Veintinueve
Hemos buscado por todas partes.
Vincent se ha asegurado de ir a todos los lugares a los que el frecuentaba con ella en su relación pasada, ha buscado información por todas partes, pero incluso los padres de Crystal no saben dónde están y se encuentran igual de preocupados por Dylan, hemos recibido llamadas anónimas, pero la persona al otro lado del teléfono siempre permanece en silencio, Vincent está convencido de que es Crystal, pero si ya quisiera algo, ya hubiera contestado, sin embargo es una preocupación más.
Vincent..
Él está destrozado..
Nunca lo había visto así, sin ánimos de nada, mucho menos de ir a trabajar y estoy preocupada, trato de no hacerlo debido a lo avanzado del embarazo, pero no puedo dejar de pensar en Dylan, todos los días pienso en él, cuando me levanto, a la hora de ir al trabajo y antes de dormir y despertarme algunas noches por los sollozos de Vincent.
Justo como ahora.
Nunca he visto llorar a Vincent.
Y ahora que lo he visto, sé que haría de todo para no verlo así de nuevo.
Me siento sobre la cama y en la oscuridad de la habitación, me las arreglo parar llegar hasta el, Vincent está sentado cerca al filo de la cama y su cuerpo reacciona al sentirme, no necesitamos palabras, el solo necesita sentir que estoy aquí, que no voy a dejarlo y que Dylan volverá pronto a su lado.
Me quedo callada hasta que sus lágrimas disminuyen hasta desaparecer.
—Vamos a encontrarlo, Vincent. —Presiono mis labios sobre su hombro. —Sé que vamos a encontrarlo.
La mañana del fin de semana, Vincent regresa al trabajo después de largas semanas de haber estado ausente, el jefe fue comprensivo después de que me senté a hablar con él en su oficina y decidió poner sus faltas como vacaciones, ahora mismo se encuentra reunido con un cliente.
Las chicas vinieron a visitarme, pero después de almorzar juntas ya que Vincent aviso que no llegaría para acompañarme, ellas se marcharon.
Ahora estoy sola, con una barriga enorme y que parece a punto de explotar, enorme es poco para describirlo y siento miedo cada vez que la veo, para agregar, los bebes no dejan de moverse, parece que tiene una fiesta cada noche porque es cuando más patean, aunque creo que ellos están igual de inquietos que su madre y su padre al no saber de su hermano.
El teléfono del departamento vuelve a sonar y esta vez, estoy llena de tanto estrés que decido gritarle a la persona que no deja de llamar.
—¿Cuál es tu probl..?
—Hanna..
Mi corazón se detiene.
—¿Tú eres Hanna?
Mi labio inferior tiembla.—¿Dylan?..
Luego de un corto silencio dice.—Hanna, extraño a papi.
Mis ojos se llenan de lágrimas y me llevo la mano a los labios.
Oh dios mío..
Realmente es el.
—Dios, cariño... ¿Estás bien?..
—No, quiero ver a papi y mami no me deja. —Me dice y escucho su voz romperse. —Ella no quiere que vea a papi, Hanna.
Trago saliva.—Dios, cielo..¿Has estado llamando tú?
Puedo jurar que está asintiendo con su cabecita. —Mamá tiene el número de papá, pero siempre que quiero llamar no me deja.
Me froto la cara y cojo el teléfono inalambrico mientras camino alrededor del departamento.
—Mamá dice que papi ya se olvidó de mi.—Solloza.
—No, claro que no, eso no es verdad , cariño. — Niego y mi labio tiembla . —¿Sabes dónde estás, Dylan?
—No..
—De acuerdo, amor.. — Me froto la frente. ¡Vamos, Hanna, piensa un poco!. —Solo descríbeme el lugar ¿De acuerdo? ¿Crees que puedes hacer eso por mí?¿Puedes acercarte a la ventana y ver?
— Si, puedo hacerlo, Hanna.
—De acuerdo. — Me limpio las lágrimas y sonrio. — Eres un buen niño, eres un buen e inteligente niño, Dylan .. Dime que ves ahora.
Dylan me describe cada parte del lugar, por dentro y fuera, le es difícil para él y solo ruego que donde quiera que este la irresponsable de su madre, no llegue justo ahora.
La mayor ayuda que me da es el nombre del lugar donde están hospedándose y..
Sé dónde es..
—Está bien, Dylan.. sé dónde es. — Trato de hablar clara. —Solo espérame ¿sí?..ya voy,Dylan.
—De acuerdo, Hanna.
—Voy por ti, Dylan.
Cuelgo el teléfono y salgo del departamento, marco el número de Vincent, pero no contesta, así que le dejo un mensaje de voz junto a otro mensaje, me detengo en el paradero observando los coches.
Y mi cuerpo se paraliza.
Si tomo el tren tardare y tal vez sea demasiado tarde, tal vez pierda la oportunidad de que Vincent se reúna con Dylan otra vez.
—Señorita.... — Un taxi se detiene frente a mí. —¿Necesita un taxi?
Mi garganta se aprieta mientras el conductor espera mi respuesta.
Y lo hago, saco el valor que nunca creí tener para dejar de lado mi mayor miedo.
Por mí y por mis bebes.
Por Dylan.
—Sí, lo necesito.
Hola..
Como mi madre suele decir.
Cuando un hijo necesita de nuestra ayuda, las madres sacamos fuerza sobrehumana de donde sea y ella mejor que nadie lo sabe. :D
Nos queda un capitulo..
¿Qué esperan que suceda en el ultimo capitulo? :o :o
Ya puedo imaginar lo que están diciendo.
"Espero que no mates a nadie" AJAJJAJAJ
Nos estamos leyendo en el final.
>> Yiemir.
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