Capítulo 8: Ya no es un secreto

Cómo podía evitar que me sigan viendo así. 

Tal vez por todo este momento que estuve en silencio, ya están dando por hecho que si pasó algo con uno de ellos. 

La verdad es que sí hubo momentos que no fueron los apropiados, pero ninguno llego a algo serio.

— Que cosas dices —  Ryan se ríe incomodo — Yo creo que si algo hubiera pasado, ella ya nos habría mantenido al tanto.

Ryan se veía un poco nervioso. 

Tal vez porque era uno de los que habían tratado de llegar a algo más conmigo.

Adam le dirige una mirada de sospecha a su hermano trillizo.

— ¿La reunión familiar sigue? — Armie entra del jardín a la sala donde estábamos — Creo que están exagerando — Armie me mira — Créeme no somos tan unidos. Es el primer domingo que pasamos juntos despues de un par de años.

Camina hacia mí y me toma del brazo para jalarme hasta el ascensor.

No puse resistencia porque me estaba sacando de una situación con la que no quería lidiar.

— ¿No dijiste que tenías que terminar de ordenar tu cuarto? — yo asentí con la cabeza — Entonces, yo te ayudo a que termines.

Todos se mostraron inquietados por la propuesta de Armie. 

Antes de que uno de los hermanos pueda objetar al respecto las puertas del ascensor se abrieron. Rápidamente Armie entró al ascensor y me jaló con él.

Me daba mucha vergüenza que entre a mi cuarto por todo el desorden que había, pero el parecía muy decidido a entrar para ayudar.

— Pensé que solo te faltaba ordenar un poco — mira cada esquina de mi cuarto — Poco no es una buena definición para lo que te falta ordenar.

— Tienes razón. No tienes que ayudarme — le empujo ligeramente para que salga.

— No — camina más adentro de la habitación — La verdad quería aprovechar para hablarte de mis hermanos.

¿¡Qué!? 

No por favor. Pensé que me había salvado de la charla que tenía en el segundo piso. La idea de hablar de ese tema me ponía muy avergonzada. 

— Pero de que hablas — lo ignoro y empiezo a acomodar las cajas.

— Tuve varias señales — busca algo en que ayudar — Primero, Matt salió casi corriendo cuando Ian le dijo que te fuiste con Patrick.

Seguro Ian nos oyó cuando estábamos en la pequeña sala, donde habíamos jugado.

— Segundo, Matt llegó enojado diciendo "Es mejor que controlen a Patrick o voy a ponerlo en su lugar" — hace una imitación de su hermano menor — Tercera, Patrick llegó igual de enojado que Matt diciendo "¡Ryan tiene que aprender a ponerse límites!".

— Son coincidencias — hago una risa nerviosa — están imaginando cosas.

— No lo creo — empieza a ver los adornos que había puesto en las paredes — Cuarta, tu llegaste con Ryan. Ambos tenían una actitud extraña. Matt y Patrick mostraron inquietud porque ustedes llegaron juntos.

Deja de observar las cosas de su alrededor para mirarme a mí.

— No pasa nada — Mi voz cada vez sonaba más insegura.

No podía creer que Armie se haya dado cuenta de todo lo que pasó. Espero que hay sido el único porque las cosas se pondrian incomodas en esta casa.

— Vi lo que pasó entre Ryan y tú — me miró fijamente.

Abrí mi boca para decir una excusa, pero las palabras no salían. 

No había excusas. Lo que vio fue lo que paso y no podía negarlo. No había cómo negarlo.

— No era algo que estaba planeado — le respondí resignada desviando los ojos a otro lado.

— Con que sí pasó algo — se sienta en mi cama y pone una cara pensativa — ¿Qué fue lo que pasó?

— ¿¡Qué!? — me quede viéndole de una manera insistente.

Era la segunda vez que me pasaba esto en el día de hoy. Primero le confesé a Ryan lo de Matt y ahora me delato con Armie.

