La pelirrosa se había levantado perezosa hoy. Más bien por lo que ocurrió el día anterior con Natsumi y Naruto. Ahora Sakura seguía sin saber muy bien que pensar del rubio.

- "Parece que en realidad si es una buena persona. Pero es demasiado serio y duro. Por lo que Shikamaru me conto mato a todos los bandidos él solo. ¿Cómo pudo matarlos a todos? Si eran diez contra uno. Su fuerza me asusta un poco.

----------------------------------------------------------------------------------------------- Después del Desayuno

Naruto estaba en el campo de instrucción sentado en un banco. Estaba algo sudado. A su lado estaba el chico nuevo de la guardia del Castillo. Aunque hoy no habían luchado hasta el agotamiento. Naruto por primera vez le había enseñando técnicas de combate.

- Sois increíblemente bueno señor. - Dijo el chico con respeto.
- Llevo entrenando desde los cinco años. - Dijo el rubio mirando al horizonte.
- ¿Desde tan joven? - Preguntó sorprendido.
- Si... - Dijo Naruto nostálgico.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------- 12 Años atrás

Naruto, de tan solo cinco años estaba tirado en el suelo con una espada casi más grande que el en la mano. Llovía y había bastante barro por culpa del agua.

- Levanta Naruto. - Dijo Minato sujetando su espada.
- Estoy cansado padre. - Dijo el chico con la cara enterrada en el barro.
- Solo diez minutos más y habremos acabado hoy. Tienes que ser fuerte. - Ordenó Minato.

El rubio se levantó del suelo como pudo. Solo era un niño al fin y al cabo. Al hacerlo pudo mirar a través de una de las ventanas del castillo. Pudo ver a su hermano leyendo los libros que su madre le llevaba para estudiar.

Su aspecto era bastante endeble y como casi siempre estaba enfermo por el mal tiempo. Era solo dos años mayor que Naruto, y aun así parecía más pequeño por su aspecto.

- "Te envidio." - Pensaron justamente los dos mirándose mutuamente.

------------------------------------------------------------------------------------------------------- En La Actualidad

- ¿Cómo te llamas? Aun no lo sé. - Dijo Naruto cambiando de tema.
- Sai mi señor. - Dijo el chico serio.
- ¿Apellido? - Preguntó después.
- No tengo, soy un bastardo sin padres señor. - Dijo el chico sin vergüenza en sus palabras.
- ¿De dónde nace tu decisión de ser soldado? - Preguntó Naruto con curiosidad. - Tienes mucha determinación. ¿Por qué? - Preguntó después.
- Como no tengo padres no se hacer nada. No sé leer ni escribir. Ni ningún oficio. Lo único que puedo hacer para ganar dinero es aprender a ser un soldado. Me da igual si muero el primero cuando haya una batalla. Quiero conseguir todo el dinero que pueda. - Dijo Sai triste.
- ¿Por qué? - Preguntó el rubio.
- Tengo una hermana pequeña que... - Dijo antes de ser cortado.
- ¿Si no conoces a tus padres como puedes tener una hermana pequeña? - Preguntó Naruto.
- No somos hermanos de sangre, pero ella también es huérfana como yo. Así que decidimos que seriamos hermanos y nos cuidaríamos mutuamente. Pero ella ahora está muy enferma. Sus medicinas son caras y necesito darle un cobijo y comida caliente. Necesito el dinero como sea. - Dijo Sai preocupado.
- ¿Por eso no podíais rendirte? ¿Aunque murieses por ello? - Preguntó después el rubio.
- Si, por que no se trata de mi vida lo que tengo que proteger. - Dijo mirando al horizonte.
- Entiendo. Sai quiero que vayas al cuartel con el grupo de Shikamaru. Quiero que hoy termines el día entrenando con los demás reclutas. - Dijo Naruto sin mirarle.
- Si señor, nos veremos mañana. - Dijo el chico.

El chico se levantó para irse, Sin embargo Naruto lo llamo de nuevo antes de que hubiese pasado ni dos metros.

