❝木曜日❞:Y entonces ocurre... despiertan mis labios...
No dormí bien pues no dejaba de pensar en cómo sería mi encuentro con Jisoo. Varios escenarios pasaron sobre mi cabeza, he de admitir que la gran mayoría de estos terminaba mal. No entendía como era que tenía tan poca fe en mi misma en una situación como esta. Pero los nervios me invadían y era algo que no podía evitar.
Pasé por los torniquetes de la estación del tren y cuando levanté la mano para que el aparato leyera mi tarjeta y me dejará pasar, me di cuenta de una cosa; mis nervios estaban ganando. La mano no dejaba de temblarme. Caminé lentamente hacia el anden, inhale y exhale varias veces en intentos estúpidos para tranquilizarme pero nada de esto ayudó, incluso casi podía sentir como comenzaba a sudar en frío.
¿Y si hoy no voy a la escuela?... Oh, no. Chaeyoung.
Es ahora o nunca...
―¡Hey!― Escuchó detrás de mi una voz ronca, totalmente desconocida para mí pues jamás la había escuchado.
Pero si imaginado.
Giro a en busca de la dueña de aquella voz y ahí estaba ella, pero... ¿Por qué esta aquí? Ella toma el tren hasta las siguientes dos estaciones. ¿Qué hacía aquí? Intenté abrir la boca para decir algo pero de ahí no salió nada más que balbuceos de palabras que ni siquiera yo sabía cuáles eran. Se acercó a mi lentamente con pasos ligeros, se veía tan relajada, en cambio yo era todo lo contrario.
―Se que siempre te veo pero esta vez no quise arriesgarme a no encontrarte, mh.― Soltó mientras rascaba su nuca.
Siempre me ve...
Así que no soy una desconocida para ti como todo este tiempo lo había pensando, Kim Jisoo.
―Así que... ¿Me la devuelves?― Luego de bastante (o eso creía yo) tiempo sin decir nada pues estaba completamente embobada en su voz, ella volvió a insistir.
Que estúpida, Chaeyoung... Ni cinco minutos y ya lo arruinaste...
―¡Ah, si! ¡Claro!― Con un movimiento, me saqué la mochila de la espalda y la abrí buscando la libreta de la contraria. Mis manos no dejaban de temblar así que se me hacía casi imposible el tener que buscar.
―Tranquila... No vayas a tirar tus libros.― Se burló de mí soltando una risa, lo recordó, que genial... Estupendo. Ahora ella creía que era la chica más estúpida del mundo. Ignoré su comentario lo suficientemente apenada y cuando la hallé, saqué de mi mochila la libreta y se la dí. Quería irme. Quería huir. Solo quería regresar a mi dormitorio y llorar, me sentía tan mal.
Ella la tomó, mirándola por unos cuántos segundos y volvió a mírame a mí.
―Gracias. No la miraste, ¿cierto?
―Yo...― ¿Qué se supone que diría ahora? ¿Qué lo hice? Además de torpe me haría quedar como una acosadora.―Yo... Sin querer lo hice, lo siento.
―Vaya, niña sin nombre ¿No te enseñaron a no husmear lo que no te pertenece?― Soltó aquellas palabras y metió su cuaderno en su mochila esta vez. Quería sonar molesta pero algo en mí me decía que no lo estaba realmente, así que me atreví a confesarle lo que pensaba.
―Eres buena... O bueno, es decir, no sé de poesía pero tengo una amiga que sí y ella me dijo que si y... Oh, rayos.― Agaché la mirada, pensé que estaría bien decírselo pero ahora solo sonaba a que la había expuesto ante todo el mundo.
―Descuida. Se supone que para eso escribo, para que me lean.
―Yo... yo me llamo Chaeyoung, no tienes porque llamarme niña.
―¿Cuántos años tienes?― Miró hacia otro lugar, como si no estuviera interesada en la respuesta del todo.
―21
―Tengo 23, soy tu unnie, niña.― Y por alguna razón, me sentí jodidamente feliz. Ya sabía algo más que solo su nombre y que es lo que hacía.
―Unnie, he dicho que me llames Chaeyoung...― Inconscientemente, le sonreí al decir esto.
―Perdón, Chaeyoung.― Y con esto, fue suficiente para que dentro de mi se desatarán un millón de sentimientos. Por primera vez, le había escuchado decir mi nombre. Sus labios habían pronunciado mi nombre y de pronto sentí que mi nombre era el segundo más bonito del mundo, luego de "Jisoo".
―Supongo que tú ya sabes el mío.― Nos vimos interrumpidas brevemente pues llegó el tren y las pocas personas que lo estábamos esperando subimos. Camino hacia el lugar donde usualmente me sentaba yo sola a admirarla de lejos.
Esta vez no tenía que admirarla de lejos, la tenía a lado mío. Sentada junto a mí.
―Lo siento, unnie...
―Deja de disculparte, Chaeyoung. Has sido tú la que salvó mi vida. Te debo una.― Confesó, acomodándose sobre el asiento.
―No es para tanto...
―Lo es, Chaeyoung.― Me Interrumpió.―Esa libreta es muy valiosa para mí. Te lo debo.
Sin saber que decir y con un ligero sonrojo en mis mejillas, el tren siguió su curso. Desee que se detuviera el tiempo para que me quedara junto a Jisoo. Que aún sin decir nada, sentía que estaba en el lugar más cómodo del mundo.
―¿No es curioso? Llevamos compartiendo el mismo tren durante casi medio año y hasta ahora es que hablamos. Confieso que... Llevaba tiempo queriéndolo hacer.
¿Mh? ¿Escuche bien? ¿Ella de verdad quería hablarme desde antes? El mar de sentimientos continuó.
Había estado deseando una conversación con ella todo este tiempo y ahora que la tengo, simplemente me quedo callada. Estúpido, ¿no? Así que dejaría de comportarme como una, al menos una vez en la vida.
―¿Querías hablame?― Me giré a mirarla a los ojos y ella hizo lo mismo, mi mundo se detuvo en escasos segundos. Eran los ojos más hermosos que había visto en mi vida.
―Si...― Dudó por unos segundos haciendo una mueca, no sé si era de nervios o de que le haya molestado mi pregunta.―Es decir, siempre nos veíamos... Es como si ya te conociera, aún si no hablamos.
Entonces me quise morir.
La bocina dentro del vagón sonó, una voz monótona de mujer indicando que era mi estación, era donde debía bajar. Y Jisoo lo sabía pues al escucharlo, me dedicó una sonrisa.
―Debes irte... ¿Nos veremos mañana, cierto, Chaeyoung?
―Por supuesto, Ji... Jisoo.― Tartamudee levantándome de mi lugar.
―Unnie, Chaeyoung, unnie.
―Jisoo unnie.― Le llamé por última vez antes de bajar.
―¿Si, Chaeyoung?
―No es medio año, son trece meses. Los llevo contados. ¡Hasta mañana, unnie! ¡No viaje sin mi!― Y con una sonrisa de estúpida enamorada, me bajé del tren caminando con ligeros saltitos hacia la Universidad.
Me gustaba sentirme estúpida si era por estar enamorada de Kim Jisoo.
❝Pronuncian tu nombre tartamudeando...❞
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