➳Capítulo 22➳
Taehyung estaba confundido; no entendía del todo la preocupación que sentía por esa chica. No habían tenido gran acercamiento más que el incidente en la oficina, del cual se sentía algo incómodo e incorrecto, sin entender a qué se debía.
Por otro lado, estaba Jungkook, quien estaba seguro de que debía estar creando muchas ideas en su cabeza por lo ocurrido. Pero es que él mismo no sabía cómo explicarlo; solo se sintió desesperado, en la necesidad de ir por Nari, asustado, muy extraño.
Condujo su auto hasta la ubicación que le había enviado su secretaria y, nada más llegar, la vio bajo un techo, resguardándose de algo, con sus ropas maltratadas y su rostro cubierto de lágrimas.
Bajo con apuro; su sangre estaba hirviendo, tenía rabia y, inexplicablemente, sentía que debía matar a alguien.
Se acercó a ella con urgencia.
-Nari...- llamó suavemente.
Ella se estremeció al escuchar su nombre. Su cuerpo vibró en un miedo incontrolable, pues estaba sumergida en sus pensamientos, pero estaba segura de que nada malo le pasaría si Taehyung estaba ahí.
No pudo soportarlo más; estaba hecha pedazos por todo lo que estaba pasando. Sin previo aviso y por impulso, se abalanzó a los brazos de Taehyung, sin importarle que su ropa maltratada dejara ver más de lo debido. Estaba tan asustada que solo quería sentirse protegida.
-¡Perdón! -le dijo entre sollozos, abrazándose fuerte a él-. Es que ya no puedo, te juro que ya no puedo soportarlo más.
Taehyung envolvió sus brazos en su cuerpo, cuidando de ella, queriendo protegerla entre ellos y maldiciendo la forma tan devastada en la que se encontraba.
-Todo está bien, Nari, estoy aquí -dijo con voz suave mientras la separaba levemente para quitar su chaqueta y ponerla sobre el cuerpo de la chica-. Te llevaré a tu casa, pero me dirás qué sucede. Te ayudaré, pero quiero saber quién hizo todo esto, qué fue lo que pasó -aclaró, cerrando su propia chaqueta en el cuerpo de la chica, cubriendo cada porción de piel que pudiera quedar a la vista.
Nari limpió su rostro y miró a Taehyung; era sincero, él de verdad lo era. No quería pensar más, no quería seguir sintiéndose así de mal, necesitaba dejar en manos de Taehyung toda aquella angustia... aunque no entendía del todo por qué.
-Te diré, lo diré todo. Pero, por favor, no me lleves a casa -le supliqué, temiendo que Yoongi la estuviera esperando o la atacara después. -Donde sea, menos en ese lugar; él me puede encontrar ahí y no quiero.
Dijo sollozando y abrazándose a sí misma.
El pelirrojo lo pensó unos momentos. Si Jungkook seguía ahí, lo cual esperaba, aunque sabía que no sería posible, tal vez podría explicarle las cosas, no muy seguro de que el pelinegro quisiera escuchar.
Su cabeza dolía; sentía la necesidad de cuidar a Nari, pero también sentía la necesidad de correr hacia JK y aclarar las cosas. Era tan difícil, se sentía abrumado.
-Está bien, vamos al bar; ahí podremos hablar tranquilos -dijo.
Nari asintió al escucharlo y se sostuvo fuerte de su brazo para poder caminar, pues una vez su cuerpo se enfrió y la adrenalina bajó, comenzó a sentir dolor en su intimidad y también en todo su cuerpo al haber sido golpeada y estrujada de la manera tan brutal en la que Yoongi lo hizo.
Trato de disimular el dolor, pero no le era posible. Con su mano libre tocó su vientre disimuladamente; estaba asustada porque algo malo le hubiese pasado a su bebé.
Taehyung la observó, vio aquel gesto y la nueva expresión de dolor en su rostro, y su preocupación aumentó.
-Dime, ¿qué pasa? ¿Duele algo? -preguntó atento-. ¿Quieres que te lleve al hospital?
Se sentía tan avergonzada, pero a la vez necesitaba estar segura de que todo estaba bien.
-Sí, la verdad sí necesito ir al hospital -admitió, agachando el rostro, pues no quería decirle con detalles lo que había pasado, pero suponía que él debería saberlo, o por lo menos intuirlo.
Sin decir más, Taehyung la guió hasta su auto y abrió la puerta para que subiera.
Una vez que ambos estuvieron con sus cinturones puestos, tomó rumbo hasta el hospital más cercano.
Al llegar allí, se acercaron al mesón de urgencias y registraron a la muchacha para luego esperar a que la llamaran.
