Narrador omnisciente:

Más tarde Recovery girl fue a revisar a Shin en la residencia, teniendo que basarse en pura experiencia médica, pues ¿qué más podía hacer? ya que al ser él un fantasma no tenía sangre (lo cual dejaba aún más extraño el hecho de que le diera fiebre), además al intentar tomar cualquier otro tipo de muestra, no sacaba nada. Pero al final, aún con todos los impedimentos, sacó un diagnóstico: "no tiene nada". Según ella, sin contar que estaba muerto, se podría decir que estaba perfectamente sano.

Sakaguchi no tardó en calificar a Recovery como una mala doctora que no sabía ni de lo que estaba hablando.

—¿Cómo mierda no va a tener nada, si ayer parecía que se estaba muriendo otra vez? —le reclamó a la mujer, tampoco se molestaba en tenerle respeto, aunque Recovery se viera como una anciana seguía siendo menor que ____.

—Niña, aprende a hablar con educación a tus mayores. —la regañó Recovery dándole un golpe con su jeringa/bastón. La chica solo sintió un tic en el ojo, aguantando la molestia. Aunque fuera mayor, si hiciera algo se seguiría viendo como una joven golpeando a una ancinita— Tengo mucha experiencia y con certeza puedo decir que este hombre está completamente sano, y es como debe de ser, es un fantasma a fin de cuentas. Lo que pasó anoche pudo deberse a otra cosa, alguien aplicando el poder de un quirk sobre él por ejemplo.

—¿Un quirk? Ninguno de los de esta clase afecta de esa forma... Los villanos no saben de Arima, además de que nadie uso un poder siquiera parecido aquel día...? —pensaba dudosa, no descartaba la idea pero no podía imaginarse quien quiso hacerle daño al fantasma— ¿Tal vez tiene que ver con la casa? Como esa típica regla sobre no alejarse ni mucho menos irse. Tal vez él deba estar ahí...

—¿Se te ocurre un culpable? —le preguntó la doctora al verla tan metida en sus pensamientos.

—No, pero si una posible razón.

—Cómo sea, te dejo mi numero telefónico por si vuelve a ocurrir algo así me llames de inmediato. —Le entregó una tarjeta.

—Bien. —recibió la tarjeta y la guardó en un bolsillo de su pantalón— Por mientras debemos ir a un lugar. —no dio más detalles y tomó al fantasma por el brazo para llevarlo fuera.

Arima solo la siguió sin siquiera poner resistencia, de cualquier forma no había nadie que pudiera verlos en la residencia, a todos los demás si les importan sus clases.

Al cabo de un rato llegaron a aquella casa en la que se conocieron luego de varios sucesos que varios calificarían como ''paranormales'', aunque para Sakaguchi fueron más bien molestos, mientras que para Arima divertidos al principio y aterradores después de ver a la ''joven'' apuñalarse a sí misma y seguir viva luego de eso.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la chica mirando atentamente a su amigo fantasmal.

—Eh...¿pues normal?, no lo sé, ¿debería sentirme diferente? —dijo Shin bastante confundido. Tampoco era muy inteligente.

—Mmm... —Miró fijamente por la ventana, pensativa—. Bueno, no hay forma de comprobar que el problema haya sido la casa, a solo que- —Se vio interrumpida por el fuerte ruido de Arima golpeándose contra el suelo cuando de repente se desmayó.

—¡¡ARIMA!! —gritó completamente angustiada y se agachó para moverlo e intentar despertarlo, pero solo le sirvió para darse cuenta de que él de nuevo estaba ardiendo en fiebre— No puede ser... 

Corrió a tomar el teléfono y marcó enseguida a Recovery Girl, quien no tardó mucho en contestar ya que tiene bien controlado a quienes les da su número de emergencias.

—¿Qué pasa niña? —preguntó la anciana al otro lado de la línea.

—Arima volvió a desmayarse y está hirviendo en fiebre. Ven rápido. —explicó de forma apresurada y tras decir lo último como una orden, comenzó a decirle la dirección de la casa.

Al final ir a la casa si había servido para algo: para descartar que los problemas se debían a la lejanía con ella. Algo más grande estaba ocurriendo y Sakaguchi no podía siquiera imaginar de qué se trataba, solo esperaba que su amigo se recuperase lo más pronto posible. Tenía miedo de perderlo a él también, pues sabía que lo extrañaría y ya extrañaba a tantas personas que añadir a Shin a la lista solo haría que su corazón terminara de romperse, otra vez.