2-☁️La atracción que me cambió☁️
¿Qué si vales la pena?
Creo yo que con "valer la pena" te quedas corta mi amor.
Tu vales
cada
esfuerzo,
cada intento,
cada
lucha, cada obstáculo.
Tú vales cada
sueño, insomnio y desvelo.
Tú vales todas
las ganas,
deseos
y anhelos.
Tú vales toda la espera.
Vales más de lo que yo soy capaz de expresar...
Jueves 29/01/2004
Léa Mendoza
─¡¿Qué?!─ gritó Ceci con su voz ensordecedora─ así que al fin la dura y fría Léa encontró a su amorcito─ dijo con picardía.
─No digas tonterías─ le di con el dedo en la frente y puse mi cara de culo característica─ fue solo una...atracción supongo.
─Si claro, podrás decir lo que quieras pero a mi no me engañas, ¿lo volviste a ver por tarde de regreso?.
─No, al parecer no lo veré mas─ dije esto con verdadera tristeza, no sabía por qué ese desconocido despertaba tantas cosas en mi ¡demonios!, ¿qué carajos te pasa Léa?.
─Anímate, lo volverás a ver─. Ceci había sido mi mejor amiga desde que teníamos 3 años, nuestras madres eran muy amigas a pesar de las diferencias sociales.
Le regalé una sonrisa de boca cerrada y me sumergí en mis pensamientos, tenía muchos problemas, Ceci y Juanca se habían convertido en dos pilares fundamentales para mi vida. Y por otro lado estaba él, al que por cierto había visto solo una sola vez y ya me tenía pensándolo como una acosadora.
─¿Léa estás bien?─ la voz dulce de Juanca me sacó de mis pensamientos.
─¿Qué?, si si, estoy bien...solo un poco distraída es todo, es que tengo muchos problemas ya sabes.
─Eso y que se enamoró─ dijo Cecilia.
─¡¿Cómo que te enamoraste?!─ la reacción de Juanca me extrañó.
─No me enamoré, Cecilia es una exagerada.
─Hay no seas modesta, solo lo viste una vez, eso si fue verdaderamente mágico, lo viste y pum, amor a primera vista─ Ceci alzó la voz.
El rostro de Juanca se contrajo, parecía ¿furioso?─ ¿por qué no me lo habías contado?─ se dirigió a mi con recelo.
─Em...yo...─ no pude evitar tartamudear, Juanca sabía como intimidar a las personas. Algo que me extrañó fue que nunca había podido lograr hacer eso conmigo y ahora sí, ¿que pasaba conmigo?.
─Creo que no encontré el momento, además tú también andas ocupado con tus problemas, no tienes que ponerte así─. El rostro de mi amigo pasó de tenso a triste.
─No estaba preparado para esto...eres mi mejor amiga y yo...
─No debes decir más nada, tampoco disculparte por algo que no ocurrió.
─¿Como dices?─ ahora confundido.
─Lo que pasó en el tren fue extraño, lo confieso pero no pasó de una atracción, si, tal vez la más fuerte e intensa que he sentido por alguien, pero fue todo, además vivimos en una cuidad grande, no lo veré más.
─¿Y si lo vieras de nuevo crees que...
─Sin duda no, ya te lo he dicho, las relaciones no están en mis planes por ahora.
Juanca lanzó un suspiro de consternación, en verdad no entendía a mi amigo, ¿era bipolar o algo así?, definitivamente eran mis locos favoritos.
Pasadas unas horas ya era hora de regresar, por la mañana tomé el directo, no elegí el tren, la verdad es que este día si me había levantado con el pie correcto.
─Uuu mi amiga va a tomar el tren─ dijo Ceci burlona.
Yo no supe que decir, tampoco sabía por que lo hacía, era una necesidad nefasta de tomar ese tren...ese vagón.
─Te acompaño─ dijo Juanca.
─No Juan no es necesa...
─No seas testaruda, el metro puede ser peligroso.
─Eres un cara de culo.
─Mira por donde, ya volvió la Léa que me encanta.
Literal, mi cara en estos momentos:
Nos despedimos de Cecilia y tomamos el rumbo hacia el metro.
─¿Y cómo es?─ inquirió Juanca
─¿Ah?.
─El chico, ¿como es?.
─A pues es...es muy...emm...es...─ literal el momento más incómodo de mi vida, no entendía que carajos me pasaba, solía abrirme con facilidad a mis amigos, se las arreglaban para soportar mi actitud de mierda, estaba...cambiando y eso no me agradaba.
─Es guapo─ dije finalmente.
─Oh gran información gracias, creo que ya tengo un plan para secuestrar a su perro.
─:/ ¡¿Juan Camilo Quintanilla?!.
─Es broma tonta─ rió
─Date un tiro y muere lejos.
─Me encanta hacerte enojar.
─Eres un gilipollas.
─Lo sé.
Llegamos a el metro, no tuvimos que esperar mucho, el tren llegó poco después. Confieso que estaba nerviosa y esta vez creía saber porqué, tenía un presentimiento, mariposas revoloteando por mi estómago, ¡condenados bichos!, jamás los había sentido, era raro. Todo empeoró cuando puse un pie en el vagón, el mismo donde me había subido la primera vez.
─¿Estás bien?─ preguntó Juanca.
─Si claro─ mi voz tenue.
El tren hiba a arrancar, yo miraba por todos lados, claro con disimulo, ahora tenía un perro guardián, no lo había dicho pero yo sabía sus motivos para acompañarme.
