➳Capitulo 26➳

Dedicado a:
YeyeVante74



Habían llegado recién al bar, Taehyung aún debía ir a ver el estado de Nari y separarse de su chico no era una opción, además era conveniente para el que Jungkook se diera cuenta de que entre el y la chica no había nada más que amistad.

Planeaba estar en la vida de ese niño y para ello necesitaba que Jungkook se sintiera de acuerdo con la decisión, que no le genera ningún tipo de inquietud.

Tomó la mano del pelinegro y entrelazó sus dedos antes de caminar dentro del lugar

Jungkook observó el espacio y una sonrisa pícara se dibujó en sus labios al recordar. No podía creer lo bien que la había pasado ahí y estaba tentado a pedirle a Taehyung que visitaran el cuarto de juegos. 

—Hace mucho no hago apuestas.

Le dijo a Tae en tono divertido.

El pelirojo lo observó con una sonrisa ladina, antes de negar con su cabeza, eliminado los malos pensamientos, si seguía así, no haría nada con su vida, solo estarían como conejos.

—Fue un juego divertido la última vez, pero ahora  mismo necesito resolver asuntos antes de dejar que tu bonita polla visite mi culo, una vez que eso pase ya no podré separarme de ti— dijo descarado.

Estaba a punto de entrar al pasillo que llevaba a su oficina cuando la anatomía de una mujer, que muy bien conocían ambos, les bloqueo el paso.

—¡Hola Kookie! Me dijeron que podría encontrarte en este lugar.

Habló la mujer poniendose enfrente de ellos y acomodando la camisa de Jungkook para después mirar a Taehyung y sonreírle de una manera coqueta.

Taehyung rodó sus ojos, realmente la tipa era cansona y le estaba haciendo perder la paciencia.

Se interpuso entre ellos, poniendo su cuerpo frente al de Jungkook y tomando las manos del mayor para ponerlas sobre su cintura, observó con aires de superioridad a la mujer.

—Se mira y no se toca, chica tienes las manos largas — le dijo con fingido tono de amabilidad.

Ella sonrió.

—Sí, las tengo —le dijo y después acomodo la camisa de Taehyung mordiendo sus labios y conectando con su mirada. —y son tan ágiles y buenas, casi benditas Taehyung…

¿O no Jungkook?

Preguntó buscando con la mirada a Jungkook.

El pelirrojo bufó por su descaro.

—No me interesa, como sea puedes guardar tus manos mágicas y lárgate de aquí, generalmente me reservo el derecho de admisión — dijo pasando por su lado mientras veía al pelinegro divertido con la escena.

—Qué pena —le dijo con una sonrisa burlesca —pero no vine a medirnos las uñas —se soltó riendo y se movió hacia Jungkook. —Vine a verte a ti Kook, no puedes seguir evitándome y este juego me está cansando.

La chica movió su pelo e hizo un puchero a Jungkook.

—No debiste buscarme y mucho menos en este lugar ¿qué rayos te pasa Mina? Antes no eras tan complicada.

—Antes no eras un maldito gay —Soltó despectivamente. —Antes solo te importaba coger y tener poder, poder que no obtendrás siendo un marica, tu padre te va a destruir. Así que hablemos y lleguemos a un acuerdo, uno donde la cerecita pueda participar.

Dijo refiriéndose al pelirrojo.

Taehyung estaba realmente aburrido de la mujer y no se quedaría a escucharla, su cabeza dolia cada vez que escuchaba la chillona voz y ahora tenía algo de que encargarse.

—Solucionen lo que sea que pasa aquí, no me importa, no me involucren — dijo serio — iré a ver a Nari, alcanzarme allí Kook, no tardes y sobre todo no estes tan cerca, si apestas a esa mujer tendré que bañarte en el patio con una manguera — río divertido antes de girar y comenzar a caminar hacia su oficina.

Jungkook disimuló una sonrisa, seguro después le haría burla por sus visibles celos. 

—Mina, deja esto atrás, lo que pienses que va a suceder… No pasará. —Jungkook le dijo tratando de estar tranquilo, pero ya estaba molesto de más.

