Especial Halloween 2016

30 de Octubre

Era una tarde lluviosa, un grupo de chicos estaban reunidos en casa de hipo, para una tarde divertida.
Un trio de chicas estaban sentadas en el suelo jugando el su i-pad Five Nights At Freddy's 2; se encontraban tan consetradas en el juego:

-Vamos, son las 5:00 a.m. Una hora y pasas al siguiente nivel-Le decía Heather a Astrid para darle ánimos

-Sí, pero será más difícil-le respondió Astrid-¡Arrgh!- se quejó-¡Maldito escuincle de los globos!

-Ponte la máscara y no te reconocerá-le aconsejó Brutilda.

-¿Qué hacen, chicas?-se interpuso Patapez.

-Jugamos Five Nights At Freddy's 2- le respondió Heather

-Hasta el momento llevamos 4 noches. Sólo falta un nivel y terminamos el juego-dijo Brutilda

-Bueno, en realidad, son más de 5 noches- aclaró

-¿y tú que sabes de juegos?-le dijo Brutilda

-Yo ya jugué ese juego, pero aunque me llevé varios sustos lo acompleté, podría jugar por ustedes-dijo Hipo

-No, gracias, Hipo-le dijo Astrid sin despegar los ojos de la pantalla-. Estoy apunto de ganar y pasar al siguiente nivel

Estaba a punto de pasar el nivel, pero Patán y Brutacio, quienes tenian puestas sábanas blancas, salpicadas con tinta roja para que tenga apariencia de sangre, y con orificios para los ojos, asustaron a las chicas de sorpresa.

-Ahhhh- gritaron las tres en coro

-¿¡Por qué hicieron eso!?-se quejó Heather

-Ya casi es Halloween y queríamos ambientar un poco-dijo Brutacio

-Sí-dijo Astrid-. Nos asustaron y perdí el juego por que me quedé con la máscara puesta, foxy me mató, y boom, ustedes también nos asustaron...

-Oye, tranquila, Astrid-la calmó Hipo- es un juego, puedes jugar otra vez.

-Pues sí. Tendré que jugar otra vez. Pero yo ya jugué mucho, le toca a Heather.

-Gracias, Astrid-le dice

-Denada,¿y ustedes por que están vestidos así?-preguntó Astrid a Patán y Brutacio

-Para asustar a los niños que vengan a pedir dulces en Halloween-contestó Patán

-¿Eso no es un poco cruel?-comentó Hipo.

-Para niñitos de 6 años sí-contestó Brutacio.

-Por cierto-dijo Patapez-,¿Qué harán para Halloween?

-Bueno, Astrid y yo quedamos en ir al cine a ver una película de terror.-Dijo Hipo

-Sí-Contestó Astrid levantándose del piso-. Hace mucho que no veíamos una película de terror y creímos que era buen momento.

-¿ustedes dos viendo una película juntos?-dijo Heather sorprendida aun en el juego-wow, la verdad nunca me lo esperé. Bueno, sí lo esperaba.

-Siií, respecto a eso...-dijo Hipo

-¿Respecto a eso qué?-preguntó Astrid curiosa

-Sí es porque quería ver una película contigo, Astrid, pero la otra razón es por que me gusta ver como te asustas en las partes de scrimers-dijo hipo entre risas

-Ja, ja, ja-rió su novia sarcástica.-mira como me río.

-Lo siento, As, pero no puedo negar que es divertido

-Lo dice el chico que se asusta al ver una inofensiva e inocente cucaracha-se burló

-¿Quién dice? Eso no es cierto

-Lo dices por que no sabes que te he visto

-No sé de que estás hablando

-Oigan, dejen lo suyo para después-interpuso Patán-, y juguemos a algo ¿no?

-Ya estamos jugando en el i-pad-dijo Heather

-No, no, no, un juego real

-¿un juego real?-preguntó Patapez

-¿A qué te refieres con un juego real?- le pregunta Hipo

-Juegos de miedo, no videojuegos; rituales para que me entiendan -le contesta

-¿rituales?-preguntaron al unísono

-Sí- afirmó Brutacio-. Todo fue idea mía, no me aplaudan.

-¿idea tuya?-preguntó su hermana.

-Aunque no lo creas. Podemos invocar a gente muerta.

-¿Sí saben las consecuencias que traen, cierto, chicos? -les pregunta Heather.

-A nadie le importa las consecuencias - afirmó Patán

-oh, mierda, el i-pad murió -dijo Heather -. Está bien, yo juego.

-Ya que, pues yo también -dijo Brutilda.

-Si todos van a jugar, no me puedo negar-dijo Patapez

-Así se habla, cara de pez. ¿ustedes dos juegan o no?-preguntó Patán a Hipo y Astrid.

-Bueno, yo juego- dijo Astrid -. ¿Qué tan malo puede ser?

-Ok, me han convencido todos-Dijo Hipo-. Acepto el juego.

-Bien, ¿y cuando empezamos?- pregutó Heather.

-Ahora mismo-contesto Patán.

-Oigan,y para hacerlo un poco más interesante, a unas pocas cuadras hay un edificio abandonado sin acabar de construir, podemos ir allá.-comentó Hipo.

-¿entonces que esperamos? Vámonos ya- exclamó Patapez.

Todos salieron, al tormentoso clima, a excepción de Patán Y Brutacio

-Espera- dijo Brutacio-, deberíamos quitarnos estas cosas. Vamos a hacer el ridículo.

-¿Acaso no se ven cool? Además yo las hice

-¿le llamas cool a una sábana salpicada de pintura roja?

-Sí.

-Entonces vámonos hasí.

Llegaron al edificio donde ya estaban los demás esperándolos, y a estos les llamó la atención que siguieran con las sabanas puestas.

-Van a hacer el ridículo con eso.- comentó Brutilda.

-Te lo dije

-Bueno, bueno, juguemos ya

El edificio no era ni grande ni pequeño, al hablar se escuchaba el eco, y también se encontraban unos materiales de construcción en el suelo, más varias pilar de ladrillos.

Se decidieron por jugar primero Charlie, Charlie, y rápidamente regresaron corriendo bajo la lluvia, a la casa, a buscar un cuaderno y lápices.
Cuando regresaron, en la hoja dibujaron la tabla y colocaron los lápices en medio en forma de cruz, se sentaron en circulo rodeando la hoja.

-Charlie, Charlie, ¿Estás aquí?-dijo Hipo siguiendo las instrucciones del juego.

El lápiz no se movía.

