➳Capítulo 2➳
El teléfono celular de Taehyung casi reventaba en llamadas y mensajes. Había alguien del otro lado de la línea con una severa urgencia por ser atendido.
Un tono, dos tonos y parecía que era casi imposible poder hablar con el dueño de la línea telefónica.
Después de mucha insistencia Taehyung observó la pantalla y vio el nombre de su amigo, más bien un socio, al cual le respondió de inmediato.
—Yoongi, viejo amigo ¿Tienes algo para mí? —preguntó directo, ambos sabían que si esas llamadas se llevaban a cabo, eran solamente por asuntos de negocios.
—¡Hasta que por fin! No sabes lo fastidiado que me tiene que no contestes el puto teléfono, ¿Lo tenías metido en el culo? —Yoongi le preguntó con tono sarcástico.
—¿Tanto me extrañabas Yoon? —se burló del mayor riendo fuertemente. —Hace mucho no me guardo nada en el culo, amigo, pero a diferencia de ti, mi trabajo si es real.
La relación entre ambos era de esa forma, cualquiera que los escuchara pensaría que esos dos se odiaban, cuando era todo lo contrario. A pesar de ser un tanto tosco, Yoongi, tenía un gran aprecio por Taehyung.
Rio al escuchar sus palabras llenas de desfachatez y después de eso le contestó.
—Tengo algo que podrías guardar ahí. ¿Quieres? —Le preguntó burlesco pero después se puso serio. —Hay que hablar de negocios, hay un tipo que me está haciendo molestar un poco, ¿Voy a tu oficina o vienes a mí trabaja ficticio?
—Ven aquí y espero sea conveniente, aún tengo trabajo que hacer, además podemos beber algo mientras hablamos.
Contestó sin despegar sus ojos de los documentos que estaba revisando, Yoongi del otro lado de la línea podía sonreír.
—Te mandaría a mi secretaria pero no queremos que te distraigas de lo que es importante. —Le dijo y después rio. —Estare ahí en unos veinte minutos.
Yoongi colgó la llamada sin esperar más y después de eso salió de su oficina mirando a quien él se refería como su secretaria.
—¡Jung! —Le llamó golpeando su escritorio al verla distraída, la mujer se estremeció y después se levantó de inmediato haciendo una reverencia. —Vamos a salir, iré a un negocio y quiero ver ese lindo culito moverse frente de mi al caminar.
Quiero salir de aquella oficina, lejos del maldito de Taehyung y seguir sintiéndome hetero—Le dijo con una sonrisa y después ella le sonrió, tomó su bolso y caminó frente a su jefe.
El tráfico lograba sacar lo peor en Yoongi, es que no entendía si las personas se movían en automóviles o en putas tortugas. Golpeaba con sus dedos el volante y después encendió un cigarrillo.
—Olerás horrible en tu cita. —Ella le reprendió y él la miró mal.
—Vamos a un puto bar, Nari, ¿Crees que ahí huele a flores de gardenias?
Ella rio al escucharlo y después de que le diera una calada al cigarrillo se lo quitó de sus labios con cuidado.
—Señor Min. tranquilice sus nervios.
—No estoy nervioso bonita. —Aprovechando una luz en rojo él la giró hacia su rostro y después la besó de manera lenta y a su vez obscena jugando con su lengua. —Estoy molesto, me hierve la sangre y quiero matar a alguien o follarme a alguien, ¿Te ofreces?—Le preguntó con una sonrisa.
—Soy joven para morir.
Ella le respondió con un toque de burla porque sabía muy bien a qué se refería.
Yoongi siguió manejando y al llegar al lugar la miró fijamente.
—Nari, no entiendo una mierda a Taehyung, pero conozco su fama. Así que es mejor que no entres a la oficina, solo quédate ahí en la barra, toma algo y existe tranquila mientras yo salgo.
—Si señor.
Ella le contestó sonriendo de manera coqueta y después de eso ambos caminaron hasta dentro del bar. De día o de noche, era un lugar vibrante y muy sensual, sin duda era un lugar para los mejores amantes, del buen alcohol, de la música y del sexo.
Nari solo se contoneó hasta llegar a la barra donde pidió un jugo de naranja sin alcohol mientras tanto Yoongi fue directo a la oficina de Taehyung tocando con fuerza antes de entrar.
