|Cap ₉|Desnudarme o...


Con delicadeza, mis dedos recorrieron sus pecho desnudo. El calor de su cuerpo se estaba poco a poco reflejando en el mío, haciéndome sentir menos frío, más calidez a su lado, apegada a su cuerpo, sintiendo todo de él y él todo de mí.

Acerqué mi rostro a su pecho y besé su piel. Él pasó sus manos por mi espalda, atrayéndome más a él, abrazándome por completo. Alcé la mirada, encontrando con ello su cara muy cerca de mí, analizando cada detalle de mi piel. Sus labios se entreabrieron y lo miré a los ojos, sintiendo cómo él sobrepasaba cada muro de mi ser, como si supiera de memoria cada manejo de sus acciones, para yo entregarme a él.

Tal vez, sólo tal vez, era así. Tal vez, muy dentro de él, aún sabía cómo tratarme, seducirme de una manera que nadie más que él podía hacerlo. Nadie como él podía llegar a hacerme sentir como si estuviera flotando encima de las nubes, como si pudiera llegar a tocar las suaves y delicadas alas de los ángeles.

Tae, era como mi ángel. Mi ángel descolocado de la realidad. Mi ángel que me entrega paz, pero al mismo tiempo me regala un extenso paseo por el sendero de lo perverso. Él se había convertido en mi perdición. Una extraña perdición.

Y, cuando me adentré en sus ojos a mayor profundidad, quise besarlo. Bueno, nunca lo besé, ya que un chico grita mi nombre.

—¡___! —gritó de nuevo.

Tae y yo volteamos a ver de quien se trataba. Sin embargo, la noche estaba oscura, apenas la luna nos alumbraba. No pudimos ver con claridad el rostro del chico. Y, ¿Cómo sabía mi nombre?

—¿Quién es? —preguntó Tae, apegándome más a su pecho.

—No tengo ni idea... —susurré.

—¡Soy Eun Woo! 

Oh, el chico que quería coger conmigo en la preparatoria.

—Ése es el patán que te dio una palmada en el trasero, ¿verdad? —entrecerró sus ojos, mientras se ponía delante de mí, dejándome tras su ancha espalda—. Estás desnuda. No quiero que te vea.

—Bueno, no es para tanto... —quise calmar la tensión—. Le di una cachetada. Eso pasó hace meses, Tae Hyung. Los sucesos pasan. Tampoco es un mal chico.

—¿No es un mal chico? —rio un poco, irónico—. Al verlo como estúpido ahí parado, sólo me imagino enterrando su cuerpo en la puta arena.

—No lo asesines.

—¿Me crees capaz?

—¿Quieres que responda?

—Sí.

—Entonces sí.

—¿Quieres ver? —volteó un poco su cabeza y lo vi sonriendo de lado.

—No —quise salir detrás de él, pero él me tomó de la muñeca y se posicionó nuevamente delante mía—. Quiero ir a hablar con él y preguntarle qué pasa.

—¿Y que te vea los pechos?

—Son sólo tetas.

—Y tuyas.

Me quedé un momento en silencio, suspiré.

—¿Y qué quieres que haga?

—Iré yo.

—¿Y que te vea el pene?

—Es sólo una polla.

—Y tuya.

—Si no fuera un caso serio, estaría riéndome —dijo, aguantando la risa.

—¡Hey! —alzó los brazos el pelinegro a la orilla de la playa.

—¿Qué quieres? —Tae alzó la voz.

—¡Es muy tarde, y me preguntaba si podían dejarme cerca de alguna parada de autobuses para llegar a casa! —frotaba sus brazos con sus manos.

—Dile que sí —susurré tras Kim. Mi conciencia no podría con el peso de dejar a una persona a éstas horas de la noche, sola.

—N... —mis manos viajaron por su pelvis y apreté su miembro bajo el agua, él jadeó, aguantó un poco la respiración—. Digo, digo, sí podemos llevarte.

—¡Gracias, bro!

—¿Me acaba de llamar "bro"? 

—Tranquilo —le di un beso en la espalda—. Sólo intenta no cortarle el cuello.

