➳Capitulo 16➳
Taehyung subió a su auto a penas salió del departamento de Jungkook, cerró la puerta con fuerza y condujo a gran velocidad hasta el bar.
Tenía intenciones de ir a su casa, pero sabía que estando ahí, solo, los recuerdos volvían y ahora mismo con el reciente malestar que vivió, todo se intensificaría, pero lo mismo era mejor mantener la mente ocupada.
No tardó mucho en llegar al bar, está uno en el lugar de siempre y entro a paso rápido, observando a su alrededor y verificando que todo seguía de forma normal.
Entro a su oficina, encontrando a su amigo ahí revisando algunos documentos, Sejun levantó su cabeza al sentir la puerta ser cerrada de golpe; Observó al pelirrojo con detenimiento. Ese semblante suyo no anunciaba nada bueno.
Eso le preocupaba, pero también tenía la cabeza hecha un lío por lo que había pasado con Nari la noche anterior.
-¿Qué pasa? -Le preguntó sereno a su amigo y dejó los documentos a un lado.
Taehyung se acercó directo al minibar y sirvió un vaso de whisky el cual tomó de un solo sorbo, sintiendo como el líquido quemaba su garganta levemente. Una vez trago por completo, se giró hacia Sejun, con su semblante entre molesto y angustiado.
-Acabo de estar a punto de dejar inválido a un idiota homofóbico.
Sejun se llevó sus manos a sus sienes y respiró hondo. Ya estaba demasiado cabreado consigo mismo por darle tanta relevancia al asunto de Nari, como si debería importarle. Y ahora quizá tendría que abogar por su amigo, no es que le molestara, siempre estaría para ayudarlo; pero justo ahora, sentía ese malestar al saber lo que pasaba con su secretaria.
-¿Estás bien? -Lo observó detenidamente. -¿Hay algo legal que debamos solucionar? ¿Por qué peleas Taehyung? ¿Te agredió verdad?
Le pregunto levantándose de su lugar. Necesitaba saber qué había pasado antes de hablarle sobre el asunto de Nari.
El pelirrojo bufó ante las palabras de Sejun, era gracioso que pensara que estaba metido en algo ilegal inmediatamente cuando le contaba algo.
-No es nada ilegal, solo el idiota padre del hombre al que me estaba cogiendo, son mierdas homofóbicos y solo digamos que lo asusté un poco, nada más.
Respiro algo triste, casi imperceptible. -Después de todo eso no iba a funcionar -dijo al fin. -No quiero dedicar mi vida a sacar del closet a las personas.
-Está bien- dijo Sejun -¿como puedo ayudarte Tae?
-Ya lo hiciste lo suficiente con encargarte del bar -respondió observando la oficina -¿Viste a Nari?
-Sí, está en su casa, se encontraba indispuesta.
-¿Sucedió algo?
-Tae... esto no debería ser de mi incumbencia, pero, ya que es una empleada del bar, me veo en la necesidad de interferir; La chica estaba muy drogada anoche cuando llegue aquí, se desmayó, dijo que algo le había sentado mal, pero sabes perfectamente que sé reconocer a alguien con alguna adicción.
-No lo consiguió aquí.
-Lo sé, sé perfectamente que la política del bar está libre de drogas, pero eso no le impidió conseguirlas por otro lugar.
-¿Estás seguro de que era eso?
-Por supuesto, cuando la fui a dejar a su casa se veía muy ida, no sé mierda metió en su cuerpo, pero esa cosa la mantenía totalmente fuera de sí. Le dije que la llevaría al doctor, y fue entonces cuando me confesó que se había reunido con un viejo amigo y este le había invitado algunas pastillas.
-Amigo, una mierda, si no la cuida no debería tener ese título.
-Lo sé, bueno te lo cuento porque deberíamos tomar medidas, no sé si esto es algo que ella hace regularmente o si fue la primera vez, Pero no podemos descuidarnos, si firmo un contrato aquí somos responsables de su bienestar.
-Sin contar que si viene drogada aquí, Sejun, pensarán que esa mierda está aquí dentro y eso si no lo permitiré, dañaría nuestro negocio, no es posible.
