|Cap ₁₁|Culpables de un sentimiento.


Quería vomitar, necesitaba hacerlo o mi cuerpo colapsaría en cualquier momento. Sin embargo, seguí en mi posición. Tenía que saber a mayor profundidad la verdad que siempre quise saber.

Tae contraatacó.

—¡Somos medio hermanos! ¡Lo único que compartimos son tus sucios genes! A ella la dejaste con su padre alcohólico y abusivo, mientras a mí me tenías en un pedestal, disfrutando de todos los lujos posibles. ¡¿Crees que eso está bien?!

—No lo entenderías.

—¿Y crees que la prensa lo entendería? ¡Oh, qué bien se vería un gran título de primera página en todos los periódicos y revistas de Corea; Felicitaciones a la madre del año! ¡¿No crees?!

—No, no lo creo. Para eso te doy el dinero, a cambio de tu silencio.

—Bien, entonces quiero el dinero. Y, ella y yo nos iremos de aquí.

—Aún sabiendo que es tu hermana, planeas estar con ella. Eres despreciable y morboso. ¿Acaso ella lo sabe?

Kim quedó en silencio por unos largos segundos.

—Ella nunca lo sabrá.

—¡¿Cómo es posible que después de borrarte la maldita memoria dos veces, vuelvas a amarla?! ¡Incesto! ¡Eso es lo que eres!

—¡Si hubiera crecido junto a mi media hermana, jamás hubiera pasado esto, y lo sabes!

—¡¿Cuántas posibilidades existen de que te enamores de tu desconocida hermana?! ¡Dime! ¡Es como una en un millón! ¡Una aguja en un pajar!

—Sólo vete a la mierda.

Escuché unos pasos, los cuales fueron interrumpidos enseguida, por ella.

—Dime algo, antes de que te vayas para siempre —su voz era fría y lastimosa.

—Habla.

—Es completamente desagradable preguntar esto, sin embargo —ella lo duda por un minuto, pero finalmente cuestiona—. ¿Ya han tenido sexo?

—No —responde el moreno—. Hemos hecho el amor.

Sin más, y sin verlo venir, la puerta es abierta, me tambaleé un poco antes de caer de rodillas al suelo, bajo el marco de la puerta, con mi largo y desordenado cabello cubriendo gran parte de mi rostro, mi cabeza levantada, mi mirada fija en los ojos de mi... madre...

No merecía ser llamada así, al menos no en voz alta. Ni si quiera en mis más torturosos pensamientos.

—¿Estás bien? —se agachó Kim de inmediato, en su voz se notaba la preocupación.

—Hija...

—¡No te atrevas! —volteó su cabeza a la altura de su hombro, antes de que aquella mujer diera un paso.

Mi cuerpo y mente habían entrado en un trance de shock, en el cual podía ver y oír todo con lentitud, como si el mundo se hubiera pausado a mi alrededor, como si el color de las cosas se hubiera desteñido, como si el mundo que creía conocer ya no existía.

Todo lo que creía conocer, era una mentira.

Toda mi vida me había encontrado en una mentira.

Estaba atrapada, perdida, desorientada.

Tae me hablaba, mas yo no podía escucharlo, sólo podía ver sus grandes y rasgados ojos verme con asombro. Él se acercó a más a mí y me sujetó de los brazos, sacudió mi cuerpo un poco.

—No debí traerte. No debí dejar que todo esto pasara.

Y, cuando por fin pude escucharlo, de alguna u otra forma desperté, mis sentidos volvieron a funcionar.

La realidad de ahora es que la persona que más amaba en este mundo, se trataba de mi hermano. Tae Hyung siempre fue mi medio hermano.

Fua mi hermano cuando lo besé por primera vez.

Fue mi hermano cuando me desvistió en su habitación.

Fue mi hermano cuando hicimos el amor en aquella cabaña hace unas semanas.

Fue mi hermano cuando confesó amarme.

Fue mi hermano cuando... cuando confesé amarlo.