—Va a suceder lo quieras o no… y ese juguete tuyo, te aburrirá muy pronto —se soltó riendo burlesca. —necesitas tener un heredero y ¿sabes algo? Él no podrá dártelo.

—Cállate Mina— reprochó.

Ella sonrió y después camino un poco, alejandose.

—Nos veremos más pronto de lo que te imaginas Jungkook.

Y se marchó, dejando al pelinegro con un mal sabor y sintiendo una gran molestia en el estómago.

Taehyung luego de pasar por su oficina decidió ir a la de Sejun, era probable que allí encontrara a su amigo junto a Nari.

Abrió con cuidado, sin meter ruido, sigiloso, le encantaba saber que podía encontrar a su amigo en alguna actitud indecorosa que podría servirle para burlarse más tarde.

Grande fue su sorpresa al ver que se encontraban sentados en el sofá, mientras Nari reposaba sobre el regazo de Sejun y este repartía caricias en su espalda mientras sonreía dulcemente.

—Entonces…— interrumpió haciendo que ambos lo observaran pálidos —¿Asumo que las penas ya se fueron de este lugar? Quien lo diría, Sejun, te gusta mi secretaria — molestó sonriendo divertido con los brazos cruzados.

Sejún mordió su labio inferior y con cuidado sentó a Nari sobre el sofá antes de ponerse de pie.

—No molestes niño— el apodo que ocupaba cuando Taehyung se ponía malcriado cuando aún eran unos adolescentes — respétame, además no solo me gusta tu secretaria, estoy enamorado de ella y planeo quedármela, a ella y al bebé, mi bebé — aclaró.

El pelirrojo asintió conforme con esas palabras, muy de acuerdo con la decisión de su amigo, que sabía que sería un buen hombre para la muchacha.

—Bueno, Dada las circunstancias y que adopté a Nari como una especie de hermana, que me dará un sobrinito — dijo acercándose a él — Bienvenido a la familia, cuñado — hablo divertido.

—Puf, ya quisieras que fuésemos parientes — dijo Sejun volviendo a su lugar junto a la chica.

Taehyung se acercó a ella también, observándola con dulzura.

—¿Cómo están?— pregunto haciendo alusión a ella y su bebe

Nari los observó con una sonrisa en sus labios, aunque estaba algo avergonzada, estaba más feliz que eso, Sejun era el hombre de su vida y Taehyung estaba ahí, cumpliendo con su palabra.  

Así que sin entender por qué una extraña sensación de paz se instaló en su pecho.

—Estamos mucho mejor —le sonrió. —Gracias por todo.

Iban a seguir hablando cuando la puerta sonó, era Jungkook quien esperaba afuera para que le permitieran el pase, esa oficina no era la de Taehyung así que se sentía un poco tímido de entrar sin permiso.

El pelirrojo se puso de pie, sabiendo de quién se trataba y dejando escapar una pequeña risita antes de abrir la puerta.

—Adelante, hermoso, eres bienvenido siempre — le aclaró mientras tomaba su mano y lo guiaba hacia el sofá — Te presento a Nari, mi hermana adoptiva, que me dará a un bonito sobrino, del cual también serás tío cuando te atrape por siempre — bromeó — y el de allá es Sejun,  su ¿Novio? No sé realmente, ¿este idiota siquiera te lo pido como corresponde?— hablo burlesco— en fin, amor— llamo a Jungkook — está es mi disfuncional familia — presentó.

Jungkook no pudo evitar sonreír al escucharlo y observó a la chica sin poder evitar sentirse avergonzado por expresarse mal de ella. Ahora tenía una infinita empatía y pensó en lo del bebé.

—Hola Nari, hola Sejun —los saludo —Me alegra que seré tío también.

Nari sonrió al escucharlo y tomó la mano de Sejun.

—Gracias por hacer grande mi familia y por decir esas cosas bonitas para mi bebé. —les dijo e hizo una reverencia. —Sejun, ¿podríamos irnos? Necesito mover algunas cosas de mi departamento. 

