
No sé de qué iba todo esto, pero algo tenía claro, Gaara también parecía estar enfadado conmigo por algo ¿Qué pasaba hoy? Primero se enfadaba Sasuke y ahora Gaara. ¿Qué se supone que estaba haciendo mal? Me estaban tocando las narices hoy y estaba dispuesto a enfrentarme a quien fuera con tal de averiguar qué pasaba.
Me levanté de la cocina y me dirigí a la terraza, Gaara estaba allí sentado en la barandilla mirando a Sasuke durmiendo en una hamaca. Al menos le había tapado con una manta y es que las noches aquí eran realmente frías.
- ¿Puedo hablar con él? – le pregunté a Gaara.
- Está durmiendo – me dijo.
- Ya lo veo, esperaré a que despierte si hace falta, pero tengo que hablar con él.
- No creo que sea conveniente – me comentó – ¿Qué vas a decirle Naruto? – me preguntó.
- Quiero que me explique las cosas.
- ¿No conoces aún a Sasuke? Haz lo que quieras, no hay peor ciego que el que no quiere ver – me dijo Gaara bajando de la barandilla para marcharse.
Esperé a que Sasuke despertase, pero no lo hacía, parecía demasiado cansado y aun así, seguía manteniendo el kunai en su mano ¡De verdad que no lo soltaba nunca ni durmiendo! ¿De qué tenía miedo?
Me acerqué a él y cogí su mano para quitarle el kunai, pero se despertó de golpe colocando el arma en mi cuello. Me quedé quieto y Sasuke me miraba confundido, como si no supiera qué hacer.
- Sasuke, soy yo, suéltalo – le dije y quitó el cuchillo de mi garganta.
- Lo siento – se disculpó – joder, no me despiertes así Dobe – me dijo.
- ¿Por qué no entraste a dormir? – me preguntó.
- Roncas – me dijo enfadado.
- ¿Por qué estás enfadado? – le grité.
- ¿Tú qué crees? – me dijo – acabas de utilizarme.
- No te he utilizado, dijiste que me ayudarías.
- Yo no dije que te ayudaría, te dije que te enseñaría a besar en la teoría y tú me besaste, creía que querías algo conmigo.
- ¿Cómo iba a querer algo contigo Sasuke? Eres un chico y encima sabes que me gusta Sakura – le dije – ¿Qué te pasa?
- Lo que me sucede es que yo también estaba muy convencido de que me gustaban las chicas – me dijo – pero me enamoré de ti, no puedo evitarlo, no me gusta que me utilices para luego irte con Sakura.
- ¿Estás mal de la cabeza? – le pregunté sin creérmelo – Somos amigos Sasuke, eres mi mejor amigo ¿Crees que me tragaré ese cuento de que te has enamorado? Eres un Uchiha, no te gustan los chicos.
- No lo sé, ¿Por qué iba a dejar que me follases si no sintiera algo por ti? – me preguntó.
- Yo quiero a Sakura – le dije.
- ¿Crees que no lo sé? Lo repites todo el tiempo y estoy harto de escucharte decir eso, estoy harto de que defiendas a esa zorra – me dijo enfadado y sentí su mano coger mi miembro, no puede evitar gemir – notas eso Naruto, puede que no te gusten los chicos, pero eso fue mío anoche, fuiste mío, ahora lárgate y déjame en paz Naruto – dijo soltando mi miembro.
- Creí que querías ayudarme.
- ¿No te he ayudado suficiente? – me preguntó – te he dejado follarme para que no hagas el ridículo con tu amiga, ahora ayúdame tú a mí – me dijo.
- ¿Qué quieres?
- Quiero que dejes que me vaya.
- ¿Por qué quieres irte de la Villa?
- Porque no soporto verte con ella – me comentó – porque no soporto ver a la gente que tiró a la calle a mi hermano tachándole de traidor, porque no soporto que todos quieran matarme cuando estoy allí, deja que me vaya – me dijo.
- ¿Qué te impide irte?