- Sai. - Dijo Naruto.
- ¿Si? - 'Contesto el moreno con curiosidad.
- Soy tu superior y tu instructor. Pero no soy tu señor. Trátame con el respeto que veas conveniente. Pero no me dediques más del que merezco. - Dijo el rubio mirando a los ojos del chico.
- Entendido. Entonces os veré mañana en el campo de instrucción, Naruto. - Dijo para marcharse al cuartel.

---------------------------------------------------------------------------------------------------- Dentro del Castillo

Hoy Kushina le estaba hablando a Sakura de la Casa Sabaku. La verdad es que de todas las Casas era de la que menos se sabía. Habitaban en el oeste y su País era prácticamente un enorme desierto.

La capital era Sunagakure una ciudad con una arquitectura preciosa y muy diferente a la de las demás ciudades. Eran gente humilde pero con una cultura muy arraigada. Las temperaturas del País eran las más elevadas del continente y muchas veces se hacía duro vivir allí.

Sus soldados eran hábiles en el manejo de cimitarras y dagas que hacían temer a más de uno por la seguridad de su cuello en el campo de batalla. Era más probable morir con el cuello abierto desangrado que con una espada clavada en el pecho cuando luchabas con ellos.

Esta Casa no tenía relaciones con ninguna otra. Eran cerrados y tan siquiera comerciaban con los demás. Jamás habían sido aliados ni enemigos de nadie.

Los Guardianes del Oeste eran famosos por su inteligencia y su sangre fría a la hora de tomar decisiones. Su actual líder era Lord Gaara de la casa Sabaku. Por ahora no tenía descendencia ya que al ser tan joven aun no había engendrado hijos. Por ahora su heredero seria su hermano pequeño en caso de que el muriese.

La verdad es que no se sabía casi nada sobre su economía ni su poder militar. Sin embargo teniendo en cuenta que llevaban 400 años gobernando esas tierras sin ningún conflicto importante se presuponía que las cosas debían de irles bien.

Tras las clases partieron hacia el comedor donde comieron, como siempre, en familia. Era una costumbre que los Namikaze no querían perder. Además que las cocineras eran realmente buenas y todo estaba siempre delicioso.

Tras la comida Natsumi y Sakura se juntaron de nuevo. Aunque esta vez nada de aventuras extrañas. Se lo había prometido a Naruto.

- ¿Qué opinas de Soragakure? - Preguntó Natsumi.
- Bueno, es una ciudad bonita. - Dijo la pelirrosa. - Pero me parece demasiado grande. Hay mucha gente. - Contestó después la pelirrosa.
- Es verdad. A veces hay demasiado jaleo. - Contestó luego Natsumi.

Estuvieron un rato hablando de tonterías. Cosas sin mucha importancia sobre la ciudad y esos temas. Eran algo aburridas pero a la vez se agradecía hablar de cosas no importantes.

- Oye Sakura... - Dijo la chica algo seria.
- Dime. - Contestó ella rápidamente.
- Sé que no te gusta hablar de esto. Pero es algo que ahora me intriga y me preocupa demasiado. - Dijo la rubia mirándola. - Y siento que solo podría hablarlo contigo. - Añadió después.
- ¿De qué se trata? - Preguntó Sakura con mucha curiosidad.
- Me preguntaba. Si tú crees que puede haber amor en un matrimonio concertado. ¿Tú amas a mi hermano? - Preguntó Natsumi con curiosidad impactando a la pelirrosa.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------- 1 Minuto Antes

Naruto y Shikamaru estaban por los pasillos del castillo rumbo a la habitación de la rubia. Shikamaru iba delante.

- No creo que sea buena idea. - Dijo Naruto algo aburrido.
- Vamos. Estar todo el día en el castillo es aburrido. Sera buena idea ir a estirar las piernas. - Dijo Shikamaru animando a su amigo.

El moreno se quedó a unos centímetros de llamar a la puerta de Natsumi pero se quedó quieto extrañando a Naruto.

- ¿Qué pasa? - Preguntó el rubio.
- Shhh... están hablando. - Dijo Shikamaru muy bajito.
- No seas cotilla. - Dijo Naruto bajito también.
- Calla, ven a escuchar... están hablando sobre ti. - Dijo llamando la curiosidad de Naruto.