Le dijo tratando de darles su espacio a Taehyung y su novio.

Sejún asintió hacia ella, extendiendo su mano para hacer lo pedido por su chica.

Taehyung sonrió hacia ellos y antes que salieran se acercó a abrazar a Nari brevemente — Llámame si necesitan algo, déjame ser un tío presente — dijo divertido mientras recibía un asentimiento de parte la chica para posteriormente abandonar el lugar.

—¿Quieres comer algo?— le pregunto a su novio

—No tengo hambre —le contesto soltando el aire una vez se vieron solos. —La verdad estoy un poco de mal humor, Mina es un grano en el culo.

El pelirrojo se acercó a él y se puso tras su espalda, empujándolo desde sus hombros para qué sentara sobre el sofá.

Acto seguido subió al respaldo de este y abrio sus piernas para quedar tras su espalda y comenzar a masajear el cuerpo ajeno.

—¿Quieres que la haga desaparecer?— pregunto sin detener sus movimientos

Jungkook cerró sus ojos y disfrutó del momento.

—Si, por favor… necesito olvidar el mal rato, ¿qué sugieres?

Taehyung sonrió malicioso, le encantaba poder deshacerse de esa suripanta.

—Deja le presento a un amigo millonario, estoy seguro de que cualquier interés que tenía en ti, se esfuma por completo — dijo tranquilo — ahora quiero hacerte sentir bien, Dime ¿qué hago para que mi bello chico elimine el estrés?

Sonrió al escucharlo y mordió sus labios.

—Vienen muchas cosas a mi mente que podrías hacer para eliminar mi estrés. —Le dijo y se levantó lento para girarse y ver de frente a Taehyung y después lento reclamó sus labios comenzando a subir la intensidad del beso. —Podrías comenzar por mostrarme tu hermoso cuerpo.

Le pidió con su voz afectada.

El contrario sonrió malicioso, su hombre quería un show y él no era nadie para negarse.

Se deslizó por el sofá quedando frente a la intimidad de Jungkook, saco su lengua, lamiendo sobre la ropa y haciendo un camino hacia arriba mientras se ponía de pie y llegaba justo a la altura de sus labios, besando aquellos con urgencia solo unos segundos antes de separarse e invertir las posiciones, haciendo caer al pelinegro sobre el sofá y comenzando un suave vaivén con sus caderas, sin apartar sus ojos de los negros y profundos de su chico.

Sus manos hicieron un camino por su pecho, desabotonando su camisa y dejando poco a poco su piel expuesta.

—¿Te gusta lo que ves? Preguntó antes de quitar la parte superior de sus ropas por completo, para hacer un camino con sus manos sobre su torso y llegar hasta el cinto de sus pantalones, los cuales soltó con gracia y dejo caer hasta sus tobillos, levantando sus pies y arrojandolos lejos.

Se acercó a Jungkook, quedando frente a él, muy cerca y tomó una de las manos del pelinegro, para ponerla sobre su abdomen, incitándolo a tocar.

Al verlo así, Jungkook se sentía tan perdido, y duro, estaba muy excitado con cada movimiento sensual de Taehyung.

—Me vuelve loco lo que veo. 

Le respondió y bajó más su mano por todo su vientre y después comenzó a desabotonar su propio pantalón para liberar su gloriosa erección, lamiendo sus labios, deseoso por llenar ese lindo culo para disfrutar con su polla. —Taehyung —le habló con voz afectada —Quiero que me montes, quiero sentir cuanto lo deseas.

Sin hacer preguntas ni reclamos el pelirrojo se quitó la última prenda que cubría aún su cuerpo, dejando su majestuosa desnudes ante los ojos de Jungkook, mismos ojos que lo observaban dilatados, y de un negro tan profundo que podrían hacerlo poner de rodillas sin el mayor esfuerzo.

Subió al regazo del pelinegro, sentándose por completo sobre su hombría, mientras ejercía un vaivén tortuoso, haciendo que el falo se perdiera entre sus nalgas.

