Narrador omnisciente:

La chica caminaba por una calle poco transitada de la ciudad.

La gente normal prefería evitar pasar por ahí, pero claro, ella era todo menos normal.

—Que idiota soy, ¿Qué persona iría a un lugar así...? —se decía a ella misma en su mente.

Entonces, en uno de esos callejones sin salida alcanzó a ver a un grupo de tipos haciendo negocios no tan legales.

Se acercó un poco y alcanzó a oír como dos de ellos ofrecían drogas a un chico de no más de 14 años.

Endulzan su oído diciéndole que todos sus problemas acabarían y que eso lo haría sentir mejor.

  Que podría ser feliz con eso.

____ se acercó a uno de los tipos y le arrebató la bolsa pequeña con
el polvo blanco que tenía dentro.

—¡¿Hey qué crees que haces?! ¡Tienes que pagarla! —se quejó el otro.

Ella lo ignoró y puso un poco de polvo sobre su mano, seguidamente lo inhaló.

Esperó unos momentos y luego volteó a ver al chico al lado de ella con seriedad.

—Mis problemas no se han ido. —le dijo— Sigo aquí y esta cosa no hizo ningún cambio en mi vida para bien.

—¡Oye! —se quejaron los otros.

—Chico, si consumes esta mierda lo único que harás es arruinar un posible buen futuro. No solucionará tus problemas, al contrario, te traerá más.

—P-pero, tu acabas de consumirla... —murmuró él viéndola con sorpresa en sus ojos.

—Si, tenía un poco de ganas la verdad, la describían como la solución a todo, pero a decir verdad me siento estafada. —explicó con simpleza— Es más, si me vuelvo adicta solo empeorará mi presente. Lo mismo pasará si lo haces tú, aunque claro si tú la consumes es seguro que te harás adicto.

—S-si...debo irme. —y el chico prácticamente huyó del lugar.

____ también iba a salir del callejón pero los tipos intentaron detenerla.

—Tu...alejaste a un cliente y piensas irte sin pagar lo que usaste. —mencionó uno con un fracasado intento de voz amenazante.

—Ajá ¿Y luego? —dijo con claro desinterés apenas volteando a verlo.

Tres de los tipos intentaron atacarla pero bastó con unos nada impresionantes golpes de karate y una mirada amenazante para que estos acabaran huyendo.

—Bah...y yo que quería hacer más tiempo antes de llegar a allá. —murmuró ____.

Siguió un rato caminando —con esto me refiero a aproximadamente 2 horas— hasta que llegó a una zona boscosa un tanto alejada de la ciudad.

Comprobó su actual ubicación con su teléfono celular, comparándola con la que estaba escrita en el cupón.

Luego de eso cerró los ojos y suspiró, para seguidamente avanzar más adentrándose al lugar.
  Después de media hora llegó a lo que sería una barranca no tan alta, de una caída de un aproximado de 15 metros.

—...Hola. —fue lo único que dijo, con un tono seco y sin emoción, hacia una gran piedra de formación natural en el lugar, a unos cuantos metros del barranco.

Estaba el nombre de “Yukimiya Sei” tallado y apenas visible sobre tal piedra, acompañado de una fecha.

—...Hace mucho no venía. —mencionó ____ con desgano para luego sentarse en el fresco pasto que cubría todo el suelo.

No hizo mucho en realidad, solo se recostó en la piedra y cerró los ojos para luego exhalar un poco fuerte.

—Sabes que ya no hablo mucho, pero esa cosas de hace un rato me está haciendo efecto hasta ahora creo... —dijo para luego soltar un pequeño bostezo y entre-abrir su ojo izquierdo, dejándose admirar un poco la naturaleza del lugar— Ay~ ya me dio hambre, hubiera traído un pastel de rompope y un licuado de fresa, ¿Cómo nos gustaba, no?

Después de que dijo eso no hubo más que silencio por unos segundos.

—Uff~ me dieron ganas de tirarme del barranco, pero después será una flojera subir. —dijo levantándose de dónde estaba para luego asomarse; abajo solo se alcanzaban a ver un río poco profundo y algunas sobresalientes rocas— ...Aún puedo verte ahí y al agua cristalina volverse roja, Sei...

Mientras tanto en la UA los jóvenes de la clase 1-A estaban en "clases" con Aizawa-sensei, aunque este estaba dormido en su saco amarillo mientras los estudiantes susurraban entre ellos.

