CAPITULO 6 - La Casa Uchiha
Tras el desayuno de esta mañana, Minato les pidió a todos que esperasen, que quería darles una noticia. Tras acabar todos se quedaron en la mesa esperando que hablase.
- Veréis, Kushina y yo hemos decidido que sería una buena idea hacer algo para celebrar la boda entre Naruto y Sakura. Dentro de tres meses. Justo cuando quede la mitad de tiempo para que se celebren. Haremos un torneo en Soragakure. Invitaremos a todas las Casas del País de las Nieves. - Dijo Minato sorprendiendo a los chicos.
- ¿Sera de libre participación? - Preguntó Shikamaru con curiosidad.
- No, cada Casa presentara un único participante. Así que tendremos 53 participantes. - Dijo Minato. - Y hablando de eso, Naruto tú serás nuestro representante. - Dijo Minato.
- ¿No participareis vos, padre? - Preguntó Naruto extrañado.
- Naruto, cuando tenías casi 16 años me derrotaste por primera vez. Y ya no he vuelto a ganarte nunca. Así que es obvio quien debe participar. - Dijo su padre mirándolo.
- ¿Duelos o Justas? - Preguntó Naruto curioso.
- Sera de duelos. Sabes que no me gustan las Justas. - Dijo Minato.
- Bien. - Dijo Naruto pensando que tampoco le gustaban mucho.
- "Espero que mi padre me escoja, quiero participar." - Pensó Shikamaru.
- "Significa que mis padres y mis hermanos vendrán a Soragakure." - Pensó Sakura algo contenta.
Tras eso Naruto se llevó a Hiro al campo de entrenamiento. Hoy le tocaba clase con la espada. Solo que allí también estaba Sai esperándole.
- Hola Sai, hoy entrenara mi hermano con nosotros. No tengo tiempo para todo. Y como estáis entrenando las mismas cosas básicas. - Dijo Naruto llegando.
- Entendido... - Pensó después algo deprimido pensando que Naruto lo comparaba con un niño de ocho años.
Kushina de nuevo estaba con Sakura. En realidad la pelirrosa pensaba que su "maestra" era algo pesada. Pero todo aquello lo hacía por su bien y lo agradecería en el futuro. Mientras hablaban estaban dirigiéndose hacia el campo de instrucción. Por algún motivo Kushina siempre vigilaba un poco a Naruto cuando entrenaba con Hiro.
En ese momento al llegar vieron que Hiro y Sai estaban practicando contra dos muñecos de entrenamiento.
- Tienes que sujetar la espada con fuerza Sai. Estarás muerto si se te cae de las manos. - Dijo Naruto mirando al moreno. - E intenta cambiar la trayectoria de los golpes, son fáciles de esquivar si llegan todos por el mismo lado. - Dijo Naruto mirando sus defectos.
- ¡Madre! - Dijo feliz Hiro viendo a la mujer que lo había traído al mundo. Kushina saludo con la mano sonriendo a su hijo.
- No te distraigas Hiro. - Dijo Naruto mirando a Kushina y a Sakura.
- Si, perdona. - Dijo el chico volviendo a su trabajo.
- Naruto. - Le llamó Sai al rubio.
- Dime. - Contestó el rubio.
- En un combate real no es mejor llevar todos los golpes al mismo sitio, al pecho. Mataras a tu rival antes. - Preguntó Sai con curiosidad.
- En un combate real tu rival llevara una armadura integral. O prácticamente integral. Atacar al pecho puede ser bueno si tienes buena fuerza y una espada afilada. Pero lo mejor es atacar al cuello, la cara, las axilas y la cintura. Son los puntos más débiles de una armadura. Y en general cualquier comisura que este uniendo piezas de armadura. Y aun tendrás que atravesar la cota de mallas. Así que, más te vale entrenar tu brazo. - Dijo Naruto.
- O la puntería para acertar en la cara. - Dijo Hiro mirándoles.
- Eso también vale. - Dijo Naruto mirando a su hermano.
