Capítulo 1: Un cambio completo

Siempre me tuve que cuidar por mí misma, mi madre tenía un trabajo que le hacía viajar mucho por todos los lugares. Desde mis 14 años tuve que vivir "sola". Mi madre siempre viajaba por una o dos semanas y el periodo que se quedaba era más corto que los viajes, pero los momentos que estaba conmigo siempre los hacia especial. Sabía que ella se sentía muy mal por dejarme sola por periodos largos, pero yo la entendía, era su trabajo y para poder mantenernos tenía que trabajar.

Un día volvió y me presento a un amigo y con el tiempo ese amigo se volvió su pareja. La veía tan feliz y eso me hacía feliz a mí también.

Ya pasaron dos años desde que me lo presento. Y ya pasaron dos segundos desde que me dijeron que se iban a casar.

- Hija... ¿Te parece bien? - Me dedica una dulce sonrisa - Sabes que no haría algo sin preguntarte.

Mi madre es feliz. Solo eso me importa, además él es una buena persona y siempre se preocupa por nosotras.

- Claro - Me paro y me dirijo hacia ellos para abrazarlos - Me parece una idea increíble - los abrace con todo el afecto - Además siempre quise tener una familia grande.

- Pues tu deseo se cumplió - Dijo mi futuro padrastro - Sabes que tengo muchos hijos...lamentablemente nunca los pude presentar formalmente.

- Eso no es problema seguro que se llevaran bien - se veía tan feliz y se nota que está emocionada - Tengo una idea, Amor.

- ¿Cual? - Le mira con curiosidad

- Recuerda que un mes antes de la boda tenemos que ir a un viaje de negocios - me mira con emoción - Que tal si ese mes tú aprovechas a mudarte a nuestra nueva casa y convives con tus nuevos hermanos.

- Tienes razón - El futuro esposo de mi mamá muestra la misma emoción que ella - Para esa fecha todos mis hijos ya van a estar en casa.

Después de un momento los dejé de escuchar, porque me di cuenta que tendría que estar con muchas personas en una casa después de haber vivido toda mi vida sola y además esas personas son chicos. Apenas tengo amigas en el colegio y solo tengo un amigo. Soy pésima hablando con los chicos.

- Esta decidido, dentro de dos meses te vas a vivir con tus hermanos

¿¡QUE!?

- ¿En dos meses? - mi voz temblaba un poco - ¿se casaran tan pronto?

- Sé que parece pronto - mi madre se acerca a mí y me pone sus manos en mis hombros - Y  sé que se deberíamos planear nuestra boda con calma, pero no queremos algo grande. Solo queremos a nuestros hijos a nuestro lado y a unos pocos familiares - Me abraza y me susurra - Sé que es un gran cambio para ti y te agradezco que aceptes el cambio por mí - Me besa en la mejilla.

Era verdad todo lo hacía por ella porque nada me hacía más feliz que verla feliz. Desde que mi padre murió, no la veía sonreír tanto.

- Será interesante - mostré mi mejor sonrisa - Siempre desee una familia grande y parece que se me cumplió.

- Además, ya conoces a uno de mis hijos - dice intentando animarme - Como son compañeros de clases, al menos no te sentirás tan nerviosa con alguien conocido.

Lo había olvidado, mejor dicho, me había obligado a olvidar que uno de sus hijos era Matt. Eso me ponía más nerviosa aún. En realidad conocía a cinco de sus hijos, bueno al menos de vista. 

Ian es el que está en un grado menor al nuestro y como todos los hermanos que conozco es, sin discusión, muy simpático. A parte de eso, es un artista, es nuevo en el área del espectáculo, pero ya es muy conocido. El que le sigue es Matt, está en mi grado, y es uno de los dos más populares de mi colegio, el otro es Ian. Matt y yo nunca hemos hablado, pero es porque la verdad me da mucho miedo hablarle, ya que es muy serio y de paso siempre está rodeado de chicos y chicas que son de su "elite", por decirlo de una manera. 

El otro hermano es Chris, el salió hace un año del colegio, era...es muy conocido por ser el mejor deportista del colegio. Creo que ahora solo se dedica al tenis. Pero aunque se haya ido, su fama, en especial con las chicas, aún sigue en el colegio. 

Los otros dos son Ryan y Adam, los gemelos y modelos. Ellos salieron dos años antes que Chris y por su trabajo no se los veía en el colegio. 

Vivir con ellos me causa muchos nervios. Y a quien no con esos currículos. Esa familia parece como una fábrica de estrellas.

 Cuantas chicas darían todo por vivir con ellos y justo me tenía que tocar a mí. Espero poder llevarme bien con ellos.

- Sí, seguro me podré llevar bien con él - intente sonreír - También conozco de vista a cuatro más de sus hijos, supongo que también eso me hará sentir más cómoda - intentaba convencerme.

- Cierto - Sonríe. Al parecer no notaron mis nervios - Solo te falta conocer a cinco de mis hijos.

¡Cinco! Sabía que eran muchos. Siempre me hablaba de ellos, pero nunca los conté. En total son 10 hermanos y voy a estar con ellos aa solas un mes. 

Seguro mi emoción se nota en mi cara.

- Hija, estas pálida - Me pone la mano en la frente - espero que no te estés enfermando.

- Yo igual espero eso, pero ahora me siento con mareos.

Fueron los días más rápidos de mi vida. Creo que mientras más lento quieres que pase el tiempo, más rápido pasa.

