Veintiuno
—¡AHHHHHHHHHHH!
Achico mis ojos mientras la escucho gritar e intento ofrecerle pañuelos desechables de la cajita que traje de mi baño y donde aproveche a limpiarme antes de darle mi "Ayuda", pero ella los arroja al suelo.
— ¡Ahhhhh!. — Sigue gritando.
—¡Lo siento! ¡Realmente lo siento mucho!
No es verdad, volvería vomitar sobre ella.
—Vincent.. ¡Mira lo que me hizo!
—Ya te ha pedido disculpas, Crystal.
— ¡Tú!. — Me lanza una mirada furiosa. — ¡Lo has hecho a propósito!
Han sido los bebes.
Intento disculparme de nuevo aunque quiero reír y Vincent igual, sin embargo me contengo hasta que sucede.
Dylan comienza a reír.
Explotamos de risa y Crystal luce indignada.
—Realmente lo siento. — Vuelvo a pronunciar.
— ¡Tú!?Eres!.. —Observa a Dylan. —¡Vendré a recogerte después de quitarme la porquería de esta mujer!
Mi porquería.
Upps.
Ella me arrebata la caja de pañuelos desechables que le traje para que se limpiara y sale del departamento resonando sus zapatos de tacón en el suelo mientras nosotros observamos la escena sorprendidos.
—Creo que es hora de irnos, Dylan.
Dylan asiente y los acompaño a la puerta, abre la de su departamento y Dylan entra corriendo, Vincent se queda conmigo.
—¿Estas bien?
Asiento despacio.
—Creo que te cayó mal mi desayuno, debí freír unos minutos más el huevo .. ¿No estaban muy bien ,no?
—No, no es eso..
—¿Hanna?
Llena de nervios decido preguntárselo. —¿Tendrías una cita conmigo?
Él sonríe. —¿Qué?
—Una cita conmigo, mañana, después del trabajo.
Cuando sus ojos se abren más sé que ha entendido que hablo completamente enserio.
—¿Qué me dices, Hart? ¿Irías a una cita conmigo?
Su sonrisa crece. —¿Habrá tacos?
Me rio.
—Lo habrá.
Suspira frustrado. —Que me queda.
Le doy un pequeño golpe en el hombro empujándolo y el ríe.
—Es el riesgo que acepto si debo salir contigo.
— Que romántico.
—Soy romántico.
Bajo la mirada sonriendo y cuando la levanto, veo que se acerca a besarme y lo detengo poniendo una mano en su pecho mientras con la otra me señalo los labios y le recuerdo que acabo de vomitar.
Vincent se ríe, pero aun así se acerca y esta vez presiona su boca sobre mi frente.
Eso ha sido tierno.
Me sonrojo cuando se aparta.
—Eres increíble, Hanna Ross y por eso estoy enamorado de ti.
Voy a decírselo.
Hoy se lo diré.
Me mentalizo que haré exactamente mientras Dafne y Peggie siguen hablando a mi lado, Dafne chasquea los dedos frente a mí.
—¿Estas escuchando lo que te dije?
Peggie ríe y bebe de vaso con Coca Cola, estamos en la hora del almuerzo en la cafetería y a pesar de que Dafne me está narrando su primera vez con Kevin Daniels y que es algo que no necesito en detalles, yo estoy pensando solo en mi cita de esta noche con Vincent y de cómo se lo diré.
¿Debería decir "Estoy embarazada" o "Tendremos Mellizos"?
¿Cuál de ellas lo dejara en menos shock?
Suspiro.
— ¡Hanna!
Mis ojos se abren.
—¿Estas escuchando?
— No. — Soy muy honesta.
— ¡Hann..!
Unto una papita en mayonesa y la meto a mi boca.
—No necesito detalles, Dafne.
—Yo si. — Añade Peggie. —¿La tiene grande?
Casi me atraganto con una papa frita.
—¡Peggie!
Ella ríe.
—¡Tienes novio!
Peggie suspira.—Ya no..
—¿Qué?
—Dallas y yo terminamos.
Parpadeo tratando de entender esto, ellos eran como un chicle.
—Estuve trabajando con el hermano de Kevin en un caso, saben que Marcus Daniels se especializa también en gestión de patrimonios, necesitaba su ayuda con unos clientes y pasamos mucho tiempo juntos, ha Dallas no le agrado y me monto una escena de celos en frente de unos ellos, perdí el caso o mejor dicho, pidieron que escogieran una abogada más "Capacitada"
Oh cielos..
—Ellos se lo pierden, Peggie.
