4-☁️El destino nos juntó☁️
Ella es hermosa,
Ella es fuerte,
Ella es dulce,
Ella es guerrera,
Ella es perfecta,
Ella eres tú...❤
Domingo 1/02/2004
L
éa Mendoza
Aún no me lo podía creer, y si yo no imagínense la cara de Cecilia cuando se lo conté, la la quijada se le caería al suelo si no llegaba a estar sujeta.
Me lanzó una mirada que me lo dijo todo "Wtf Léa".
─Si lo sé, yo tampoco me creo que haya tenido el coraje de llamarlo por dios─ hice una pausa─ aunque eso no es lo mejor.
─¡¿Hay más?!.
Por supuesto que hay más, resulta que tu amiga es una zorra.
Cierra la boca.
─Pues que se su nombre!!!
─Léa a veces me preocupas:/
─Lo sé, mi madre no se cansa de repetírmelo.
Decidí cambiar el rumbo de la conversación y molestar un poco a mi bitch favorita─. Bueno y que me cuentas de tu cita con Harry.
─Me parece que no quieres ver mas a ese tal Anton.
─¿Por?.
─Porque te mataré perra─ respiró para calmarse─ tu sabes que Harry es como un hermano para mi.
─Pero él está enamorado de ti desde los 6 años.
─Léa ya basta.
─Pero...─ hiba a continuar de no ser por la intervención de Juanca.
─¿Qué dicen las locas mas desquiciadas de Madrid?.
─¡Juanca!!─ Cecilia saltó encima de él─ no sabes de la que me salvaste.
─Eres una exagerada─ la miré con cara de asesina serial.
─No sabes cuantas cosas han pasado, ¿por qué has estado tan lejano últimamente?─ inquirió mi amiga─. Y si, no sabíamos por que Juanca había estado tan distante, lo digo porque siempre había sido una garrapata xd.
─Cosas de mis padres, me quieren inscribir en el servicio militar─ dijo con desánimo.
─¡¿Qué?!─ Cecilia y yo pronunciamos, estábamos completamente anonadadas.
─No pueden hacerte eso, tu lo odias desde niños, además estás enfermo─ dije─. Y si Juanca tenía una enfermedad que hacía que sus plaquetas estuvieran siempre bajas, si no lo trataban con frecuencia podría desarrollar una leucemia.
─Tranquilas─ hizo un mohín─ ya veré que hago, posiblemente me fugue.
─Eso también me convendría a mi─ opiné, mi madre y hasta el mocoso de Harry están imposibles.
─¡¿Están locos?!─ dijo Ceci─ ustedes no pueden dejarme aquí sola.
─Y más loca estás tu si crees que en verdad lo haremos─ opinó Juanca con una sonrisa divertida.
─Son unos idiotas.
─Y tú eres una perra─ solté tajante ─para variar─ me arrepentí eternamente pues Ceci me miró y esbozó una sonrisa lobuna.
Le lancé una mirada de advertencia,
¡Cecilia Weigend!, no te atrevas...fue totalmente inútil
─Pues resulta que nuestra Léa tuvo el valor de hablarle al chico que la trae babeando, ah, que ya sabe su nombre─ dijo la perra.
─¡¿Qué?!─ se limitó a decir este.
¿Ves lo que ocasionaste Léa?, ahora Anton...perdón, ahora Juanca se molestará contigo...
Hay─ suspiro─ Anton, su nombre es tan lindo. Bueno bueno, ya, hasta me distraes.
─¿Por qué no puedes cerrar la boca?─le grité a la loca nuevamente, pero esta vez fue en voz alta.
Ya se pueden imaginar las reacciones de Juanca y Cecilia.
─¿Léa estas bien?─ inquirió Juanca.
─A mi se me hace que el amor le está dañando el cerebro─ opinó Cecilia.
Yo le enseñé el dedo de en medio─ es la loca que no me deja en paz.
─¿A si?, ¿y que dice esa loca?, ¿qué opina de mi?.
Qué eres un maldito idiota.
