Capitulo 2:La verdad

Les traemos el nuevo cap de ¿Juguemos? ...mmm este es un trabajo en colaboracion con Erostratoo         Disfruten  

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Un tétrico sonido resonó por toda la habitación de Dylan, despertó sobresaltado y busco de inmediato su celular, no podía recordar dónde lo había dejado y no dejaba de pensar en cambiar la alarma antes de que muriera de un paro al olvidar que tenía aquella tonada. Metió la mano bajo la cama y sacó su celular, apago la alarma y se sentó al borde de la cama. «porque a mi» fue el único pensamiento que le cruzaba la cabeza, la Bruja no sólo les había dado un molesto trabajo, si no que lo había cambiado de grupo y tendría que trabajar con un par de idiotas a los que odiaba. Y para remate se tuvo que levantar temprano un día sábado para hacerlo.

—Esto debería ser simplemente ilegal. —Murmuró mientras, más dormido que despierto se levantaba para ir al baño.

Largó el agua fría en la ducha para ver si así lograba despertar y sin dudar se metió bajo ella. Nunca más volvía a hacer eso tan temprano aunque anduviera sonámbulo. Se puso la camisa blanca y el jeans negro que usaba casi todos los fines de semana y se dirigió a la cocina.

—buen día cariño —su madre le saludó dulcemente al escucharlo acercarse. Los rasgos faciales de Dylan desde pequeño fueron muy parecidos a los de ella, hasta el punto de que, ahora que el joven llevaba pelo largo se les podría confundir fácilmente a la lejanía si no fuera porque ella se tiñó para evitarlo.

—buen día mamá. ¿papá ya se fue? —Dylan se asomó lentamente por la puerta, si estaba recibiría uno de sus «cálidos» saludos.

—¡Para tu mala suerte sigo aquí enano! —un hombre de 1.80 apareció por detrás del muchacho abrazándolo con fuerza.

—Falta.... air.... eee...—jadeo Dylan con dificultad, definitivamente no había sacado nada de su padre ni la fuerza ni el carácter.

—Siempre tan debilucho señorita —susurró su padre.

Dylan ignoró el comentario y se sentó junto a su madre a desayunar. Su padre como siempre comenzó la conversación sobre dónde iría a dar charlas hoy. Desde que el muchacho tiene memoria se han ido moviendo por varias partes del mundo gracias al trabajo de su padre, un reconocido psicólogo especializado en el ámbito laboral que dejó la oficina para salir a dar charlas sobre lo que le pidieran y donde le pidieran. Eso mismo les había ido dando una vida muy acomodada a la familia, aunque no muy cómoda para Dylan y su desarrollo social, le costaba entablar una buena amistad, pues nunca pasaban más de un año en los lugares. Aunque había veces que volvían a sus raíces, su país natal Chile y se asentaban mientras su padre no tuviera trabajo.

Apenas terminó de contarle lo que debía hacer se despidió y se fue, a los minutos la madre hizo lo mismo. Dylan suspiró, miro la hora, 8:30AM, habían quedado en que los iría a buscar a las 9:00 se levantó y salió de la casa camino al parque donde habían acordado estar. Tener que inventar un producto, como diablos harían eso, si tan solo estuviera con Elliot esto sería pan comido, él y su genial habilidad para formular en instantes la mejor forma de llegar a alguien. Cuando Dylan se encontraba ya cerca del parque vio a Seth subiéndose a un árbol.

—Que diablos hace el cuatro ojos. —Dylan se acercó lo suficiente como para ver y escuchar lo que ocurría.

—Solo... un poco... más y ya... —Seth se acercaba lentamente a un gato que estaba en el árbol mientras trataba de no romper ninguna rama causándole un fatídico destino a cualquiera de los involucrados

—Por favor ten cuidado. —Una muchacha que parecía de unos quince años observaba con cierta preocupación la escena, era de cabello negro rizado un cuerpo delgado y unos ojos café.

—Ya casi lo tengo. —Seth se extendió con cuidado tomando al gato, dejándolo cercano a su cuerpo para que el gato se calmase, luego procedió a bajar y entregárselo a la muchacha—. Cuida mejor a tus mascotas, para la próxima te la tendrás que arreglar sola

—Sí, esto fue un pequeño descuido, tranquilo. —La muchacha sonrió a Seth y se fue con el animal entre las manos.