—No me toques —me levanté rápidamente del suelo, a la defensiva.

—Deja explicarte todo —quiso acercarse.

—Aléjate de mí.

—Necesitas saber la verdad.

—¡¿Ahora?!

—Tienes que entender. Todo fue por tu bien.

—Me causas repulsión, Tae Hyung —retrocedí un paso.

—Sabía que la tendrías. Por eso...

—¡¿Por eso pretendías seguir mintiéndome?!

—Es porque te quiero —avanzó un paso.

—¡Y yo te amaba! —rompí en un patético llanto—. ¡Maldita seas, Kim! —agarré mi pecho, arrugué mi ropa—. ¡Te amaba con toda mi alma!

—Aún me amas. No hables en pasado —frunció su ceño, sus ojos comenzaban a brillar—. No hables como si todo esto estuviera perdido.

—¡Si tú me quisieras como dices quererme, jamás me hubieras mentido! —cerré mis ojos con fuerza, limpié mis lágrimas—. Cuando realmente quieres a alguien... no le mientes en la cara...

—No nos hagas esto. Por favor...

—¡Deja de echarme la culpa de todo esto!

—Tae Hyung, déjala ir —dijo la mujer.

—¡Cállate! —Kim se dio la media vuelta y comenzó a gritarle—. ¡Tú nos arruinaste! ¡Destruiste a tus dos hijos, o a más! ¿Quién sabe? ¡Si eres una zorr...!

Ella le dio una cachetada.

Siguieron discutiendo. Mi cuerpo no podía con tanto. Quería salir de ahí lo más antes posible, no podía seguir presenciando todo esto. La idea de saber que parte de mi sangre también corría por las venas de ambas personas... me dejaba sin aliento.

Entonces, corrí fuera de ahí. Ellos ni si quiera pudieron darse cuenta a causa de sus propios gritos. Corrí, sólo sé que corrí y corrí. Nunca me detuve, teniendo una dirección desconocida. Mis cabellos no dejaron de unirse al viento, junto a la rapidez de mis movimientos.

Y, recordé la lluvia. Oh, la maldita lluvia.

Mi cuerpo se empapó por completo, mis labios temblaban a causa del frío. El barro bajo mis pies se hacía cada vez más acuoso y resbaloso.

Desde lejos pude escuchar la voz de Tae Hyung, casi como un eco ahogado por los rugidos del bosque. Las ramas se balanceaban con el viento, la torrencial lluvia.

Casi por inercia, y como si su voz fuera un llamado natural para captar mi atención, volteé mi cabeza para ver el camino que dejé atrás. Resbalé con el barro y tropecé con una roca. Caí al suelo, ensuciando toda mi ropa.

Jadeé del dolor, me había raspado las piernas.

No era la primera vez que corría y me lastimaba a causa de Tae Hyung.

Pero, me levanté, negué con la cabeza, y seguí corriendo. No paré. Esta vez, cuando escuché otro de sus gritos decir mi nombre, no me detuve, no volteé a ver si había llegado hacia mí.

No quería nada de él.

Lo quería lejos.

Lejos de mi vida.

Lejos de mis sentimientos.

Ya no quería sentir la culpa tan cerca.

Era pleno día, pero el clima hacía lucir todo tan triste y melancólico. Al adentrarme en el bosque, la oscuridad me atrapó, me desconcertó.

Sólo me quedé en medio de todo, viendo a todos lados, con mi pecho agitado. No había parado de correr en largos minutos. Comencé a dar reiteradas y cada vez más rápidas vueltas en círculos, tratando de encontrar una salida, un lugar al cual ir, pero... simplemente, no tenía nada.

No sabía de mi padre hace mucho tiempo. Kim era todo lo que tenía. Desconozco la presencia de familiares en algún sitio.

Estoy jodida. Jodidamente sola.


•••


Hallé una salida a la ciudad. Después de tantas horas, pude orientarme. Nuevamente caminaba sin rumbo fijo, sin saber adónde ir.