─Em...piensa que eres una gran persona.
─¿Por qué subiste de nuevo a ese tren sin llamarme?─ soltó así, tajante─. Definitivamente comenzaba a pensar que la bipolaridad era contagiosa y que estos dos estaban más locos que yo.
─¿Y como por qué tendría que contarte todos mis pasos?, ¿por qué carajos ahora todos quieren controlar mi vida?.
─Ahora estás siendo egoísta, nosotros queremos lo mejor para ti, Léa, ese tipo es un desconocido, puede ser un psicópata.
─Y yo creo que tienes mucha imaginación─ comenzaba a enojarme de verdad, dios por que estaba cambiando tanto, antes yo hacía enojar a mis amigos, ahora todo se había invertido:(
Tomé mi mochila
─¿A donde vas?─ inquirió Juanca.
─A donde se me pegue la gana__zanjé alejándome de ellos, necesitaba aire.
─Pff─ bufó Juanca─ ¿qué haremos con ella?─ dijo alejándose también.
─¿Y tú a donde vas?─ inquirió Ceci.
─Tu madre me llamó.
─¿Y que puede querer la sra Brenda Ulloa contigo?.
─No lo sé.
Antón Arteaga
Si busco una palabra que me defina diría: inadaptado.
Porque mi vida es una mierda, simplemente no soy feliz con ella. Me he pasado la vida rogando por el amor de un padre alcohólico, y en parte que haya caído en esta adicción es mía, hace un tiempo mi madre y hermana menor murieron en un accidente, yo siempre fui un adolescente rebelde, me escapaba continuamente para reunirme con mi pandilla, entre ellos mi primo Andrés, al que mi familia siempre consideró mala influencia, pues ellos eran religiosos y Andrés había preferido obviar esa tradición.
En una de mis escapadas mi madre y hermana se percataron y salieron a buscarme, mi padre y hermano mayor estaban fuera por asuntos de trabajo.
En su desespero mamá perdió el control del auto y cayó por un barranco, todo mientras yo estaba fumando y tomando con Andrés, dios me siento tan culpable, aún es muy doloroso para mi hablar de esto.
Mi vida parecía derrumbarse, había caído en las drogas para tratar de superar la muerte de mi madre y hermana, y sinceramente esta estaba acabando conmigo, hasta que ella llegó a mi vida, llegó para cambiarla por completo, desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez, desde el momento en que supe que ella me observaba a través del cristal y que se sonrojaba con solo sentir mi mirada en ella.
Ah, me llamo Anton Arteaga y tengo 19 años.
Léa Mendoza
Lo menos que tenía eran ganas de verles las caras a Cecilia y Juanca, solo necesitaba...verlo, y si, tal vez sonaría loco o quizás enfermo, y es una ironía porque soy estudiante de psiquiatría, pero lo necesitaba, con todas mis fuerzas.
Así que me escabullí cuando terminaron las clases para dirigirme al metro.
El mismo tren 21713 era el que arrancaría, casi no lo agarro.
─¡Espere!, ¿qué no sabe que soy cliente habitual?.
─Dirás viajera─ opinó un viejo, que de casualidad fue el que no me saludó anteriormente.
Cállese viejo culero.
Me subí peleando con el universo por darme la vida, pero recordé por qué estaba ahí, me arreglé la falda y crucé el vagón, me senté al lado de su asiento, dios juré que sentí su olor, ese delicado que había dejado impregnado en el vagón en la mañana. Pero no podía ser posible que siguiera ahí impregnado a menos que...
¡Mierda!.
Si loca, mierda.
Dirigí mi mirada a la entrada del vagón y ahí estaba, entrando tan elegante y tierno como siempre, su ropa perfectamente lavada, limpia, olorosa, dios esa colonia me llevaría al cielo, caminó hacia mi.
Oh por dios se te declarará, te dirá que eres el amor de su vida, se casarán y tendrán muchos hijos.
Pero la loca se puso un punto en la boca al ver que solo venía hacia mi para sentarse en su asiento.