-Así es, ¿entonces?
-Hablaré con ella, le diré que me cuente la verdad, cuánto tiempo lleva en eso y si ya lo hizo una costumbre debe buscar ayuda, si quiere mantenerse aquí debe estar limpia.
Sejun tomo sus cosas mientras terminaba de hablar, volvería a su casa, necesitaba un descanso
-Me cuentas qué sucede, me iré ahora -dijo dándole un corto abrazo antes de salir de la oficina.
Taehyung tomó su teléfono y marco el número de Nari.
(Llamando...)
Muy a lo lejos escuchaba su celular soñar. Su cabeza dolía como el infierno y sentía una terrible resaca.
-¡Aish! Jodido dolor de muela... -Exclamó Nari.
«¿Hola?» -Contestó aún con sus ojos cerrados, sin saber quién era la persona detrás de la llamada.
-Nari -dijo el pelirrojo -¿Te encuentras bien? Sejun me dijo lo que pasó, tú y yo tendremos una conversación.
Dijo en tono serio. Nari sintió su cabeza punzar y recordó por partes lo que había pasado. Se levantó de golpe al ser consciente de aquella imagen de ella queriendo besar a Sejun y sintió su rostro arder, seguramente sería despedida.
-Lo siento mucho... -Dijo sincera pensando que ese era el problema, sin recordar que le había dicho a Sejun que estaba drogada. -Iré cuanto antes.
-Estaré todo el día en el bar, toma tu tiempo y ven aquí.
Le dijo antes de colgar y dejar caer su cuerpo sobre su sofá. Todo lo pasado le había dejado un gran dolor de cabeza, se sentía tan molesto que tenía desquitarse con cualquiera.
Se levantó, tratando de emplear sus energías en el acto y caminó hasta la salida de su oficina para revisar el bar, no espero que lo primero que sus ojos verían, fuera a Yoongi entrando allí.
-Vaya, vaya... -Le dijo el pálido al ver a Taehyung. -Venía hacia ti, pero parece que tú llegaste primero a mí. -Yoongi llegó con esa actitud, esa única actitud que lograba cabrear al pelirrojo; pero vamos, Yoongi era el más ofendido del lugar.
-Mejor, así me ahorras esa mierda de ir a buscarte -dijo observándole con el ceño fruncido. -Ven a mi oficina Min y mueve el culo que tengo todo el día.
Lo noto cabreado y sonrió al ver que le dio la espalda. Era muy bueno que estuviera de malas, así podría manipular mucho mejor la situación para así poder decirle la mierda de putas que tenía en su bar y que debería despedir al idiota que lo había humillado.
-Bien, sé breve que lo que tengo que decirte yo es por mucho más importante. -Le dijo al estar ambos dentro de la oficina de Taehyung.
-¡Una mierda Min! -grito furioso nada más entrar en su oficina con el pálido siguiendo sus talones. -No traes tu puto negocio aquí, no te debo nada, trata de joderme y sabes que voy a hundirte, me conoces, ¡no juegues conmigo!
Yoongi río fuerte al verlo así de enfadado.
-¿De qué putas hablas? -Le preguntó observándolo a los ojos. -No te entiendo una mierda nada.
Le dijo tranquilo, sin perder el contacto visual con él. Lo convencería de que él no tenía nada que ver con esa "Deuda" que le hicieron llegar. Nari podría ser una buena jugada en ese momento.
Taehyung se acercó a él desafiante, su hipocresía no tenía límites, el maldito era capaz de negar lo que hizo. Se puso tan cerca de su rostro que podían sentir sus respiraciones, mientras Taehyung tenía su profunda mirada sobre los ojos contrarios.
-No te hagas el imbécil, envía un cobro por seguridad a mi bar y luego finges demencia, te conozco Min, eres esa clase de infeliz. Pero no tienes permitido joderme, no tienes permitido meterte con mi bar, no hagas que te odie Min, ya lo estás consiguiendo, si querías llamar mi atención lo lograste, pero no de buena forma
El semblante de Min cambió por completo y esta vez se puso totalmente serio.
