CAPÍTULO 38 - El Final de la Guerra

Hashirama Senju estaba liderando el asedio a Kumogakure dirigiendo eficientemente todas las tropas atacantes. A pesar de la superioridad numérica no se podía considerar una batalla fácil pues al fin y al cabo la ciudad es un territorio donde hay muchos puntos estratégicos donde ser más no cuenta para nada.

Pero poco a poco se iban abriendo paso por todas las zonas. De hecho muchos soldados ya estaban bajando las armas en señal de rendición. La batalla estaba avanzando muy favorablemente para los Namikaze y sus aliados.

Muchísimas personas habían muerto, sería un duro golpe generacional prácticamente a nivel continental. Pero ellos no habían empezado la batalla.

Mientras tanto, en el castillo de Kumogakure, Naruto estaba subiendo una gran escalinata de mármol explorando cada habitación. De momento solo encontraba sirvientes escondidos temblando de miedo.

Cuando terminó de subir torció a la derecha. A su paso salieron dos soldados pero los eliminó sin ningún problema. Cruzó un par de puertas y llegó a la sala del trono del País del Rayo. Estaba en el segundo piso y era realmente grande.

El rubio llevó su vista hacia el trono, tal y como esperaba, allí se encontró con la persona a la que buscaba. Sasuke Uchiha, el Guardián del Este. Naruto llevo su mirada a dos maletas y varios sacos que estaban llenos al lado de Sasuke.

- ¿Te vas de vacaciones? – Preguntó Naruto mirándole de manera desafiante.
- No voy a quedarme aquí a morir… puede que Kumogakure vaya a caer… pero no será el final de los Uchiha. – Dijo Sasuke poniéndose de pie.
- Un verdadero Guardián debe morir cuando cae su País. – Dijo Naruto desenvainando su espada.
- Tonterías… ahí radica la diferencia entre ambos. Tú ves que tu hogar es tu país y tu ciudad. Los Namikaze no son nada sin el País de las Nieves. Pero los Uchiha serán los dueños del mundo… el País del Rayo solo ha sido un emplazamiento temporal.
- Lleváis muchos siglos tratando de conquistar este continente… y no os ha ido muy bien a los Uchiha.
- Con todo el dinero de Kumogakure… podré empezar de cero donde quiera. – Dijo Sasuke mirando las dos maletas y los sacos. – La próxima vez que pise este continente tendré el ejército más grande del mundo. – Por un pequeño momento Naruto pensó que a Sasuke realmente esta derrota le daba igual, como si realmente no entorpeciese en nada sus planes.
- ¿Y por qué no te has marchado ya? – Preguntó Naruto intrigado.

Sasuke cerró los ojos y recordó el día en el que murió Minato Namikaze. El día en el que él le dijo que jamás podría derrotar a Naruto. Una cierta chispa de orgullo y rivalidad nació en su corazón aquel día.

- Aun me queda una cosa por hacer. – Dijo desenvainando su espada e imitando la pose defensiva de Naruto.
- Durante unos segundos… entre tu muerte y el momento en el que te derrote… lamentaras haberte quedado a esperarme. – Naruto solo provocó una risa de autosuficiencia en Sasuke. Pero para Naruto no era una amenaza, era el vaticinio de su futuro.

Naruto empezó a correr hacia su contrincante que se quedó esperándolo. Tras unos pocos segundos de carga chocaron sus espadas violentamente una y otra vez sin moverse del sitio. Ambos tenían una fuerza física bastante similar.

El rubio lanzó un ataque por la derecha que fue bloqueado por Sasuke. Después este contraatacó con un golpe vertical que fue detenido por el rubio. Naruto golpeó ahora en diagonal desde abajo y por la izquierda.

Pero Sasuke lo esquivó dando un salto hacia atrás y después se abalanzó sobre Naruto con una punzante estocada. Naruto coloco su espada en vertical y cuando ambas chocaron giró sobre sí mismo para desviar el golpe y tratar de dar un fuerte golpe circular.

El Guardián del Este solo tuvo que agachar todo su cuerpo para evitarlo. Tras estar a salvó movió su brazo con fuerza hacia la derecha rasgando la armadura de Naruto y provocándole un corte en el costado derecho.