Ella se encoje de hombros. — Ni siquiera me importa el caso ¿Saben? pero estoy furiosa con él.. ¿Cómo puede creer que iba a ponerle los cuernos?
—Bueno... Marcus es .. —Alarga las palabras Dafne.
Peggie sonríe.
—¿Y tú y Marcus?
Peggie niega.— Marcus es un caballero, pero no, no estamos juntos, nunca paso nada, ni pasara, es solo un amigo.
En ese momento levanto la mirada a la puerta de la cafetería, Dallas Winslet está aquí, Peggie lo nota y se pone de pie.
—Creo que me adelantare.. ¿Vienes conmigo, Dafne?. —Prácticamente le ruega.
Aun me falta acabar, así que decido quedarme mientras Dafne dice que sí.
—Nos vemos arriba.
Asiento.
— Y si compras una gelatina, me llevas una.
— Vale, vale..
Sonrio viendo como salen de la cafetería, Dallas intercepta a Peggie , pero ella pasa de largo y va detrás suyo.
Cuando no tengo más vista regreso la atención a mi plato, pero no como más de cuatro cucharadas cuando la escucho.
—Hanna...
Levanto la mirada y es ella, Crystal Bell está aquí.
Y no lleva mi vomito encima.
Ni siquiera me pregunta, jala la silla y toma asiento frente a mí.
—Vincent esta con un cliente.
—No he venido a ver a Vincent.
Ayy dios..
—Escucha... Ya me disculpe contigo.
—Tampoco he venido por.. — Aprieta los labios ofuscada, seguramente al recordar lo que poso la última vez que nos vimos. —Por eso.
—¿Entonces qué haces aquí?
—No voy a andarme con rodeos, así que vas a hacer lo que te digo.
Mi boca se abre. —¿Disculpa?
—Vas a dejar a Vincent.
¿Esta mujer es ridícula?
¿Cómo se atreve a decirme eso?
—O voy a alejar a Dylan de él.
Mi boca se abre más y ella sonríe, sintiendo que ha ganado.
Baja la mirada a mi vientre. —Sé que estas embarazada y quizás pienses que ese bebé puede remplazar el dolor que va a sentir Vincent cuando aleje a Dylan de su lado, pero estas equivocada.
—No, la que estas equivocada eres tú. —Le suelto. —Ni siquiera me conoces, sueltas palabras pensando creer lo que pienso, pero de tu boca solo sale veneno.
—¿Cómo ..
— No .. ahora hablo yo. — La interrumpo. — No voy a dejar a Vincent.
Alza una ceja con sorpresa. — ¿No acabas de oír lo que te dije? Voy a alejar a Dylan de el si no te apartas.. — Ella se ríe. —¿Acaso no te da vergüenza, Hanna? Estas separando una familia.
—No me eches la culpa por lo perra que fuiste con el, yo no aparte a Vincent de ti , tu sólita lo hiciste sin ayuda de nadie.
Ella se cruza de brazos.
—¡Y ahora entiendo porque, loca!
— ¿Cómo te atreves..?
— ¿Cómo te atreves tú a venir a amenazarme a mi trabajo?
Sus ojos vuelven a mirarme con odio.
—¿Qué creíste? ¿Qué podías venir a amenazarme y yo cumpliría tus ordenes? ¡Esta no es una jodida telenovela, Crystal Bell!
Su labio tiembla. —Al parecer no te importa, Vincent.
—Me importa más de lo que alguna vez pudo importarte a ti, es más, el no solo me importa, estoy enamorada de él.
Oh madre mía.
Lo he dicho.
Se sorprende por un momento, pero se recupera.—Pues no lo parece.
—Al contrario, lo quiero y lo conozco. — Le corrijo. —He sido capaz de ver defectos y sus virtudes, veo lo que tú no pudiste ver y en lugar de eso te fuiste por otro camino. Yo si lo conozco y por eso mismo también estoy segura que Vincent es el mejor abogado que conozco.
Después de mi claro.
—No necesito de tus amenazas cuando estoy segura del gran abogado que es y déjame decirte que si quieres ignorar el dolor que sentirá Dylan ante todo lo que tienes pensado hacer y quieres seguir con esto, la que realmente debería tener miedo eres tú, no Vincent.
La dejo con la palabra en la boca y subo directo a mi lugar de trabajo, después de eso solo solo hay pequeños fragmentos.
—¡Hanna!
Mi nombre, un golpe y lo último que recuerdo es que pierdo el equilibro y caigo por las escaleras.
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