-Intenta de nuevo -le dijo Astrid.

-Charlie, Charlie, ¿Estás aquí?-repitió

-se supone que tendría que responder «Sí» ¿Cierto?-preguntó Patapez

-Charlie, Charlie, ¿Estás aquí?-Volvió a decir Hipo

Pero el lápiz seguia sin moverse.

-Bien... Él no está aquí- dijo Brutacio.

-¡Charlie, Charlie!, ¿¡Estás aquí!?-exclamó Astrid.

Hasta que el lápiz por fin se movió a «Sí» dejando a los chicos asustados y sin aliento.

-ok, debe de haber una explicación lógica para esto.- comentó Astrid con nervios y temor

-Astrid tiene razón-dijo Heather -. Hay ventanas, seguramente pudo haber sido el viento ¿no?

-No creo que hay sido precisamente el viento- dijo Patapez-. Hay lluvia, sin embargo no hay viento.

-Bueno, no nos asutemos y sigamos jugando- dijo Hipo.

Todos volvieron a sus posiciones atemorizados por la escena anterior.
Cada uno preguntó si podría entrar al juego, a lo que Charlie respondió que sí

-Muy bien... ¿Ahora qué?-Dijo Heather.

-Hay que preguntarle algo a Charlie.- contestó Hipo

-Charlie, Charlie ¿Soy mejor que hipo? -preguntó Patán

El lápiz apuntó a «No» a lo que todos empezaron a reír.

-¿¡Enserio, Charlie!?- se quejó.

-Charlie, Charlie, ¿Algún día mi hermano y yo quemaremos la ciudad? -preguntó Brutilda.

Esta vez contestó «Sí»

-Bueno, al menos ya estamos precavidos para el futuro- comentó Astrid.

-Fuego. Mucho fuego. Puedo verlo.- dijo Brutacio

- ¿Oigan eso estaba ahí?- dijo Heather señalando con el dedo una soga amarrada como si alguien fuera a suicidarse.

-No lo creo- contestó Hipo-. La última vez que vine, estaba tal y como entramos.

-¿y cuando fue la última vez que viniste? -le pregunta Astrid.

-Hace como unas dos semanas.-contestó.

-Bueno, bueno -dijo Heather -; no entremos en pánico. Esto seguramente es una coincidencia.

Y Todos empezaron a jugar tranquilos. El miedo ya se les había pasado un poco, y ya estaban jugando un poco más tranquilos, invocando espíritus, y abriendo portales hacia otro mundo.
La lluvia seguía, al igual que los truenos y relámpagos; también empezaba a oscurecer, pero a ellos no les importaba, más bien, ni cuenta se habían dado.

-juguemos otra cosa ¿no?- comentó Patán

-sí, esto ya me aburrió-dijo Brutilda.

-Ok, sólo cerremos el portal y largemonos de aquí-dijo Heather-. Charlie, Charlie, ¿Podemos salir del juego?

«No»

-¿es enserio? -preguntó Astrid con sarcasmo y a la vez confundida-. Charlie, Charlie, ¿Podemos Salir del juego?

«No»

-¿Qué pasa contigo, Charlie?-Dijo Brutacio.- Charlie, Charlie, ¿Por qué no podemos salir del juego? .

-No puedes preguntarle eso-le comentó Patapez a Brutacio-. Tiene que ser una pregunta cerrada, que se responda mediante el «Sí» y el «No»

-Charlie, Charlie, ¿Quieres que continuemos en el juego?-pregunta Hipo

«Sí»

-Creo que Charlie nos ama.-comentó Brutilda.

-Que tonterías dices...-le dijo su hermano.

-Charlie, Charlie, ¿nos amas?-dijo Astrid-. Lo siento, tenía que hacerlo.

El lápiz no se movio.

-Hay que tomarlo como un «No».-dijo Patapez.

-Charlie, Charlie, ¿Podemos salir del juego? -preguntó Hipo

«No»

Cada uno se la pasó preguntardole a Charlie un buen rato, si podían salir.
Hasta que Heather se limitó a decir:

-Charlie, Charlie, ¿Hay una forma de salir de juego?

«No»

-¿¡QUÉ!?-exclamaron en coro

-Ñeee-dijo Patán-, dejemoslo así y larguemonos de aquí.

-¿y el portal?-le dijo Heather.

-¿el portal, qué?-le contestó-pfff, como si un demonio se la pasara persiguiéndonos.

-¿entonces cómo explicas lo de los lápices?-le pregunta Hipo.

-Emmm... Ehhhh... Emmm- contestó-¿y si jugamos a la Ouija?

-¿otro juego?-le dice Astrid

-¿Por qué no?-contesta Butacio-. Estamos en Halloween ¿Por qué no ambientar la ocación?

-Halloween es mañana- le comenta Patapez.

-Oigan...- dijo Heather - la soga tenía sangre.

Al escucharla todos se quedaron paralizados, y voltearon atemorizados y cuando vieron sangre en la soga se quedaron congelados sin saber como reaccionar. Ese tipo de cosas no era muy común que pasara.

-Oye, Hipo -le dice Patapez.

-¿Qué pasa?-le responde.

-¿Hay más pisos en esta casa cierto?-Pregunta

-Creo que hay un cuarto piso y un sótano. - contesta-. ¿Por?

-Bueno, tal vez podríamos investigar a ver que sucede y concluir una explicación lógica.

-Buena idea- dice Heather-. tal vez nos estamos asustando por nada.

Los chicos subieron las escaleras, las cuales tenían pinta de derrumbarse si alguien pisara algunos de los escalones. Subieron con cuidado, llegando al segundo piso sin encontrarse con algo, salvo por más material. Al tercer piso tampoco. Ese estaba completamente vacío. Al cuarto piso se encontraron con una muñeca, la cual tenía el cabello totalmente oscuro, no tenía ojos, y esto hacia que se volvieran oscuros, su piel era muy pálida, y tenía puesto un lindo vestido color negro.

-Ok-dijo Astrid -. Vamos a suponer que una niña de 5 años vino aquí y olvidó su muñeca.-dijo para calmar a todos.

-Y una niña de 5 años le quitó los ojos a la muñeca.- le comentó Patán con sarcasmo.

-Bueno, tal vez- contestó -. Cuando hiba en la primaria conocí a niñas que hasta decapitaban a sus muñecas.

Desde afuera se escuchó un trueno muy fuerte, que más el susto que se habían llevado los chicos, casi les da un paro cardíaco.