Dylan que había observado todo desde cierta distancia se les acercó mientras trataba de pensar en lo idiota de la escena, aunque no podía evitar que por su cabeza pasara la idea de que él era mejor de lo que pensaba, cosa que quería aborrecer pero lograba conmoverlo un poco. El día recién empezaba y ya sentía que le explotaría la cabeza por la dualidad de sus sentimientos. Cuando Seth y Mark notaron a Dylan hicieron un desganado saludo de mano y sin decir nada se dirigieron a la casa del muchacho a hacer el trabajo

—¿¡Aquí vives!? —mark observaba la casa que tenían delante.

—Sí —dijo orgulloso— después de todo un rey como yo merece una casa así.

—La casa de Seth está a unos p... —Seth le tapo de inmediato la boca.

—Entren. Mientras más rápido terminemos mejor —Dylan entró. Mark y Seth se quedaron unos centímetros más atrás.

—Escuchame idiota no le digas que mi casa esta por aqui o me estará fastidiando —susurró.

—¿Qué tanto hablan? apresurense —Dylan estaba irritado, tener a ese par no era grato para él.

«Maldita la bruja malditos sean este par de imbéciles» pensaba en todo momento mientras los conducía a la sala donde harían el trabajo.

Seth miraba a todos lados buscando cualquier detalle, aunque no quería era algo que llevaba innato. Nada se le escapaba, la casa por dentro todas las fotos estaban cubiertas, no quería que lo vieran ¿a lo mejor le molestaba de algún modo que conocieran su familia? En el salón había un piano negro que tanto Seth como Mark se quedaron mirando. Dylan tomó una manta que tenía ahí y lo tapó.

—Es de mi padre —aclaró de inmediato— y no sigan mirando por ahí. Es de mala educación. Idiotas.

—Dile algo nos está llamando mal educados e idiotas —Mark fingió estar ofendido.

—Tiene razón —Seth miró mal a mark quien se quedó callado—. deberíamos empezar.

—Traidor —susurró. para su desgracia Seth lo escucho y lo fulmino con la mirada

—¿Dijiste algo Mark? —le sonrió de una manera macabra, Mark prefirió guardar silencio.

Sin nada mas que decir se sentaron a discutir qué tipo de producto harían, hubieron minutos de silencio con los tres mirándose entre ellos. Por la mente de Dylan cruzaban varias ideas, pero no se atrevía a decir ninguna ¿y si decía alguna idiotez? De seguro no lo olvidarían nunca. «debo hablar, es por el bien del trabajo» pensó el chico, decidido ya a hablar, iba a abrir la boca y Mark gritó ¡Abejas! Ambos lo quedaron mirando y al cabo de un rato Dylan habló

—Recuerdo que me contaron en uno de los sitios que viví que la miel de abeja servía para desinfectar heridas y ayudar a que se curasen. ¿Lo hacemos de eso?

—Por fin se te ocurre algo decente. —Seth sacó una libreta de su mochila y empezó a escribir—. ¿Nombre del producto?

—Ungüento del tío Mark —Seth miró a Mark y este quedó de inmediato callado.

—Propongo, ungüento Abejex el super ungüento de miel de abeja. ¿Ninguna objeción?

—¿Abejex? ¿En serio? ¿No se te ocurrió nada mejor?

—No eh escuchado que propongas nada asi que mejor cierra la boca —Seth miró a Dylan de un modo que se sintió de inmediato intimidado

—Okey, anotalo... —Dylan miró a otro lado, no entendía porque se sintió ruborizar

—Bien chicos —Mark se acomodó en su asiento— vendanme el producto, ustedes pueden.

—¿Y tú qué harás? ¿Dar el producto y ya?

—Soy un genio que trabaja de a poco, cuando me necesiten os salvaré

—Y yo soporto a este idiota todo el año...

—¡concéntrese demonios! ¿Que se necesita para que se comporten como un ser humano normal? —el celular de Seth sonó dentro de su bolso, Mark se tomo la libertad de sacarlo.

—Seth son las 10 —Dylan miró su celular tambien. ¿De verdad había pasado tanto y sólo tenían el nombre?