Yo, a pues yo totalmente inmóvil, petrificada, anonadada de tener a ese dios al lado, ayyy.
Eché un vistazo de disimulo hacia el costado y me estabas mirando, tal como ocurrió esta mañana cerré mis ojos y los apreté con fuerza.
Volví a mirar y habías apartado la vista.
Entonces no lo pensé más, pasó, y sin que nadie pudiera controlarme, ni siquiera la loca...despertaron mis labios.
─A..anto...anton─ pronunciaron tartamudeando.
Me miraste por unos segundos que creí años, te sostuve la mirada, me miraste...¿incrédulo?.
Hay dios quisiera que la tierra me tragara, yo era una desconocida, ahora debías estar pensando
"Que chica más tonta".
Me quiero morir por dios.
Pero cuando pensé que me soltarías una barbaridad y dejarías mi vergüenza y amor por los suelos (mas de lo que ya estaban), la magia sucedió, el tiempo se paró, por lo menos para mi, cuando te acercaste cerca de mi rostro.
─"Aún no te conozco y ya te echaba de menos"─ me dijo─. Quedé totalmente anonadada, sin palabras, pero reaccioné finalmente.
─¿Qué?─ pregunté como una idiota.
─¿Fuiste tú la que me llamaste esta mañana verdad?
No se de donde carajos saqué el valor─ si, fui yo.
─Sabes, desde hace tiempo vengo notando que me observas a través del vagón continuo.
Mis mejillas a 1000 grados, me desmayaría, por dios, todo el tiempo lo supo, ¿dios por que eres tan cruel?. Pero lo siguiente que dijo me dejó más helada.
─No se si tú también sientas lo mismo, pero percibo que tengo una conexión contigo inigualable, no se explicarlo.
Muda, muerta y enterrada
─S..si..yo también...la siento─ dije.
El sonrió, sus bellos ojos grises clavados en mi ser, hay esto es demasiado para mi.
─¿Puedo...─ vaciló─ puedo recostar mi cabeza?, es que estoy cansado.
Y entonces la loca me dominó y habló por mi─ claro.
Anton sonrió, juré que me lo comería si continuaba con eso, pero recostó la cabeza y se quedó ahí, dormido.
No sé si fue el destino quien nos juntó, solo sé que fue para bien, y que nuestras vidas cambiarían a partir de ahí...
Flashforward
Sábado 13/03/2004
─
Teniente ya llegaron los zapadores.
─Gracias Chris, enseguida voy con ellos.
─¿Qué encontró?.
─Esta medallita, al parecer alguien religioso.
─Pues ni dios pudo impedir esta tragedia.
─Pues no, hay veces en que la muerte te marca, y nadie es capaz de impedirlo porque ya traes tu fecha inscrita, ni siquiera dios, si es que existe uno puede impedirlo.
─¿Usted no es creyente?.
─Mi familia lo era, pero la abandonó. ¿Y tú?, nunca me has dicho si en tu país tenías una religión o algo.
─Em..este...pues yo..
─Tranquilo─ sobó su hombro─ no tienes por que contarme si no quieres. Y ahora vamos que tenemos trabajo─ guardó la medallita en su bolsillo.
─¿Y bien?, ¿ya localizaron las bombas?─ inquirió la teniente.
─Localizamos dos, pero tememos que puedan haber más─ informó el zapador jefe.
─¿Creen que puedan desactivarlas?.
─Lo intentaremos.
─¿Las encontraron?─ inquirió Chris.
─Si, pero aún pueden haber más, ¡mierda!.
─Abby cálmate.
─¡¿Cómo quieres que me calme?!, pueden morir miles de civiles más si no hacemos algo pronto!!!.
***
N/A:
Hola chicos como andan🙃
Bien que tal les pareció el cap, ya se hablaron xd, ahora comienzan las dificultades y pronto sabrán por qué.
Me está gustando mucho el apoyo, de verdad gracias por todo❤❤
Sin más que decir, hasta otra.
Siuuuuu
KevG
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