➳Capítulo 11➳

El tiempo había pasado rápido, a Jungkook le costaba admitir que eran por mucho las mejores horas, en mucho tiempo no se sentía tan bien.

Y eso, le asustaba…

—Eres un hombre muy ocupado. —Le dijo para hacer plática. —Aun así… me llevarás a cenar, ¿Qué cenaremos?

Le pregunto observando a Taehyung quien había ido directo a su escritorio y observaba con el ceño fruncido algunos documentos. Parecía distraído de todo en ese momento.

Taehyung no podía evitar tener sus ojos fijos en aquel documento, estaba molesto y el maldito que lo tenía así, iba a pagar.

—Este hijo de puta se metió con la persona equivocada. —Dijo fuertemente —voy a acabar con el maldito Min. —Respiraba agitado.

Jungkook escuchó a Taehyung maldecir y quería preguntar, pero tampoco estaba seguro si era lo correcto. Se rascó la nuca sintiéndose un tanto incómodo.

—Entonces si era algo urgente. —Le dijo observando hacia los lados y jugando el aro de su labio con su lengua. —así quieres posponemos la cena para después.

Le dijo al pensar que estaba estorbando en un momento serio.
Al escuchar las palabras de Jungkook logro calmarse un poco más, verlo indeciso, con intención de cancelar sus planes, solo le hizo sentirse aún más molesto con Yoon por joder el momento.

—Quédate. —Dijo observándolo —te llevaré a comer, teníamos un plan, luego resolveré los problemas con ese infeliz, no te preocupes, a mí no me jode ni dios. —Dijo altanero.

Jungkook sonrió al escucharlo. Le gustaba la actitud egocéntrica que el pelirrojo tenía, contrario a los demás que conociera en él era simplemente fascinante.

—No blasfemes Taehyung. —Le dijo con tono divertido. —¿Qué tal y si el cielo te manda un castigo divino? Como por ejemplo, un tipo tatuado y con perforaciones.

Soltó una carcajada y después le hizo una seña con la mano para que salieran de ahí, pues era verdad, ya tenía hambre.

—Ya me lo envió y folla como los dioses. —Dijo descarado, sin importarle sonar muy atrevido mientras se acercaba al pelinegro, siguiéndole el paso hacia fuera de la oficina —iremos en mi auto. —Dijo tomando su chaqueta y caminando delante de Jungkook, meneando sus caderas exageradamente frente a él, queriendo llamar su atención.

Jungkook sonrió al escucharlo y contemplo su andar sintiendo que no podía ser real que con solo verlo caminar se excitara. Tuvo que mover su cabeza para quitar esos pensamientos o de verdad no iban a lograr cenar. 

En una increíble tranquilidad ambos subieron al auto de Taehyung. El pelirrojo manejó rumbo a un restaurante que no era conocido por Jungkook; sin embargo, este se dejaría sorprender. Llegaron al lugar y al estacionarse ambos se bajaron. Jungkook acomodó su cabello y también su ropa, no era nada del otro mundo que robara miradas, pero esta noche en especial lo hacía más y estaba seguro de que era por la increíble piel canela que caminaba a su lado.

—¿Quieres impresionarme?

Le pregunto con una sonrisa coqueta al entrar al lugar y mirar que era lujoso. Taehyung sonrió con suficiencia, realmente era eso lo que justamente quería, sorprender a este chico, que no tuviera más que buenas palabras sobre su encuentro, ni el mismo entendía la necesidad que tenía porque aquello fuese así.

—No lo sé ¿Está funcionando? —pregunto sonriendo mientras tomaba la mano del chico sin ningún tipo de vergüenza y entraba al lugar como si fuese el puto dueño.

Y es que no estaba muy lejos de eso, el restaurante le pertenecía a Sejun, él tenía algo así como pase libre y una mesa disponible siempre que así lo quisiera.