—¿Cortarle el cuello? ¿Me crees capaz de eso? —negó con la cabeza—. A ése malparido le cortaría el pito.

—Bien —tragué saliva—. Sólo intenta no matarlo —le di palmaditas en la espalda.

—Reza —se agachó un poco, tomó de mis muslos y comenzó a caminar conmigo colgada de su espalda.

—¿De rodillas?

—Sólo cuando estemos solos —visualicé una sonrisa.

—Claro... —reí.

Llegamos a la orilla. Eun trató de no bajar la vista hacia la hombría de Tae. Yo aguanté la risa. Él se veía asombrado.

—¿Desnudos?

—Sí, y si no cierras los ojos ahora, tendré que matarte.

Bueno, lo intentamos.

—¡Claro! —él cubrió su rostro con sus manos.

—Muy bien, espera aquí.

Tae me bajó y corrimos al auto, sacamos nuestra ropa y nos vestimos. Me adentré en el puesto de copiloto, mientras Kim le avisaba a Eun que ya podía venir con nosotros.

Okey, ahora la situación era así. Yo al lado de Kim, él conduciendo, y Eun Woo atrás, en medio de los dos asientos. La escena se parecía un poco a una película; Shrek 2. Cuando Shrek, Fiona y Burro van viajando.

Eun Woo era el burro.

—Así que... ¿Follando en la playa, a la luz de la luna? —dijo.

Tae aclaró su voz.

Había que cambiar de tema.

—¿Y tú? —dejé salir aire y volteé un poco a verlo, lo miré de pies a cabeza. Él vestía ropa brillante, su camisa estaba abierta y su cabello desordenado—. ¿Qué hacías por aquí?

—Bueno, me escapé de una fiesta.

—¿La fiesta del primo Jackson? —preguntó Tae.

—Ése tipo es primo de todos. Qué loco, ¿no? —rio.

—Y, ¿por qué escapaste de ahí? —cuestioné.

—Bueno —suspiró—. Fue una fiesta muy grande, estaba claro que en cualquier momento llegarían los policías a detener todo.

—Sí, fue una fiesta grande. Qué bueno que nos fuimos de ahí —miré el perfil de Tae.

—¿Estuvieron ahí?

—Sólo un rato —respondió Kim.

—Ah... ¿Y qué hicieron en la fiesta?

—Follar.

Abrí grandemente mis ojos, viendo a Tae.

—Oh, así que, ¿son pareja?

—Hermanos. En realidad —dijo con tranquilidad.

—¿Son norteños? Oí ese concepto por ahí.

—Es mentira. No somos hermanos —negué, viendo a Eun con una sonrisa incómoda—. A veces se le va el coco.

Bien, después de un rato nos quedamos en silencio. Tae vio una parada de autobuses dentro del centro de la ciudad, y Eun bajó del auto, sin antes agradecer.

Nos quedamos estacionados al lado de una vereda.

—Gran trabajo. Lo dejamos con vida —sonreí.

—Vamos a un hotel —dijo de la nada.

—¿No quieres ir a la cabaña?

—Hoy no.

—¿Por qué no?

—Porque... —suspiró y apoyó sus dos manos en el manubrio—. Porque es complicado.

—Entonces...

—Sólo quiero estar a gusto esta noche, contigo. No es difícil de entender.

—Nos podrían encontrar, Tae Hyung —comencé a preocuparme—. Podrían investigar nuestra estadía, y... Y, sería nuestro fin.

—No lo harán —volteó a mirarme.

—¿Cómo lo sabes?

—Confía en mí —pasó rápidamente la lengua por su labio menor—. Sé que fui y soy un maldito infeliz, pero confía en mí al menos esta noche. Mañana si quieres puedes odiarme. Hoy, quiero dormir a tu lado.

Fruncí mi ceño, una extraña corriente de aire rozó la piel de mis hombros.

—¿Debería asustarme por lo que acabas de... decir? —tragué saliva.

—No —desvió su mirada.

Mientes. Mientes.

—Bueno —respondí.

Sabía que él mentía, y conozco a Kim, él también sabía que yo sabía que él mentía. No obstante, decidió optar por quedarse en silencio y comenzar a conducir.