Cuando se cerrarían las puertas una voz ronca pero dulce me inundó, ahí lo ví, entrando agitado por correr, su cabello despeinado, rebelde, un atuendo cómodo, diría bastante casual, jeans ajustados que marcaban piernas no tan tonificadas pero nada mal, una camisa de cuadros bien apretada resaltando esos biceps y triceps, hay dios dame fuerza, ¿qué es esto?, era el mismísimo príncipe azul ante mi. Para rematar mi cara de idiota embobada nuestras miradas se encontraron, más bien la de él encontró la mía, dios esos ojos grises, yo diría tan...misteriosos, indescifrables, irresistibles. Pero el ambiente amoroso se cortó cuando pasó hacia el otro vagón y entonces me percaté de que Juanca me estaba observando, la expresión de asombro en su rostro, ¡mierda!, se había dado cuenta.
─¿Es el verdad?.
─¿Eh?─ me hice la loca.
─Léa que nos conocemos, ¿es él?.
Me mantuve en silencio, bajé la cabeza apenada, no podía creer el ridículo que había hecho frente a todos.
─No hace falta que me respondas─ habló tras comprobar que no diría ni pío─ yo te conozco.
Tras eso no se pronunció palabra, en el transcurso no pude evitar darle ojeadas a mi amigo y mi...bueno el ojos bellos, este llevaba su cabeza recostada del cristal, dormido o inmerso en sus pensamientos, yo que sé, solo sé que se veía jodidamente bien, yisus.
Nos bajamos, el también lo hizo, ¿en mi parada?, ¿a donde se dirigía?.
Por si pensaban que mi situación no estaba lo suficientemente jodida comenzó a sonar la canción "Lloviendo Estrellas" de Cristian Castro, una de mis favoritas, que solía ablandarme cuando era una roca, ahora no, soy una caca, bien, el chico se volteó, como si sintiera mis miradas, la canción nos conectó, por dios y que conexión, tal vez fueron alucinaciones de gente loca como yo, pero así, a la distancia, noté que sus ojos brillaron, y a mi no hay ni que mencionarme, apuesto que ahora mismo tenía mi mejor cara de estúpida. El chico finalmente se dio la vuelta y se fue.
Un jalón de Juanca me sacó de mis pensamientos─ Ey.
─¡Ah!, ¿eres tonto mosquito?─. Así le decía y se enojaba mucho, pero esta vez no, definitivamente mis habilidades están fallando.
─Estabas embobada─ dijo en un tono áspero, para nada divertido.
─Em...si...¿eso crees mosquito?.
─No me llames así piojo.
─Eres un inmaduro.
─Miren quien habla, la que se enamora de un desconocido en el metro y se emboba como una autentica tonta cada que lo ve.
─No es así, no sabes lo que dices.
─Si lo sé─ me despeinó con sus manos provocando mi molestia, cosa que le encantaba.
─¡Juan Camilo!, es que te odio mosquito─ chille como una loca provocando que todos nos miraran
─Is qui ti idio misquiti─ se burló.
Le lancé una patada provocando que se retorciera.
─Golpe bajo piojo.
─Lo sé─ sonreí victoriosa.
Nos despedimos a pocos metros, a él el faltaba mucho para llegar a su casa, yo llegué en unos minutos.
─¿Cómo te fue?─ preguntó mamá.
─Bien─ no mentí del todo, pero es que estaba pasando por tantas emociones que creo acabarían conmigo, no estaba adaptada a tantos cambios, y es que eso era yo, el cambio en persona, de la noche a la mañana mi vida había dado una vuelta de 360, pasé de ser la idiota y borde cara de culo que odiaba a todo y todos a otra idiota, solo que peor, enamorada. Como quiera que fuere estaba dispuesta a aceptarlo, si, leen bien, estaba dispuesta a abrir las puertas del amor, y no se si estaba loca para asegurarlo, pero presentía que todo en ese ámbito mejoraría considerablemente, tal vez por ese chico, tal vez por otro, no estaba segura. Solo sabía que ese sentimiento despertado desde que divisé esos ojos grises me estaba cambiando, y aunque me costara admitirlo, me gustaba ese cambio...
Flashforward.
Jueves 11/03/2004
─¿Y bien teniente Abigail?, ¿que nos puede informar acerca del siniestro?.
─Claro, por favor Chris coloca las fotos─ la teniente se dirigió a su asistente─. Bien, como pueden ver y todos sabemos esto fueron 10 explociones casi simultáneas en 4 trenes de aquí de madrid, aún estamos trabajando en eso pero es posible que aún existan más explosivos...─ una llamada interrumpió su informe─ perdón a todos, un momento. Dime Barros.
─Teniente hemos encontrado más bombas en las locaciones cercanas al metro.
─¡¿Qué?!, salgo para allá.
─Lo siento tengo que irme, vámonos Chris.
─¿Pasa algo?.
─Pueden haber más bombas, esto puede ponerse peor.
─¿Aún no se sabe el número de muertos?.
─No, pero serán muchos, solo imagina la cantidad de personas que toman ese tren a diario...
***
N/A:
Hola chicos que tal
Uff, capítulo intenso, creo que ya saben por donde va la cosa😫, pero no se anticipen, aún queda una bella historia por contar aquí.
Esta vez me demoraré un poco en actualizar por asuntos cansosos pero os prometo hacerlo lo más rápido que pueda.
Sin más que decir me despido, si quieren preguntarme cualquier cosa comenten.
Gracias por leerme
🖤
Besitos melancólicos
KevG
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