La pelirroja estuvo mirando un poco más el encuentro. Sakura obviamente también para no aburrirse. Naruto solo se limitaba a dar consejos e intentar corregir los errores de los dos novatos.
- No es que crea que Naruto entrenara mal a Hiro. Solo me da miedo que pueda ser algo estricto. Solo es un niño pequeño. Pero veo que por ahora no. - Dijo Kushina.
- Bueno, el entrenaba de manera estricta con cinco años. - Dijo Sakura recordando lo que Kushina le conto.
- Si, por eso me da miedo que el crea que eso es lo normal. - Dijo Kushina marchándose del balcón del patio.
- ¿Cómo se tomaba Naruto sus entrenamientos? Cuando era pequeño digo. - Dijo la pelirrosa con curiosidad.
- Bueno, al principio no muy bien la verdad. Él decía que preferiría estar jugando por ahí como es obvio. Además se cansaba muy rápido también. Creo que los dos primeros años lo pasó bastante mal. Pero después... dejo de quejarse... - Dijo Kushina deteniéndose.
- ¿Qué paso? - Preguntó Sakura con curiosidad.
- Desde el accidente en el que murió su hermano no volvió a quejarse nunca más. - Dijo Kushina triste.
- Entiendo... - Dijo Sakura sin saber bien que decir.
Tras eso continuaron con las cases de la pelirrosa. Hoy estuvieron hablando de la Casa Uchiha. Eran los Señores de Kumogakure en el País del Rayo. Y eran los Guardianes del Este. La verdad es que su clima era muy agradable. Las temperaturas siempre eran suaves tanto en invierno como en verano. Y las primaveras y otoños eran maravillosos.
Su señor era Lord Madara Uchiha. Y su heredero se llamaba Sasuke que tenía prácticamente la misma edad que Naruto.
Los Uchiha siempre habían sido personas muy orgullosas. Pero también muy codiciosas. Por eso nunca serán capaces de olvidar la derrota que sufrieron hace 20 años luchando contra los Senju y los Namikaze. Y también la derrota que sufrieron hace 50 años luchando junto a los Hyuga contra los Senju.
Además siempre habían ambicionado las centrales tierras de los Senju considerando que debían ser suyas por derecho. Sin embargo jamás habían conseguido conquistarlas.
Sin embargo, justamente por eso su política militar era expansiva totalmente. Y en tan solo 20 años habían pasado de tener un pobre ejercito a ser la mayor potencia en lo que los soldados se refiere. Superando incluso al ejercito de los Senju. Eso era algo que preocupaba tanto a Minato como a Hashirama. Seguramente en menos de diez años habría otra guerra.
Ahora estaban más o menos en paz. Una tregua mejor dicho. Pero aquello no podría durar demasiado. La única esperando era que el nuevo futuro heredero, Sasuke Uchiha, no tuviese las mismas ambiciones que sus antepasados.
Económicamente estaban muy bien. Solo eran superados por los Hyuga. Así que se podría decir que los Uchiha serían un enemigo a tener en cuenta en caso de declararse la guerra.
----------------------------------------------------------------------------------------------- Después de la Comida
Después de la comida Naruto había ido a revisar el agujero por el que Natsumi se escapó de casa. Y probablemente lo hiciese varios días. Se agacho un poco mirándolo con una mezcla de nostalgia y tristeza.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------- Hace diez años
Cuando Naruto tenía siete años había descubierto también el pasadizo secreto. Estaba junto a su hermano mayor, que tenía nueve años en aquel momento. Le había convencido para salir a dar un paseo. Su hermano era solo un centímetro mayor que Naruto y tenía el rostro muy pálido y escuálido.
No es que estuviese enfermo. Simplemente enfermaba con mucha facilidad. Iba más abrigado que Naruto y eso que estaban en primavera cuando las temperaturas están bastante bien aunque siga haciendo frio.
- ¿Qué querías enseñarme? - Preguntó el hermano del rubio.
- Es algo que he descubierto, mira. - Dijo quitando las rocas que cubrían el hueco.
