|Cap ₂₅|El final de un inicio.

Quiero aclarar que no estudio derecho, no tengo ni la más remota idea de cómo es en realidad un juicio con el tema que en breve leerán. Sin embargo, investigué lo que pude. Espero entiendan, no soy experta, tampoco necesito que comenten "eso no se hace en un juicio" y blablabla, porque sé que no es así, pero me esforcé. (Quiero decirlo con las mejores intenciones del mundo) <3

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___ la vio sobre aquel estrado, no podía imaginar que parte de su sangre corría por sus venas, y que Tae Hyung y ella habían crecido dentro de ese vientre, dentro de aquella persona vacía e infame.

Song Yoon-ah mantenía un aura obscuro y siniestro, sus hombros lucían firmes, rígidos, cubiertos por una chaqueta de tela negra con pantalones del mismo color y textura, acompañados de una blusa blanca.

Un escalofrío espeluznante recorrió la columna vertebral de ___ al sentir sus grandes y rasgados ojos en ella.

No se inmutó ni un segundo, sólo siguió mirándola, sin ella apartarle la vista. No quería parecer la adolescente temerosa que fue hace años atrás.

—Song Yoon-ah —comienza a presentar el juez—, se acusa de homicidio contra Kim Seung, utilizando arma de fuego hacia el afectado, obteniendo tres balas sobre su pecho. Esto sucedió el día 12 de julio alrededor de las ocho y diez de la mañana. Fue arrestada al otro día, por horas de la madrugada.

El juez asintió con la cabeza después de haber recibido a la mujer, dando a entender que estaba listo para escuchar al abogado de ellos, quien se estuvo preparando para este día desde la muerte de papá.

Él era amigo de Tae Hyung.

—Gracias, su señoria —él se levanta y abrocha los botones de su terno.

La mujer lo mira, sin expresión, notando cómo se acercaba a ella.

—¿Qué hacía la mañana en que asesinó a su ex marido, Yoon?

—Tomaba una malteada de fresas mientras veía "Los Backyardigans" en la televisión, ¿por qué? —sarcástica, sin pizca de gracia.

—No le conviene ir con rodeos, sólo responda con la verdad y saldrá con unos años justificables de aquí.

Ella lo ve, y lentamente forma una sonrisa sin mostrar los dientes, hasta que por fin decide hablar, para nasa contenta.

—Esa mañana lo llamé para vernos fuera de una cafetería.

—¿Para qué? —preguntó el abogado.

—Quería verlo.

—¿Con qué fin? ¿Por qué después de tantos años?

—Sólo quería verlo, saber de él —negó con la cabeza.

—¿Preguntar sobre su estado y después asesinarlo?

—No.

—¿Entonces?

—Él... —ella se quedó mirando un punto fijo, cabizbaja.

—¿Él qué, señorita Yoon?

—Nada.

—Miente.

—No es así.

—¡Siga hablando! —alzó la voz.

—¡Objeción! —se levantó el abogado de ella.

—Vuelva a sentarse —ordena el juez.

Sin rechistar, su abogado lo hace.

—Entonces, señorita Yoon, conteste mi pregunta.

—Él me amaba —suelta fríamente.

El corazón de ___ se estrujó al saber aquel detalle. Su padre le hablaba de ella como una persona malvada, sin escrúpulos. Sin embargo, nunca llegó a darse cuenta que él aún la quería, a pesar de todo el daño, la seguía amando.

—¿Es una razón suficiente para llegar a ese punto? —siguió insistiendo.

—Sí —volvió a subir la mirada—, para mí sí lo es.

—¿Aún lo amaba? ¿Aún lo amaba aquella mañana?

—Yo...

—Responda.

—No lo sé.

—Según la confesión que le hizo a su hijo Kim Tae Hyung, es un sí.

—No es verdad —ella miró a Tae.

—Tengo pruebas, su señoria —saca una pequeña grabadora de su chaqueta.

—¡Objeción! —nuevamente se levanta su abogado— ¿En qué afecta ese hecho? No es importante en el caso —defiende.