Pero como Sasuke no había tenido mucho espacio para tomar fuerza fue algo bastante superficial. Naruto dio unos pasos hacia la izquierda para comprobar que la herida no fuese grave.

El Uchiha levantó su espada complacido mostrando como por el filo resbalaban unas cuantas gotas de sangre.

--------------------------------------------------------------------------------------------- En otro lugar del Castillo

El patio del hogar de los Uchiha ya estaba prácticamente limpio de enemigos. Empezaron a dividirse por el castillo buscando más resistencia que eliminar y para conseguir asegurar el objetivo final de la guerra.

Al entrar pudieron ver a Shikamaru vigilando a Obito Uchiha, que ahora estaba apoyado en la pared sujetando sus heridas tratando de aguantar como podía el dolor.

Tras un breve saludo empezaron a dividirse por la fortaleza. De habitación en habitación al final Sai y Karin Uzumaki terminaron por llegar a los que eran los aposentos de los Guardianes del Este.

Allí pudieron ver a una atemorizada Hyuga que parecía estar guardando algunas cosas, quizás tenía algún plan de huida. Sai se acercó hacia ella alzando su espada. La nativa del País de las Rocas rogó por su vida.

- ¡Espera! – Gritó Karin poniendo una mano en el hombro del moreno.
- Lleva un Uchiha en sus entrañas… - Dijo Sai mirando los temblorosos ojos de la chica.
- Justamente por eso… ¿Podrás cargar sus muertes sobre tus hombros? – Preguntó Karin mientras Sai se quedó mirando sus azules ojos.

El moreno cerró pesadamente los ojos y después relajó sus brazos dejando de amenazar la vida de la futura madre.

- Por ahora detengámosla… ya decidiremos su futuro cuando acabe la guerra. – Dijo Karin levantando a la Hyuga del suelo con cierta brusquedad.

--------------------------------------------------------------------------------------------------- En la sala del Trono

Naruto cargó de nuevo contra su rival como si aquella herida no significase nada. Sasuke volvió a defenderse perfectamente de sus ataques. Naruto ahora había aprendido que no debía ser imprudente en sus movimientos.

Continuaron chocando sus aceros y midiendo su habilidad durante cerca de un minuto más de combate realmente intenso. Estaban ya agotados en realidad. Pero en toda aquella perfecta batalla la defensa de Naruto flaqueó durante unos segundos.

Sasuke aprovechó para lanzar un ataque ascendente que buscaba destrozar el pecho o la cabeza de Naruto. El Namikaze se inclinó hacia atrás todo lo que pudo y el filo de la espada le rozó el pecho y después la cara. Aunque su rostro hizo algo más que rozarlo ya que le hizo un superficial corte desde la mejilla izquierda hasta la frente. Por unos pocos milímetros se había librado de la ceguera de aquel ojo.

Cuando la espada de Sasuke estuvo en lo más alto la de Naruto surcó la diferencia entre los dos y se clavó de parte a parte en la pierna izquierda del Uchiha. Naruto tenía pensado volver a atacar pero la amenaza de muerte de Sasuke en forma de estocada le obligó a alejarse unos metros.

- Bajaste tu defensa… a propósito… - Dijo Sasuke enfadado agarrándose la pierna.

Naruto trató de limpiar la sangre de su rostro pues estaba empezando a resultar molesta. No era una herida grave pero de la ceja brotaba bastante sangre.

El Uchiha se repuso completamente de su dolor y se irguió de nuevo. Empezó a correr con violencia contra Naruto y volvieron a chocar sus espadas de nuevo. Naruto empezaba a verse obligado a reconocer que aquel combate no sería uno más.

El combate avanzó de nuevo unos interminables segundos de insufrible e intenso duelo. El peor temor de Naruto se estaba cumpliendo, la sangre de su herida estaba entrando en sus ojos molestando su visión y provocándole un intenso escozor.

Sasuke dio un salto hacia atrás y después fue de nuevo hacia Naruto corriendo. Naruto lanzó un torpe espadazo hacia Sasuke pero fue desviado fácilmente por su espada, después el Guardián del Este dio una vuelta sobre sí mismo aprovechando la inercia de su última defensa y al completarla clavó con saña la hoja de su espada en el cuerpo de Naruto.

