|Cap ₁₇|Una noche a tu lado.
Dentro de mí, ni siquiera yo sabía la razón exacta del porqué le seguí aquel beso. No tenía la respuesta para seguirle el ritmo, ni por qué había succionado su labio menor entre los míos.
El beso que compartíamos, se volvía de un sabor salado, y la respuesta estaba en nuestras lágrimas, las cuales no paraban, como si nos lastimara querernos, o sentir aún afecto por el otro, después de tantos años.
Él retiró mi espalda de la puerta, y comenzó a caminar conmigo en sus brazos, sin dejar de besarnos. Sus pasos eran ciegos, se dirigía a cualquier lugar del departamento, chocando con muebles y puertas, hasta encontrar mi cuarto con la luz prendida.
Al entrar ahí, él se sentó en la orilla de mi cama, conmigo a horcajadas, sus grandes manos acariciando mi espalda, y yo tirando sutilmente del cabello de su nuca.
Entonces, pude reaccionar.
Separé nuestros labios rápidamente, abrí mis ojos más de lo normal, y comencé a llorar al recordar a papá. Apenas había fallecido hoy, y al incoherente de Tae Hyung se le había ocurrido la gran idea de hablarme del pasado, haciéndomelo llegar como un balde de agua fría.
Y yo, no pude negarme ante sus movimientos.
Estos sucesos eran demasiado para una persona, en un sólo día.
—No podemos... —más lágrimas bajaban por mi mejilla.
Me vio unos segundos, hasta ablandar su mirada, y decir:
—Perdóname —atrajo mi cuerpo al suyo, y reposó mi cabeza en su pecho—. Por favor, perdóname, ni si quiera sé por qué lo hice. Sólo... hay cosas de mí que aún no han cambiado. Al verte, un descontrol inexplicable llegó a mí, y... —botó aire, acarició mi cabello, tratando de calmar mi llanto—. Y debes descansar.
Se levantó conmigo en él, caminó al lado derecho de la cama y me dejó reposada ahí, con una facilidad inexplicable. Lo vi desde mi perspectiva, se veía muy alto.
—Perdón —dijo.
Él me analizó una vez más, dejó a un lado unas lágrimas que bajaban por una esquina de sus ojos, se iba a dar la vuelta para irse, hasta que alcancé a agarrar su muñeca. Él miró mi mano, luego volvió a verme a los ojos.
—___...
No dije nada, sólo me hice a un lado de la cama, invitándolo a descansar, de una forma indirecta. Hoy no era un mal día sólo para mí, Kim estaba pasando por lo mismo que yo.
Al entender mi punto, él bajó la mirada, y volvió a mirarme, pasó por encima del cobertor y se recostó a mi lado, sin tocarnos, sólo viéndonos a los ojos, aquellos que analizaban a todas las personas con menuda intimidación, a mí me veían con ternura, como siempre lo habían hecho.
Lo último que recuerdo, fue cerrar mis ojos, sintiendo su cálida respiración chocar con la mía, escuchándose cada vez más pesada.
•••
|ᴘᴏᴠ ᴋɪຕ ᴛαє ʜуᴜηɢ|
Desperté por un ruido, era mi móvil que sonaba en un bolsillo de mi abrigo. Abrí mis ojos con cansancio, y contesté:
—¿Hola? —analicé la habitación, a mi lado yacía ___ recostada.
—Cariño, no llegaste a dormir ayer. ¿Qué sucedió?
Me levanté de la cama rápidamente, alcé mi muñeca y vi la hora en mi reloj de mano. Se trataban de las seis y media de la mañana. Salí del cuarto para no despertar a ___.
—Hana, tuve una noche pesada. Lo siento, estuve revisando papeles sobre el caso de mi padre, y se me fue la noche —mentí, claramente, no podía decirle la verdad.
Al menos no ahora.
—¿Ya descubrieron quién fue el culpable?
—Aún no lo sé, pero cuando sepa, de seguro se sabrá en la televisión —pasé mi mano por mi cara, cansado.
—¿Dónde estás?
—En la oficina.
—¿Sí? Porque no te veo ahí.
—Salí a comprar un café. Estaré ocupado, ya te he dicho que no puedo atenderte mientras trabajo, Hana. Adiós.