- Vaya... da al bosque. - Dijo el chico mirando por ahí.
- Sí. Dices que nunca has estado en él. ¿No te gustaría ir? - Preguntó Naruto sonriendo mirando a su hermano mayor.
- Si me gustaría, pero padre se enfadaría. - Contestó rápidamente.
- No tiene por qué enterarse. Sera divertido. - Dijo Naruto animando a su hermano.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------- En la Actualidad
- Naruto. - Le llamó una voz femenina por detrás sacándole de sus pensamientos.
- Natsumi. - Dijo Naruto tratando de recuperar la compostura. - ¿Pensando en escaparte? - Preguntó el rubio.
- Por supuesto que no. - Contestó la chica ofendida.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó Naruto mirando a su hermana.
- Me preguntaba si nos acompañarías a Sakura y a mí a la ciudad. Quiero comprar algunas cosas. - Dijo Natsumi siguiendo el consejo que Naruto les dio ayer.
- Sí, claro. Os veo en la puerta. - Dijo Naruto.
- Ya estamos preparadas, Sakura está esperando. - Dijo la rubia.
- Veo que os habéis hecho buenas amigas. - Dijo Naruto mientras caminaba hacia la puerta junto con su hermana.
- Si, Sakura me cae muy bien. - Dijo la rubia contenta.
Llegaron hacia el vestíbulo del castillo donde Sakura les estaba esperando algo aburrido. Natsumi había tardado mucho en encontrar a su hermano.
- ¡Ya está! Siento haber tardado. - Dijo Natsumi.
- No pasa nada. - Contestó la pelirrosa queriendo quitarle importancia.
- Buenas tardes. - Dijo Naruto mirando a Sakura.
- Buenas tardes Naruto. - Contestó la pelirrosa mirándolo.
Los tres salieron del castillo rumbo a las tiendas de la ciudad. Natsumi quería comprarse algo de ropa nueva. No le gustaba ser una dama, pero ya que lo era por que no aprovecharse de las cosas buenas.
Parecía un tifón entrando de tienda en tienda mientras que Naruto y Sakura se habían quedado agotados sentados en un banco que había dando cara a todas las tiendas donde Natsumi iba.
- No se agota... - Dijo Naruto con una gota de sudor en la frente.
- Parece que se lo está pasando bien. - Dijo Sakura divertida.
- Sakura... - Le llamó Naruto intrigado.
- Dime. - Dijo ella algo curiosa por lo que Naruto pudiese decirle.
- Ha pasado ya una semana desde que estáis aquí. ¿Seguís pensando lo mismo que cuando llegasteis al castillo? Lo que me contasteis... - Dijo Naruto con curiosidad.
- No entiendo la pregunta. - Preguntó Sakura extrañada.
- Si seguís pensando que preferiríais estar ahora en vuestra casa lejos de aquí. - Dijo Naruto mirándola.
- Bueno... - Dijo ella mirando hacia abajo. - Tampoco se puede decir que hayan cambiado muchas cosas. Así que supongo que lo sigo pensando, sí. - Dijo Sakura mirándole a los ojos.
- Entiendo, al principio pensaba que vos y yo pensábamos igual. Luego lo medité mejor y me di cuenta de que no es así. Vos lo debéis estar pasando mucho peor que yo. Estáis en un lugar que no conocéis y lejos de vuestra familia. Me apena que tengais que estar en esta situación. - Dijo Naruto mirándola y sorprendiéndola.
- No es vuestra culpa... Naruto. - Dijo Sakura sorprendida con Naruto. - De hecho... - Dijo la chica pensando. - Agradezco que intentéis apoyarme. - Añadió al final la chica.
- En absoluto tenéis que dar las gracias Sakura. - Dijo Naruto rápidamente.
- ¡¡Ya estoy!! - Dijo Natsumi cortando la conversación de los dos.
- Bueno... - Dijo Naruto resignado. - Volvamos a casa. - Añadio después.