-Mejor vamos a ver el sótano.-Comentó Hipo

Todos obedecieron, y bajaron las escaleras con cuidado, al llegar al borde se detuvieron

-¿y es buena idea cruzar?- preguntó Brutilda

-No se sabe-le dijo Brutacio-. Tal vez encontremos algún objeto maldito.

Todos bajaron con cuidado a investigar si había algo fuera de lo común. Pero olvidaron algo, cerrar el portar del juego Charlie, Charlie.

-Bueno, todo parece estar normal.- comentó Hipo

-Entonces podemos salir de aquí tranquilos - dice Astrid.

Subieron a la salida, olvidando el juego, regresaron a la casa de Hipo tranquilos creyendo que el juego había terminado, aunqhe sabían que ese era el comienzo de una serie de juegos que harían entre todos.
Eran las 10:00 p.m., mientras se quedaron sentados en la sala para relajarse y tranquilizarse de las escenas anteriores.

-Bueno, Amigos-dice Patán -fue una tarde y noche llena de adrenalina para ser el comienzo.

-Y yo que creí que daríamos miedo con estas sábanas, y los asustados fuimos nosotros.

-Aun no puedo creer que hayan estado con esas sábanas todo el tiempo- dice Heather

-Hay que guardarlas para asustar pequeñines mañana- dice Patán

-Y de paso nosotros también nos asustamos -contesta Tacio quitandice la sábana de la cabeza .

-¿y que jugaremos mañana?-pregunta Tilda

-¿Qué les parece si nos vamos a un edificio con elevador y jugamos el juego del elevador-comenta Astrid.

-Creo que lo conozco-dice Patapez-.¿De qué trata?

-Consiste en entrar al elevador a partir del primer piso, luego subir al cuarto, después bajar al segundo, subir al sexto, bajar al segundo, subir al decimo, bajar al quinto, y bajar nuevamente al primero -contesta Astrid.

-¿y eso es todo? -dice Patán-¿dónde está lo emocionante?

-Está, cuando si presionas el botón del piso uno, este en vez de llevarte al primer piso te llevará al 10-explica Astrid -. Sólo que quien sabe si habrá algo fuera de lo común en el piso 10.

-Entonces ese jugamos mañana. -dice Hipo

Todos acapararon el juego. Al día siguiente tendrían que ir a su preparatoria a clases, ya que era Lunes, inicio de semana. Los chicos se fueron a sus casas a excepción de Astrid, quien se quedó un rato más con Hipo.

-Oye, As-le dice Hipo-, aun no puedo creer que tú hallas elijido un ritual.

-Pff¿Qué tiene?- le contesta- quería cooperar, además creo que hasta es divertido. ¿y qué me dices tú? ¿acaso tienes miedo, Chico dragón?

-¿miedo yo?- dice Hipo-. Me lo puedes decir, pero yo te puedo confirmar que tus rumores son falsos.

-¿Cómo me lo demostrarás?-le pregunta con la intención de retarlo.

-Para después del juego del elevador, llevaré una Ouija y jugaremos todos. ¿te parece?

-Sí que sí.

-y para hacerlo más emocionante, nos colamos a la escuela en la noche-dice Hipo

-Aun me sorprende que te estés volviendo fan de lo paranormal. -dice Astrid sorprendida.

-Bueno, sólo se me ocurrió.-respondió hipo.

Ambos se rieron.

-Bueno, Milady, nos vemos mañana-le dice Hipo.

-Hasta mañana, Chico dragón.-responde Astrid.

Ambos se abrazaron y se dieron un pequeño beso, se despidieron y Astrid se fue a su casa.

Cada uno estaba en sus casas, todo normal como si nada, y se habían despreocupado por lo sucedido y estaban preparados para los siguientes juegos.

31 de Octubre.
Halloween.

Ya se encontraban todos en clase, y cuando tuvieron oportunidad, charlaron un rato.

-Hipo-dijo Astrid -, ¿traes lo que me dijiste?

-No lo traje a la escuela, pero te prometo que lo llevare para cuando términos el siguiente juego. -le responde Hipo

-¿De qué cosa hablan?-quizo saber Heather.

-Una Ouija que traerá Hipo-respindió Astrid.

-Muy buena opción-dice Patapez.

-Ya son dos juegos más-dice Brutilda.

-Jóvenes, pongan atención a la clase por favor - dice la maestra que estaba dando clases, e inmediatamente hicieron caso.

En el receso...

-¡Oigan!-dice Heather -, cerramos el portal de Charlie, Charlie, ¿cierto?

Los chicos abren sus ojos como platos ante el comentario de su amiga.

-Hagamos como que no pasó nada-dijo Brutacio.

-¿y ahora que hacemos?- dice Patapez.

Se quedaron callados pensando y preocupados.

-Pues ya pensaremos en algo, ¿no?-dice Hipo.

Asintieron.

Las horas pasaban, y ninguno sabia que hacer con el portar abierto, hasta que Patán se limitó a decir:

-Oigan, podemos jugar como antes y pedirle a Charlie que nos deje salir.

-Claro, porque no se nos ocurrió antes. -dice Patapez

-Pues intentemoslo ahora, alfin tenemos hora libre.-dice Astrid.

Se sentaron en el piso, y dibujaron el tablero y colocaron los lápices en su lugar:

-Charlie, Charlie, ¿Podemos salir del juego?-dice Hipo

«No»

-¿¡QUÉ!?-exclamaron en coro

-Ok, si alguno de nosotros llega a morir-dice Brutilda-, culpemos Patán.

-Además el de la idea fue él-dice Tacio

-La idea fue de los dos, tonto-dice Patán.

-Ah, cierto.- dice Tacio

-¿y ahora que haremos? -pregunta Tilda

Se quedan en silencio tratando de pensar
No supieron como acabar con todo eso, al rendirse, dejaron pasar las horas como si nada, en pocas palabras se resignaron aunque lo que podría pasar, podría ser pero de lo que pensaban.

Llegó la hora de salida, salieron todos juntos, para ir directo a jugar el juegos que habían quedado, aprovechando de que no tenían tareas que hacer, y porque eran las 14:20 hrs,tenían toda la tarde libre.

-¿Creen que es buena idea invocar a otro espíritu? -pregunta Astrid.

-Sólo intentaremos desacernos de este-le dice Hipo

Por tercera vez, colocaron el tablero en su lugar y se pusieron a jugar.