—Pedi libre, no te preocupes

—¿T-tú trabajas? —Dylan preguntó algo impresionado, quizás era algo normal pero nunca había escuchado de alguien actualmente trabajando a corta edad

—No todos somos como tu...con una vida acomodada —el ambiente de un segundo a otro se había vuelto tenso

—L-lo lamento. Bueno... ehm, sigamos... —Dylan no podía sacarse de la mente la idea del chico como alguien ejemplar

—No lamentes nada, es lo que le toca a cada uno solamente —Dijo Seth de forma seca.

Mark pensaba que esto no era lo que quería, él quería acción, no que pareciera que si se golpearian pero al final nada pasase, así que se paró a destapar una de las tan preciadas fotos buscando desatar algún conflicto, Pero apenas se quiso acercar a una sintió como Seth lo tomó del brazo y jaló nuevamente a la silla.

Así pasaron toda la mañana discutiendo como promocionarán su producto, a medio dia solo sacaron pocas cosas en claro, pero ya tenían la idea de cómo sería el producto y lo que dirían para promocionarlo pero les faltaba algo. El producto debía ir acompañado de un afiche promocional del que se habían olvidado hasta el momento, por lo que no tenían ni materiales ni ideas, pero aún quedaba algo de tiempo para lograr hacer algo

—Bien, entonces, hacemos el afiche y ya todo listo

—Oh, lo siento —Mark sonrió— no puedo mi hermana está algo enferma y debo ir a cuidarla

—Supongo que lo tendremos que terminar solo los dos —A Dylan no le gustaba mucho la idea, pero podria sacar algo positivo de ambos solos

—Entiendo, ve, que se recupere tu hermana —Seth y Dylan se despidieron de Mark. Pero cuando estaba a punto de cruzar la puerta Seth recordó algo— espera, ¡tu no tienes hermana!

—Ehm... perdón ¿hermana? Quise decir perro...el perro... bueno adios —aprovechó el desconcierto y huyó

—Disculparas al idiota este, siempre ha sido y será igual. Empecemos rápido, para irme lo antes posible —Dylan no dejaba de pensar en que hacer con Seth, el trabajo habia salido de su mente en el momento que Mark cruzó la puerta, pero de la otra parte no, podría aprovechar la guardia baja y...— Bien estaba pensando que ta...—Seth fue interrumpido, Dylan lo acorralo contra la pared

—Hasta aquí llego tu valor rata, recuerdas el viernes en la escuela te salvaste por que Elliot estaba ahí pero hoy estamos solos —Seth sonrió macabramente, se quitó los lentes y los guardó en su bolsillo

—Tienes razón...estamos solos. —Dylan fue tirado contra el mueble que tenían a un lado haciendo que una de las fotos que tanto se esforzó en ocultar cayera—. ehh pero que tenemos aquí. —Seth levantó el cuadro y lo miró con cuidado—. ¿¿Este chiquillo tan tierno eras tú?? ¿Qué te pasó nenito? sabes ese traje combinaba con tus ojos —Dylan estaba ruborizado, rezaba porque no fuera una vergonzosa así que sin pensarlo embistió a Seth haciendo que este tirara la foto—. parece que el conejito sacó las garras. Dejame adivinar, ese piano «de tu padre» es en verdad el que tú tocabas antes —Dylan se enfureció aún más— di en el clavo ¿no?

—Callate que sabes tu no me conoces eres solo... un... ¡¡un falso!! —Dylan estaba en su límite, ¿en que momento pensó de esto como una buena idea?

—Qué te gustaría el teatro, eres bueno actuando, «chico bravucón» —Dylan se petrifico este chico no llevaba más que unas horas con él ..y parecía saberlo todo— a esos imbeciles puedes engañarlos fácilmente pero a mi, a mi no, me atrevo a decir incluso, que te conozco mucho mejor de lo que tu te conoces a ti mismo

—Vete. Yo llevo todo terminado. Pero vete de una maldita vez. —Dylan miraba el suelo, ¿que carajos acababa de pasar?

—Bien me iré... pero antes—Seth se acercó peligrosamente al rostro de Dylan y le susurró— mas te vale no decirle de esto a nadie «conejito» o yo si que te rompere la cara

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