Capitulo 4

Un grupo pequeño de asaltantes habian llegado armados a la villa, para entonces la gran mayoria de aldeanos se habian escondido para evitar que los malhechores hicieran mas daño del que podian provocar era increible que de un momento a otro la villa se poblara por fantasmas.

Hemos venido en nombre de Thomas Ojo Loco, a partir de ahora la protección del rey no vale nada, solo la nuestra y por fortuna para nosotros, esta se paga a diario. Las formas varian, si entregarnos vuestro oro, comida, esposas o hijas sin estrenar para que sepan lo que es un hombre de verdad. -ladró un bandido de cabello castaño mientras vestia lo que parecia un jubón, alguno que otro vestia con los retazos de una armadura cubierto por oxido.- Ojo Loco vendrá en dos dias...empezaremos a cobrar en su nombre.

El bastardo del rey empezó a temblar cosa que notó la espada reconvertida en martillo- me vas a decir que tienes miedo, un cabeza de toro nunca tiene miedo, deberias tener alma de dothrakii cabeza de chorlito pero aqui estas temblando como una nena -entonces lo vio, tenia la cara desencajada por la rabia.  Podia jurar que pudo sacar algo de los Baratheon, ser bastante carismaticos y excelentes lideres militares si cabreabas a uno te venia casi con una legión de fervientes seguidores para arrasar tus tierras.

Los bandidos se empezaron a esparcir por la villa, en ese momento dos de ellos quedaron solos como vigia por si las moscas aparecia alguien a caballo. El Pelinegro los habia visto, eran 9 sin contar a los vigias, jamas en su vida habia alzado las armas contra alguien y mucho menos habia aprendido manejarlas, es mas, que hacia teniendo un martillo de batalla en sus manos, el corazón le palpitaba hasta tal punto que casi lo podia escuchar el mismo.

Se este se puso cerca de una casa que tenia linea recta hacia uno de los vigias, tal vez y si todos los dioses de las religiones se ponian de acuerdo en que la suerte le ayudará podria derribar a uno de ellos, estaba nervioso. Respiraba con furia como si de un toro fuese, el calor de la ira le hizo mover sus piernas dando pasos fuertes.

El primero que era mucho mas delgado que su compañero solo le dio tiempo a ver como un chico de 15 años le estampó su martillo contra la cara, los dientes aun cruzaban el aire en un grito de dolor cuando el aprendiz de herrero se echó encima de su compañero, mas pequeño pero con un escudo desgastado, poco y nada pudo hacer cuando el martillo empezó a estamparse contra su protección con una fuerza casi hercúlea hasta la mano del pelinegro le arrebató el escudo dandole un golpe con este que lo aturdió para luego propinarle un golpe certero en la cabeza que lo hizo caer dando una vuelta sobre si mismo antes de caer al suelo sin vida

Varios bandidos que ya habiam entrado a las casas a recibir el pago por su protección, dos de ellos se estaban subiendo los pantalones, estaban pobremente equipados con armaduras que mostraban un nivel de oxido bastante elevado, no durarian el primer golpe si se enfrentan a el pero por su numero si podrian sobrepasarlo.

Te vas a enterar ahora hijo de puta -bramó uno de los que se subian los pantalones ,ante la mención de su madre, cualquiera juraria que la sangre se le inyectaba en los ojos ante semejante falta de respeto-

La burla del bandido hizo que el toro fuera a por ellos lanzando el primer ataque con una fuerza tal que atravesó madera y cuero alcanzando al desdichado que solo pudo recibir el golpe esperando a que sus compañeros lo mataran. De forma casi innata, Gendry rodó para evitar que una espada mal afilada atravesará su costado, el escudo impactó en la cara del que intentó atravesarle el costado haciendolo retroceder

La corneada del toro aun no habia ni siquiera empezado, el pie de Gendry se hundió en la tierra y el siguiente objetivo fue abrirle la cabeza a uno de ellos. El impacto ignoró la escasa protección que este tenia y la sangre salpicó el rostro del Bastardo dandole un aspecto mas fiero si no lo tenia ya.

El escudo fue roto por una espada pero mas que una desventaja fue gracias a la podrida madera que el arma se encajó y el herrero acabase con su vida de golpe en la sien. 4 cadaveres ahora rodeaban al muchacho quien respiraba con furia mientras los bandidos lo veian aterrados.- alguno mas quiere venir? -en su audacia y desconocimiento, Gendry dijo aquellas palabras mientras los bandidos lo veian. Detras de el se formaba la sombra de un hombre con armadura el cual llevaba cuernos de venado adornando su casco, juzgandolos como si fueran escoria.- Vamonos, vamonos, VAMONOS!!! -3 de ellos cobardes como ratones ante la llama que estaba frente a ellos , empezarón a correr mientras el cuarto incluso se habia quedado atras pensando que lo atacarian- Esperadme desgraciados!! -gritó, se tropezó cayendo de lleno a una plasta de vaca antes de seguir en su carrera- Ojo loco no va a olvidar esta afrenta!!! Rezad a los Siete porque no os salvaran ni los antiguos dioses -a este pobre hablador, fue apedreado por el pueblo al verlo solo mientras se cubria pobremente con su escudo y desaparecia por el camino.

Una campanilla despertaria a Gendry de su letargo, al fin estaba consciente y pudo ver los 4 charcos de sangre que lo rodeaban, Empezó a jadear pesadamente. Trataba de no vomitar, a pesar de que no tenia nada en el estomago mientras daba pasas hacia atras dejando caer al escudo por el Shock poniendo su mano en la boca tratando de impedir qur cualquier cosa saliera de su boca

EH, EH, EH, no te desmoralices ahora, eran ellos o tu -dijo el "martillo" a su propietario- mas te vale adaptarte a este mundo tan cruel niño, porque si no te comerán vivo, con acero en el pecho o un cuchillo en la garganta -parecia no escucharle pues aun continuaba afectado por el shock aunque en realidad lo habia escuchado-

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