-Charlie, Charlie, ¿podemos salir?-dijeron en coro

«Sí»

-¡Por fin!-celebraron en coro

Ahora estaban más tranquilos, y ya que no tenían espíritus a su alrededor, se pusieron a invocar otro, Hipo saco la Ouija, encendieron una vela, y todos colocaron sus dedos índices en el Oráculo y empezaron a jugar.

-¿Hay alguien aquí?-dice Astrid.

El espíritu tardo en contestar unos 20 segundos, y cuando se movía lentamente a «Sí», los escalofríos empezaban a subirse a los 7 chicos presentes.

Cuando el Oráculo término con su recorrido...:

-diganme que alguno de ustedes lo movió -dice Heather.

-Con estos escalofríos-dice Patapez-, no creo que haya sido una broma de alguno de nosotros.

-¿Te conocemos?-pregunta Hipo

Esta vez, se dirijió a «No»

-¿Cómo te llamas?-pregunta Tilda

El Oráculo deletreo: C-O-L-I-N.

-¿nos harás algo?-pregunta Brutacio

«T-A-L-V-E-Z»

-¿Cómo moriste?-pregunta Patán

El Oráculo deletrea:
«S-U-I-C-I-D-I-O»

-¿Qué edad tenías?-pregunta Patapez

«17»
Casualmente,la misma edad de los chicos.

-¿Eres buena persona? Más bien: espíritu -pregunta Brutilda.

«No»

-¿Hace cuanto moriste?-pregunta Hipo.

«20»

-¿Sufriste de... Depresión alguna vez en tu vida? -pregunta Astrid.

«Sí»

-¿Cómo qué?-pregunta Heather.

«R-E-C-H-A-Z-O»

-Seguros de que nadie está moviendo el Oráculo-dice Patán

-Estoy casi seguro de que nadie lo está moviendo-le responde Patapez

A Patán se le ocurre decirle al espíritu...:

-Mira, para comprobar de que hay un espíritu aquí-mira hacia alrededor-, tira uno de los libros que están en ese librero al suelo.

Sin embargo no lo hizo, y volvió a ordenarle que tirara un libro al suelo, hasta que lo hizo. Varios libros, prácticamente casi todo el librero, callo al suelo, lo que hizo que los chicos entraron en pánico.

-¡QUÉ NADIE MUEVA UN DEDO!-exclamó Astrid.

-¿nos podemos largar de aquí?-pregunta Brutacio

«No»

-¿¡QUÉ TIENEN LOS ESPÍRITUS CONTRA NOSOTROS!?-exclama Tilda

-¿Hay algo que podamos hacer para que nos dejes ir?-pregunta Astrid.

«O-B-E-D-E-C-E-R-M-E»

-¿¡No se te ocurrió otra cosa mejor!?-exclamaPatán

-¿alguna otra cosa más fácil?-pregunta Tacio.

«N-O-M-E-D-E-J-E-N»

A los chicos les latía el corazón tan fuerte que se podía escuchar desde 10 centímetros. Querían salir del juego. Le preguntaban, le preguntaban y le preguntaban una y otra vez; querían artar a Colin.

-Ok, esto se está volviendo más aterrador que cuando jugamos Charlie, Charlie.-comenta Heather.

-Tal vez hay que despedirnos amablemente con él-dice Patapez-. Colin, ¿nos podemos ir del juego, por favor? Y esperamos no haberte causado molestias.

El Oráculo se mueve lentamente a «Adiós»

-Listo-dijo Patapez-. Salimos del juego.

-Co-co-¿Cómo hiciste eso?-le pregunta Hipo a Patapez

-No lo sé. Sólo lo hice.-responde

-Bueno-dijo Astrid-, descancemos de juegos por un rato y esperemos que se nos pase el miedo.

-¿Qué tal si vemos la televisión un rato? Hací talvez estaremos más tranquilos -dijo Hipo.

Apagaron la vela y se sentaron en la sala a ver la televisión.
Duraron unas 2 horas olvidando lo que había pasado.

-Chicos, ¿habrá mas juegos cierto?-pregunta Heather.

-Sólo uno: el juego del elevador, y creo que sólo nos dará tiempo de jugar ese hoy.-responde Astrid.

-Y no olvides que dije que nos coláramos en la escuela-interpuso Hipo.

-¿Colarnos en la escuela?- pregunta el resto de los chicos en coro.

-Sólo para saber si hay algo paranormal-dice Astrid-. Aunque también, sufriremos de muchos paros cardíacos.

-¿Vamos o no?-les pregunta Hipo.

Los chicos se miran y dicen en coro:

-¡Vamos!

5:00 pm.

Los chicos se retiraron y se fueron a sus casas: Los gemelos y Patán a pedir dulces, ah, y asustar niños; patapez y Heather, habían quedado en ponerse dizfrases y asustar en la calle; Hipo y Astrid, sin embargo, irían al cine como habían quedado.

[...]

-Oye, hermana-le dijo Tacio a Tilda-, ¿crees que damos miedo con esto?-dijo refiriéndose a las sábanas.

-Ehhh... Mas o menos-responde.

-Lo dices porque tenemos mejores disfraces que tú-dice Patán.

-Yo aun no estoy disfrazada-le dice Brutilda

-ah, no sabía-se burla Patán

Tilda lo mira seria con los ojos entreserados.

-Ahora a prepararnos para lo genial -anuncua Tacio.

-Lo sé-dice Patán-. No puedo esperar.

-Un segundo-dijo Brutilda-... ¿Qué hora es?

Tacio y Patán miran el reloj de la pared al mismo tiempo sin darse cuenta de que Brutilda había desaparecido.

-Las 5:30.-responde Brutacio.

-¿Y Brutilda?-se pregunta Patán.

-No me digas que ya se la tragó un Fantasma-dice Tacio.-¡BRUTILDA THORTON!-le gritó para que escuchara desde donde quiera que esté.

Hasta que por fin se decidió a salir, pero cuando su hermano y su amigo la vieron, traía puesto un típivo disfraz de bruja, con la intención de asustar a los chicos, y valla que lo logro.

-¡BOOH!-les exclama mientras con su celular grababa la escena.

-AHHH-se asustaron Tacio y Patán.

-ja ja ja ja-rió Tilda- deberían haber visto sus caras, ja ja-dijo entre risas.

-¡CASI SE NOS SALE EL CORAZÓN!-se quejó Patán.

-Que bueno. Se la debía

-¿Nos la debías?-le pregunta su hermano.