- Tú, porque en cuanto intente marcharme volverás a perseguirme, querrás traerme de vuelta porque se lo prometiste a la zorra esa y tanto la amas qué harías cualquier cosa por ella. No quiero que me sigas y para que no lo hagas tendría que matarte... y no puedo hacerlo, te amo demasiado.
- No puedo dejar que te vayas – le dije – lo siento Sasuke, no puedo dejar que te vayas.
- Entonces no vuelvas a tocarme, vuelve con tu chica y déjame en paz, porque no soporto verte.
- Sasuke... no soy gay – le aclaré – lo siento ¿vale? Pero no sé qué decirte ni qué hacer ahora mismo contigo, sólo lamento que anoche te confundiera.
- Ya, déjalo Naruto. Veo claramente que te sientes raro estando conmigo, lárgate.
Salí de allí con rapidez porque no podía creerme que Sasuke hubiera soltado eso. ¿Qué me quería? ¿Desde cuándo un Uchiha se enamoraba de un chico? Se supone que era mi mejor amigo ¿Insultaba a Sakura por simples celos? ¿Enserio le había lanzado aquel Kunai a la cara por celos? Ahora mismo sólo tenía una cosa clara... a mí no me gustaban los chicos y en realidad, creía tenerlo claro, porque anoche había disfrutado entrando en Sasuke ¡Joder! ¿Qué diablos me pasaba? Yo no era así, no era como Sasuke, a mí me gustaba Sakura.
Tenía claro qué hacer, acercarme a Sakura y alejarme de Sasuke, tenía que alejarme de él, me estaba confundiendo, yo no sentía nada por Sasuke, sólo fue una noche de placer, sólo fue practicar para tener relaciones perfectas con Sakura ¿entonces porque no podía sacarme los gemidos de Sasuke de la cabeza? ¿Por qué no paraba de sentirme culpable por alejarme de él sabiendo que estaba sufriendo por mi culpa? ¿Por qué no podía dejarle irse como él me pedía una y otra vez? Creo que era egoísta, no quería perder a mi mejor amigo, pero tampoco quería perder a Sakura, me estaba volviendo un maldito egoísta que no quería perder nada y con esto... estaba haciendo sufrir a mi mejor amigo.
Sakura estaba ya en la cocina cuando entré y casi agradecí que no se hubiera enterado de nada. Sasuke entró tras de mí, pero quería alejarme de él, yo no volvería a caer en esto, no era gay y tenía que demostrarlo. Me acerqué a Sakura y la besé frente a todos. Ella correspondió mi beso aunque escuché como a Gaara se le caía algo de las manos y se hacía añicos contra el suelo. Cuando me separé de ella y miré hacia atrás, Sasuke ya no estaba aquí y Gaara me miraba negando con la cabeza como si hubiera metido la pata hasta el fondo, luego se marchó.
No volví a ver a Sasuke en toda la tarde, Sakura, Sai y yo hicimos la misión a la que habíamos venido. Gaara nos acompañó también con alguno de sus ninja de élite y cuando acabamos, quise hablar con él, así que cogí su brazo y lo aparté del resto del grupo.
- ¿Qué necesitas Naruto? – me preguntó.
- ¿Estás enfadado conmigo?
- Un poco – me dijo – pero no te preocupes, me has ayudado mucho con tu actitud.
- ¿Qué? ¿A qué te refieres?
- Creía que Sasuke era tuyo – me dijo muy directo – pero bueno, creo que has dejado claro que no te gusta, así que puedo aprovechar.
- ¿Te gusta Sasuke? – le pregunté
- Desde el examen, es fuerte, es orgulloso, es como yo, tiene mi misma mirada, tiene la misma soledad que tenía yo en el pecho, me encanta ese chico, la única razón de que no quisiera nada con él, eras tú, te respeto mucho para meterme en medio de vuestra relación, pero si no tenéis nada... creo que intentaré algo con él – me comentó – quizá le proponga venir a Suna a vivir, sería mejor sitio que Konoha donde todos le odian.
- No puedes llevártelo – le dije asustado – no puedes quitármelo.
