Por sus mejillas se deslizaban lágrimas de dolor, pedia a gritos que no le clavara el cuchillo en el corazón,
ella quería seguir viviendo en este mundo cruel, pero ¿Por qué ?.

—Por que vivir si nadie se preocupa por ti. Nadie te dió un regalo de navidad, un beso de buenas noches, un abrazo de despedida. Les da igual que desaparezcas, y tal vez sería mejor para ellos. Yo te observo todos los días.
Vas a la escuela, lees unos libros en la biblioteca y terminas tu rutina con las labores del hogar. Sé muy bien que al llegar a casa te espera el desastre, las peleas y el martirio de siempre, y por la noche, lloras a solas en tu cuarto por su culpa. Déjame acabar con esto y no te resistas.

Él seguía cada uno de sus movimientos ,algunas veces la llevó a casa,pero cuando llegó el momento no hubo otra opción que desaparecerla, no era tan tonta como parecía y cuando le dijo que no callaría, que estaba cansada de esa perra vida , lo puso contra la espada y la pared.

—¿Por qué me obligas a esto?, podríamos ser buenos amigos, jugar en tu cuarto a las muñecas como lo hacias con él, leer nuevas historias y viajar hasta donde nos lleve la imaginación.

Ella lloraba intensamente, entonces decidió callarla, le dió una  bofetada que la dejó inconsciente. 
al despertar estaba vestida con una pequeña pijama rosa y a su lado yacía la muñeca de trapo.
—si le dices a la policía que fue él te dejo ir,de lo contrario moriras.
—dijó empuñando el cuchillo con más fuerza.