Y, más mentiras.
|ғƖαѕʜ ʙαᴄᴋ|
Trataba de simular las expresiones en mi rostro, trataba de no expulsar todo el dolor que he sentido estos años sin ella, viéndola desde las sombras, mientras se olvidaba lentamente de mi existencia.
Trataba de no ser el intenso que he sido toda mi vida, y confesarle que detrás de este cuerpo con apariencia de liderazgo y poder que he formado frente a las personas, albergaba aún la persona enamorada de toda su esencia.
En medio de mi crisis, entra una llamada a mi celular. Era Hana, y ha sido lo más parecido a una novia, desde que me permití darle atención a alguien más. Es una chica que conocí hace dos años atrás, tras ser asignado como jefe para el caso de su madre, quien había muerto de un disparo en la cabeza. ¿Culpable? El hermano de Hana.
Su familia es curiosamente extraña.
—Lo siento, debo contestar —miré a ___.
—No te preocupes, contesta —dijo.
—¿Hola? —contesté.
—Tae, ¿qué sucedió en el hospital?
—Mi padre ha muerto.
—Oh, lo siento... No llevaste tu auto, si quieres paso por ti ahora. Estoy cerca.
—No, no vengas a recogerme, un compañero del trabajo ha venido por mí.
—¿Sí? ¿Qué harás ahora?
—Ahora mismo estoy en camino al centro de vigilancia.
—Recuerda que hoy a las diez es la cena con mis amigos.
Acabo de decirle que mi padre ha fallecido, ¿y me recuerda que debo ir a su maldita cena, para verle la cara a cinco malditos infelices que se sientan cuatro horas a comer y hablar de nuevas tendencias en redes sociales?
¿Desde cuándo me agrada convivir con más personas? Exacto, nunca.
Aborrezco la multitud.
—Estaré ocupado esta semana. Lo siento, no podré asistir. Será en otro momento —respondí, no quería crear un pleito ahora.
—¿Y el otro lunes?
—No, tampoco puedo el otro lunes. Debo colgar, estoy ocupado, me han llegado los registros de un caso. Adiós —colgué.
|ғɪη ғƖαѕʜ ʙαᴄᴋ|
Fui nuevamente a la habitación de ___, me acerqué a ella, viéndola dormir con placidez. Pensé en cuánto me gustaría quedarme toda la mañana a su lado, sin tocarla, sólo presenciar su existencia.
Pero, debía irme.
Antes de salir del departamento, visualicé un escritorio, de ahí saqué una pequeña hoja y agarré un lápiz. Anoté mi número de teléfono y mi dirección de trabajo.
•••
Abrí las puertas del centro de vigilancia. Espero no hacerles saber que tengo puesta la misma ropa del día anterior. Tampoco es algo notable, puesto que huelo exquisitamente bien, como siempre.
Pero, ¡hey! ¿Dónde quedó mi corbata?
—Jefe Kim —se acerca rapidamente caminando a mi lado un joven detective—. Primero que nada, le quiero dar mi más sentido pésame.
—Gracias, pero no te molestes, he venido a trabajar —alcé mi mano, caminando—. Deme los papeles del caso de mi padre.
—Aquí tiene, señor Kim, pero... —me entrega una carpeta.
—¿Por qué todos aquí me miran? Digo, sé que perdí a mi padre ayer, sin embargo... —me detuve en medio del extenso y ancho pasillo, cuando fijé mis ojos en una de las grandes televisiones.
—Señor Tar Hyung, de eso quería hablarle... —se detuvo a mi lado.
La reportera comenzó a hablar:
—"Interrumpimos su tiempo para informarle que hoy por la madrugada, ha sido arrestada la presunta culpable de la muerte del reconocido Kim Seung. Ustedes se preguntarán, ¿Quién es ella? Aquí, les dejamos una imagen. Al parecer, se trata de la exesposa del fallecido, además de ser una reconocida doctora y parte de la famosa clínica de la memoria."
Ni si quiera podía derramar una lágrima, lo único que ahora quería, era partirle la maldita cara a mi madre.
—Maldita perr... —se me cayó la carpeta al suelo—. ¿Dónde la tienen? Debo hablar con ella —traté de calmar mi estado.
