❝木曜日❞:Yo cierro los ojos, me hago pequeñita...
Luego de suplicarle a absolutamente todos los Dioses habidos y por haber, ese día fue diferente. Fue una diferencia tanto buena como mala.
La mala, se bajo una estación antes de la mía. Cosa que jamás había pasado, así que era completamente inusual fue cuando mi mente comenzó a trabajar a mil por hora. ¿Y si quedó de verse con alguien más Quizás un chico, uno bonito, delgado y hermoso, con cabello y cuerpo perfecto.
No sabía si existía pero de igual manera le odiaba o mejor dicho, odiaba la razón por la que ella se bajo antes que yo.
Lo importante en ese momento, fue lo "bueno" que sucedió pues al bajar de su estación algo apresurada (aparentemente había olvidado que tenía que descender ahí) tiró su cuaderno y al querer regresarse a recogerlo, las puertas ya habían cerrado. Me apresure a recogerlo, estábamos solas como siempre así que nadie lo tomaría, más que yo pero aún así, fui corriendo hasta aquel cuadernillo. Como si mi vida dependiese de ello.
Mi amor imposible vió lo que hice mientras avanzaba el convoy acelerando de poco su paso.
Nos miramos fijamente a los ojos por el cristal que ya nos separaba, y de pronto me sentí pequeña ante su mirada, sostenía con una de mis manos sus pertenencias. Se veía asustada casi como si hubiese perdido algo muy importante para ella.
Como pude hice varios gestos torpemente con la mano indicándole que mañana se la devolvería. Que no tenía que preocuparse, pero claramente no soy mimo y no sabía si me había entendido y a juzgar por su cara de "¿qué rayos le pasa a esa chica?" pienso que no fue así y al final, le ví suspirando mirando hacia otra parte. Esperanzada de que se lo devolviese.
Pero al menos ya tenía una razón para hablarle y no una estúpida excusa como pedirle la hora o algo así. Eso ya no se usaba, ya no en este siglo.
Estaba eufórica de felicidad, mañana le hablaré. Mañana escucharé su voz por primera vez y me tendrá que agradecer con una sonrisa por haberle salvado su preciado cuaderno. Quizás en esto último exageraba pero en serio, quería que me dedicase al menos una sonrisa.
Todo el día me la pasé mirando aquel cuaderno, dudando entre abrirlo o no. Si lo hacía, me sentía totalmente stalker violando por completo su privacidad... Aunque podía ser un simple cuaderno de la escuela, ¿no? Con aburridas lecciones sobre alguna materia, nada lo suficientemente personal como para hacerme sentir acosadora... Pero a este nivel, ¿no ya sería una? Me la paso mirándole incluso he de admitir que he fantaseado ¿Qué más da si soy una acosadora? Ella no sabría que miré su cuaderno. Pero, de igual manera tampoco confiaría en que no lo abrí. Al final, soy solo una desconocida.
Vamos, Chaeyoung. ¿Por qué te lo piensas tanto? Mirarás solo un poco, sabrás más de ella... ¿No es lo que siempre has querido?
Hazlo, hazlo.
Seguro tiene escrito su nombre, Park. No seas imbécil, ábrelo.
Y tal como mi subconsciente me indicó su nombre estaba escrito en la primera hoja con un hangul bastante claro, 김지수.
Kim Jisoo...
Sonreí como estúpida sin dejar de mirar su nombre, por fin sabía su nombre.
Decidí no mirar más, me basta con ponerle nombre a su rostro, pero la curiosidad me mataba. Solo será un rápido vistazo.
Minutos después supe que, Jisoo estudiaba poesía o era su hobbie. Aquel cuaderno era de poemas y con ayuda de mi amiga, Jennie. Supimos que mi "crush" como ella le llamaba, era bastante talentosa para esto.
❝Tú apartas la vista, apenas respiro.❞
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top