—Es verdad —asiente el juez.

—Con todo respeto, su señoria, sí afectaría en el caso —vuelve a ella el abogado de los Kim—. ¿Por qué asesinarías a la persona que amas? Si hay algo más allá de aquel hecho, esto pasaría a ser un tema de amor romántico frustrado.

—No... —Yoon niega con la cabeza.

—Con su permiso, su señoria, procederé a mostrar el audio de...

—¡Sí! —grita ella de repente.

___ y Tae se exaltaron, al igual que la mayoría. Entonces el abogado guardó la grabadora dentro de su chaqueta, prestando toda su atención a ella.

Si antes yacía en silencio el lugar, ahora era peor.

—Sí, lo amaba... —cayó una lágrima por su mejilla, ni si quiera se tomó el esfuerzo de apartarla—. Lo amé con toda mi alma, y no podía permitirlo ni un segundo más.

—¿Por qué?

—Porque... —sus fosas nasales se movían con exageración al respirar—. Porque a medida de los años me fui convirtiendo en quien yo quería ser; una gran doctora —se tomó un tiempo y siguió—. Muchos no saben, pero para ser quien soy hoy en día, tuve que dejar muchas cosas atrás.

—Siga.

—Me había acostumbrado a no sentir dolor ajeno, a sólo pensar en mí —otra lágrima resbaló de su mejilla—. Sin embargo, él fue la excepción.

—¿A qué se debe?

Ella lo miró.

—No podía permitir que siguiera viviendo la persona quien provoca mi debilidad.

—Entonces usted lo asesinó.

Ella asiente con lentitud.

—¿Se arrepiente?

—¡Objeción, su señoria! —ataca su abogado—. Esa no es una pregunta adecuada para un juicio, y mi clienta no está de acuerdo con responder preguntas más allá de lo personal.

Sin embargo, y a pesar de que nadie esperaba una respuesta como la que presenciarían en éste instante, Song Yoon-ah dijo la palabra que le costaría su total encierro.

—No —respondió.

—Nada más que decir, su señoria —asiente el abogado, y vuelve a su asiento.

Entonces, el juez toma unos papeles y su mazo.

—La culpable; Song Yoon-ah, ha confesado completamente, no habrá apelación a su favor. Es sentenciada a veinticinco años de cárcel por asesinato en primer grado y crimen con alevosía, contra Kim Seung —golpea su mazo contra la base.

Y en aquel instante, todo se había convertido un sueño, en una victoria.

Tae Hyung se levantó de su asiento y lo primero que hizo fue correr hacia ___. Ella hizo lo mismo, sólo se veían el uno al otro.

Los dos estaban tan emocionados, que sin importar quién los viera, llegaron al contrario y lo único que pudieron hacer fue besarse en los labios.

Tae Hyung la sostuvo de las mejillas, y sonreían, sonreían tanto que se iluminaron con tal felicidad que sus mismos cuerpos emanaban.

Lágrimas recorrían las suaves mejillas de ___, Tae las limpiaba con sus pulgares, mientras sonreía con euforia.

Song Yoon-ah vio a sus hijos por última vez, sin embargo, su pensamiento jamás cambió. Su frío alma prefería alejar a todo su entorno, a seguir sintiendo.

Pusieron esposas en sus muñecas y guardias se la llevaron de ahí, caminando por un extenso pasillo, sus pasos fueron lentos y pesados.

Hasta que, en algún instante de aquel momento de perdición, parecía como si una extraña voz reclamara su nombre. Así como un eco dentro de un vacío.

La mujer levantó su cabeza, y ahí, justo al final del pasillo, estaba él. El amor de su vida, sonriente, como siempre lo fue.

Ella sonrió como respuesta, no sabía si era producto de una quimera, porque él había muerto en sus mismas manos. Pero ya no importaba, porque cuando volvió a pestañear, había desaparecido.

Sí, era su mente que le entregaba visiones erróneas sobre él.

Kim Seung y Song Yoon-ah habían sido dos amantes destinados a la separación infinita.