Pude visualizar una parada de autobuses cercana, me encaminé a ella, frotando mis brazos con ayuda de mis manos, sorbiendo mi nariz, intentando no volver a llorar o sería peor.

Me obligaba a ser fuerte, pero simplemente el hecho de ser la media hermana de la persona que amas, no ayuda mucho.

Mis pies estaban mojados, y pronto me llegaría un resfriado por aquella razón. Mi cuerpo se estaba congelando por completo, y un ardor en mi espalda baja sentí al sentarme en el asiento de la parada.

Las personas pasaban con sus caros abrigos de marca, con sus acogedoras botas y sus gorros cubriendo sus orejas, protegiéndose del frío.

Un lágrima cayó por mi mejilla, seguida de otras, y otras más.

—Dios... —cerré mis ojos con fuerza.

—Probablemente lloras por amor. O algo relacionado a ese bipolar sentimiento.

Levanté la vista de inmediato, un poco asustada, pero no tanto, porque enseguida pude darme cuenta que aquella voz ya la había escuchado antes.

Era el viajero en el tiempo. Otra vez estaba aquí.

—Eres tú... —entrecerré mis ojos—. Eres Jin.

—Me sorprende que aún recuerdes mi nombre —sonrió.

—Soy buena recordando cosas... —sorbí mi nariz y me encogí de hombros.

—¿No te da miedo el hecho de que sea un viajero en el tiempo? —frunció su ceño.

Reí con ironía, melancólica.

—Le eliminaron los recuerdos a la persona que amo... —apreté mis labios—. Y, la persona a quien amo, ahora resulta ser mi medio hermano... Créeme... ya nada me da miedo. Nada me sorprende...

—Ahora todo tiene más sentido.

—¿Sentido?

—Sentido, porque cuando viajé a otros universos, todas las demás tú se asustaron al saber lo que ves ahora —suspiró y comenzó a quitarse su largo abrigo—. Es porque ninguna de ellas ha vivido algo tan duro como tú. Es por ello que nada te sorprende.

Él tomó una de mis manos e hizo que me levantara del asiento, ahora pasó el abrigo por mi cuerpo, cubriéndome por completo.

—Lo más importante, es no pasar frío ni hambre —dijo—. Revisa la cartera derecha, compra algo de comer, un chocolate estaría bien. Nunca está mal liberar un poco de encefalina —agregó, mientras acarició dulcemente mi hombro izquierdo.

—¿Ya te vas? —hundí mi expresión.

—Necesito ayudar a más como tú, ___ —sonrió—. Nos vemos pronto.

Él se dio la media vuelta y caminó un par de pasos, se escabulló en unos árboles cercanos, donde pude ver que observó a todos lados, para pronto abrir el portal. A su lado yacía una chica, la cual no pude reconocer ya que estaba de espaldas, pero ésta vestía un abrigo blanco. Los dos fueron succionados por el portal.

Boté aire.

Él era un Ángel.

Y, como si los ángeles estuvieran cayendo del cielo, un hombre se acercó a mí. Él se veía mayor, su tes era medianamente morena, sus ojos eran rasgados, negros y profundos. Llevaba un maletín en la mano, y en su chaqueta traía expuesta un tipo de licencia, la cual decía:

"CENTRO DE AYUDA JUVENIL

Jefe: Kim Seung."

—¿Necesitas ayuda? —preguntó.

_____________

Jeje, otra aparición de Jin jeje sí  jeje 💅🏻👀 Aunque esa parte aún no aparece en Time 💅🏻👀 La mayoría ya sabe que todas nuestras historias están conectadas unas de las otras 👀💅🏻😳❤

¿Cómo se sienten con todo esto? ¿Cólo creen que acabe la historia? ❤👀

H

asta el próximo capitulo jeje Gracias por leer ❤🥰 Love u Parkmy's 🥰🙏🏻 Recuerden que un comentario o un voto siempre se agradece mucho 🥰🙏🏻

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