-Sí, por el susto que ustedes dos nos dieron a Astrid, Heather y a mi.-responde

-ah, ese.-responden los chicos en coro.

-¿y ese es tu disfraz?-pregunta Patán.

-Almenos no tengo puesta una sábana blanca con pintura roja.-se burla.

-¡Dulce o truco! -se escuchó desde el exterior.

-Como que es muy temprano para pedir dulces ¿no?-comenta Tacio

Los 3 se acercaron a la puerta para dos cosas: darle los dulces a los niños y para asustarlos. Si lo lograban, claro.

Al abrir la puerta, no había nadie, Los que los sorprendió bastante, ya que los tres habían escuchado perfectamente unas voces de aproximadamente unos 5 o 6 niños pidiendo dulces como se acostumbra hacer cada 31 de octubre.

-Ok-dice Patán-, eso sí fue extraño. ¿no fue alguna broma de ustedes?

-Por primera vez en tu vida-dice Brutacio-, no fue una de las bromas que mi hermana y yo acotumbramos hacer.

-Bueno, yo no veo nada-comenta Brutilda quien se asomaba a la calle haber si de verdad había niños pedido dulces.

Volvieron a entrar a la casa un poco confudios por lo que pasó.

[...]

Por otro lado, Heather y Patapez se preparaban para vagar por la calle asustando gente.

-¿Por qué razón me hiciste ponerme un disfraz? -pregunto Heather a Patapez

-Todos nos vamos a disfrazar...

-A excepción de dos.-interrumpe.

-Pero nos disfrazamos para asustar, no para pedir dulces.-termina Patapez.

-Sí, claro. Como el chico de los sustos diga.-se burla Heather con sarcasmo.

-¿Chico de los sustos? No entendí.

-Dices que nos disfrazamos para asustar. Ok. Pero... Esto no da miedo, Patapez.

-¿Cómo que no da miedo?-pregunta confundido.

-Tengo puesto un vestido negro con rojo y una diadema con cuernos de diablo ¿¡Acaso eso asusta!?

-Podemos arreglar eso. Tú no te preocupes.

-Adivinaré: pupilentes y maquillaje.

-No exactamente.

Le dice que si de verdad quiere asustar en la calle, se podía poner un vestido blanco, mojarse el cabello y ponérselo en frente, para que paresca la niña del aro. Sin embargo Patapez se disfrazaría de zombie.

-Bueno-dice Heather -, definitivamente esto es un mejor disfraz.

-Te dije que podría arreglarlo. Y lo hize.

-¡Dulce o truco!-de nuevo, voces de niños desde afuera.

-Ya tememos las primeras victimas - dijo Heather

Ambos se frotaron la palma de sus manos y se dirigieron a la puerta para asustar, pero de nuevo no había nada.

-¿Escuchaste lo mismo que yo?-dice Patapez

-Sí.-responde

-¿Y vistes lo mismo que yo?

-Yo no ví nada-responde Heather y hace una pausa-. ¿Qué crees que haya pasado?

-Algo... ¿Paranormal?

-Quien sabe.

[...]

-¿listo?-hablaba Astrid con Hipo por celular

-Sí. ¿y tú? -dice Hipo atravez de la llamada.

-También. Voy para allá.

Astrid salió de su casa para ir a la de Hipo.

Al llegar...

-Hola. Chico dragón.-lo saluda Astrid

-Hola, milady-dice Hipo-. ¿nos podemos ir a ver como te asustas?

-Te apuesto... Un chocolate a que esta vez no me asusto.

-Acepto la apuesta.

-Bueno, vámonos ya.

Lo gracioso es que ellos son los únicos que no se disfrazarían como sus amigos. Ellos sólo van al cine a ver una película de terror, en cambio los demás se disfrazarán, asustarán y pedirán dulces como niños de 10 años.

Llegarón al cine. Habían pocas pero buenas opciones de películas de terror que podrían disfrutar.

-¿Cuál conviene?-dice Astrid -¿Annabelle o La Ouija?

-Mmmm...-responde Hipo

-¡Annabelle!-responden los dos en coro.

-¡Oh!-interrumpe Astrid-, podemos ver La Ouija, hací será más fácil saber si deberdad me "asusto".-dijo refiriéndose a lo que habían jugado.

-Bueno-dice Hipo-, si te asustas, el obvio que será más que real-hace una pausa-. Mira, también tenemos esa opción. -apunta a una de las películas que según criticas ha sido de las mas terroríficas y que asustan al mas valiente.

-Buena idea. -responde Astrid

-Entonces esa.

-Ve preparando mi chocolate.

-O tú ve preparando el mío.

Piden los boletos, compran sus palomitas h posteriormente entran a la sala de cine a ver la película.

-¿Estás segura de ganar esta apuesta?- le pregunta Hipo

-Siempre gano.

Todo normal y tranquilo, hasta que se hacerca la parte terrorífica.

-¿Segura que no te estás asustando?-dice Hipo

-Más que segura-responde-. Quiero ganar la apuesta.

SCREAMER.

-No me he asustado- dice Astrid.

-Por ahora.-dice Hipo

15 minutos después, todo era terror y suspenso; Astrid seguía sin asustarse, e Hipo seguía esperando a que se asustara, pero ambos disfrutaban de la película agusto.

-Oye, Hipo, ¿acaso te estás asuntando?-dice Astrid.

-Yo no-responde-¿Por que la pregunta?

-Bueno... Me preguntas constantemente si tengo miedo a ver la película más terrorífica del momento.

-Eso no significa que tenga miedo.-dice Hipo.

-¿Seguro?.-Pregunta Astrid.

-Sí-asegura él

-Bueno-dice Astrid-, de todas formas tendré mi chocolate.

Silencio de 5 segundos.

-No te confíes-dice Hipo rompiendo el silencio.

-¿Crees que me puedo asustar fácil?

-Tal vez.

-Cuando la película termine, te demostraré que no me asusto fácil, y que ganaré la apuesta.

-¿y si pierdes?

-Sólo tendrás tu chocolate.

Ahora sí, total silencio, más unos cuantos latidos rápidos de corazón por parte de la gente que veía la película.

Pasó una hora y media para que la película terminara, Y Astrid jamás se asusto por la película. Ganó la apuesta. Se esforzó por ganar la apuesta. Logró ganar la apuesta.

-Hací que ganaste.-le dice Hipo.

-Como siempre-dice Astrid con orgullo-. Ahora dame mi chocolate.

-Toma.-dice Hipo ofreciéndole a Astrid una barra de chocolate.