El hombre había amado tanto a aquella mujer, que falleció bajo su sombra. Kim fue una tragedia, adicto a un amor culposo. Y Yoon fue la maldad en vida, enamorada de la luz que al fin y al cabo, llegó a apagarla por el mismo sentimiento que los dos compartían; Amor.

Las puertas de su celda se cerraron, ella se recostó en su cama, en posición fetal, cerró sus ojos con pena. Un escaso viento rozó su rostro, y al abrir los ojos, lo volvió a ver, frente a ella, apoyando su cabeza en la misma almohada, casi sentía que podía acariciarlo como años atrás.

Una cruda lágrima resbaló por su mejilla.

Kim Seung viviría en sus pensamientos por el resto de sus días. La cárcel no era una tortura para Yoon, porque lo que a ella atormentaba muy dentro de su mente, era haber asesinado al amor de su vida.

Y eso jamás cambiaría, por más que lo anhelara.






•••






Tae Hyung y ___ salieron corriendo de ahí, libres y aún jóvenes, por fin podían salir de todo lo que habían vivido.

El pelinegro manejó por las calles de Seúl, todas las ventanas del auto yacían abiertas, mucho viento recorría sus cabellos. Gritaban, se veían el uno al otro mientras cantaban.

Y de pronto, se habían transformado en adolescentes, los mismos que fueron hace ocho años atrás, una noche de verano, después de salir de una escandalosa fiesta.

Los mismos que se escondían del mundo y los embustes, que jugaban con el poder de sus mentes y se besaban por ímpetu.

Fueron ellos, cuando Tae Hyung manejó por una extensa carretera hasta llegar a la misma cabaña donde años atrás habían hecho el amor por primera vez.

Ni si quiera lo habían planeado, sólo fueron al lugar que les recordaba sus primeras confesiones, sus primeras lágrimas, y la misma separación que ocurrió aquel día, hoy los unía.

No había nadie por la playa, ni un alma. Sólo dos cabañas, donde corrieron hasta llegar a su puerta y darse cuenta que no tenían una llave.

Tae miró a ___ y asintió con la cabeza, ella sonrió y se hizo a un lado, para que él pudiera dar unos pasos atrás y darse impulso para muy pronto correr y con fuerza golpear la puerta con su hombro izquierdo.

Aquella puerta se abrió enseguida, estaba un poco vieja. Y a pesar de los años, todo seguía igual, casi se pudieron visualizar en la cama, comiéndose a besos.

Quedaron frente a frente, viéndose a los ojos, Tae no podía creer que ya nadie podría arrebatar a la mujer que amaba de sus brazos.

___ deslizó sus delicadas manos por el implacable rostro del moreno, él cerró los ojos y se dejó querer por ella.

La verdad es que ella siempre sería su debilidad. A esto se refería su madre, ¿no? ¿Él amor hace débiles a las personas?

La respuesta era sí, claro que sí. Tae moriría por ___, mataría y viviría por ella, y aquel hecho lo convertía vulnerable, pero le encantaba, él siempre amó ser vulnerable ante ella.

Sólo a ella dejaba acariciar su rostro de tal manera que su cuerpo perdiera estabilidad sobre el suelo. De tal manera que al cerrar los ojos, su corazón tuviera la única función de seguir palpitando por su amada.

___ era su razón de vivir, de amar y respirar en un mundo de personas vacías.

Ella desnudó a Tae Hyung y reposó su cuerpo sobre la cama, besó sus labios con delicadeza, atacando su cuello con feroces mordidas que al contrario le encantaban de sobremanera.

___ pasó sus manos por lo hombros del moreno, donde yacía alguna que otra estría que había florecido tras haber crecido.

Desnudos sobre una cama, Kim agarró a ___ de los glúteos, apegándola más a él. Sus cuerpos se unieron, el pene del moreno entraba y salía de la mujer, escondiendo sus rostros en el cuello del contrario.

Pasaron todo la tarde entre corridas y besos, entrelazando sus manos y gimiendo al satisfacerse.

Pero ya no era sólo sexo. No.

Era mucho más que eso.