—Tócame— pidió sin detener sus movimientos

Jungkook jadeó por el intenso placer de sentir como Taehyung se movía, besó la piel canela de él y llevó su mano hasta el delicioso y necesitado pene de su novio.

—¿Así? —le dijo comenzando a masturbarlo de manera experta, moviéndose para hacer más intenso el encuentro de sus cuerpos.

Taehyung mantuvo sus ojos cerrados, mordiendo su labio inferior y disfrutando del calor que comenzaba asentarse y hacerse casi sofocante.

Levantó sus caderas, y a tientas busco el miembro endurecido de Jungkook para alinearlo en su intimidad y dejarse caer en el de golpe, sacando un gemido lastimero, pero amando el dolor que había sentido por la intromisión.

Se mantuvo quieto unos momentos, acercando su rostro al contrario y tomando los labios del pelinegro en un beso sucio, ingresando su lengua y sosteniendo al contrario desde la nuca, como si temiera que se alejara.

Una vez se acostumbró al grosor y la longitud que lo llenaba, comenzó a moverse lentamente, tentando al mayor, enloqueciendo, queriendo que él pidiera por más, mostrándole que nadie podría complacer como él.

—Mmmh, diablos Taehyung… me vas a volver loco.

Le dijo mordiendo los pezones de Taehyung, sostuvo con fuerza su cadera y ayudó yendo a su encuentro, lo embistió y jadeo ronco, sin dejar de disfrutar de su piel que solo lo invitaba a probar más y más. —Aaaah que bien aprietas mi amor.

Las manos de Jungkook se sentían tan bien sobre su piel que era inevitable pensar que el encuentro no duraría mucho, estaban siendo intensos, totalmente cegados por la pasión que desbordaban sus cuerpos al encontrarse.

Taehyung aceleró sus movimientos, montando al pelinegro con destreza, levantando y dejando caer sus caderas sobre las contrarias, haciendo que la punta del miembro ajeno apuñalara su próstata sin piedad, mientras maldecia y pedía por el hombre al cual estaba cabalgando.

—Eres tan grande, me llenas tan bien, Jungkook — gimió — estoy tan cerca— aseguró sin detenerse y llevando sus labios hasta el cuello del contrario, dejando una pronunciada marca en él, marcando la piel de su pertenencia — te necesito más fuerte— casi suplicó

Jungkook tenía que complacer las súplicas del pelirrojo, así que eso hizo. Tomó con más fuerza su cuerpo y también el control de las embestidas. Entraba y salía una y otra vez sin descanso, llevándolos a ambos a la gloria.

—Aaaah, córrete Taehyung, quiero verte devastado por el placer que solo yo te puedo dar.

Casi le ordenó, él también estaba muy cerca.

El pelirrojo sentía como Jungkook arremetía en su interior, con fuerza, tan profundo que no podía ignorar la orden, también quería llegar al clímax con esa maravillosa sensación que le hacía sentir su chico.

Se dejó ir en el orgasmo, mientras sostenía desde los hombros del pelinegro y lo dejaba hacer con su cuerpo lo que quisiera, le pertenecía por completo, y no podía estar más de acuerdo con eso.

—Jungkook~ — gimió mientras su esencia salía disparada manchando sus cuerpos dejando tiras de semen sobre su piel y sonriendo complacido por el encuentro, sin dejar de sentir como Jungkook aún arremetía dentro de él buscando su propia liberación

Jungkook sonrió complacido y atrajo a Taehyung para besarlo intensamente mientras él también se liberaba en el interior de su chico. Llenándolo por completo sintiendo como sus cuerpos se estremecen por el placer.

—Eres Perfecto mi amor —le dijo sin dejar de besarlo y terminando de vaciar dando los últimos empujes. —Te amo Taehyung.

—También te amo, Jungkook — dijo antes de cerrar sus ojos y recostarse sobre el cuerpo contrario, mientras sentía las caricias repartidas en su espalda y una enorme sonrisa se posaba en su rostro.

Pasen felices fiestas, y muchas gracias por todo el cariño que le dan a mis hitorias.

🌸ErLith_🌸

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