— No puedes dejarme en media historia — sus ojos se veían curiosos — No te quedes callada. ¡Cuéntame!

— Pero dijiste que nos habías visto — le dije confundida.

— No vi nada — se acomoda mejor en mi cama — solo era para que lo confieses.

Espero haber aprendido la lección. Mis futuron nuevos hermanos son buenos para sacar información. 

Me dejé caer en mi cama resignaba por lo que había confesado. Estaba sentada a su lado.

— No le digas a tus hermanos lo que te dije — veía al frente con la mirada perdida.

— No lo haré — se inclina hacia atrás y se apoya sobre sus manos — por qué crees que te traje aquí.

Eso de alguna manera me reconfortaba.

— Sigo esperando la historia — dejo que su cuerpo callera en mi cama.

Suspiré y empecé a contarle todo. Le conté la historia de los tres hermanos. Prácticamente me estaba desahogando con él.

Al principio me sentía incomoda diciendole lo que pasó, pero mientras la historia avanzaba me iba sintiendo más en confianza.

— Pero yo creo que estoy malentendiendo todo — le digo al terminar de contar la historia con sus hermanos — ¿Verdad?

— No — le dijo tan secamente que me deprimí más de lo que estaba — Ryan te dejo en claro que busca algo contigo. No hay nada que malentender porque él te lo dijo directamente.

Eso era cierto, pero esperaba que él me diera esperanza.

— Matt es más confuso — se caya un momento — Él no es de decir esas cosas. Lo que se pude ver es que tiene un tipo de interés. Puede que un interes de amistad.

Eso calma mi corazón. Tal vez intenta que tengamos una buena relacíon, ya que nunca nos hablamos antes a pesar de haber estado en el mismo curso por años.

— Con respecto a Patrick, creo que él también está confundido como tú — se sienta — Pero muestra el mismo interés que Ryan debido a que casi se besan.

Y lo de tratar de besarme no fue solo una vez.

— Lo confundiste tú — se gira para verme — debido a que no trataste de evitar su beso como lo hiciste con Ryan.

— Es que Patrick lo hice de otra manera — las palabras salían de mi boca como si estuviera hablando con mi mejor amiga — Él me hizo sentir bien. No solo se abalanzó.

— ¿Te gusta Patrick? — Me miro sorprendido.

— N-no — le dije dudosa — ¡No! — después lo dije con seguridad.

— Tranquila — se rio — Sabes, conociendo a mis hermanos se les va a pasar el capricho.

¿Capricho?

— Nunca duran con sus chicas porque cambian rápido de opinión sobre ellas — se pone de pie de un salto — Así que no te preocupes.

— Bueno — lo vi caminar hacia la puerta.

— Tengo cosas que hacer — da un vistazo a mi cuarto — No te pude ayudar con tu cuarto. No creo que logres acabarlo hoy, así que te puedo ayudar después — el comentario me dolió — Nos vemos, Lele.

— ¿Lele? — confundida le sonrió.

— Tu nombre es largo — Hace un gesto de cansancio — Prefiero resumirlo en Lele — me sonríe en forma de confianza y sale de mi cuarto.

Me quedé viendo la puerta con una sonrisa, pero esta vez sabía porque sonreía. Armie sin decirlo directamente me ofreció su amistad y complicidad.

Espero que tenga razón con el tema de sus hermanos. Y que se les pase el "capricho".

De alguna manera me dolio que me diga que yo soy un capricho para sus hermanos. Es una forma de decir que me ven como un juego.

La verdad es que sí soy un capricho para ellos. Por las historias que escuché en la sala, me doy cuenta que siempre tienen este tipo de comportamiento. Es algo que yo ya me lo imaginaba, pero cuando me lo confirmaron hoy me sentí un poco decepcionada.

Debería sentirme aliviada de saber que en un tiempo solo me van a ver como su hermana menor. Pero me siento un poco... 

 ¿Triste?


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