Después de unos minutos, llegamos a un ostentoso hotel, ubicado en el centro de Seúl, donde solamente se hospedaba gente adinerada. En la entrada y con letras brillantes, decía: Hotel Center Premier. ¿Qué hacíamos aquí? Ni si quiera creía que podíamos pagarlo.

—Ven conmigo —entrelazó su mano con la mía, cuando se dio cuenta que me había quedado parada, hipnotizada por lo brillante y alto del edificio.

—No podemos pagar esto —le seguí el paso.

—Tranquila —me dio una rápida mirada.

Llegamos a la recepcionista principal del hotel. Era una chica, ella tenía sus cabellos sujetos en una coleta, su uniforme era negro y su maquillaje era natural. Era bella. Su sonrisa lo era.

—¿En qué puedo ayudarles? 

—Soy Kim Tae Hyung.

—Buscaré su nombre... —tecleó, viendo la pantalla de la computadora—. ¡Ah! Sí. Su madre ha dejado una reservación esta tarde. La Suite Premier del último piso —sacó una tarjeta de una caja y se la entregó.

—¿T-tu madre...? —susurré, impactada.

—Gracias —Kim se limitó a hacer un gesto de cabeza al recibir la tarjeta.

—¿Tu madre? —volví a decir.

—Todo está bien, ___.

Entramos al elevador.

—¿Es una puta broma, Tae? —me posicioné frente a él, mirándolo a los ojos.

—Necesitábamos un mejor lugar, y ocurrí a ella.

—¿A cambio de qué? 

—No hay cambios, ___ —él acarició mis mejillas, acercándose a mí.

—No me mientas —me aparté.

—¿Por qué te mentiría?

—Exacto. ¿Por qué me mentirías, Tae? —fruncí mi ceño, apreté mis puños.

—No tengo necesidad. 

Y, al decir eso, llegamos a la última planta. Caminé tras él, estando de brazos cruzados. Me sentía molesta de alguna forma.

Kim deslizó la tarjeta y la puerta se abrió. Quise gritar de asombro al notar lo lujoso que era todo. Al entrar, pude visualizar un piano de cola en medio del gran salón, éste brillaba, al igual que todos los muebles de madera con vidrio. Bajo el piano yacía una gran alfombra roja.

Habían muchas puertas. Quería ver y sentir todo del precioso lugar, pero no lo hice. Saber que la madre de Tae había pagado por esto, me irritaba, me enfurecía. Quería a esa mujer lo más lejos posible.

Pero, ¿Cómo fue que Tae se comunicó con ella? ¿En qué momento? ¿Por qué? No lo entiendo.

Si tan sólo pudiera escudriñar en sus pensamientos, todo sería más fácil.

—¿Quieres meterte en el yacusi? —preguntó.

—¡S...! —me detuve, me puse seria de nuevo—. Digo. No. No, hasta que me digas la verdad.

—Quiero una ducha... —comenzó a desabotonar los botones de su camisa.

—No es el preciso momento para una ducha.

—¿No? —dejó caer la camisa al suelo, arriba de la alfombra roja—.Estaré en el baño —bajó sus pantalones junto a su ropa interior, quitó sus zapatos—. Te deseo —dijo, totalmente desnudo en medio del salón—. Y si deseas hacer algo más placentero, te espero bajo el calor de las espumas.

Sin más, me dejó sola, sin haber respondido mis dudas. No podía dejar de lado mis inquietudes referentes a todo esto.

—Maldito. Maldito. ¡Maldito! —grité, agarrándome los cabellos.

Ahora, el dilema estaba entre pelear por saber la verdad que me escondía Kim. O, desudarme y entrar a aquel baño.


__________
Estoy haciendo lo que puedo :( Mis tiempos han sido cortos, apenas puedo escribir seguidamente. Esto de la Universidad y haber terminado mi 4° medio me tiene media estresada. Odio hacerles esperar tanto tiempo por un capítulo.

Perdón, si este capítulo les pareció oxidado.

De hecho, publico esto a las tres de la mañana, porque no tengo tiempo en otro momento T-T

Gracias por leer ❤🌹 Love u Parkmy's ❤🌹🤝🏻

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