-¿Tan importante te crees? Pobre imbécil. -Soltó despectivamente. -Tanto tiempo y jamás te involucré en nada, ¿Por qué lo haría ahora? Más bien fíjate con cuidado a quienes tienes a tu lado.
Soltó sin más, estaba sintiéndose molesto esta vez él. Como si en realidad no tuviese nada que ver con lo que sucedía. -¿Decía mi nombre? ¿Fueron mis hombres? ¿Por qué putas estás tan seguro?
Taehyung le sostuvo la mandíbula con fuerza, más molesto de que estaba.
-¿Planeas mentirme a mí? -pregunto furioso -conozco cada mierda que haces, el maldito sobre tenía tu nombre -lo soltó con brusquedad -mira, no me interesa si asumes está idiotez o no, solo te dejo claro que mi negocio está fuera de alcance, mantente alejado de el y tan amigos como siempre
Cuando soltó de su mandíbula e intentó alejarse, Yoongi tomó con fuerza la muñeca de Taehyung y lo atrajo más hacia él sin dejar de verlo a los labios.
-¿Tan amigos como siempre? -Le pregunto con su voz ronca.
El pelirrojo sonrió ladino, sabía a qué se refería, y estaba tan cabreado con el que era capaz de hacerlo perder la cabeza.
-Como siempre Min- dijo sonriendo antes de acercarse su boca a la contraria y frenar antes de besar sus labios. -No dejas de ser mi perra.
-Claro. -Contestó con un toque de indiferencia. -Si tú lo crees así...
Yoongi no hizo más movimientos, necesitaba que Taehyung se calmara un poco.
El pelirrojo se alejó de él y fue hasta su escritorio donde tomo asiento en su sofá, cruzando una pierna sobre la otra, viéndose como el rey que era, y observando altanero al contrario.
-Bien, ya que está todo aclarado deberías irte ¿O necesitas algo más?
-Sí -contestó molesto al recordar a lo que iba en un principio. -Esa maldita puta que tienes en el escenario. ¡Despídela!
Le dijo de manera tosca, recordando a Jimin. Taehyung lo observó burlesco, mientras apoya sus codos en el escritorio y entrelazaban sus dedos para dejarlos sobre su barbilla.
-Creo que te equivocaste de bar, no tengo putas cantantes.
Yoongi se sintió más molesto. Era el maldito turno de él para sentirse cabreado.
-¿A no? ¿Y la puta rubia que canta todas las noches? -Le preguntó sin dejar de observarlo. -No me digas que crees que ese putito es un santo si se va y coge con cualquiera que le regala un trago.
El pelirrojo no pudo evitar reír y tampoco pudo evitar recordar aquella vez que un idiota se pasó de listo con Jimin y él le hizo una jugarreta muy divertida, algo le decía que una situación similar le ocurrió a Min, quien a juzgar por lo cabreado que se veía, estaba seguro no le había encontrado la gracia.
-Jimin no trabaja como puta, es cantante, un artista, ya lo viste allí, es espectacular, Pero dime qué te hace tener este odio hacia él.
Yoongi bufo molesto al escucharlo.
-Lo que haya pasado es asunto mío -le dijo con recelo. -Solo deberías tener mejor personal, estás lleno de putas baratas aquí, temo por tu reputación.
-Estoy seguro de que rompió tu ego y eso es el maldito motivo para que estés llorando como niña- dijo restándole importancia a yoongi- Mis empleados no son asuntos tuyos, Jimin no lo es, si no te gusta no vengas más a mi bar y asunto resuelto, él se queda, no lo despediré porque tú lo digas.
-Bien -respondió decidido. -Si eso quieres, eso tendrás.
Le dijo con una clara sonrisa. Porque Yoongi sabía que no necesitaba estar en el bar, él tenía ojos ahí, unos que harían lo que fuera. Porque Yoongi tenía poder, más del que Taehyung podría imaginarse, pero aún no, todavía no se mostraría que tanto lo tenía en sus manos.
ErLith_
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