Nueve

—Ahora entiendo porque te gusta viajar en el tren.—Me dice Vincent tras la postura que tiene sobre mí.

El tren está lleno, como cualquier día en la mañana y en las que pocas veces logro tener suerte de hallar un asiento disponible, sin embargo este no es el caso, el tren esta tan lleno que el único lugar que encontré fue cerca de una de las paredes, Vincent me siguió y gracias a la segunda parada y a las personas que subieron en ella, ahora tengo a Vincent apretándose contra mí, tengo un pequeño espacio, peor aun así es incómodo.

Él está demasiado cerca.

Nunca lo he tenido así de cerca en mi vida.

¡Mentira!

Me sonrojo y trato de que esas espantosas imágenes no aparezcan en mi mente, demasiado tarde.

Además..

Su aroma es agradable..

He olido perfumes fuertes en hombres que me he topado, en el trabajo mayormente y cuando se los he preguntado, han presumido de cuanto más fuerte sea el perfume, más imponen, lo cual me parece ridículo viendo a Vincent aquí.

Su perfume es suave, como si solo se hubiera echado un par de gotas y fuera más que suficiente.

Trato de no ser evidente al olfatear y observo su traje limpio, un nuevo rubor se apodera de mis mejillas.

Anoche..

No basto con la humillación y la clientela que espante, seguramente Luis no me dejara comer otra vez ahí o al menos en el segundo piso.

¿Qué rayos me pasa?

¿Estoy enferma?

Suspiro de regreso a mirar su traje.—Lamento haberte vomitado.

Llamamos un poco la atención de una de las personas a mi lado y le doy una mirada de "Metete en tus asuntos", felizmente el hombre vuelve la atención a su teléfono móvil.

—¿Hanna Ross está disculpándose conmigo?.—No sé si ha sido sorpresa o sarcasmo.

—Disfrútalo, no pasa seguido.

El sonríe y yo también dejo escapar una sonrisa, me abofeteo mentalmente.

Estoy cambiando sonrisitas con Vincent Hart.

¿Qué me sucede?

Esto es más extraño que mi reciente vomito.

—No te disculpes, a todos nos pasa.

—Es la primera vez.— Digo apartando la mirada.

—Debió ser algo que comiste, te dije que esos tacos..

—No lo arruines, Hart.— Le interrumpo y el alza una ceja.

Y pensar que estaba empezando a caerme bien.

¿Yo dije eso?

—Da igual, no necesitas disculparte, es algo natural.

Eso quiero creer yo.











—¿Estás aquí?.—Parpadeo sin entender mientras mis manos aprietan el teléfono.

—Sí, estoy aquí.— Me dice mi dulce hermanita.—El avión acaba de aterrizar, así que si te apresuras llegaras a recogerme a tiempo, hermanita, necesito un lugar en el que quedarme.

—¿Y Anthony?

—Anthony llega el lunes, pero no te preocupes, solo será por hoy, buscare un mejor departamento mañana mismo.

Suspiro.

—Solo digo la verdad, Hann.

—Te veo allá.—Respondo y cuelgo.

Decirme que está aquí cuando aún me faltan unas horas para salir del trabajo.

Una hora..

¿Cómo rayos cree que llegare al aeropuerto en solo una hora?

Un taxi...

Primero lo primero, Hanna.

Me pongo de pie y voy directo a ver a Harold, afortunadamente me da el permiso y cuando salgo de la oficina pasan al menos unos veinte minutos para decidirme por el taxi o no, el tren no es una opción y ya me hice tarde.

Lo pero sucede a continuación.

Vincent, Kevin y Dallas salen del edificio y me observan, sin dudarlo, Vincent se acerca a mí.

—¿Saliste temprano hoy? Justo fui a buscarte para que vayamos juntos en el tres.—Ignoro su sonrisa confiada.—¿Qué sucede, Hanna?¿No estamos conociéndonos?

Solo lo suelto.

—Mi hermana está aquí.

Su rostro muestra confusión.

—Está esperándome en el aeropuerto y no puedo tomar el tren porque la única ruta me hará tardarme una hora más en llegar y puedo tomar un taxi..

Antes de darme cuenta, le está pidiendo las llaves a Kevin, veo sorprendida como se las lanza y Vincent las coge en el aire después de discutir el como Kevin se ira a casa o que Vincent no vaya a rasguñar su coche.

Vincent mueve las llaves frente a mi.—¿Confías en mí, Hanna?

—La verdad no.—Digo honesta.

—Tendrás que hacerlo, Ross y iré con cuidado.— Me guiña un ojo.— No dejare que te pase nada malo. 














—¡Llevo esperando una hora, Hanna!.—Me reprocha Lizbeth, tiene puesto una blusa de tiras con unos shorts cremas y unos lentes de sol cubriendo sus ojos, su cabello rubio cae hacia adelante.

Me detengo agotada frente a ella luego de correr desde que estaciono el coche en la entrada y ella enseguida sonríe para luego rodearme con los brazos.

—¡Estas igual que la última vez!

No sé si tomar eso como un cumplido o no.

Lizbeth se aparta de mí y da una vuelta en su propio eje, dos turistas se les quedan viendo el trasero al pasar y silban, Lizbeth se siente halagada, pero enseguida les enseña su anillo de matrimonio, ellos solo se van riendo.