Poco después, Nari fue ingresada a la sala, donde Taehyung ya no la pudo acompañar. Después de largos y eternos minutos, una elegante doctora salió sosteniendo sobre sus manos algunos papeles.
-¡Familiares de Jung Nari! -dijo con voz fuerte y con notoria molestia.
Taehyung se puso de pie de inmediato al escuchar su nombre y se acercó a ella.
-Yo... Vengo con Nari -dijo impaciente.
La doctora lo observó por encima de sus lentes y después volvió la vista a los documentos.
-¿Esposo? -preguntó con un tono lleno de sarcasmo-. Me gustaría mucho saber si es usted su pareja.
Dijo y después bajó los documentos con brusquedad. Estaba consciente de que no estaba siendo profesional, pero cada vez que era testigo de abusos hacia chicas como Nari, sentía su sangre arder.
-Soy... su hermano -mintió-. ¿Qué sucede con ella? ¿Está bien?
Estaba genuinamente preocupado, pero sabía que si no mentía, no tendría información de Nari y eso no podía suceder.
Esperaba que la mujer fuera lo bastante ingenua para creer en su palabra, aunque no entendía la molestia tan grande que dejaba evidenciar.
La doctora lo observó fijamente y después volteó su cuerpo para caminar.
-Sígueme. Si eres su hermano, debes saber lo que le ocurrió a tu hermana -detuvo sus pasos, volteó hacia los lados y, después de saber que nadie la observaba, se acercó lo más que pudo al pelirrojo-. Pero si eres su maldito agresor, te juro que te encajaré el bisturí en los ojos -le dijo bajito y volvió a caminar hasta entrar a la habitación donde estaba Nari descansando. Tenía una intravenosa puesta y se miraba tranquila, como si no hubiese pasado por tanto, o quizá era solo el efecto adormecedor de todo aquel medicamento.
El pelirrojo frunció el ceño; él jamás sería capaz de lastimar a Nari, a ninguna chica en realidad. A pesar de ser un descarado y un descuidado chico, el respeto era algo muy importante para él.
Una vez que entró, se acercó a la doctora y, tal como ella hizo, le susurró:
-Pregúntele a su paciente si tiene esa maldita duda de que yo podría haberle tocado un solo cabello. Está siendo grosera, doctora.
Nari abrió los ojos al sentir la presencia de ambos y desvió la mirada de Taehyung; estaba tan avergonzada.
Mientras tanto, la doctora seguía a la defensiva.
-Señora Jung, ¿él es su hermano, verdad? -preguntó, buscando una reacción de Nari, pero lo único que Nari pudo hacer fue voltear su rostro, sintiendo un dolor casi real en su pecho al pensar en su hermano.
-Lo es.
Respondió apenas y limpió su rostro; estaba llorando, aunque no quería.
-Bien, cuando hay casos de abusos sexuales, se debe levantar la denuncia correspondiente -le dijo esta vez a Taehyung, observándolo a los ojos fijamente para ver si se negaba.
El pelirrojo frunció el ceño. Era un hecho: él solo sospechaba que aquello podría haber pasado, pero saber que era real hacía hervir su sangre. Necesitaba saber quién era el infeliz que la había lastimado; se sentía muy protector de ella, no de forma romántica, más bien era algo... ¿familiar? Muy confuso.
-Por supuesto -dijo de inmediato, observando a Nari-, dime quién fue y haré que se pudra en el infierno -aclaró con su mandíbula apretada.
Nari se levantó de inmediato, sentándose en la camilla y haciendo una mueca de dolor.
-No, no así -dijo con un tono de angustia-. Doctora, déjeme sola con mi hermano.
Ella pidió y la mujer la observó yendo hacia ella para hacerla recostarse de nuevo.
-Tu embarazo ahora es muy delicado -soltó sin más-. Las primeras semanas son las más peligrosas y, debido a lo sucedido, debes entender que están en riesgo tanto tú como el bebé -le dijo, revisando de nuevo sus signos. -Me iré para que hables con tu hermano, pero estaré aquí por cualquier cosa.
Le dijo y Nari asintió. La observó salir y después miró a Taehyung.
-Lo lamento mucho, no debí involucrarte.
-¿Esperas un bebé? -preguntó sin más.
La reciente noticia lo había tomado por sorpresa; necesitaba que Nari fuera sincera, que confiara en él. -¿Es del tipo que te lastimó? -preguntó apresurado, necesitaba saber-. Dímelo, te ayudaré, pero dime, por favor.
Nari agachó su rostro.
-Sí, yo... no quiero perderlo, no tengo a nadie más -confesó, llevando sus manos a su vientre-. Este bebé no tiene culpa alguna, quiero quedármelo.
Dijo sintiendo la angustia en su cuerpo.