- Yo no te lo estoy quitando Naruto, tú has elegido a Sakura, yo elijo a Sasuke, tranquilo... no le obligaré a nada que él no quiera. Gracias por dejarme el camino libre con él.
Cuando volvimos a la base, no encontré a Sasuke en la habitación, pero sí escuché el grifo del agua en el baño, así que supuse que se estaba duchando. Recordaba a Sasuke en la ducha de mi casa, recordaba su cuerpo perfecto, recordaba también su cuerpo desnudo encima del mío, sus gemidos, sus movimientos, sus besos suaves y delicados, su paciencia para enseñarme y yo... yo le había traicionado por Sakura, pero es que no podía cambiar lo que sentía, quería a Sakura, toda la maldita aldea lo sabía. Ya no sabía qué hacer para no perder a Sasuke, porque Gaara le propondría venir a Suna y sé que aceptaría para no verme más. Estaba enfadado conmigo pero aun así, seguía siendo un maldito egoísta que me negaba a perderle aunque le hicieran daño ¿qué narices pasaba conmigo? Él había abierto su maldito orgullo y yo... yo le había herido donde más le dolía.
Cuando Sasuke salió del baño ya cambiado, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar, no me dejó ni hablar, directamente me dijo que se iba a la habitación de Gaara a dormir y me puse celoso, no quería que Gaara lo tuviera, pero estaba claro... que hoy iba a proponerle que se quedase en Suna con él.
Aquello no fue lo peor, sino escuchar de la habitación de al lado los gemidos de Gaara y sé, que seguramente estaba haciendo algo con Sasuke, en su caso... supe que Sasuke estaba haciendo algo con Gaara, porque jamás dejaría dominarse, era un Uchiha y desde luego... por los gritos y jadeos de Gaara, se lo estaba pasando en grande.
Aquella noche lloré en mi habitación y no lo entendía, siempre había dicho que me gustaba Sakura y ahora estaba llorando por Sasuke ¿Qué me estaba pasando? Decidí olvidarme de esto, Sasuke sólo era mi amigo, sólo un amigo, Sakura era todo lo que yo quería.
Cuando desperté a la mañana siguiente, Gaara y Sasuke estaban desayunando juntos y sonreía ¡Sonreían! Esos dos.... Si yo nunca les había visto sonreír ¿Cómo podían sonreír? Sasuke estaba muy guapo, sus ojos brillaban y creo... que había aceptado ir a Suna con él, más después de lo de anoche, pero me sorprendió cuando al recoger nuestras cosas, él también recogió las suyas.
- ¿Dónde vas Sasuke? – le pregunté.
- ¿Dónde voy a ir? A la villa.
- ¿No te quedas aquí?
- ¿Me espías ahora?
- Gaara me contó que quería proponerte quedarte.
- Y lo hizo, pero se supone que estoy bajo vigilancia, así que no me queda más remedio que aguantarme y volver contigo, aunque va a pedir diplomáticamente al Hokage mi traslado, supongo que en unas semanas podría estar viviendo aquí – me dijo.
- ¿Dormiste bien anoche? – le pregunté enfadado.
- Dormí estupendamente, gracias por preguntar.
- Gaara debía estar también muy contento – le dije.
- ¿Qué?
- Le escuché gemir bien alto anoche.
- ¿Y qué tiene que ver eso conmigo?
- Lo hiciste con él ¿Verdad?
- Dios Naruto, estas paranoico – me dijo sonriendo de medio lado – no hice nada con Gaara – me dijo pero no le creí – de todas formas, aunque lo hubiera hecho, que más de daba a ti, vete con Sakura ¿No llevas todo el día esquivándome? No hace falta que disimules, se nota que te doy asco desde que te enteraste que me calienta alguien de mi sexo. – me dijo saliendo de la habitación
¡Ni que fuera imbécil! claro que había hecho algo con Gaara, le escuché gemir bien alto y hasta el propio Gaara me había confesado que le gustaba Sasuke. Me estaba mintiendo y lo sabía. ¡Se habían acostado!
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