El rubio dio un quejido de dolor y al bajar la vista pudo ver su espada clavada en su abdomen. Sin embargo la hoja de Naruto estaba encima de la suya ya que había usado todas sus fuerzas para desviar el golpe de los órganos vitales. Se había librado de la muerte gracias a sus reflejos, a pesar de tener la vista mermada.

Sasuke trató de alzar su espada para desgarrar el cuerpo de Naruto, pero el rubio hizo fuerza con la suya propia hacia abajo para evitarlo. Sabiendo lo que se venía ahora soltó su espada con la mano izquierda y sujeto la hoja de Sasuke, a pesar de provocarse un corte en la mano por ello.

El Uchiha trataba de llevar su espada hacia arriba o hacia abajo para matar a Naruto. Pero no pudo por la fuerza que este ejercía sobre su espada. Naruto dio un grito de rabia y después pateó el cuerpo de Sasuke tirándolo al suelo y provocando que la espada se desclavase de su cuerpo.

Lo primero que hizo Naruto fue limpiarse la sangre de la cara utilizando las partes de cuero de su armadura. El Uchiha se levantó cogiendo de nuevo su espada, la pierna empezaba a dolerle mucho. Naruto se llevó su mano a la herida del vientre. Rezaba a los dioses porque no le hubiese alcanzado el hígado o algún otro órgano que complicase su recuperación.

Naruto volvió a sujetar su espada con ambas manos mientras miraba con decisión hacia el Uchiha. Su rival hizo lo mismo, no se daría por vencido. Entre ellos había un espacio de cinco metros.

Pero empezó a reducirse cuando corrieron el uno hacia el otro. Sasuke fue el primero en atacar con un corte descendente desde su diestra. Naruto lo desvió moviendo hacia la izquierda su espada.

Ahora estaba a pocos centímetros de Sasuke y su espada estaba justamente frente a su cuerpo ya que al desviar el ataque de Sasuke se había quedado en esa posición. Usando toda su fuerza hizo un movimiento semi-circular con toda su fuerza que hizo que Sasuke gritase de dolor y saliese una gran cantidad de sangre de su cuerpo. La hoja de Naruto estaba teñida de rojo de nuevo.

Naruto se quedó de espaldas a Sasuke dejando caer su espada al suelo y sujetándose la herida del estómago. El Uchiha había caído de rodillas al suelo sujetándose su herida del abdomen. Tenía la sensación de que si no hacia fuerza sus entrañas saldrían por la herida que Naruto le había propinado. Y no se equivocaba mucho.

- “No puedo… perder… aquí…” – Pensó el Uchiha mientras evitaba la muerte.
- Te lo dije… debiste haberte marchado. – Dijo Naruto pesadamente, sus heridas también molestaban. – Aunque yo te lo agradezco… - Naruto cogió su espada del suelo, la que se le había caído por el dolor.

Sasuke trató de levantarse del suelo. Pero lo único que logró fue caerse de espaldas bruscamente mientras sus ojos se iban hacia el techo de la sala. Escuchó un par de débiles pasos que se acercaban a él. Los de Naruto que se colocaba frente al Uchiha.

- La guerra de los Uchiha ha vuelto a terminar… y habéis vuelto a perder. Debiste aprender de los errores de tus antepasados. – Dijo Naruto alzando su espada.
- No… me… mates… - Dijo Sasuke mientras su orgullo moría en su interior al suplicar por su vida sucumbido por el miedo a la muerte.
- Lo haré… porque yo si aprendí de los errores de los míos. – Naruto bajó su espada con fuerza clavándola en el pecho de Sasuke y acelerando su muerte.

Naruto envainó su espada de nuevo suspirando aliviado mientras cierta sensación de una gran paz inundaba su cuerpo. Menos de un minuto transcurrió hasta que varias personas llegaron allí. Era Sai que sujetaba fuertemente a la Guardiana del Este.

Karin se preocupó al ver el estado de Naruto y corrió hacia el para ayudarle a andar. Naruto pasó su brazo por detrás de la nuca de la chica y dejó que casi todo su pesó se apoyase en ella.

