|Cap ₁₄|Flash Back.


—¿Qué tratas de insinuar?

—Yo no insinúo nada, señor.

Él se reincorporó en su asiento, cruzó una de sus piernas y entrelazó sus manos encima de éstas mismas, luego me miró.

—¿Qué hiciste tú ayer por la noche, ___? ¿No deberías haber estado durmiendo? No tienes una buena excusa para estar desmayada en una comisaria de la ciudad a media noche.

—Ni usted para sacar al chico quien casi nos atropella ayer por la tarde.

—Claro que tengo una excusa.

—¿Cuál?

Supuse que me diría la verdad, que me diría que en verdad aquel chico pelinegro con rasgos similares a los de él, en verdad se trataba de su hijo. Pero no, no lo dijo, ni si quiera se acercó. Nada más formuló la común frase:

—Es un adolescente como tú, casi un adulto, alguien con problemas. No podía quedarme sin hacer algo por él, así que lo saqué de la cárcel y lo invité a tomar algo a una cafetería.

Usted miente, pero, ¿por qué lo hace? ¿Cuál es la necesidad de esconderme la verdad?

De todas formas, comencé a seguirle el juego.

—¿Lo llevará a la casona como a mí?

—No —negó de inmediato.

—¿Por qué no?

—Porque ya tiene un hogar.

—¿Él tiene padres?

Se quedó un par de segundos sin responder, hasta que dijo:

—Sí, sí tiene.

—¿Y sabe usted qué provocó lo sucedido de ayer? Digo, que el chico estuviera en ese estado de ebriedad, conduciendo un auto.

—¿Por qué el interés masivo?

—Es sólo un chico ordinario, ¿verdad? Tampoco es tan importante.

Él frunció su ceño, y me quedó viendo con extrañeza. 

—No lo creo, ___ —se levantó de su asiento—. Iré a hablar con un doctor, para que te dé el alta e irnos a casa —salió de la habitación.

A la mierda. Nunca se me ha hecho fácil sacarle las palabras a Tae Hyung, ¿Qué me hizo pensar que a su padre sí?

Tonta, tonta.

Al llegar a casa, el señor Seung dejó sus pertenencias en la mesa de la cocina.

—Cuando vuelva del baño, merendamos algo. ¿Qué dices? —dijo.

Me había quedado viendo su abrigo colgado en la silla, sin embargo, al escuchar su voz, asentí de inmediato, junto a una sonrisa de boca cerrada.

Él me devolvió el gesto y salió de la habitación, entonces, me acerqué rápidamente a su abrigo. Necesitaba saber si lo que yo creía era verdad, si lo que el policía me había dicho era un hecho verídico, o nada más me había dado un fuerte golpe en la cabeza, y me estaba haciendo erróneas escenas en mi pobre cabeza.

Tomé su billetera, la abrí, rebusqué entre cosas sin importancia, como boletas, dinero, hasta hallar lo que en verdad quería encontrar. La mayoría de las personas, llevan en su billetera una fotografía de su persona importante, como un recuerdo, o simplemente un amuleto, es como tener a aquella persona siempre contigo.

Era una fotografía vieja y un poco desgastada, a causa de estar metida en la billetera. En ella, yacían tres personas: El señor Seung, un niño pequeño y...

—Mamá... —quedé helada.

Era como si un sin fin de recuerdos se iluminaran en mi cabeza, como un balde de agua fría, estando sola en un cuarto oscuro y, de pronto, mi padre apareciera entre la humedad, azotando una correa de cuero contra el suelo, mi madre caminando hacia mi derecha, con un niño tomado de la mano, un poco más pequeño que yo, aquel niño era Tae Hyung.

|Flash Back|


—¡Llévate a tu hija! —dijo mi padre, empujándome con sus ásperas manos.

Yo nada más tenía cinco años, viendo a una mujer delante de mí, vestida con un elegante atuendo y unos costosos aretes colgando de sus orejas.

—También es tu hija. Yo tengo mi vida, tengo a Tae Hyung, y amo a mi esposo.

—¡¿Ése tal Kim Seung?! ¡¿Por él te fuiste?! ¿Fue el dinero? ¿Te da mejor sexo? ¡¿En verdad lo amas?!

—Lo amo en verdad.

—¿Y acaso no amas a tu hija? ¡¿Eh?! Puta.

—No puedo ver a ___, sin que me recuerde a ti, sin que sus rasgos me recuerden a tu rostro. ¡Me maltratabas, por eso me fui con Seung!

—¡Y tú me fuiste infiel con ese hombre! —gritó, y me asusté más, aunque me había acostumbrado a su alteración—. ¡Quedaste embarazada de él, cuando ___ ni si quiera cumplía tres meses de vida!

—No comprendes, estás borracho y hueles a cigarrillo. Aunque ni si quiera sobrio lo hacías.

—¿No comprendo? ¿Qué no comprendo? ¿Que seas una prostituta?

—No —ella lo miró a lo ojos—. No comprendes que haber estado contigo, fue igual a estar muerta en vida. Y, lamentablemente, mantener una hija como vínculo entre los dos, nos unirá de por vida. Pero, no dejaré que suceda, porque no quiero verte ni a ti, ni a ___, nunca más.

