Narra Gulf:

Soy Gulf Kanawut Traipipattanapong, tengo 17 años y estoy por cumplir 18 años, estoy a pocos meses de entrar a la universidad, lo único que deseo es que sea pronto.
Mi padre se fue de la casa por infidelidad de mi madre, aquella mujer llamada Pamela tiene 33 años, fue mamá a los 15 años, no tenemos una buena relación desde que olvido que esta es una casa decente y trae a sus amantes.
Esta vez su amante es un chico de 23 años, su nombre es Mew Suppasit, cada vez que lo miro me causa repulsión, ¿Cómo puede estar con una mujer de esa edad? Seguro por dinero o quien sabe por qué. Aunque sí lo pienso bien. Él es de mucho dinero, seguro que otros son sus motivos.
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—¿¡Por qué tan tarde llegas?! —regaña Pamela a Gulf.

—Mujer, si fueras más preocupada, sabrías que los viernes salgo más tarde —responde Gulf.

—¡Soy tu madre! Háblame con respeto —regaña nuevamente Pamela.

—Él respetó, se perdió cuando empezaste a ser una cualquiera y engañaste a mi papá —responde Gulf.

Dicho eso Gulf corrió a su habitación.

—¡Insolente! —grita furiosa—. ¡Ven aquí!

—Ya déjalo, ya llego, es todo lo que importa —dice su amante.

—Tienes razón Mew, ¿por qué no puedo ser feliz también? Su padre ya hizo su vida con otra mujer y no lo juzga.

—Seguro por tu infidelidad —dice Mew.

—No es así la historia —dice Pamela—. Y si fuera así, aún merezco respeto, soy su madre. Debe ser otra cosa, quizás.

—Por la diferencia de edad de ambos, ignóralo, ¿vamos a comer?

—Sí, muero de hambre.

Ambos se levantan del living y salen a comer afuera.
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★★ Habitación Gulf ★★

Gulf miraba por la ventana como su madre, que se vestía como chica de 15 años, subía al deportivo rojo de Mew.

—Es realmente una vergüenza esta mujer, cero respetó, lo mismo que papá, ambos aún casados, hacen sus vidas como si yo no existiera. Mejor salgo, estoy aburrido.

Gulf rápidamente se despojó de su ropa y se cambió a ropa completamente de negro, peinó su cabello y pinto sus uñas negras, el color que ahora representa su vida.

—¡Me largo de esta mierda! ¡Si o sí diversión hoy!

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★★ Bar ★★

—¿Por qué esta cara Gulf? —pregunta su mejor amigo.

—¿Tú por qué crees? —se sentó al lado de su amigo Mild—. Dame un whisky Paolo.

—Saliendo un Whisky —dice el mesero.

—¿No es muy fuerte un whisky? —pregunta su amigo Mild.

—Está excelente, detesto recordar a la zorra de mamá con su nuevo amante, tiene 23 años. Ella se viste como adolescente de 15 años, no madura, no sabe las vergüenzas que me hace pasar esa señora.

—Ten tu Whisky Gulf —dice el mesero entregando el vaso.

—Gracias Paolo —agradece Gulf y tomo un sorbo mientras el mesero se retira.

—Seguro es por dinero —manifestó Mild.

—Lo dudo, Mew tiene dinero, tiene un deportivo rojo muy lujoso y siempre viste ropa de marca exclusiva.

—Seguro quiere experimentar con una mujer adulta, entonces —dice Mild.

—Quizás sea eso, pero el desgraciado está muy bueno —muerde su labio Gulf—. Es hermoso, me fascina, aunque a veces me dé asco, pero está muy rico.

—Sedúcelo —propone Mild bebiendo su trago.

—¿Seducirlo? —pregunta Gulf.

—Claro, será como un juego demente, jajaja, es amante de tu mamá y que sea tuyo, ¿qué opinas? —pregunta Mild.

—No seas imbécil —manifestó Gulf—. ¿Tener sexo con el mismo miembro que usa mi mamá? ¡Qué Asco!

—Jajaja —se burla Mild al ver la cara de asco de Gulf.

—No te rías —regaña Gulf—. Maldito, imbécil, está tan bueno, pero tenía que estar con mi mamá —bebió su tragó Gulf.