Él estaba sumergido en su trabajo, pero levantó de inmediato el rostro cuando sintió los golpes.
—¡Adelante!
Dio el paso con su voz grave, sus ojos no se separaron de la entrada y sonrió ladino cuando vio entrar a su pálido socio.
Yoongi tenía esa actitud arrogante de siempre, la misma que les hacía sentir esa atracción sexual cada vez que estaban juntos.
Era instintivo, primitivo, no había emociones de por medio, solo deseo, y aunque nunca habían estado sexualmente juntos, las ganas y el calor siempre estaban presentes.
—Bienvenido Min—Le dijo levantándose de su lugar para caminar hasta el visitante.
Yoongi por su parte caminó a su encuentro y después le dio una sonrisa ladina.
—Kim, tanto sin verte. —Le dijo mirándolo de arriba hacia a abajo y después extendió su mano para saludarlo. —¿Ocupado?
Taehyung extendió su mano hacia el contrario y le devolvió el escaneo completo que le había hecho Yoongi.
—Nunca estoy ocupado para ti Min, más aún si vas a llenar mis bolsillos de dinero— Le contestó acercándose peligrosamente a Yoongi.
Él no se movió más, aunque su mente se lo pedía, su cuerpo se tensó inmediatamente al sentir el acercamiento de Taehyung.
—Eso es verdad. —carraspeó al darse cuenta que se estaba dejando llevar por completo por sus instintos. —Hay un idiota dueño de un casino, no quiere pagarme lo que me debe de permiso por dejarlo vender tranquilo su mierda en el lugar— Le dijo mientras caminaba rumbo al sofá, huyendo de sus deseos, para después dejarse caer y bufar por la frustración que sentía.
Taehyung al verlo sonrió satisfecho, le encantaba generar esa tensión y ver el nerviosismo en Min. Era un hombre tan serio, imperturbable, pero con solo tres mínimos actos de su parte, esa fortaleza comenzaba a tambalear, fue hasta él y descaradamente se sentó sobre su regazo, a horcajadas.
—¿Quieres que me encargue de el, gatito?
Sonrió complacido al ver los ojos de Min Yoongi fijos en su rostro.
Yoongi se removió para acomodarse mejor sin dejar de mirar las perfectas facciones de Taehyung, su rostro varonil y ese aroma a deseo y lujuria que desprendía su colonia. Le hacía perder un poco la cordura.
Pero era Min Yoongi, pese a que sus manos comenzaron a sudar por sentirse nervioso y a la vez que la ansiedad se apoderaba de sus ganas se permitió lento subir su mano hacia el rostro de Taehyung.
—¡Que bonito! —Le dijo sin dejar de mirar sus labios. —Quiero que vayas donde el maldito y uses tu sutil encanto para que lo obligues a entender que debe pagar, dejar de vender o morir, ¿Podrías?
— Por su puesto. —respondió restregandose levemente en el regazo de Min. Sus manos hicieron un recorrido por sus brazos, hasta llegar a su rostro donde sostuvo con ambas manos y se acercó de forma peligrosa a su rostro. —Dime cuánto voy a ganar por esto Min, se generoso.
Yoongi no quería pero su erección estaba cobrando vida de una manera que le estaba doliendo. Su respiración se aceleró al tenerlo tan cerca y sin posponerlo más lo tomó de su cintura con ambas manos, de manera posesiva e hizo que Taehyung fuera más consciente de lo que le estaba provocando.
—¿Te parece bien el 30% de lo que me debe?
Le dijo sobre sus labios, tan cerca de ellos que lograba sentir su respiración. Taehyung entendió de inmediato lo que estaba haciendo Yoongi, y si quería jugar, él también podía hacerlo perfectamente, era consciente de que podría doblegar a ese hombre cuánto quisiera.
Acercó sus labios hasta su pálido cuello y pasó su lengua a lo largo de este, dejando un rastro húmedo a su paso, sintiendo como el agarre que tenía Yoongi en su cintura, se hacía más fuerte, más dominante.
—El 40% Min, no aceptaré menos. —aclaró.
Un ronco jadeo salió de los labios de Yoon, pudo sentirse avergonzado pero por el contrario cada vez estaba poniéndose más y más caliente.
—¿Me pones duro y después me pides dinero de más? Eres un pequeño ambicioso. —Le dijo llevando sus manos hasta los muslos de Taehyung y así subirla lentamente hasta tocar levemente su ereccion. —¿35%?