Astrid intenta tomarlo, pero Hipo logra quitársela de su camino.

-¡Oye!-exclama Astrid.

-Hiciste Trampa, ¿Verdad, Astrid Hofferson?

-¿Qué? Eso jamás, Hipo-le dice Astrid-. Sabes muy bien que soy incapaz de hacer trampa.-dice estar muy segura de lo que dice.

-Bueno, ten- le da el chocolate.

-Gracias. Ahora vámonos con los chicos a jugar el último juego.

La pareja sale del cine para ir directo a buscar a sus amigos para ir a donde hay edificios altos, ya que se necesitaba que fuera de 10 pisos.

7:45 p.m.

Ya reunidos se dirigieron hacia donde ya tenían pensado donde aplicar el ritual. Ah, y... Sí, los demás aun traían sus disfraces puestos aun por si les daba tiempo de pedir dulces.

- ¿Cómo era el ritual ese que dijiste, Astrid?-le pregunta Brutilda.

-Tenemos que subir y bajar a los pisos que escribí en este papel- dice Astrid dando las instrucciones -: 1-4-2-6-2-10-5-1

- Muy bien-dice Heather-, entremos al elevador y vamos a ver que pasa.

Mientras subían al piso cuatro, Patapez dijo:

-Oigan, ¿no les han pasado cosas extrañas después de los juegos?

-¿Alguna cosa extraña como qué?-pregunta Astrid sin despegar los ojos de los botones del elevador.

-Como-dice Heather-... Voces. Al menos eso nos pasó a Patapez y a mí.

-¿Voces?-pregunta Astrid -¿de qué?

-De niños

-¿Niños... Gritando o pidiendo auxilio?-pregunta Hipo

-No-dice Patapez-, fueron voces de niños pudiendo dulces a las cinco de la tarde.

-Y cuando abrimos la puerta no había nada.-dice Heather.

-Pues a Astrid y a mi no nos ha pasado nada. -dice Hipo

-A nosotros sí-dice Tilda-. De hecho nos pasó lo mismo.

-Al principio yo pensé que era una broma de los gemelos-dice Patán-, pero me dijeron que no era una broma muy seguros.

-Fue muy raro-dice Tacio-, porque aun no era momento de pedir dulces.

-¡Chicos!-exclama Astrid-, ya estamos en el piso cinco, presionaré el botón del piso uno, si en vez del piso uno, nos lleva al diez, preparence para lo terrorífico.

Astrid presionó el botón del piso uno, y como dijo, en lugar del piso uno, los llevó al piso diez. Al instante de que la pantalla del elevador señalaba el número diez, empezaron a asustarse. Era algo totalmente fuera de lo normal, así que no pudieron evitar dar dos pasos atrás de donde estaban, mientras que: Hipo y Astrid se abrazan por el miedo, Patapez y Heather igual, y Patán, Brutacio y Brutilda también, pero en sanduish: Brutacio sería un pan, Patán el otro pan, y Brutilda que estaba en medio sería el jamón.

Cuando las puertas del elevador se abrieron en el decimo piso:

-Bueno- dice Tilda-, al menos nada paranormal ¿Verdad?

-¿Y qué nos dices de eso?-dice Tacio apuntando a un objeto desde afuera de la puerta.

Ese objeto no era ni más ni menos que... La muñeca. Esa misma que se habían encontrado cuando jugaron con su primer ritual.

Salieron del elevador.

-¿Dónde hemos visto eso antes?-dice Astrid.

-Eso acaso es...-dice Heather

-Pero...-dice Hipo- ¿nos siguió?, ¿cómo?

Cada uno caminó hacia la muñeca que se encontraba tirada en el suelo.

-No logro entender nada-dice Astrid.

-Hay que dejarla aquí por cualquier cosa-dice Patapez-. Tal vez algún niño pequeño la dejó olvidada.

-¿Pero una muñeca idéntica a la que vimos en el edificio?-comenta Heather.

-Si lo vemos por el lado paranormal -comienza Hipo-: la muñeca nos sigue y esta poseída por alguno de los espíritus que invocamos. Y si lo vemos con una lógica... Quizás alguna persona nos vió jugar y quiere asutarnos.

-Pues yo ya no sé por cual lado verlo-dice Patán-. De verdad esto nos está asustando.

-Sí, salgamos de aquí -dice Brutilda-. Ya pasó lo que tenía que pasar, ahora vámonos.

Entraron al elevador, para salir del juego tendrían que ir a los mismos pisos que habían ido para empezar el juego, pero en lugar de ir automáticamente al diez, este sí los llevará al uno.

8:15 p.m.

Al terminar el juego:

-¿Ahora qué sigue?-dice Patán.

-Eso ni se pregunta-dice Brutacio-. ¡Vamos a pedir dulces! ¿quién viene?

Todos aceptaron en ir a pedir dulces como si tuvieran 10 años, y de paso Heather y Patapez asustaban a la gente con sus disfraces.

9:00 p.m.

-Pidamos en esa casa solitaria- dice brutilda-. Debe de tener dulces que regalar.

-Mucha gente está pasando por ahí, quien sabe por que no se han acercado ahí.-dice Astrid.

Se acercan a la casa y tocan la puerta, no se habré toda, si no un poco, lo suficiente como para ver desde afuera, ya que hacia dentro, sólo había oscuridad.

-Vienen a pedir dulces,¿Cierto?-se escucho la voz de una mujer

La mujer tenía aspecto de depresión, no por su físico, ya que no se podía ver nada, si no en su tono de hablar.

-Eh, sí-responde Astrid-. Somos un grupo de adolescentes con almas de niños que vienen a pedir dulces para Halloween.

-Aceptamos lo que sea, hasta dinero-interpone Tacio.

-Veré que tengo para ustedes-dijo la mujer y cerró la puerta.

-¿Creen que nos de dulces?- dice Patán

-Probablemente-dice Hipo-. Hoy es la fecha de los dulces

La puerta se abrió nuevamente.

-No encontré dulces-dice la mujer-, pero encontré esto.- dice extendiendo el brazo al exterior de la puerta sosteniendo una muñeca.

Sí, era esa misma muñeca otra vez. Los espíritus los persiguen.

-Una muñeca-dice Heather tratando de sacar emoción.

-La encontré por ahí-dice la mujer -. No sabía que hacer con ella, así que, ahora la tienen ustedes. Feliz Halloween.-cierra la puerta.

-Ahora de nuevo un reencuentro.-dice Heather a los chicos.