Vuelve a modelar frente a mi.—¿Qué opinas?

—Increíble ...— Alargo las palabras.—¿Y ahora que lo dije ya nos vamos?.— Señalo detrás de mí.

—Eres tan aburrida, Hann.

Siento a Vincent llegar a mi lado, Lizbeth se quita los lentes de sol para mirarlo de pies a cabeza.

—¿Y quién es este monumento?.

Ruedo mis ojos.

Lizbeth busca información en mi rostro.— 'Es tú?

—Trabajamos juntos.— Se presenta Vincent educadamente y no creí que educado y Vincent pudieran ir en una oración, pero tras lo sucedido hoy.

Lo cierto es que ya no sé qué pensar.

Lizbeth acepta su apretón, es más, lo toca más, una de sus manos va a su hombro y lo aprieta, mis ojos saltan y carraspeo.

—Beth..

—Lo siento, lo olvide.—Le enseña el anillo a Vincent, aunque a él parece darle igual.— Estoy casada.

—Felicidades.

Libeth lo observa con sorpresa y yo ahogo una risa.

—Ya vámonos.









—¿Todavía le tienes miedo a viajar?,.—Me reprocha Lizbeth.—¿Es por eso que me has hecho esperar?

Me lleno de enojo que hasta no me mido al cortar y termino cortándome el dedo, Lizbeth abre los ojos y se aleja, siempre le ha tenido fobia a la sangre, mientras Vincent llega a mi lado con un pañuelo y me acerca al lavado.

Nos quedamos en silencio mientras los chorros del agua me hacen doler la pequeña herido.

—¿Por qué sigues aquí?.—Pregunto mirándolo.

—Tu hermana me invito y ..— Observa a Lizbeth, quien está concentrada en su teléfono. A los segundos regresa su atención a mi mano..—Desde que la conocí supe que no podías hacerlo tu sola.

Mi corazón se acelera.

— Odio a tu hermana.

Me rio.

—¿No es muy temprano para tomar decisiones?

— No..— Pone sus ojos en mi.— Tu y ella son muy diferentes.

— Oh.. ¿Por qué ella es más de tus amiguitas?

Vincent sonríe y ambos regresamos nuestra mirada a mi dedo herido, trago saliva y mis ojos se desvían hasta su mano, tiene la mía muy sujeta y tengo miedo de que escuche mis latidos que por alguna razón se encuentran acelerados, entonces ocurre y sube sus ojos a los míos, sin embargo me sorprende que no allá una sonrisa arrogante resaltando los hoyuelos en su rostro.

Vincent se mantiene serio y su mirada me ve con mucha profundidad, entonces solo ambos nos soltamos y antes de mirarlo lo escucho carraspear.

—Ya dejo de sangrar y no es una cortada profunda, así que no creí que necesites puntos.

—Gracias..

Espero otro comentario tan digno de él, pero no lo hay, es más, ha dejado de tener contacto directo a mis ojos.

—Me iré después de la cena o si deseas ahora..— Hace una pausa y recupera su sonrisa, quiero decir que no, pero él se me adelanta.—Pero si a mitad de la noche te provoca estrangularla, estoy disponible si quieres que evite que cometas un asesinato.

— Vincent..

— las puertas de mi departamento están abiertas para ti, Bruja .. y tengo un vino..

¿Esta invitándome a su departamento?

—No haré nada extraño, solo.. si no soportas a Lizbeth, puedes venirme a ver a mitad de la noche y podríamos beber uno de los vinos que traigo guardados.

Separo los labios para responder, pero esta vez es Lizbeth quien me interrumpe.

—¡Buenas noticias! Encontré un hotel de cinco estrellas, pero ya que es tarde me quedarte esta noche contigo, hermanita.

Intercambio una mirada con Vincent y Lizbeth toma asiento frente a la barra para observarnos.

—¿Ustedes.—Nos señala con su dedo.—¿Qué son ustedes?

—¿Qué?

—¿Estas saliendo con él, Hanna?

Observo a Vincent, él se mantiene callado y sereno.

—Vincent, es..—Lo miro unos segundos y veo a mi hermana.—Él es..

— Soy el novio.

Mis ojos se abren y lo ven, el me guiña un ojo y yo niego disimuladamente, aunque el si se da cuenta, mientras Lizbeth luce igual de despistada que siempre.

—En realidad..

—Es increíble ¿No? te dije que hasta tú podías conseguir un hombre así..

Y todas mis ganas de negarlo se van al tacho.

— Estoy emocionada por ti, Hanna, aunque no he visto que sean muy cariñosos.. yo y Anthony somos muy unidos ..¿Ustedes no?

—Solo no nos gusta exhibir nuestra relación.

Ella no me cree y junta ambas cejas.

—¿Es en serio esto?

Hasta Lizbeth se ha dado cuenta que es una farsa.

Me pongo nerviosa y si no fuera por la voz de Vincent.

—Hanna..

Solo un giro, eso me falta.

Para sentir como me atrae hacia él y sus labios aprietan los míos con fuerza.

Me besa.

Vincent me besa. 







Hola...

En el siguiente capitulo, Vincent y Hanna se abrirán más y pasaran un momento agradable en el departamento de Vincent..

  ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°) 

Nos leemos.

>> Yiemir.

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