14 (temporada)
Daniel
Mi primo está aquí para revolucionarlo todo, nada más entrar revisó mi ordenador es decir entró en una carpeta donde tengo la lista de empleados. Él se muere por curiosear, siempre fue más adelantado que yo. Gracias a él tengo este puesto, conocía a un amigo del dueño y por casualidad le hablaron bien de mi. No fue necesario actualizar mi currículum porque dieron por hecho que servía para el puesto. Fui demostrando mi valía a lo largo de estos cinco años, no fue fácil lidiar con algunos empleados que tuve que despedir, tampoco sobrellevar la terquedad de Fernando. Una vez incluso me plantee sacar a su hija de la sala de juntas, la misma se puso insoportable. Menos mal que me controlo sino estaría sin trabajo. Lo reitero es una pesadilla todo, a veces tengo ganas de tomarme unas vacaciones. Tener el apoyo de mi primo es primordial, sin él no hubiera conseguido nada.
Para mi sorpresa Violeta acabó sustituyendo a Sara, no sabía cómo resolver eso hasta que unos minutos antes descubrió lo que a mí se me pasó o me olvide por completo. Estuvo aquí la joven, algo sobresaltada porque Peter no supo actuar como se esperaba. Menos mal que Sara intervino para que nada llegará a mayores. Al final ella se relajó mientras se le fue explicando el motivo de su presencia en la sala de juntas, aquí se suele tratar cualquier tema por medio de reuniones, pero esta vez y por primera vez se hace una excepción. Nos urgía encontrar a una persona cualificada para sustituir a Sara, aunque sea por una semana. Espero que la joven lo haga bien, sino Gustavo tendrá que recompensar me.
Sandra
No llevo ni una semana y conseguí más de un cliente, al principio me sentí negativa pero Sara fue quien me ayudó a coger más confianza. No pude evitar mirar a mi alrededor, vi a esas chicas que estaban hablando entre ellas. A casi todos nos sorprendió la escena de hace dos horas cuando un trabajador de aquí se acerca a cierta joven, ella está en un puesto alejado del mío y no la conozco aún. No entendí nada al principio, y es que se formó un alboroto. Nunca pensé que esto sería así, aquí no te aburres sobre todo porque los chicos siempre hacen de las suyas. Me volví a encontrar con Andrés, es tan zarpado que es lo mismo que grosero.
Menos mal que llegó la limpiadora y me cubrió. Él se marchó malhumorado por no conseguir nada de mí. Se pensará que como soy novata voy a ser la tonta que caiga en sus trucos, no me interesa que insista, el no es ni siquiera tan listo, y es que todo lo arruina con sus gestos y su comportamiento.
Al final, tuve que irme sobre las dos y media. No quería desmayarme mientras atravesaba el pasillo de camino a las escaleras por eso decidí ir hacia las máquinas y comprar un dulce.
En ese avance me tropecé con un joven muy delgado. No lo vi llegar pero lo que más me sorprendió es que se quedó algo preocupado. No sé, pero nadie de aquí se mostró de esa forma. No hubo palabras entre ambos, quizás la típica mirada de desconcierto. Luego me fui rápido de allí, no le di tiempo ni a presentarse ¿por qué tuve esa reacción? Bueno, será desconfianza y es que su aspecto me pareció terrible.
Alcance a llegar al coche pero no pude ni abrir la puerta del asiento del copiloto ¿Por qué? Mi hermana mayor que me llamó. Siempre preocupada, y más si no llego a almorzar. Lorena es así, nunca será como Sonia, tan despreocupada y llena de vitalidad.
Sergio
No dejo de pensar en la morena, me doy cuenta que estoy muy lejos de donde estoy; como si de repente viajara a otro lugar. Eusebio me observa durante media hora a pesar que está revisando un coche que le llegó ayer por mi parte. El jamás pone caras extrañas pero hoy percibí más de un gesto suyo.
—Sergio ¿me vas a decir dónde estás? Porque aquí conmigo, no.
—Perdona tío, es que no puedo quitarme de mi mente a una...
—No me lo digas, te has ligado a una chavala, ¿la conozco?
—No te aceleres, Eusebio; la chica es muy diferente y no pertenece a nuestro círculo de amistades. Esa misma noche solo pretendía pasarlo bien, sin embargo todo cambio sobre las doce. Allí estaba ella, sola y algo tomada. Por lo mismo no pude evitar ir a su rescate, no me hubiera perdonado que algo le ocurriera.
—Asi que fuiste su salvador, a pesar que era una extraña. Nunca lo espere de tí.
—Al parecer no me conoces, no es que sea un caballero de esos pero imagínate que tu hermana estuviera en una situación parecida, ¿que harías?
—Mi hermana está casada, además somos más hermanos.
—Siempre estás eludiendo tu responsabilidad en el terreno afectivo.
—No encajo ni me gusta ir de hermano protector, creo que a Valentín le encanta esa tarea. Va más con él.
—Eres un caso. Bueno que esa mujer acabó en mi piso. Para mi sorpresa es una universitaria, es decir que es menor que yo.
—Entonces te planteaste algo con ella.
—No digas tonterías, no se me ocurriría ligar con ella.
—Vaya, el Casanova prefiere mujeres normales y que no se lo pongan difícil. Sabes si estuviera en tu situación me arriesgaría, me gustan los retos.
—De ti puedo esperar cualquier cosa, bueno vamos a ver este coche, a ver qué se le puede extraer.
Eusebio se ríe, él se da cuenta que no deseo seguir hablando del tema. Nos conocimos en un instituto de la ciudad, recuerdo que al principio vestía ridículo, me daba vergüenza hasta acercarme, pero poco a poco fue cambiando. Quizás porque no conseguía ligar con una compañera de clase que lo traía loco.
Como voy a olvidar esa etapa de mi vida, era joven y hacía muchas travesuras para llamar la atención. No quería ser un chico serio, no iba con mi personalidad. Además mi padre me decía: «no te pareces en nada a tú primo». El nunca será un derroche de simpatía pero se puede tratar, claro cuando no está rompiendo cosas o haciéndose el misterioso. Él piensa que soy un egoísta por no preguntarle cómo le va en el trabajo hasta cree que intento molestarle a propósito sin embargo es de mi sangre. Quiero que le vaya bien.
Quizás algún día me acerque por allí para recogerle y no tenga que ir en bus. Lo mismo lo hago feliz.
—Oye, no se puede sacar nada ni los neumáticos.
Lo veía venir. En fin habrá que visitar otro cliente de los que tiene en su agenda.
Esta vez no me van a dar gato por liebre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top