-¿Creen que esté poseída?-dice Hipo

-Hasta da miedo decir que sí.-responde Patapez.

-¿Que hacemos con ella?-pregunta Heather- si la llevamos con nosotros nos irá peor.

-Hay que dejarla avandonada-sugiere Patán.

-Nos persiguirá de nuevo -comenta Astrid.

-¿Entonces?-pregunta Patán.

Se quedan en silencio unos segundos pensando. Al no saber que hacer, se disiden a tirarla a un basurero, aunque sabían que iba a pasar, por lo menos no querían que los acompañara.

9:50 p.m.

Se decidieron a seguir pidiendo dulces. Terminaron su gran recorrido por las casas de las personas que vivían en su colonia, hasta que se despidieron por parar, por que 1)querían intentar otro juego y por que 2)las canastas de los dulces estaban muy llenas.

-¿Algún otro juego?-dice Patapez.

-Hay que colarnos en la escuela.-sugiere Hipo.

-¿Colarnos en la escuela?-dice Heather.

-¿Por qué no?-dice Astrid-es un buen momento para ver si algo paranormal pasa en la escuela. Y sí, han hecho que me gustara curiosear con cosas paranormales.

-Pues no es mala idea-dice Patán.

-Así de paso podemos poner algunos insectos en la oficina del director.

Al llegar frente al portón de entrada de su escuela, sólo se quedaron parados ahí preguntándose «¿Cómo entraremos ahí?» era una pregunta obvia, el portón estaba cerrado y el muro de la escuela es de unos 3 o 5 metro de alto.

-¡Tengo una idea!-exclamó Tacio- Cada uno se pondrá ensima de otro y así podemos entrar.

-O-dice Patán-, nos subimos a ese árbol, y saltamos hacia dentro. Aunque sé que terminaremos con la columna rota pero valdrá la pena.

-O-dice Hipo -, entramos por la puerta trasera.-Él empezó a caminar y los demás lo siguieron.

-¡Sí!-dice Tacio-por la puerta trasera. Excelente idea, Hipo.

-Saltar de un árbol era mejor idea -dice Patán.

Para su suerte, la puerta no contaba con algún candado, y fue más fácil abrirla y entrar.
Hipo abrió la puerta y todos dieron un pequeño tour para que escojieran un lugar donde aplicar su ritulal.

-¿Ahora en donde?-dice Astrid.

-Pues, en un salón grande-dice Heather

-Un momento-dice Patapez-los salones están cerrados con llave. No hay manera de entrar.

-Pues entremos por alguna de las ventanas-dice Hipo-. Son deslizables, así que será fácil.

Subieron al segundo piso, que era donde estaba su salón, pero ya que querían jugar en un salón amplio, fueron al lado de su aula de clases.

-¿oigan y los gemelos? -pregunta Hipo.

-Creo que los veo por allá.-dice Astrid señalando.

Los gemelos suben hacia donde estaban los demás.

-¿en donde estaban?-le pregunta Heather.

-Fuimos a dejar cucarachas, cien pies y babosas en la oficina del director.-responde Brutacio.

-Ustedes no se preocupen-dice Brutilda-. Esta vez no nos pueden tomar como evidencia ya que no estuvimos en horarios de clases.

-Bueno, empezemos a jugar. -dice Patán.

-¿y que jugamos?-dice Heather.

-Diría que Ouija-dice Patapez-, pero no tenemos el tablero.

-Pero podemos hacer uno-dice Heather -. ¿Astrid, me acompañas?

-¿A dónde?-le pregunta su amiga.

-Tú ven-le dice.

Ambas salen del salón.

[...]

-¿Ya me puedes decir a donde vamos?-le pregunta Astrid.

-A la cooperativa. -responde Heather.

-¿Para qué?

-Jugaremos Ouija, y como no tenemos Oráculo, usaremos un vaso.

Irían a la cooperativa a buscar un vaso, ya que también venden bebidas para los maestros.

-Buena idea. ¿y el tablero?

-Creo que dejé el de Charlie, Charlie, junto con los lápices, arriba del librero de nuestro salón.

Llegaron a la cooperativa y entraron por la ventana.

-Y de paso...-dice Astrid-¿nos podremos llevar algunas papas fritas?

-Pues no me parece mala idea-responde Heather.

Toman lo que se llevarían y regresaron con los demás.

10:15 p.m.

-¿Por qué traen eso también? -les pregunta Hipo al ver a las chicas con bolsas de papas y galletas.

-Nunca es tarde para llevar papas fritas gratis-responde Astrid.
-Ahora, acompañame al lado.-dice Heather.

Salieron camino a su salón

Al abrir, estaba muy oscuro, apenas y sabían por donde caminar.

-¿Alcanasas a ver algo?-dijo Astrid.

-Apenas y te veo a ti, que estás alado mio.-responde Heather.

-Pues, ensendamos las luces.

Se acercaron en donde se supone que debe de estar el contacto que enciende y apaga la luz, y logran encender las luces, y ver con claridad.

-¿Dónde dices que dejaste el tablero? -dice Astrid.

-Arriba del librero-responde Heather-. Ahí esta.

Heather tomó la hoja y las chicas apagaron la luz y salieron dirigiéndose al lugar donde estaban antes.

-Ya llegamos, chicos-dice Astrid abriendo la puerta

-¡Bueno, ahora a jugar!-dice Tacio.

Los chicos se colocan alrededor del escritorio, dibujan el tablero de Ouija detrás del de Charlie, Charlie, y comienzan a jugar. El Oráculo sería el vaso que traen.

-¿Invocamos a Colin?-pregunta Patapez.

Todos asintieron.
Colocaron sus dedos indice sobre el Oráculo y empezaron a jugar.

-¿Colin, estás aquí?-pregunta Hipo.

Sorprendentemente, el espíritu contestó rápido y se movió lentamente a «Sí»

-Creo que le caímos bien- dice Patán.

-¿Eres amigo nuestro? -pregunta Patapez.

«T-A-L-V-E-Z»

-Ok, ya me dio miedo -dice Brutilda.

-¿Eres bueno? -pregunta Astrid.

Pero no responde, sin embargo, responde, pero moviendo los pupitres, asustando a los chicos presentes.

-¡Por Thor!-exclaman al mismo tiempo.

Derrepente la luz se va.

-¡Largemonos de aquí!-exclama Tilda.

-¿¡Y qué pasará con el portal!?-exclama Heather.