El pelirrojo sonrió burlesco, ver cómo Yoongi perdía poco a poco la cordura sin duda alguna sería siempre muy placentero.
Hizo un recorrido con su mano por el pecho del mayor, lento y tortuoso hasta llegar a su pantalón, dónde sin reparos abrió rápidamente e ingreso su mano, tomando el falo desnudo con determinación, sosteniéndolo desde la base y comenzando un vaivén hasta la punta, sin detenerse. Masturbandolo sin descanso, sintiendo como su mano se humedeció con el líquido preseminal.
—45% Gatito, se que puedes complacerme como yo lo estoy haciendo, solo di lo que quiero escuchar.
Yoongi echó su cabeza hacia atrás sintiendo como aquella electrificante sensación entre el placer y lo prohibido se apoderaba de él. Estaba mal, pero se sentía tan jodidamente bien.
—¡Mmmmh! Con que te gusta jugar sucio… —Le dijo disfrutando de su mano experta. —Tú ganas… que sea 45% pero no te detengas.
Le pidió casi en una súplica, sin dejar de apretar el cuerpo ajeno, se removía de placer; Taehyung aceleró los movimientos mientras besaba el cuello del pálido, dejando pequeñas mordidas, estimulando aún más, sin detener el vaivén de su mano que hacía la presión justa sobre la longitud, dando ese placer que estaba seguro tenía a Yoongi al límite. Lo haría correrse, se lo había ganado por tan generosa oferta, era como el premio por ser un empleador tan flexible y manipulable.
Aunque sabía que solo se debía al calor de tener su falo atrapado entre los expertos dedos del pelirrojo.
Su liberación estaba muy cerca, sentía como sus piernas fallaban en cada movimiento experto
—¡Aaah! Mierda Taehyung, lo haces así de bien y solo puedo pensar en que quiero correrme. —Le dijo con la voz cargada de lujuria por el momento, algunas cuántas gotas de sudor comenzaron a recorrer su piel y Yoongi solo quería tocarlo, que terminara esa tortura que era tener a Taehyung dándole placer; El pelirrojo aceleró sus movimientos, buscando que ese ansiado orgasmo llegara, sin apartar sus ojos de Yoongi, quien se encontraba con los suyos fuertemente cerrados mientras jadeaba y respiraba acelerado.
—¿Te gusta así verdad? —dijo en su oído. —Te encanta la forma en que es cerrado cada trato que hacemos, eres un hyung muy sucio Min y solo yo puedo sacar ese lado tuyo.
Apenas termino de decirle aquello cuando Yoongi derramó su esencia sobre la mano del pelirrojo. Un ronco jadeo salió de sus labios y sin más lo atrajo hacia él para besar su cuello y succionar esa piel canela que lo hacía perderse en cada encuentro que tenían.
—¡Maldito! —Le dijo tratando de regular su respiración aún sobre su cuello, y antes de separarse recorrió un poco con su lengua, saboreando el dulce sabor del pecado. —Eres un tipo muy aprovechado, ¿Sabias Taehyung?
—Te encanta hacer tratos conmigo, que sea aprovechado es lo que más te calienta Yoongi, no necesitas hacer como que mi presencia no te afecta, puede que te vuelva loco y algún día te explote la polla por no poder tenerme.
Se burló y bajó del regazo del mayor, fue hasta el pequeño baño que había en el lugar para lavar sus manos y volver casi de inmediato donde Yoongi. —¿Quieres que haga el trabajo ahora?
Preguntó esperando respuesta, la cual no llegó de inmediato ya que fueron interrumpidos por una nueva presencia en el lugar. una hermosa muchachita que asomaba su cabeza por un espacio en la puerta entreabierta y que no podía disimular el sonrojo en sus mejillas.
—¿Que tenemos acá? Un pequeño angelito se escapó del cielo y cayó en lo más profundo del infierno. —sonrió ladino hacia la muchacha, altanero, como si hubiera previsto esa mirada que ella le daba, una a la cual estaba acostumbrado y que en lugar de molestarle, solo le divertía. —Ven aquí encanto, dime tu nombre.
El taegi es mi placer culpable, no me juzguen deberíamos tener algo de ellos🫢
Gracias por estar leyendo.
🌸 ErLith_ 🌸
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