—Bueno, yo estuviera en tu lugar. Me daría igual. Total haría que mi madre pague por creerse una adolescente, dejarme de lado y arruinar su matrimonio con infidelidades -opina Mild.

—Realmente sería un juego demente, ummm... Hacerla pagar —piensa Gulf.

—Conozco esa cara Gulf.

—Me está gustando la idea Mild, «Ojo por ojo y diente por diente» que pague ella con su amante, luego me encargo de papá también por ser otro irresponsable —expresa Gulf con una sonrisa de lado.

—Pero él fue también el afectado —manifestó Mild.

—Sí, pero no me llevo con él y rápidamente tiene otra —dice Gulf.

—¡Mierda! —expresa Mild.

—¿Qué pasa? —mirando en dirección que Mild lo hacía—. ¡Mierda!

—Es tu mamá y Mew, ¿verdad?

—¡Existen tantos bares y vienen aquí! —expresa molestó Gulf.

—¿Ese es Mew? —pregunta Mild.

—Sí, él es —responde Gulf.

—Sí, está bastante bueno —dice Mild.

—Mordió su labio inferior Gulf. —Ese pectoral y cuerpo me está causando una erección horrible, que me montaría con el primero que vaya al baño.

—Jajaja, realmente estás loco.

—Ya sabes como soy, ese imbécil llama al pecado —dice Gulf bebiendo.

—A cualquiera —dice Mild.

—Realmente es un pecado, y creo que si estaré demente por su culpa.
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Del otro lado.

—Busquemos una mesa —manifestó Mew a Pamela.

—Aquella está bien —apuntó una que estaba algo lejos de la música.

—Es perder la diversión —dice Mew.

—Mew, querido, perdón, pero no soy tan joven y la música me molesta un poco.

—Está bien, que sea donde quieras.

—Pero no te enojes —hace un puchero Pamela.

—Jamás, mejor vamos.

Ambos van a la mesa señalada y se sientan, el mesero se acerca y toma sus órdenes.

—Ya vengo con sus pedidos —dice el mesero para irse.

—Qué lindo lugar, jamás había venido —manifestó Pamela—. ¿Tú si?

—Sí, lo había visitado —mirando a aquella persona que deseaba ver y encontró casi cubierto.

—Me gusta mucho el lugar —dice Pamela.
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Del otro lado.

—Mira, tu víctima —señala Mild a un chico de unos 20 años que entró al baño.

—Que sea él, ya vuelvo, estoy muy caliente —Gulf bebió de su trago, se paró y fue directo al baño.

—¡Suerte! —grita Mild—. Tan caliente mi amigo.
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Del otro lado.

—Voy al baño y vengo —manifestó Mew.

—Está bien —responde Pamela—. No tardes.

—Lo sé.
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★★Baño★★

Gulf entro al baño y vio aquel chico, solo sonrió de forma coqueta, lo mismo que aquel chico a él, entró al cubículo Gulf y cerro la puerta para orinar.

—Largo —dice Mew aquel chico.

—Espero a alguien —manifestó aquel chico.

—Ni en tus sueños lo tendrás, ahora largo.

—Sácame —desafía el chico.

—Bueno, tú te lo buscas —Mew empezó a enrollar sus mangas y dejar a la vista sus venas bien marcadas.

—Ok, no quiero problemas.

El chico sale, la cadena se escucha sonar, Mew rápidamente cerro la puerta con seguro y apagó la luz.

Caminó al cubículo y empujo adentro a quien iba saliendo.

—¡Ey! —reclama Gulf.

—Shhh... Es lo que querías.

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Gulf solo sonrió y lo empezó a besar sin importarle quien fuera, por la falta de luz y por quien había dejado afuera. Pensó que era aquel chico guapo.

—Fóllame —pide Gulf sin importarle nada.

—Mew solo sonríe y no emite más sonido que un. —Gírate, gírate mi cielo.

—Bueno —es todo lo que dice Gulf para girarse y empezar a soltar su pantalón.

El sonido de un preservativo abrirse lo hace sonreír. Mew se colocó el preservativo y lo lubrico con su saliva.