Se levantaron para volver juntos al castillo. Mucha gente saludaba a Natsumi a diferencia de Naruto el otro día. Parecía que a las gentes de la ciudad les gustaba aquella alegre chica. De repente Naruto se fijó en la espalda de una persona entrando en una de las casas que solo era de un piso, que estaba al final de la calle.
- Chicas... ¿Os importa si nos desviamos un momento? Quiero hacer una cosa. - Dijo Naruto mirándolas.
- No. - Dijeron ambas a la vez.
Siguieron a Naruto por la calle hasta llegar a la última calle del sitio. Estaba en bastante mal estado la verdad.
- "¿Quién puede vivir ahí?" - Pensaron Sakura y Natsumi.
Naruto llamó a la puerta sorprendiendo a las dos chicas. Y a los pocos segundos fue abierta por un chico moreno que resultaba ser Sai.
- Naruto... ¿Qué hacéis aquí? - Preguntó sorprendido el moreno.
- Estaba paseando. - Dijo señalando a sus acompañantes. - Y por casualidad te vi y me entró curiosidad. - Dijo Naruto.
Como si sintiese que tenía todo el derecho del mundo a hacerlo entro en la casa. Supongo que algo malcriado sí que estaba. Natsumi y Sakura solo se asomaron curiosas.
Los tres pudieron ver a una chica de la edad de Natsumi, pero castaña con el pelo largo, sentada en una cama. Tenía mal aspecto la verdad. Sai no sabía muy bien que pasaba.
- ¿Eres la hermana de Sai? - Preguntó Naruto acercándose a la chica.
- Sí... señor. - Dijo ella con una voz algo aturdida.
- "¿Qué hace?" - Se preguntaron Sakura y Natsumi.
- ¿Cómo te llamas? - Preguntó Naruto con curiosidad.
- Me llamo Hitomi señor. - Dijo la chica sonrojada por la cercanía del rubio.
La imagen del hermano mayor de Naruto se le cruzo por la mente al rubio. Aquel aspecto débil y frágil tan característico le abrió aún más una vieja herida de su corazón.
- Sai... ¿Cuándo es tu primer sueldo? - Preguntó Naruto acercándose a él.
- Dentro de 17 días. - Dijo el chico extrañado.
Naruto se llevó una mano a su bolsillo sacando un puñado de monedas de oro. Era lo que había llevado por si decidía comprarse algo. Después las dejo encima de la mesa.
- Pues ya me lo devolverás entonces. - Dijo dándose la vuelta. - Vámonos. - Dijo mirando a Sakura y a Natsumi.
Los tres salieron de la casa y fueron rumbo al castillo. Pero Sai salió corriendo detrás de ellos quedándose frente al rubio.
- En una situación normal. Ni loco habría aceptado esto. Pero... sabéis que ahora mismo no tengo ningún deseo de mantener mi honor, mi vida o mi dignidad. Solo quiero... ayudar a mi hermana. - Dijo Sai con lágrimas en los ojos.
- Lo sé. - Dijo el rubio mirándolo.
- Gracias Naruto... gracias de verdad. - Dijo el chico emocionando un poco a Natsumi y Sakura.
- Agradécemelo convirtiéndote en un buen soldado. - Dijo Naruto dándose la vuelta.
- Lo haré... os lo prometo. - Dijo Sai sonriendo.
Los tres siguieron su camino hacia la Ciudadela Gris. Naruto se quedó callado sin decir nada más. Las chicas estaban mirándole.
- Hermano... eso ha sido muy bonito. - Dijo Natsumi emocionada.
- Natsumi tiene razón. Te has portado muy bien con ese chico. - Dijo Sakura también algo sorprendida por que Naruto ayudase a un casi desconocido. Que ayudase a su hermana le gustaba. Sin embargo era más lógico, era su familia. Pero esta vez había ayudado a un chico al que no le debía nada.
- Tampoco ha sido para tanto... - Dijo Naruto mirando el castillo al que se dirigían.
CONTINUARA...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top