I

"¿quieres ir hoy al parque de diversiones?"

Win leyó el mensaje sorprendido, se detuvo un momento a pensar antes de responder. No era la primera vez que el de cabello azabache le enviaba un mensaje invitándolo a salir, se le hacía demasiado extraño. Bright casi nunca le dirigió la palabra, cuando se encontraba en una relación con su hermana Mesa.

Y ahora lo estaba invitando a salir tan insistentemente ¿por qué?, lo más razonable que podía llegar a pensar era que quería saber sobre su hermana y él era la persona más cercana.

Pasó sus manos con frustración por su cabello ¿qué debía hacer? ¿aceptar o rechazar su invitación?

Sí lo rechazaba, lo más seguro es que, le volvería a enviar.

"Está bien" -contestó inseguro-

"Perfecto, paso por ti a las 5:00 de la tarde. Ponte más lindo de lo que ya eres"

Terminó de leer el mensaje y no pudo evitar sonrojarse por el halago.

Miró la hora en su pantalla, la cuál marcaba las 3:14 , se levantó de la cama y fue hacia su closet. Aún faltaba mucho para las cinco, quería aprovechar el tiempo que tenía para verse bien, como el mayor  se lo había pedido.

Se detuvo un momento ¿cómo podía pensar eso? - calmate Metawin, sólo es una salida. Él sólo quiere saber de tu hermana. No va a pasar nada.

Bright envió el mensaje y dejó el celular a un lado de él. Después de tanto insistir, Win había aceptado salir con él. Realmente era alguien más difícil que Ice, pero por fin lo había conseguido, y su plan había comenzado a dar marcha.

-No debiste dejarme, Mesa. Ni siquiera las lágrimas que derramará ese mocoso, van a pagar todo lo que me hiciste sentir.

El timbre de la casa sonó, el menor miró el reloj que estaba en su mesita de noche, éste marcaba las 5:00 de la tarde. El de cabello azabache era puntual, bajó las escaleras rápidamente, para su fortuna, no había nadie en la casa, así se ahorraría explicaciones.

Abrió la puerta y vio al mayor parado frente a él, realmente lucía sexy. Sacudió su cabeza eliminando cualquier pensamiento. Bajó su mirada un poco más, y en su mano izquierda vio en ella ¡Una rosa! 

Hola -habló el menor nervioso.

Un gusto volver a verte, Win.

Lo mismo digo -Se golpeó mentalmente ¿qué le pasaba? ¿por qué tenía que estar nervioso?

Esto es para ti -le dio la rosa.

¿por qué? -preguntó extrañado, mientras tomaba la rosa.

Sólo quise ser detallista. Espero que no te haya molestado eso -le mostró una sonrisa coqueta. Metawin no pudo evitar sonrojarse ante ello, y para Bright no pasó desapercibido.

No, para nada. Fue... un lindo... detalle...

¿listo para irnos?

Sí -cerró la puerta tras él.

A propósito, ya vi que seguiste mi petición, te ves muy bien hoy.

Gracias - sintió como el ardor de su cara aumentaba.

Al llegar al auto, Bright, como todo un caballero, le abrió la puerta al menor, éste sólo rió y entró al vehículo, mientras veía como el de cabello azabache rodeaba el auto, para luego sentarse en el puesto del piloto.

Nos vamos a divertir mucho, Win -finalizó la frase encendiendo el auto, y colocándolo en marcha.

Ambos ya iban de regreso a casa del menor. Después de unas cuantas horas de entretenimiento; el hambre se hizo presente, y fueron a comer en una pizzería. En donde estuvieron conociéndose mucho más.

Se dio cuenta que Metawin era un chico encantador . Definitivamente, era alguien con quien cualquier persona quisiera estar. Él llamaba la atención, lástima que había caído en las manos equivocadas.

Bright miró al joven de cabello castaño, el cual estaba dormido en el asiento del copiloto, abrazando al pequeño conejo de peluche que él, había ganado para el más joven, en un puesto del parque de diversiones, en donde tenía que derribar tres botellas con tres pelotas. Era ágil para esas cosas, no pudo evitar sonreír al recordar la cara de felicidad que el menor le había dado al ver aquel pequeño peluche.

Ya Vachirawit había aparcado en frente de la casa de los Opas, se dispuso a despertar a Win, pero se detuvo un momento para mirarlo. Sí que parecía un ángel cuando dormía, uno muy ruidoso, pues el menor se hallaba en un sueño profundo roncando, ni siquiera provocaba despertarlo, pero igual tuvo que hacerlo.

Win -lo sacudió de forma suave- ya llegamos a tú casa.

¿qué? -preguntó desorientado.

-Que estamos en tú casa -volvió a contestar suavemente

-¿mi casa? -preguntó adormilado viendo hacia su hogar a través de la ventana- ¡es cierto! -habló encontrándose de nuevo en sus cinco sentidos. Miró a Bright- Lamento haberme dormido.

No te preocupes -le restó importancia.

Yo debo irme, gracias por este día -se dispuso a abrir la puerta del auto, pero una mano se lo impidió.

La pasé genial contigo hoy. ¿Crees qué podríamos volver a salir?

-¿de nuevo? -preguntó confundido.

Sí ¿no te parece?

Voy a serte sincero, no creo que sea correcto volver a salir contigo

¿por qué? -preguntó ofendido.

Tú la ex pareja de mi hermana...-contestó incómodo ante la situación.

Tú y yo podemos ser grandes amigos, sin problema alguno -de ninguna forma permitiría que el menor se alejara, le había costado mucho que aceptara su invitación.

¿Por qué ahora? Es decir, tú casi ni me hablabas cuando estabas con Ice ¿por qué ahora sí? ¿qué quieres de mí Vachirawit?

Ya te lo dije, sólo quiero que seamos amigos. Entonces ¿qué dices?

¿De qué? -el menor trataba de entender la situación

De volver a salir, y ser amigos.

No lo sé, yo creo que quieres llegar a Ice por medio de mí -contestó ofendido, no quería involucrarse más en este lío, si se trataba de las parejas de su hermana.

¿Qué? ¡No! ¡Yo ya no quiero nada con ella! ¡Créeme! ¡Ya lo he superado!

¿Me estás mintiendo? -claramente el menor no era estúpido, si Bright tenía terceras intenciones, lo sabría al instante

Sí -el mayor contestó con seguridad, lo único que obtuvo como respuesta por parte del menor fue un suspiro.

De acuerdo -Bright sonrió.

Grandioso -soltó su mano- espero que nos podamos ver pronto.

-Sí , yo también  -contestó inseguro

Bright asintió y el menor sé dispuso a abrir la puerta nuevamente.

Metawin -el mencionado volteó a verlo una vez más. El mayor se acercó a él, le plantó un beso de manera suave y prolongada a Win de media luna. Provocando un sonrojo en el susodicho.

El de cabello azabache solo se apartó para ver el rostro rojo del joven- ahora sí puedes irte -le sonrió.

Adiós Bright -el castaño salió del auto, una vez cerrada la puerta, su sonrisa fue rápidamente reemplazada por un ceño fruncido y una cara de asco. Limpió sus labios con él antebrazo, volvió su mirada al más joven. El cuál ya estaba entrando a su casa, así que Vachirawit, presionó el pedal colocando el auto en marcha, yéndose a su casa.

Ese niño casi arruina mis planes - pensó Bright -eres un genio, como siempre -habló con aires engreídos.

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