Abre los glúteos de Gulf y lentamente empezó a entrar con un dedo para prepararlo, luego otro dedo. Al sentirlo listo y por solicitud de Gulf, empezó a entrar con su miembro que remplazo sus dedos, lentamente empezó besando su cuello y mordiendo levemente su hombro.

—Qué delicioso aprietas —manifiesto Mew con voz ronca que erizó la piel de Gulf al sentirlo cerca de su oído.

—Qué grande lo tienes, me encanta —dice Gulf al sentirse satisfecho.

—Lo sentirás mejor.

Mew bajo la tapa del Wc y se sentó.

—Siéntate encima de mi miembro y salta de placer mi cielo —dice Mew.

—Solo quiero quitarme esta calentura —manifestó Gulf.

—Hazlo encima de mí, yo te ayudaré —manifestó Mew nuevamente con su voz ronca que erizo nuevamente a Gulf.

🌻 Narra Gulf: La verdad que si estoy muy caliente, y este chico viene a hervir más mi sangre, su voz ronca me hace temblar, estoy seguro de que me correría enseguida sin tocarme, empecé a buscar sus piernas y encontré su miembro, me senté sobre él y empecé a moverme en círculos para acostumbrarme a su gran tamaño.

—Eso, mueve así —decía Mew gimiendo de placer.

—Estoy disfrutando —manifestó Gulf.

Después de tantos círculos y estar realmente listo, se adentró completamente y se quedó quieto, giro su rostro, y con sus manos busca el rostro del chico y empezaron los besos.

—Qué ricos labios mi cielo —dice Mew.

—Los tuyos también mi vida —responde Gulf.

Lentamente, empezó a subir y bajar, ambos empiezan a gemir, pero perfectamente sabían que no podía ser un encuentro tan pasional si tenían afuera quienes lo esperaban.

Mew tomo la pequeña cintura de Gulf y lo hacía subir y bajar más rápido, ambos gemidos acababan entre ellos mismo con sus besos, Mew llevo su mano al miembro de Gulf.

Lo masturbaba de forma rápida, lo qué hizo que Gulf empezara el movimiento más rápido sobre su miembro, un líquido baña su mano, líquido que llevo a su boca Mew.

—Qué delicia mi cielo —dice Mew con su voz ronca.

Aquella voz que nuevamente hizo rizar a Gulf e hizo que Mew se corriera con un gran gemido de satisfacción, Gulf recarga su cabeza en el hombro de este.

—Estuviste fantástico mi cielo, pero me esperan afuera —manifestó Mew dejando besos en la mejilla izquierda de Gulf.

—También a mí —dice Gulf—. Sale tú primero, luego iré yo.

—Está bien, nos vemos mi cielo —dice Mew.

—Lo dudo mi vida —responde Gulf.

Gulf algo tembloroso se levanta, Mew se levanta, quita el preservativo, lo enrolla y tira, besa una vez más a Gulf, arregla su ropa y sale del cubículo.

Al término de arreglarse, prende la luz y sale del baño.
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★★ Afuera ★★

Mild miro en dirección al baño y ve salir a Mew, limpio sus ojos para ser que no estaba equivocado.

—¡Mierda! ¡Se folló a Mew! —dice sorprendido Mild—. ¡Loco demente!

A los 2 minutos sale Gulf arreglando su ropa y se acerca a Mild a beber de su trago.

—¡Bravo! —empieza a aplaudir Mild—.  ¡Te aplaudo!

—¿Por qué aplaudes idiota? —pregunta Gulf—. ¿A caso es la primera vez que me follo o me folla alguien?

—No, de eso estamos claros, ¿pero sabes quien fue?

—Aquel chico que seguía —bebió su trago Gulf—. No tomes mayor atención.

-¡Idiota! ¡El que salió antes que tú fue Mew! —grita Mild.

—Escupió su trago Gulf. —¿¡Qué?! ¡Repítelo!

—Mew, él fue el que salió antes que tú del baño.

—¡Mew!

Rápidamente, busco entre la gente a Mew y lo encontró, este le sonríe y le levanta la copa de vino en su mano.

—¡Hijo de pu**! —volteo a mirar a Mild—. ¡Ese desgraciado estuvo dentro de mí!

—¿Era bueno?

—¡Buenísimo el desgraciado! Su miembro es largo y grueso, ahora sé por qué la estúpida de mi mamá lo tiene.