Un elegante hombre en la recepción lo saludo educadamente, llamándolo señor Kim, lo que hizo a Taehyung sonreír algo apenado por aquello.
Les indicó una mesa, en un lugar privado, ya que el pelirrojo se había encargado de pedir una así, dónde nadie pudiera interferir con su cena, ni interrumpir sus conversaciones, se encontraba ansiando conocer un poco más de ese chico.

—¿Te gusta? —pregunto.

¿Por qué putas se sentía tan extraño? Es que… joder, Jungkook no entendía por qué mierda se sentía como un puto adolescente al cual lo están llevando a su primera cita. No podía ser más estúpido ese sentimiento, ¿O sí?

—Sí, pero faltaron las flores y los chocolates ya sabes. —Le contestó divertido, pero al mismo tiempo se quiso golpear por idiota, ¿Cómo podía seguir cagándola más? De seguro Taehyung pensaría que era un cursi de mierda y se burlaría de él.

El pelirrojo ladeó su cabeza y lo observó divertido, sonriendo solo para él, se sentía estúpido, pero no le parecía una mala idea las flores y los chocolates, se estaba volviendo imbécil, pensaba. No había otra explicación, pero con el pelinegro si sentía la necesidad de aquellas cosas.

—¿Debería traerlo la próxima vez? —pregunto maldiciéndose mentalmente por sus palabras, para luego sonreír avergonzado

Jungkook sonrió un poco nervioso y después agacho el rostro fingiendo que leída el menú, ¿Por qué estaba raro? A, quizá era porque lo tomó al revés. Quería que la tierra se lo tragara.

—Deberías. —Contestó carraspeando un poco. —Y también deberías ordenar por mí, dejaré que seas tú quien escoja esta vez.

Le dio una sonrisa cómplice, porque claro que lo estaba diciendo con doble sentido. Aunque sabía que era un juego muy peligroso.

Taehyung asintió hacia el chico, realmente todo lo que hacía parecía encantarle, tenía reacciones tan tiernas al estar nervioso que estaba provocando cosas en él, cosas que no lograba explicarse y que lo confundía.

Nunca se había tomado el tiempo de ir a comer luego, de tener está cita, siempre fue follar y ya, pero algo le hacía querer ser distinto con el pelinegro.

Sonrió balanceado su cabeza para sacar esos pensamientos de allí antes de hablar.

—Este lugar se especializa en más pastas, mi favorito son los ravioles ¿Quieres probarlos? — pregunto amablemente

—Sí, también me gustan. Nunca he probado unos que superen los de mi abuela. —Dijo sincero y con una sonrisa sin ser consciente que al recordar a su abuela sus ojos brillaron. —Entonces siempre vienes aquí, es bonito.

Reconoció observando el lugar.

—Solo en ocasiones. —Reconoció —generalmente vengo aquí cuando Sejun está en la ciudad, este es nuestro lugar para comer delicioso y charlar, es muy tranquilo. —reconoció.

Una vez la mesera se acercó hasta ellos, el pedido fue hecho y ambos esperaban pacientes su comida.

Jungkook estaba sintiendo una incomodidad al escuchar el nombre de Sejun. No sabía quién putas era, pero lo iba a averiguar a su estilo.

—¿Sejun? —Preguntó fingiendo que no estaba muy interesado aunque lo estaba. —Entonces, ¿Nos traes a todo aquí?

Lo miró a los ojos.

El pelirrojo entendió de inmediato el tono que estaba empleando Jungkook, sin duda alguna estaba celoso, sus emociones eran tan transparentes que no lograba ocultarlas y eso era algo que a Taehyung parecía comenzar a fascinarle.

—Si, él es alguien muy importante para mí, es el dueño de este lugar, siempre me trae aquí. —Tentó un poco más los celos de Jungkook. —Entonces no es que traiga a alguien más, es Sejun quien me invita a este lugar y a mí me encanta venir con él. —mordió su labio para evitar reír.

