🥀[20]🥀

Narrador omnisciente:

Era muy temprano y ____ ya estaba en la escuela.

Fue lo más rápido que pudo a su salón creyendo que sería la primera en llegar.

Pero se sorprendió al ver que ya estaban dos de sus compañeros en el lugar: Iida y Yaoyorozu.

No puede ser. —pensó cuando los vio— ...pero aún no ha llegado el profesor, así que tal vez aún estoy a tiempo...   

Los otros dos le dieron los buenos días, a lo que ella respondió un "igualmente" con indiferencia.

Se fue a su asiento y se lo pensó unos segundos antes de hablar. Hasta que finalmente lo hizo.

—Oigan... —llamó su atención— ¿Ustedes fueron ayer a mi casa?

A los dos les sorprendió un poco el hecho de que ella iniciara una conversación, pero intentaron disimularlo.

—Si, estábamos preocupados por tu falta y como nadie podía contactarte, Todoroki nos llevó a tu hogar. —explicó Iida mientras acomodaba sus lentes.

—Ya...sobre el chico que vieron, él realmen- —fue interrumpida porque el altavoz que había en el aula comenzó a sonar.

¡Alumna Sakaguchi ____, favor de venir a la oficina del director en este instante! —decía la escandalosa voz de Present Mic.

Mierda mierda mierda. —pensaba la chica, quien enseguida notó las miradas de sus compañeros sobre ella como diciéndole "¿Qué esperas? Te están llamando". Era obvio que ahora no podía hablar con ellos.

Suspiró con pesadez y se levantó de su asiento, para seguidamente comenzar a caminar hacia la dichosa oficina del director, pensando en todas las posibilidades.

Al llegar y estar frente a la puerta, pasó sin siquiera pedir permiso.

A la mierda todo, qué más da que lo sepan...no pueden hacer nada al respecto ni nada contra mi. —pensó finalmente.

No le sorprendió ver la seria mirada del director y su maestro, de hecho, esperaba que la amarraran para algún interrogatorio o algo así.

—¿Qué pasa? —se limitó a preguntar.

—Hoy hablé con un par de tus compañeros...dime Sakaguchi, si eres huérfana...¿Por qué tienes un hermano mayor? —habló Nezu directo a lo que quería saber.

—...No es mi hermano, solo vivimos juntos. —respondió ella. En realidad no mentía.

—¿Mm? —era evidente que no le creían— ¿Entonces qué se supone que es para ti?

!! Arima...platico con él, nos solemos atragantar juntos de comida chatarra (aunque ni sé cómo puede comer un fantasma) y nos desvelamos viendo series...pero solo nos hablamos gracias a nuestra eterna estadía aquí ¿No? entonces...¿Qué es para mí? —pensaba Sakaguchi, la pregunta la había tomado por sorpresa. Nunca se había planteado tal cosa— Él...es mi amigo.

Era tan raro decir esas palabras después de tantas décadas.

A los "mayores" también los tomó por sorpresa la respuesta, ya que viendo que la chica era por completo antipática y asocial, no pensaban que fuera capaz de en algún momento decirles que tiene un amigo. Aunque aún no se creían del todo lo que la chica les decía.

—Bueno...pues revisando datos, no encontramos nada de un Sakaguchi Shin, parece que no existe, al igual que tú... —volvió a tomar la palabra el director— Y comparten apellido, así que comprende que todo lo que dices no es muy creíble.

—Ya, pero él se llama Arima Shin...mintió a los que fueron a mi casa para que no hicieran tantas preguntas. —Explicó ella.

En realidad mantener sus mentiras ya no le importaba tanto, de hecho, la noche anterior, estuvo pensando que tal vez siendo directa la dejarían salirse de esa academia.

Se dió cuenta de que en el momento en que decidió ir con aquellos héroes, cagó por completo sus planes de vivir por siempre en las sombras. Aunque, ella en su momento sabía a lo que se enfrentaría, más por alguna razón se dejó llevar.

Tal vez solo estaba aburrida, o quizá ya se había hartado de la vida que llevaba y por eso se arriesgó.

La verdad era que ya le daba igual, lo único que ahora quería era que dejaran de indagar en su vida pasada.

—Yo... —llamó la atención de los otros dos, quienes al parecer en computadoras buscaban sobre Arima— Les diré la verdad sobre mi, pero lo que diga no saldrá de este lugar jamás. Ese es el trato que ofrezco.

Ambos pudieron un rostro serio y se limitaron a asentir.

La chica, luego de un largo suspiro, les contó su secreto. Les dijo que era inmortal y que en realidad tenía 115 años.

Aizawa y Nezu estaban incrédulos. —Eso es imposible. —pensaban.

—Si no me creen...puedo apuñalar mi corazón en este instante, pero advierto que todo se llenará de sangre. —dijo— Y me dolerá mucho. —pensó.

—Sé que es arriesgado, pero danos una prueba de que lo que dices es cierto, no necesariamente tienes que apuñalar tú corazón. —Habló Nezu.

—Bueno en ese caso... —miró un poco al rededor y acabó agarrando unas tijeras que estaban en el escritorio del director.

Y sin previo aviso cortó sus muñecas bruscamente. De forma inevitable hizo una mueca de dolor, pero ninguno de los otros lo notó ya que habían quedado pasmados por la reciente acción de la chica.

La sangre comenzó a caer y los dos estaban preocupados, ya que si resultaba ser mentira lo de la inmortalidad, estarían presenciando el intento de suicidio de ____ y ni siquiera habrían hecho algo por detenerla.

Pero entonces Sakaguchi limpió las zonas que había cortado, dejando ver a los otros que sus heridas habían desaparecido por completo.

—E-esto es increíble... —soltó el director Nezu.

Sabiendo ahora el secreto de la chica, muchas cosas cambiaban.

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