Ni siquiera me acompañaron a la nueva casa. Me despacharon en un taxi que iba detrás del camión de mudanza. Voy a tener que enfrentar a 10 chicos sola. Con solo pensarlo ya me vuelve a dar mareos. Espero que entre ellos haya uno normal, por así decirlo, como yo.

- Llegamos - dijo el taxista

- ¿Está seguro? - Me asomo a la ventana del taxi para ver el lugar - Esto no parece una casa. Más bien parece un edificio.

- El camión de la mudanza se detuvo aquí, así que este debe ser el lugar.

- Bueno, gracias - Salí del taxi.

Probablemente el camión se confundió de dirección. Mejor voy a hablar con el conductor.

Cuando me acercaba al camión pude ver a un...chico...que parece un poco mayor y a su lado esta niño. Ambos estan en la puerta del lugar. El chico estaba hablando con el conductor y señalando dentro de la Casa.

- Buenos días - Mi voz salió un poco chillona.

- ¡Hola! - me dijo el niño mientras me mostraba una gran sonrisa - ¿Tú eres mi hermana mayor?

- Tranquilo Rob - le puso la mano en la cabeza - Discúlpalo está muy emocionado por tener una hermana y no lo culpo. Solo tenemos hermanos - me sonríe - Soy David y él es Robert, pero le decimos Rob.

¿Ellos son mis hermanos?

- Un gusto, yo soy Arlene - le sonreí nerviosa

- No estés nerviosa - me volvió a sonreír - sígueme te voy a llevar a tu cuarto.

Ambos empezaron a caminar y yo los seguí por detrás.

Creo que él es uno de los hermanos mayores de Matt. Para ser mayor se ve muy bien. Creo que ninguno de los hermanos es de apariencia...normal. Parece que sus genes fueron escogidos para que ellos salgan así de perfectos, hasta el niño parece que va a tener un buen futuro y eso que parece que tiene apenas unos 10 años.

En la entrada había como unas pequeñas jardinera. Desde afuera se notaba que tenía cinco pisos y se podía ver que la "casa" era muy extensa.

- Wow - no pude evitar el sonido por el asombro.

- ¿Qué pasa? - me mira curioso el pequeño niño.

- Es solo que su casa es muy bonita - le sonrío.

- ¿En serio? - mira la casa y se queda pensativo.

- En realidad ahora es nuestra casa - el hermano mayor suelta una pequeña risa - Además para tantos hijos se necesitan muchos cuartos.

- Tienes razón - le sonrió - se me olvido que son muchos.

- Ya te acostumbraras - me mira de una manera preocupada - espero que los soportes. Yo apenas lo hago.

Yo solo espero acostumbrarme.

Llegamos a la puerta de entrada. Había un panel con números y el digito una clave.

- Después te daré un papel con la clave - yo solo asentí

Al abrirse la puerta, había unas gradas que iban directo al segundo piso. Abrió una puerta y pude ver una enorme sala y a la izquierda estaba el comedor.

- El primer piso son salas comunes - me hace una señal para que vea el lugar - la puerta que está al lado del comedor es la cocina - no pude evitar mi cara de asombro por el lugar - no exageres es una sala y comedor común.

¿Común? Si claro. Común para las estrellas de Hollywood. Es un lugar perfectamente decorado y también se nota que tienen muchos lujos. Yo en mi sala apenas tenía una televisión pequeña.

- Sigamos - me hace una señal para que lo siga.

Nos dirigimos hacia un... ¡ASCENSOR! ¿Qué es este lugar? 

David con cada gesto que hacia intentaba no reír.

Entramos al acensor y el hermano mayor presionó el piso cinco.

- Los menores están en el último piso - las puertas del ascensor se cerraron - compartirás piso con Matt, Ian y Rob - creo que mi cara se puso pálida - No te preocupes. Son buenos chicos, además Ian a veces viaja por su trabajo así que solo tienes que lidiar con Matt y Rob.

- Yo soy tranquilo - Rob pone una cara de enojado.

- Estoy segura que contigo me llevaré muy bien - es un niño muy tierno no puede evitar sonreír.

- ¡SI! Si quieres solo me hablas a mí - me agarra de la mano - soy el mejor de todos - las puertas se abrieron y el me jalo para salir.

Esto no es real...

Entramos a un lugar donde había una pequeña sala que estaba muy bien equipada. Aparte de los aparatos electrónicos comunes, había una mesa de billa y hockey.

- Si quieres te puedo enseñar a jugar - Rob me jala emocionado a la mesa de hockey.

- Rob, deja que primero se acomode en su cuarto.

Pude ver que alrededor de la sala había cuatro puertas.

- Esta está tu llave - me da una tarjeta - la puerta de la derecha es tu cuarto. Te sentirás cómoda. Son recamaras grandes y tienes un pequeño baño. En la tercera planta está el baño principal si quieres puedes usarlo.

Rob me jala hacia otra puerta.

- Este es mi cuarto. Puedes venir cuando quieras - me sonríe - solo tocas el timbre y yo voy a salir.

¿Cada cuarto tiene timbre? Cada vez estoy más emocionada de vivir aquí, pero eso no quita mi miedo. Al menos los dos hermanos que conocí son amables. Espero que los demás sean así.

- Bueno, te dejamos - jala a Rob para que lo siga - a la 1:00 pm será el almuerzo, baja cuando estés lista.

Estoy encantadamente aterrada.

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