Jungkook sonrió de medio lado y volteo su rostro hacia otro lugar. Con su lengua pico su propia mejilla para tratar de contenerse ante el comentario.

—Entonces estás siendo muy zorra, ¿No crees? —Le preguntó mirándolo a los ojos esta vez sin despegar la mirada.

Taehyung bufó por las palabras del pelinegro, realmente estaba celoso y era divertido, no lograba molestarlo, se sentiría muy estúpido cuando sepa que Sejun es prácticamente su hermano.

—Claro, Pero eso no debería importar, ya que estoy soltero, no engaño a nadie— afirmó mientras seguía comiendo — ¿Está rico?— pregunto desinteresado

Jungkook se llevó un bocado y después hizo un sonido sugestivo. —¡Mmmmh! Es muy bueno. —Contestó como si no tuviera interés en la plática. —Y tienes razón en lo que dices. Tú y yo somos solteros, así que no pasa nada.

Concluyo volviendo a comer y después bebió un poco de vino. Aun así se sentía extraño, en un momento estaba pensando en que quizá no debió salir a cenar con él, se sentía cada vez más personal y eso le asustaba un poco.

Taehyung se encontraba inquieto, aunque le gustaba poner de los nervios a ese chico no podía evitar querer decirle la verdad, aunque lo último le dejo un mal sabor de boca.
Era verdad, ambos son solteros, eso no era nada más que un encuentro casual y debía poner los pies sobre la tierra.

—Que bueno que te guste Jungkook. —dijo tranquilo. —A Sejun… Mi mejor amigo le encantan, venimos acá porque es el único lugar en donde nos sentimos en casa, crecimos aquí… Como hermanos —bebió de su copa. —exactamente, estamos disfrutando de un encuentro ahora mismo, no hay nada más tras esto, solo quería bromear un momento, fue idiota de mi parte. —aclaró mientras limpiaba sus labios con la servilleta. —¿Quieres…? ¿Quieres postre? Tienen una selección muy buena.

Finalizó desinteresado y tratando de verse tranquilo, como si realmente nada le afectará, ni el mismo entendía lo que sentía.
Al escuchar todo lo que dijo el pelirrojo, Jungkook no pudo evitar sentir un extraño alivio, su humor mejoró como por arte de magia y sonrió sin ser consciente.

—Prefiero otro tipo de postre, uno con un culo delicioso y unos labios que matan.

Le dijo con voz baja pero seductora sin dejar de verlo a los ojos. Quería más de él, quería saciar las ganas que le daban con solo verlo.

Taehyung lo observó con sus ojos entrecerrados, era muy rápido su cambio de ánimo, pareciera como no hubiera estado celoso hace dos minutos, muy gracioso.

—Te quedó gustando mi culo, y no te culpo, está de infarto, aunque también quisiera hacerle una cata al tuyo. —dijo coqueto. —Eventualmente, sé que me dejaras probarlo, no insistiré, por ahora. —dijo burlesco antes de tomar el contenido restante de su copa y encontrar sus ojos con los del contrario acercándose levemente sobre la mesa. —¿Tu casa o la mía?

Al escucharlo Jungkook se ahogó con el sorbo que le había dado a su vaso de agua. Es que dar su culo, ese era otro tema. Le asustaba, le ponía nervioso.

—Estoy bien en cualquiera de las dos partes. —Le contestó y limpio su boca con la servilleta. —¿Quieres conocer mi casa?

—Me parece bien. —Respondió limpiando la comisura de sus labios.

Levantó su mano para pedir la cuenta y comenzó a tomar sus cosas, se puso su abrigo para luego ponerse de pie y estirar una de sus manos hacia JungKook, invitándolo a tomarla.

Jungkook sonrió al verlo y se levantó de su lugar.

—Iré al baño mientras tú pagas… ya sabes, para no ayudarte con la mitad de la cuenta.

