Distracción

Mis pies descalzos rozaron el agua salada, esto provocó en pequeño cosquilleo en mis dedos. La brisa fresca despeinó mis cabellos y movió mi vestido.

Alcé mi vista hacia el cielo estrellado, hoy la luna llena adornaba el manto oscuro de la noche. Era hermoso, me recordó a Japón, donde desde mi ventana a veces me quedaba boba mirando a la luna, con la estúpida idea en mi cabeza de que: La persona destinada a mi lo estaría haciendo igual.

Solía ser una niña muy creyente, tenía tanta fe en la magia, al final mirarme aquí.

A mi lado se puso él, aquel chico que recientemente, se había robado todos mis pensamientos. Allen Ziya, el mismísimo príncipe de Dreams me había buscado a mi habitación en mitad de la noche. Aquel chico rubio afirmó que yo debía ver esto.

- Te dije que era hermoso- Aún a pesar de ser el príncipe, a veces me parecía un niño, más bien, un niño al cual frustraron su infancia.

- Gracias, es bellísimo- Esta vista no tenía comparación con nada, era maravillosa, espectácular, no había adjetivos suficientes.

Pero hay algo que no entiendo, ¿Por qué mostrarmela a mi? En este tiempo no he podido sacar sus ojos de mi cabeza, son como una maldita maldición persoguiéndome, atormentándome e incluso, aunque jamás lo admitiría enamorándome. Pero esa era yo, él, por otro lado podría haber venido con Luka, o con cualquier otra chica ¿Por qué yo?

- ¿Sabes?- Su vista estaba sobre mí, de pronto me puse nerviosa- En la Tierra hay una leyenda, pasada se generación en generación.

Comenta sin más y yo solo puedo preguntarme cuál será, hay demasiadas leyendas en ma tierra, y muchas más en Japón.

- Algunos la llaman «El hilo rojo del destino»- Mis ojos se abren de par en par en su dirección, el se encontraba sonriendo, creo que me he vuelto a enamorar de esa sonrisa.

- Se cual es- Len sólo entrelaza su mano con la mía, es tan cálida, va a la perfección con la mía, juntas, pareciera que se diseñaron con el mismo molde.

- No importa lo lejos, ni las adversidades que imponga el destino, el hilo rojo te conecta a una persona, puede tensarse, estirarse, doblarse, pero nunca partirse- Amo esa historia, cuando era niña a veces la veía en los libros, me enamoré de ella- Ese hilo te conecta a la persona para la cual estas destinado.

- Lo se, solía fantasear con que mi hilo estaba conectado a un príncipe o algo así- Len suelta una carcajada y yo llevo ambas manos a mi boca tras darme cuenta de la estupidez que dije- Lo siento, lo olvide por completo.

- Es curioso- Se puso delante de mi, esos ojos, brillaban tanto bajo la luz de la luna- Cuando te veo, quiero saberlo todo de ti, eres como una misteriosa caja que quiero abrir.

Trate de hablar, pero mis sentidos no me respondían, él, el príncipe se encontraba oliendo uno de mis cabellos. En otra ocasión, a otro chico, lo hubiese considerado un pervertido, pero con él, era todo tan distinto.

- Desde la primera vez que te ví supe que mi hilo rojo, estaba conectado a ti- Tras esa confesión sólo me miraba, yo sentí mis piernas temblar, estaba sudando a pesar del aire que nos azotaba a ambos, quería morir ahí, o más bien, estar para siempre en ese momento.

Len acercó su rostro al mío, llevo una mano a mi mejilla, la acarició y cuando su boca rozó con la mía algo en mi estómago se revolvió, se quedó ahí unos segundos, a sólo pequeños milímetros de darme mi primer beso.

Sus ojos volvieron a chocar con los míos llevándome a un mar de emociones, justo como el que teníamos delante. Yo no podía hacer nada, y justo en el momento en que nuestros labios estuvieron juntos....

     Supe que habrían problemas











Palabras del autor:

Perdón que sea tan corto, pero esto es todo lo que puedo darles por ahora.

Decidí retomar esta historia porque realmente amo el Lenku, es la mejor pareja que existe, pero ya no tenía la inspiración necesaria, esta historia no era muy apoyada y me dolía el pecho.

Para escribir este cap tuve que leer todos los anteriores y !que asco por Dios!

No sabía que escribía tan mal, algunas incoherencias, faltas de ortografía y cosas que no encajaban.

Me disculpo por el cáncer en sus ojos que pude haber provocado.

Espero que les haya gustado y nos vemos el miércoles que viene

Se despide

~Sora~

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