Ella salió de nuestra casa, junto al niño que tanto me miraba.

Papá comenzó a llorar, arrodillado en el suelo, tirándose del cabello.

—Papá... —quise acercarme a tocarlo—. No llores, papi...

—¡No me toques! —me empujó de un sólo golpe al suelo.

Ignoré el dolor, me levanté.

—Papi, no importa si me pegas a mí, yo no me voy a ir de tu lado como esa mujer que vino —mis ojos se cristalizaron.

—¡¿Quieres que te golpee?! ¡¿Eh?! —se levantó del suelo.

No dije nada. Sólo apreté mi ojos, esperando el ardor en mis muslos y bracitos.

|Fin Flash Back|


Guardé de inmediato la billetera en su sitio, corrí al grifo de la misma cocina y me serví un vaso con agua. Traté de respirar mejor, traté de no entrar en pánico, a causa de, sin querer, haber refrescado de una mala forma mi pasado.

Por Dios, era tan pequeña.

Tae Hyung y yo ya nos habíamos visto, pero éramos tan pequeños, yo apenas me daba cuenta de las cosas, y él siendo un año menor, ni si quiera sabía dónde se encontraba parado aquel día. Sin embargo, aquel recuerdo pudo expandirse, tal vez nos vimos muchas más veces, y nunca nos dimos cuenta, nunca supimos quiénes éramos. 

—He vuelto —entró el señor Kim a la cocina.

Yo me encontraba sentada en una silla, sonriente, como si nada hubiera pasado, como si no hubiera aceptado que quien estaba a unos metros de mí, en verdad se trataba del padre de la persona a quien amo, el padre de mi hermano, y el exesposo de mi maldita madre.

—¿Quieres una ensalada de frutas, o pedimos pollo?

—Lo que usted quiera, señor Seung —bebí de mi vaso.

—Mhm... —me miró, y torció una sonrisa. Pido pollo frito a domicilio —fue a su abrigo, buscó entre los bolsillos y sacó su celular.

—Buena elección... —esbocé una sonrisa, con mi mirada perdida.

Al cabo de media hora, él y yo nos encontrábamos sentados frente a frente, comiendo pollo, sin decir nada, puesto que mi silencio lo había iniciado todo.

—¿Estás bien? —preguntó.

—¿Ah? —salí de mi trance, fijé mi vista en la suya—. Sí, estoy bien. ¿Por qué no lo estaría?

—___, sé que la próxima semana cumples diecinueve años, según tu acta de nacimiento.

—Sí, señor.

—Y sé que al cumplir esa edad, ya serás mayor de edad —hizo una pausa y se acomodó en su asiento—. Sin embargo, tengo una propuesta para ti.

Asentí con la cabeza, tragué saliva, comencé a frotar las palmas de mis manos encima de mi pantalones.

—Sé que no soy nadie para ti, aún así... has logrado acercarte más a mí que a cualquier persona de la casa. Y yo, volví a sentir qué es almorzar con una persona que te escuche los domingos por la tarde. Sin querer, he formado un lazo paternal contigo, y aunque te niegues a mi propuesta, quiero decirte que a mi lado tienes tu futuro resuelto. Puedo pagarte los estudios, tendrás una habitación para ti sola en mi hogar, tendrás comida, una mesada, y jamás te faltará una persona con quien hablar.

—Señor... —quedé boquiabierta.

Esto no podía estar pasando.

—Quiero convertirme en tu tutor legal, sólo si tú aceptas —dijo.

Era totalmente ilógico. Justo ahora, la persona quien quiere convertirse en mi tutor, también es el de Tae Hyung. Tampoco era una chica estúpida, yo sabía que el señor Seung sabía todo lo sucedido, sabía todo de mi vida, como también sabía el vínculo que compartíamos su hijo y yo.

Pero, en verdad, quien realmente estaba tras todo esto, era el mismo Tae. Él le había dicho a su padre que me acogiera en esta casona, y ahora que me adoptara, por el simple hecho de no perderme de vista. Sin embargo, ¿tan iluso debía ser para no darse cuenta que tarde o temprano, yo sabría la verdad?

Tae Hyung tenía claro que yo no volvería a él, y sabía que no tengo a nadie, además de mi biológico padre, quien es un borracho sin futuro. Tae Hyung sabía que al yo darme cuenta de la verdad, yo me iría de su lado, sin pensarlo, y por ello había ideado un plan.

El plan era su padre. 

El plan era mantenerme en una buena vida, sin acercarse a mí, pero al mismo tiempo saber todo de mí, a través de los ojos de su padre.

Todo era tan claro ahora.

Y, a pesar de saber todo, miré al señor Seung, mostré una gran sonrisa, y respondí:

—Sí quiero, señor.

_____________

El siguiente tendrá una trama inesperada, así que, prepárense 🧎‍♀️🙏🏻

Gracias por leer 🥰🧎‍♀️ Love u Parkmy's ❤

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