—Ya, deja él enojó, son solo juegos —dice Mild para tranquilizar la irá de Gulf.

—Sí, tienes razón, son solo juegos, pero juegos dementes, el imbécil juega con los dos, mamá e hijo, ni crea que seré el amante —dice Gulf para beber hasta el fondo su trago.

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Del otro lado.

—Te tardaste bastante en el baño —dice Pamela.

—Sí, estaban llenos los cubículos, creo que varios estaban con dolor de estómago —miente Mew bebiendo su vino.

—¿Qué haremos después? —pregunta coqueta Pamela.

—Te iré a dejar, mañana tengo cosas que hacer temprano.

—¡No! Pensé que íbamos a tener sexo hoy.

—Hoy no será así —dice Mew.

—Qué aburrido —manifestó Pamela.

—Pamela, odió que me presiones, búscate otro entonces, nada te cuentas abrir las piernas y lo sabes.

—Siempre tan directo.

—¿No hiciste eso conmigo? —manifestó Mew—. Ya dijimos las reglas del juego, aquí solo existe el sexo, nada de celar o exigir, tú aún eres casada y estamos jugando a ser amantes, se puede decir.

—Ya pronto salen los papeles de divorcio, así ni tú ni Gulf me dirán alguna mierda.

—Lo que opine Gulf es su tema, yo aunque estés divorciada, no cambiaré de ser un amante a algo más formal, esperó lo entiendas ahora, porque luego no quiero llantos o quejas en mi celular.

—Lo sé, lo sé, ni que te vaya a hacer mi esposo o algo en el futuro, no te preocupes, que ya di 17 años de mi vida a mi familia y ahora solo quiero disfrutar, no me voy a amarrar otra vez, menos a un niño como tú.

—Bien me parece que lo entiendas —volvió a beber Mew.

Mew miraba en dirección a Gulf y sonreía cada vez que este lo miraba.

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Del otro lado.

—Me voy a bailar mejor —dice Gulf.

—Hazlo, yo te pido otro trago —responde Mild.

—Otro Whisky —dice Gulf.

Mild pidió él tragó, Gulf se fue a bailar al medio de la pista, movía sus caderas de forma sensual llamando la atención de varios que pronto bailaban con él, debes en cuando iba a beber de su trago hasta emborracharse y seguir bailando.

Mew lo miraba atentamente, ignorando las palabras de Pamela que hablaba y hablaba, Mew respondía; Sí, ok, tienes razón, está bien.

—¿Ese es Gulf? —dice Pamela.

—¿Quién? —pregunta Mew fingiendo verlo.

—El que está en la pista bailando —dice Pamela y se levanta a verlo—. ¡Sí es él! ¿¡Qué hace aquí?!

—Lo mismo que tú supongo, bebiendo como cualquier adolescente, o perdón, tú no lo eres —dice Mew en burla.

—¡No estoy para burlas Mew! ¡Ahora mismo nos vamos a casa! —dice Pamela molesta.

—Ok, pagaré —dice Mew.

Pamela caminó a Gulf y lo tomo del brazo.

—¿¡Qué mierda haces aquí?! —pregunta Pamela enojada.

—Aquí nos divertimos los adolescentes —dice Gulf—. La pregunta aquí es, ¿qué haces tú aquí?

—¡No me hagas enojar Gulf! ¡Ahora mismo nos vamos a casa!

—Aburrida... Siempre matando la diversión, claro, como no eres una adolescente y te crees una —se burla Gulf ya ebrio.

—¡Camina! ¡Estás ebrio con 17 años! —dice Pamela arrastrándolo.

—Espera... debo pagar mis tragos.

—Ya lo hice —dice Mew.

—Oh, tú si puedes estar aquí, eres joven, pero no debiste traer a la señora —dice Gulf ya cayendo de lo ebrio.

—Vamos, los llevo —dice Mew sujetando a Gulf.

—Gracias Mew, perdón.

—No hay problema —manifestó Mew.

—Aburrido también tú —dice Gulf.

Pamela da la vuelta y Mew le susurra al oído a Gulf.

—Hace un rato, no era aburrido mi cielo.

—Shhhh... —dice Gulf para dormir en el hombro de Mew.

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