Taehyung se acercó a ella y se sentó sobre la cama antes de tomar sus manos y sonreírle tranquilo.
-Está decidido, seré su tío, aunque sea ficticio, pero debes decirme todo, no te guardes nada. Debo saber para cuidar de ti, de ambos.
Nari sonrió y limpió su rostro.
-Tengo miedo -aceptó-. No quiero que te metas en problemas por mi culpa. Él... no es bueno y, además, podría querer perjudicarte, Taehyung.
Le confesó.
-No debes preocuparte, también tengo mis mañas -bromeó-. ¿De quién se trata?
-Es Min -agachó la mirada, esperando que quizá Taehyung se levantara de ahí y se fuera. Quizá no le creía; ella no sabía qué pensar o sentir.
Sin duda alguna, Taehyung no se esperaba ese nombre, y tampoco la rabia que estaba sintiendo en ese momento. El maldito jamás merecería un hijo, ni a una persona como Nari a su lado.
-¿Ese hijo de puta fue quien intentó abusar de ti?
Ella apretó sus labios.
-Ya no importa lo que intentó o no conmigo -dijo, conectando su mirada con la de él-. Ahora lo que importa es que no sepa que estoy esperando un hijo.
Taehyung asintió, solo para calmar a Nari; luego se encargaría de ese maldito. Ahora lo principal era el bienestar de la chica y el bebé.
-No lo sabrá, ustedes no lo necesitan. No mentía cuando te dije que sería un tío para él. Cuenta conmigo, Nari, puedes verme como parte de tu familia... Un hermano tal vez, no importa, solo déjame ayudarte.
Nari se sentó de nuevo sobre la cama y esta vez lo hizo con cuidado.
-Perdón -le dijo sincera y lo abrazó para sentir su calidez, que extrañamente le daba paz. -Yo debía arruinarte, pero no lo hice y por eso estoy aquí ahora -le confesó. -No me odies, por favor; yo solo quería encontrar a mi hermano y Yoongi sabe dónde está.
-¿Arruinarme? -preguntó intrigado. -¿A qué te refieres, Nari? ¿Qué tiene que ver tu hermano en todo esto?
Nari suspiró.
-Todo, Taehyung, mi hermano tiene todo que ver -hizo una breve pausa-. Yoongi sabe dónde está, quién es, y me manipula para que le dé información sobre ti.
Tomó valor. -No me odies, por favor; en realidad no le dije mucho.
El pelirrojo observó a Nari con tranquilidad; él estaba consciente de la pequeña obsesión que tenía Yoongi hacia su persona, pero al parecer lo había subestimado; no era tan pequeña como él creía.
-¿Qué te ofreció y para qué le sirve la información sobre mí? -preguntó tranquilo.
-Hasta ahora... una foto -rió con amargura-. No sé nada de mi hermano y él tiene toda la información con la cual me ha tenido en sus manos todo este tiempo. Pero ya no quiero, no quiero decirle nada sobre ti, ni con quién sales ni nada -dijo sincera-. Estoy cansada de esto, no quiero más problemas ni excesos, no ahora que sé que estoy esperando un bebé. No me importa que él sea el padre, yo quiero tenerlo.
-Está bien, no hablemos más de él. Necesitas estar tranquila por ti y por tu bebé; ambos deben estar bien -sonrió hacia ella-. Arreglaré esta situación con Min, no volverá a molestarte, me encargaré de él -aclaró-. Y quiero que me dejes ser el tío de este bebé. A pesar de no haber un lazo sanguíneo, quiero que me vea así, como familia... si estás de acuerdo.
La sola idea de poder estar cerca de ese niño, por alguna razón, le hacía ilusión; le emocionaba cuidar de ambos, como si Nari realmente fuera su hermana, como si fuesen familia.
Ella le sonrió; se sentía tan mal que no merecía el apoyo que Taehyung le estaba brindando, pero, por una extraña y egoísta razón, lo iba a tomar porque lo necesitaba y sentía en su corazón que era correcto.
-Gracias -dijo, agachando la mirada-. Realmente no lo merezco, pero después de tanto... necesito un hermano, ¿no?
Preguntó con una sonrisa y después se recostó de nuevo en la camilla. -Me siento un poco cansada -le dijo y cerró los ojos-. Promete que te cuidarás de Yoongi y... también prométeme que no le dirás de esto a Sejun.
-Cuidaré de ti y del bebé; no debes preocuparte por mí -dijo, poniéndose de pie antes de cubrir el cuerpo de la chica con las mantas y caminar hacia el sofá mientras tomaba su teléfono.
Necesitamos hablar... Por favor
Tecló rápido, esperando que el pelinegro quisiera responder.
Gracias por la espera.
🌸ErLith_🌸
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top