Aquel día no sólo se unieron por placer, sino por sus ganar de amar, de corromper las barreras que por fin ya no existían.

Ahora ellos eran dueños de sus propias vidas, y aunque eran adultos, al tenerse frente a frente, se veían pequeños, inofensivos, como cristales que debían cuidar.

Todo lo que un día añoraron tener, hoy lo conseguían.

Cuando llegó la noche, Tae Hyung tomó la mano de ___ y los dos caminaron desnudos por la arena hasta tocar el agua del mar.

|ᴘᴏᴠ ᴋɪຕ ᴛαє ʜуᴜηɢ|


—Se siente diferente... —dijo ___.

—¿Diferente? —cuestioné.

—La última vez que estuvimos desnudos en una playa... éramos jóvenes —ella me miró.

—Yo era un patán.

Tomo las dos manos de ___, mirándola a los ojos. El agua llegaba más arriba de nuestras caderas.

—Es cierto, lo fuiste —ríe y me da la justa razón.

—Apenas podía cuidar de mí mismo —suspiro.

—No es verdad, sí sabías hacerlo —contradice.

—Sabes que no —acaricio las mejillas de ella.

—¿Y ahora? —cuestiona.

—¿Ahora?

Me quedo en silencio, pensando en las posibilidades y acertijos que contenía aquel "ahora".

—¿Qué haremos ahora? —vuelve a hablar.

—Habrá que averiguarlo —la abrazo por el cuello.

Ella levanta su mirada, sus pechos se apegaron a mi abdomen. La luz lunar hacía resplandecer aún más sus ojos.

—Sólo quiero estar contigo, ___.

—¿Hasta que mi piel se arrugue y me canse al caminar?

—Cariño, hasta que tu fina piel cambie... —abraza mi rostro—, y debas apoyar tu mano en mi hombro con tal de no cansarte, ahí estaré.

—¿Siempre?

—Hasta que la muerte nos separe y volvamos a amarnos en otra vida, siempre te amaré con la fuerza de mi alma, ___.

Mi mujer acaricia mi rostro y casi por inercia cierro mis ojos, entregándome a ella esta noche; una de miles más.

—Te amo, Tae Hyung... y te seguiré amando aún en los días malos, cuando se torne feo, prometo no soltar tu mano... jamás.

Y la besé.

Acariciamos nuestros labios con una emoción compartida. Abracé su cuerpo y sentí que no necesitaba más en esta vida, porque era ella quien llenaba todos mis agujeros.

Siempre fue ella.

La causante de mi linerencia siempre fue.

La musa de mis dibujos y de mis sueños.

La chica quien me hizo perder la cordura ocho años atrás, ahora era cortejada con arrullos en mis brazos.

Nos separamos, ___ sonrió y preguntó:

—¿Me detengo?

—Nunca lo hagas —respondí.

Entonces ahí, cuando nuestras palpitaciones cardíacas coordinaron una vez más sus latidos y mis pupilas se agrandaron al escudriñar en sus ojos y notar que las de ellas también lo estaban, volví a darme cuenta que ___ siempre sería la persona que buscaría en medio de una multitud.

Porque...

En este mundo vacío, hasta que el agua de los ríos desaparezca y el tiempo nos condene a muerte, te amaré, ___.

Aún cuando parte de tu sangre corra por mis venas y el mundo crea que nuestro amor es pecado, lo haré.

Te amaré, aún cuando la gente piense que lo nuestro es producto de lo prohibido y nuestro amor haya nacido a través de unos insólitos juegos culposos.



『 Fin 』


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Bueno, me demoré meses en subir el final porque he estado distraída. Ahora tengo mucha vida social, ya que mi comuna no está en cuarentena, y prácticamente todas las semanas me junto con mis amigos💆‍♀️🤍

Además, mi vida amorosa me quitó bastante tiempo 🏃‍♀️

Denme tiempo con el epílogo, aún no proceso que esto ya terminó. Pero gracias por su paciencia, son lxs mejores lectorxs que una escritora podría tener ❤

Gracias por leer 🦄 Love u Parkmy's 💕

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