---------------------------------------------------------------------------------------------- Dentro de la Habitación

- Me preguntaba. Si tú crees que puede haber amor en un matrimonio concertado. ¿Tú amas a mi hermano? - Preguntó Natsumi con curiosidad impactando a la pelirrosa.
- Bueno... conozco a tu hermano desde hace cuatro días. Y casi ni hemos hablado. Es imposible que pudiese amarle. - Dijo Sakura seria mirando a la chica.
- Entiendo, supongo que es lo más normal. Tú me preguntaste que pensaba sobre mi hermano. ¿Pero qué opinas tú sobre él? - Preguntó después Natsumi curiosa.
- La verdad... creo que le tengo un poco de miedo. Naruto parece muy serio, muy duro. Es la viva encarnación de un guerrero de las antiguas leyendas. Y me asusta que pueda hacerme daño si llegase a enfadarle. Y por lo visto parece que es muy fuerte. - Dijo la pelirrosa tratando de no herir los sentimientos fraternales de Natsumi.
- Vaya... entonces... ¿No te gusta nada de el? - Preguntó la rubia algo preocupada.
- Bueno, tampoco he dicho eso. Es que por otro lado también parece una buena persona. Parece preocuparse por los demás. El otro día por ejemplo se llevó una buena bronca de Lord Minato solo por protegerte a ti. Bueno y mato a diez personas para salvarte. Aunque tampoco sé si me gusta que pudiese matar a diez personas tan fácilmente... - Añadió al final mirando las mantas.
- ¿Y qué opinas de él? Quiero decir. ¿De el cómo chico? - Pregunto Natsumi con curiosidad sonrojando a Sakura.
- Bueno... yo... no pienso mucho en eso la verdad. Pero, supongo que no puedo negar que tu hermano sea un chico bastante guapo. - Dijo la pelirrosa tratando de mostrar normalidad.

----------------------------------------------------------------------------------------------- Fuera de la Habitación

Naruto y Shikamaru estaban callados detrás de la puerta de Natsumi. Naruto se separó un poco de ella y el moreno lo miró.

- Vámonos. - Dijo Naruto algo serio indicando a Shikamaru que sí que no sería una buena idea salir los cuatro juntos de paseo.

Los chicos se fueron a la planta baja del castillo. No dijeron nada más hasta que se sentaron en las sillas del comedor sin saber muy bien que hacer. Se quedaron callados un rato.

- ¿Cómo te sientes? Ya sabes... después de lo que has escuchado. - Dijo Shikamaru mirando a su amigo.
- Crees... ¿Qué de verdad doy la sensación de que podría hacer daño a cualquier que me enfade? - Preguntó Naruto serio.
- Bueno, tengo que reconocer que a veces un poco sí. - Dijo Shikamaru tratando de no decir que si directamente.
- Entiendo... - Dijo Naruto triste.
- Vamos hombre. No te quedes solo con lo malo. También ha dicho que eres una buena persona. - Dijo Shikamaru. - Además ha dicho que eres guapo. - Dijo después haciendo que Naruto se sonrojase un poco.
- "Si, eso me ha sentado bien." - Pensó Naruto con el ego algo crecido.

Se volvieron a quedar callados unos segundos. Que silencios más incomodos se hacían a veces entre las paredes del castillo.

- Y dime... ¿Qué opinas tú de Sakura? - Preguntó Shikamaru.
- Bueno, la verdad es que es una chica bastante guapa. - Dijo Naruto pensando en ella.
- Vamos, ya sé que es guapa. Tengo ojos. Me refiero a que piensas sobre ella. - Dijo Shikamaru.
- Bueno, es una chica un poco extraña. Lo digo porque no es como las típicas damas pesadas y aburridas que hay en cada corte. Lo primero que hizo nada más llegar al castillo fue decirme que no quería estar aquí. Y por algún motivo me gustó mucho que fuese tan sincera. - Dijo Naruto recordando la primera vez que la vio. - Por supuesto que no la quiero... pero... me cae bien. - Dijo Naruto pensándose un poco el final.
- Bueno, pues me alegro de escuchar eso. Sera tu esposa al fin y al cabo. - Dijo Shikamaru sonriendo.

CONTINUARA...