Rio divertido y comenzó a caminar hacia el baño. Pero en el camino sacó su celular y comenzó a teclear un mensaje para Taehyung:
{Taehyung, tengo un problema en el baño, ¿podrías venir y traer servilletas?} Envió el mensaje con una sonrisa de diversión y se adentró al baño mirando por el lugar. Asegurándose que no hubiera nadie adentro.

Taehyung estaba terminando de pagar la cuenta cuando escucho el sonido del mensaje recibido.
Tomo su celular y frunció el ceño, mientras iba rápidamente hacia el baño.

Entro con cuidado al lugar, observando de lado a lado sin ver al pelinegro

—¿Jungkook? —llamó.

Jungkook estaba en una esquina esperando por el pelirrojo. Al verlo entrar sonrío.

—¿Y las servilletas? —Le pregunto divertido yendo hacia él y después cerró la puerta poniendo seguro, camino sigilosamente hasta él y lo tomó de la cintura atrayéndolo hacia él para después hundir su rostro en el cuello de Taehyung y así poder aspirar su aroma. —Quiero mi postre ya.

—¿Y la emergencia? —pregunto divertido mientras rodeaba si cuello con sus brazos. —puedes servirte. — Dijo coqueto antes de tomar los labios del pelinegro en un beso profundo.

Jungkook degustó los labios del pelirrojo, eran como un dulce caramelo que se derretía en su boca. Le gustaba tanto sentir su saliva y su lengua que con solo sentir sus besos lo puso duro de inmediato, siguió besándolo y así lo llevó hasta el lavamanos donde lo hizo recargar para después girarlo y con urgencia comenzó a restregar su erección en las nalgas de Taehyung. —Bájatelo un poco. —Le pidió besando su lóbulo, llevando sus manos dentro de la camisa del contrario para jugar con sus pezones.

Taehyung obedeció de inmediato, aunque le estaba asustando un poco la sumisión que tenía ante Jungkook.

Bajó sus pantalones lo suficiente para dejar solo su trasero expuesto ante el pelinegro, dispuesto para él.

Sus palmas se posaron sobre la encimera, sosteniéndose del lugar, esperando aquel asalto.
Separó levemente sus piernas, invitándolo a internarse en él, a tomar lo que ambos estaban deseando.

—¿Está bien así? —Preguntó coqueto.

Jungkook observó sin perder detalle de cada moviendo, sacó su polla dándole unas cuantas caricias para disfrutar mejor de la vista.

—Seré un poco rápido Taehyung… —Le dijo con su voz cargada de lujuria al arrimarse más a él. —Nos podrían descubrir…

Sonrió malicioso al ponerse por completo atrás de él y llevó su mano a la nuca de Taehyung para inclinarlo mejor, tomó su falo y lo alineó en la apretada entrada del pelirrojo. Y después y sin más solo se dejó ir en su interior. Lo hizo rudo y profundo y mordió el hombro de Taehyung para silenciar sus propios gemidos. Sostuvo con fuerza de las caderas a Taehyung y comenzó a entrar y salir de él con dureza, cada vez poniéndose más caliente al sentir como su polla era asfixiada por el rico y apretado agujero del pelirrojo.

Los ojos de Taehyung lo observaban a través del espejo, sin perderse ninguna reacción del pelinegro, cada vez que arremetía en su interior.

Gimió descarado, con su mirada fija en el reflejo, mordiendo su labio cada vez que veía a Jungkook tensarse en cada empuje.

—Te ves tan caliente follándome. —Dijo con voz cargada de deseo. —No pares, lo haces tan bien. —halagó. —Eres tan hábil, se siente delicioso. —Decía sin poder controlar sus gemidos y recibiendo cada arremetida satisfactoriamente.

Jungkook escuchaba a Taehyung y arremetía con más ganas su interior, dando en el lugar justo donde el pelirrojo gemía audible por el placer. Jungkook llevó sus manos hacia las nalgas del contrario y comenzó a masajear con fuerza y descaro.