Los pupitres se vuelven a mover, los chicos ya no sabían que hacer, así que salieron de la escuela, del mismo lugar donde entraron, corriendo.

-Esta será la primera y última vez que jugamos con estas cosas-dice Astrid mientras corría.

-Sí-dice Heather agitada-, definitivamente. Las cosas se salen de control.

Paran de correr.

-¿y ahora que hacemos?-pregunta Hipo.

-Tratar de tranquilisarnos y averiguar que pasará mañana-responde Patapez.

10:55 p.m.

Tranquilamente, cada uno se fue caminando hacia su casa, las cuales estaban cerca de la escuela.

1 de Noviembre.
8:10 a.m.

-Chicos, ¿Les pasó algo raro? -les pregunta Heather.

-¿Algo como paranormal que tenga que ver con los espíritus que invocamos?-dice Hipo - No.

-No, ni a mi-dice Astrid.

-A mi tampoco-dicen Patapez y Patán al mismo tiempo.

-Ni a nosotros-dicen los gemelos.

-¿Te pasó algo a ti?-pregunta Astrid a Heather.

-No-responde-. Creí que nos pasaría algo a alguno de nosotros, pero veo que todo esta tranquilo. Quizá el espíritu hizo su trabajo: asustarnos.

-Eso esperemos.-dice Astrid.

9:30 a.m.

El grupo de chicos decidió explorar la escuela para ver si algo malo o fuera de lo normal había pasado.
Con discreción, entraron al salón en donde habían jugado para sacar el tablero que habían dejado, para no dejar evidencia.

-Bueno, Chicos-dice Hipo-, falsa alarma. Todo la pasó y podemos estar tranquilos.

-Osea que ya no hay nada de que preocuparnos-dice Tacio

-¿y que podemos hacer para festejar que ya no hay fantasmas con nosotros?-pregunta Tilda.

-No volveremos a invocar gente mierta-dice Patapez-; eso seguro.

-Una reunión en mi casa-dice Patán-, ¿Qué dicen?

Todos aceptan. La fiesta sería ese mismo día en la tarde.

5:00 p.m.

Se encontraban los chicos charlando de cosas estúpidas, hasta que a Patán se le ocurre:

-¡Oigan!-exclama-Qué tal si vamos a investigar a ver si hay algo interesante, ¿vamos?

Aceptan.
Salen de la casa y caminan hacia un lugar lleno de árboles y hojas secas, y esperaban encontrarse con algún animal que anduviera por ahí, algún objeto perdido interesante, o con lo que sea, pero en lugar de lo que se esperaban, se encontraron con una de sus peores pesadillas.

-¿es enserio?-dice Astrid con sarcasmo.

-¿otra vez?-dice Tilda.

-¿¡Hasta cuando esa cosa va a dejar de seguirnos!?-exclama Patán.

-¿Creen que sea necesario... -comienza Hipo- quemar los tableros... Y... La muñeca?

-¿Crees que sea buena idea?-pregunta Heather.

-Hipo tiene razón-dice Patapez-; hay gente que se deshace de ellos quemándolos.

-Entonces eso haremos-dice Astrid.

Regresaron a la casa para buscar cerillos. Heather sacó la hoja en donde dibujaron los tableros de Charlie, Charlie y Ouija, junto con los lápices. Hipo fue rápido a su casa a buscar su tablero de Ouija con el Oráculo.
Ensendieron una fogata con ramas que se habían encontrado, partieron los dos lápices en dos y los echaron al fuego, al igual que con la hoja; así mismo, también quemaron el tablero de Ouija con el Oráculo, y por su puesto, la muñeca.

Sólo se quedaron observando como los objetos que utilizaron para jugar con los rituales, se hacían cenizas.

Se alejaron dejando que el fuego quemara los objetos.

-¿y cuando podemos decir que nos libramos de esas cosas?-pregunta Brutilda.

-Tal vez podemos decir que ahora-responde Hipo

-Bueno-dice Patapez-el juego término.

-Afortunadamente- dice Brutacio.-no podría sorpotar fantasmas a mi alrededor.

-Y ahora que sí nos libramos de fantasmas-dice Patán-, ¿Qué tal una película de terror?

Todos se miraran y responden.

-Nooo-dicen al unísono en un tono lento.

-Bueno, pero pongamos un reto-propone Astrid.

-Y nunca falta Astrid con sus retos y competencias-dice Heather.

-Veamos la película-dice Astrid-, el primero que se asuste, le tendrá que dar al resto, una barra de chocolate.

-¿De nuevo con lo del chocolate, Astrid?-le dice Hipo

-¿Quieres jugar o no?

-Pues claro que quiero jugar. Haber si esta vez sí te asustas.

-Mejor vallamos a comprar nuestros chocolates-Dice Brutacio -, y al final nos daremos cuenta de quien gana.

-¡Vámonos!-exclaman los chicos entusiasmados.
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Tal y como dijeron, de ahí en adelante, nada paranormal ha pasado desde aquel día. Todo era felicidad y divercion para unos chicos de 17 años.
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5 años después...

Una pareja de recién casados, llegaban de su luna de miel a su nueva casa, y sí, son Hipo y Astrid.
La pareja estaba organizando y acomodando los muebles y adornos de su nueva casa, Astrid se encontraba en donde seria su habitación, al abrir el closet, algo se cae, Astrid al reconocer el objeto, lo único que pudo hacer es quedarse en silencio y mirarlo.

-Astrid-dice Hipo entrando a la habitación-, escuché algo ¿que fue?

-Hipo-dice y voltea a mirarlo -, mira lo que encontré en el closet .

Hipo al darce cuenta de lo que tenia en sus manos, al igual que ella, sólo se quedó en silencio. ¿y qué era ese objeto? Era la misma muñeca que los había aterrado hace 5 años.

-¿Eso es...?-dice Hipo

-Creo que el juego aún no termina.

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Un pequeño One-Shot para Halloween

¿les gustó?
¿buen suspenso?

Ah, y si algunas partes se ven como rápidas, significa que estaba apurada al escribir :v

7226 Palabras OH MAI CAT meow okno \:v/

Nunca había escrito una historia tan larga xd

24 fuckings días escribiendo este shot (creanme el mes se me fue volando :v). Empezé el 1/oct y terminé el 24/oct. :v

Bueno, espero que les halla gustado y les hubiera sacado un poco de suspenso xd

Nos leeremos en cuanto actualize ;3

Bye, bye y...

¡FELIZ HALLOWEEN! 7u7

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