—Señor Kim, no creo que esté en un buen estado para hablar con e...
—Necesito hacer mi trabajo, así que no me digas qué hacer —miré al chico—. Ahora dime dónde mierda está mi puta madre.
—Haré un llamado para que la lleven con usted a una sala de interrogatorio, señor —lo escuché tragar saliva.
—Lo más rápido posible, Ian.
—No me llamo así, señ...
—¿Crees que me importa, Ian? ¡Mi madre es una asesina! Sólo has tu trabajo —miré a mi alrededor, todos los ojos en mí—. ¡¿Y ustedes qué miran?! ¡Trabajen! —grité.
Fui a mi oficina, di un portazo, lo primero que hice fue botar todo lo yacente en mi escritorio.
—¡Carajo!
•••
|ᴘᴏᴠ ___|
Me vestí y tomé el papel que Tae Hyung había dejado en mi escritorio. Después de saber que aquella señora había asesinado a nuestro padre, no deseaba nada más que estrangular su puto cuello con mis propias manos.
Estacioné mi auto fuera del centro de vigilancia. No me asombré al saber que Kim finalmente se había convertido en detective, puesto que es inteligente, sabe cómo jugar y confundir a sus víctimas. Su mente es capaz de ponerse en el lugar de otra persona, de conocer su mundo, de percatarse de los próximos movimientos del acusado.
Simplemente, Tae Hyung se había convertido en su mayor talento.
Kim Tae Hyung, siempre había sido el rey de la intuición.
Entré al lugar, los trabajadores corrían de allá para acá, realizando llamadas telefónicas, redactando en sus computadoras, y escribiendo en anchas pizarras.
—¿Qué necesita? —se acerca un chico a mí, un joven detective al parecer.
—Oh, hola —hago una pequeña reverencia—. Busco a Kim Tae Hyung.
—Ya veo, el jefe —dice mientras teclea en su tablet—. ¿De parte de...?
—Soy Kim ___, dueña de la fundación de ayuda para adolecentes sin hogar de Corea del sur —respondí.
—¿Kim? ¿Es una Kim? —esta vez me tomó su total atención—. ¿Una mujer que se apellida Kim buscando a nuestro jefe Kim Tae Hyung? ¿Es su esposa? ¿Su hermana? ¿O simplemente los apellidos coinciden? Aunque es probable, Kim es un apellido común.
—Ah... yo...
—Disculpe mi imprudencia, sólo me pareció extraño.
—He venido por trabajo, me ha citado hoy, a esta hora. ¿Está él?
—Ahora mismo está ocupado, realizando una interrogación. No obstante, si la ha citado, entonces puede esperar en su oficina, después de todo usted parece una mujer importante, dicha de ser tratada como una.
¿Okey?
—Venga por aquí —comenzó a caminar.
—Muchas gracias —lo seguí.
Él me abrió una puerta, haciéndome pasar a la oficina.
—Él saldrá en un momento, por mientras puede sentarse por ahí —sonríe y sale, cerrando la puerta a su paso.
Miré el suelo, pude notar que todo estaba en el suelo; lápices, hojas, carpetas...
Me agaché a recoger todo, para dejarlo ordenado nuevamente encima del escritorio, no sabía qué había pasado con todo eso, pero de seguro era algo relacionado con la muerte de papá.
En ello, me topo con unos vidrios, los cuales provenían de una foto, su cuadro no estaba roto. Era una fotografía de Tae Hyung y papá, se veía reciente, ellos sonreían.
—Cariño, te he traído algo para com... —habla a medias una chica, quien había entrado a la oficina.
Me levanté del suelo con la fotografía en la mano, arreglé mi vestido con mi cabello, mirándola.
—¿Quién eres? —pregunta, dándome una mirada indiferente.
—¿Hana? Ya te dije que... —ahora entra Tae Hyung por la puerta, no se había percatado de mi presencia, hasta que voltea su mirada—. ___...
—¿Quién eres? Responde —pregunta nuevamente.
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¿Quieren que las narraciones de Tae sigan? Sé que dije que este libro sería narrado sólo por la protagonista, porque el primero había sido narrado por Tae Hyung, pero muchas personas me pidieron que narrara él en algún momento 🤔💖
Gracias por leer 💖 Love u Parkmy's 💖
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