—¡Joder Taehyung! Mmmh qué rico me aprietas la polla.

Seguía embistiendo con fuerza, soltó un golpe sobre las nalgas de Taehyung y después otro disfrutando del sonido, estaba a punto de explotar su orgasmo, pero quería que Taehyung fuera el primero.

El pelirrojo tuvo que afianzar su agarre en la encimera, Jungkook lo follaba tan fuerte que no lograba estar estable, ese hombre lo estaba cogiendo como los dioses.

—No te detengas. —pidió entre gemidos. —Tan bueno…—jadeo mientras empujaba su trasero contra la pelvis del contrario.

Sus piernas comenzaban a fallar, se sentía débil, próximo a su orgasmo, pero se resistía a dejarlo ir, necesitaba un poco más de aquel hombre

Y Jungkook tampoco quería que aquello terminara, pero era bastante arriesgado seguir ahí, podrían ir a casa y hacer sin prisas, pero por el momento era tiempo de descargar todo ese placer que se formaba en ambos.

—Mírate. —Le dijo llevando una de sus manos a la barbilla de Taehyung, haciéndolo que mirara su propio reflejo en el espejo. —Mira tu rostro lleno de placer y nunca olvides que es por mí. —Seguía embistiendo duro contra su interior haciéndolo temblar en cada embiste. —Mírate bien y grábate que nadie te va a coger como lo hago yo… nadie te va a llenar como yo.

Le decía sin dejarse de mover dentro de él, besando con obscenidad la espalda del pelirrojo y mordiendo a su antojo.

Taehyung mantuvo sus ojos fijos al frente, no quería perderse nada, la imagen tras él, Jungkook embistiendo sin descanso, con esa leve capa de sudor en su rostro, era la imagen más erótica que había visto nunca, eso mezclado a las sensaciones que esté le provocaba, le hacían sentir seguridad de que aquellas palabras eran ciertas, nadie podría hacerlo sentir como Jungkook.

Sus cuerpos encajaban de tal forma que asustaba, era realmente perfecto y placentero.

—No te detengas, estoy cerca. —Dijo entre gemidos. —Me llenas tan perfecto Jungkook, se siente tan bien, tan rico lo que haces. —halagó en un gemido alto, antes de que el orgasmo lo alcanzara de forma arrasadora, nublando por completo su juicio y enloqueciendo por completo.

Su cuerpo temblaba, se sentía débil, pero sin así se sostenía con firmeza de la encimera, no se movería del lugar hasta que el pelinegro alcanzará su propio orgasmo.
Se sentía tan sensible y sentir el miembro palpitante aun arremetiendo en su interior le hacía acercarse a un segundo orgasmo que no creía poder controlar y que haría a Jungkook convertirse en el primer hombre que lo sobré estimulara de esa manera

Cuando sintió al contrario temblar por alcanzar nuevamente aquella gloriosa sensación, Jungkook se liberó también, exploto en un placer intenso dentro del interior del pelirrojo. Sin dejar de mirarlo, dándose cuenta de lo hermoso que se veía Taehyung, con su piel aperlada por el sudor, su semblante destruido pero en la mejor manera. Era hermoso, ese hombre lo era y eso a Jungkook le asustaba, lo hacía porque sentía que ahora no podría dejarlo ir.

—Quiero verte así, con tu expresión llena de placer solo por mí.

Le dijo besando su cuello y saliendo lento de su interior.

Haciendo que ambos hombres tuvieran emociones encontradas al conectar sus miradas, había algo en el momento que lo hacía extrañamente íntimo, había algo más en ese deseo que los hacía querer más, sin entender el porqué.

Gracias por leer, recuerden que si Wattpad me baja la historia por alguna y otra razón, me encuentran en inskpired e inkitt al igual que aqui como ErLith_

🌸Erlith_🌸

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