- Al final la guerra nos ha hecho amiguitos… - Bromeó Naruto tratando de tranquilizarse.

Hinata llevó su vista al cadáver de su esposo. Con su muerte se terminaban todas sus aspiraciones en esta vida. Se sintió realmente frustrada y triste.

- Si lo prefieres te tiro al suelo y te pisoteo. – Dijo la chica bromeando también. Un poco de relajación para aquella tensa situación estaba bien.
- No… lo prefiero así. – Dijo Naruto para después acercarse un poco más a su prima hermana y darle un beso en la mejilla.
- Como te ha cambiado el matrimonio… - Respondió la chica contenta.
- ¿Qué hacemos con ella? – Preguntó Sai mirando a Naruto.

El rubio miró a Hinata. La mujer Hyuga que muy fácilmente podría haber llegado a ser su esposa en realidad. No pudo evitar pensar en Sakura y en su hijo Minato al verla embarazada.

- Los Hyuga se rendirán después de lo de hoy… que vuelva a su hogar. Pero… su hijo no será un Uchiha… será un Hyuga bastardo. – Sentenció Naruto dejando de mirarla.

Bajaron del segundo piso y allí seguía Shikamaru escoltando al herido Obito. Por lo menos sus heridas no eran graves. Solo dolorosas.

- ¿Por qué no quieres mi muerte? – Preguntó Obito mirando a Naruto. Aquello significa la muerte de Sasuke.
- Durante esta guerra… he aprendido algo. – Dijo Naruto ganándose las miradas de todos. – Esta guerra la ha provocado la venganza… igual que todas las demás. Siempre es lo mismo… un día el País del Rayo buscará venganza por todos los muertos… y de nuevo todo se repetirá… el País del Rayo necesita un líder que sea capaz de ver a través de todo eso. Que pueda ver las cosas igual que las veo yo ahora…
- ¿Y cómo sabes que yo podre ser así? – Preguntó confundido el Uchiha.
- Simplemente… lo sé. Eres un hombre de honor. Eres un guerrero… no un político. Es irónico pero si lo piensas bien tiene su lógica. Los guerreros conocemos el horror de la guerra y preferimos vivir en paz… los políticos solo conocen el placer de la victoria y la venganza de la derrota. – Las palabras de Naruto sonaban muy convincentes en los oídos de los demás.

Dando la conversación por zanjada salieron del castillo, Hashirama Senju ya había derrotado por completo las fuerzas defensoras cuando se habían visto obligadas a rendirse completamente. Shikamaru ayudó a Obito a levantarse pues tenían planeado ir a firmar el final de la guerra. Los Uchiha se rendirían y abandonarían la batalla. Aquello haría que los Hyuga hiciesen lo mismo.

A cambio los Senju, los Namikaze y los Sabaku abandonarían el País del Rayo siempre que este mantuviese la paz entre ambos. Después Obito, de la Casa Uchiha, Señor de Kumogakure y Guardián del Este firmó un tratado de alianza. También lo hizo el Guardián del Oeste. Así que ya no solo eran los Namikaze, los Senju y los Uzumaki los que pretendían asegurar la paz futura entre ellos. Probablemente los Hyuga acabarían uniéndose también por miedo.

Llevaron a Hinata al lugar donde estaba haciendo esa reunión y le informaron de una cláusula que habían puesto en su alianza. Si algún día el hijo que llevaba dentro o sus descendientes reclamasen el apellido Uchiha todos los países se unirían en guerra contra la casa Hyuga. No querían que las cosas se repitiesen.

La guerra no se podría evitar para siempre pero todas aquellas medidas asegurarían uno o dos siglos de paz por lo menos. Realmente aquella guerra había sido horrorosa. Sobre todo para los Namikaze, los Senju, los Uchiha y los Hyuga.

Los habitantes del norte empezaron la guerra siendo 20.000 y solo 5.000 soldados regresarían a casa. Los Senju habían perdido más de 20.000 hombres. El golpe más duro había sido para los Uchiha y los Hyuga que prácticamente podían decir que habían perdido una generación. Tardarían en recuperarse de aquello.

Sin embargo, ahora ya solo quedaba volver a casa.

CONTINUARA…

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