—¿Por qué no habrá venido ____-chan hoy? kero~ —la primera en sacar el tema fue Tsuyu.

—No lo sé, pero hoy me tocaba a mí ir con ella. No sé si alegrarme o sentirme decepcionada de que no vino. —mencionó Hagakure.

—¿Por qué estarías alegre? —cuestionó Iida, que también sería su acompañante ese día.

—Porque, bueno ya sabes, ella es muy antipática y grosera. —dijo en tono nervioso la invisible.

—¡Guarden silencio! —exclamó de repente Aizawa-sensei y todos al instante quedaron inmóviles y lo voltearon a ver; él ya estaba de pie y con su quirk activado para intimidar más.
  Los chicos asistieron con rapidez y tomaron sus cuadernos para simular estudiar.

Aizawa suspiró con cansancio y habló. — Ahora que ella no está aquí, ¿Qué han conseguido saber? —preguntó, dando miradas especialmente a los cuatro que ya habían pasado su tarde con ella.

Bakugō se tensó un poco, pero enseguida lo disimuló poniendo su típica cara de molestia. —¿Debería decirle lo que pasó...? —Se cuestionaba mentalmente.

—¡A mí me pareció que no es mala persona! —exclamó Mina alzando su mano.

—Lo mismo. —agregó Aoyama pasando su mano por su cabello de forma llamativa.

—Kero~ —Tsuyu alzó la mano— A mi también, ayer incluso cuando dijo que no haríamos más que caminar, cuando dije que me gustaría ir al restaurante, acabó llevándonos Kero~ Creo que lo hizo por mi, aunque de forma un poco disfrazada kero~

—¿Por qué crees que fue por ti Tsuyu-chan? —Preguntó Momo con una extraña pero leve preocupación que ni siquiera ella sabía que sentía muy en el fondo.

—Por eso, que cuando dije que me gustaría ir, acabó llevándonos aunque había dicho que no por culpa de Bakugō. Kero~ —respondió.

—¡¡Mierda ojotona ¿Por qué por mi culpa?!! —se quejó el rubio enseguida.

—¡Silencio! —lo regañó Aizawa y el menor se contuvo— Ahora dime tú Bakugō, ¿Qué has observado?

—!!...¡Nada! ¡Sigue siendo una extra para mí! —acabó decidiendo no comentar lo del día anterior— Pero creo que no es tan mala. —murmuró.

Denki iba a hacer burla por lo último que dijo pero ante el aura de advertencia en Katsuki mejor se quedó callado.

—Bueno, ¿Y alguno sabe por qué no vino hoy? —preguntó el profesor.

Todos se quedaron callados, dando a entender que nadie sabía nada.

—Ojalá alguien pudiera comunicarse con ella... —dijo Kirishima en tono un poco preocupado, rompiendo así el silencio del salón.

Y entonces, luego de estarse pensándolo un rato, Todoroki decidió hablar. —Podríamos ir a su casa. —comentó.

—¡¿Eh?! Pero no sabemos dónde vive...¿o acaso tu sí? —cuestionó. Kaminari.

—Si, yo sé dónde vive. —respondió como si nada el bicolor.

La mayoría ahí lo miró con sorpresa e incredulidad.

—¡¿En qué momento se hicieron tan cercanos como para llevarte a su casa?! —preguntó alterado Mineta— ¡Eres un maldito suertudo Todoroki! ¡¿Acaso ya te la co-?! —antes de que pudiera terminar Aizawa lo enredó en sus vendas.

—¿Eh? No somos amigos, solo lo sé por un inconveniente que pasó durante las pasantías. —aclaró el tema, aunque sin saber porqué tanta impresión ni de que hablaba Mineta.
  No le parecía la gran cosa haber ido a la casa de Sakaguchi de todas formas; ni siquiera fue agradable porque su padre estaba ahí también.

—Si, estoy enterado de lo que pasó. —agregó Aizawa-sensei.

—¡Entonces deberíamos ir a visitarla para saber si está bien! —Dijo Mina.

Y todos los alumnos comenzaron a mirarse entre si considerando la idea.

•
•
•

Hola gente, sigo viva :b

Antes que nada, perdón por las lentas actualizaciones, pero bueno, ya saben que suelo tardarme, lo siento -_-"

Y bueno, gracias a todos los que siguen esta historia, que votan, y a los que además incluso comentan; me pone muy feliz <3

Y bueno, sin más que decir, hasta luego 💙

Pd: Votar no es tan difícil xdd
⬇️