CAPITULO 28 - Declaración de Guerra
Naruto estaba en lo alto de la muralla de la Ciudadela Gris. Estaba viendo el sol ponerse en la ciudad. Era una vista bastante bonita, a Naruto siempre le había gustado. Justo en ese momento apareció Sakura que lo estaba buscando. El pequeño Minato se había quedado con Natsumi.
- Sabía que estarías aquí. – Le dijo Sakura llamando su atención.
- Hola Sakura. – Le dijo Naruto con una sonrisa amarga mirándola.
- Te veo muy pensativo. – Dijo la chica preocupada por su esposo.
- Muchas cosas están pasando… - Dijo Naruto volviendo a mirar a la ciudad.
- Lo se… - Dijo Sakura sentándose a su lado.
- Yo solo quería poder pasar más tiempo con mi familia… no creo que fuese pedir mucho. – Dijo Naruto cogiendo su mano.
- No lo era… - Dijo Sakura apoyando su cabeza en el hombro de Naruto.
Estuvieron así cerca de un minuto. Sin embargo no fue un silencio incomodo el que se generó entre ambos. Más bien, fue bastante agradable.
- Sakura… - Le llamó Naruto preocupado.
- Dime. – Contestó ella.
- Va a empezar una guerra… es inevitable. – Declaró Naruto triste.
- Lo se… - Dijo ella muy preocupada en realidad, tenía un poco de miedo.
- No voy a dejar que la guerra llegue a nuestro castillo o a nuestras fronteras. Pienso ser el primero en salir al campo de batalla. – Declaró Naruto mirando la ciudad de nuevo.
- Lo… entiendo… - Dijo Sakura triste.
- Sakura… no voy a hacer nada que primero no haya consultado contigo. – Dijo Naruto sorprendiéndola. – Tú eres la Guardiana del Norte… igual que yo. Y no voy a tomar una decisión así sin tu permiso. – Dijo Naruto mirándola a los ojos.
- Gracias… - Dijo Sakura contenta. Le gustaba saber que Naruto pensase así. – Como supondrás… yo no quiero una guerra. Pero… si nosotros no participamos se presentaran aquí los Uchiha y los Hyuga y será aun peor. Sé que puedo confiar en ti en estos asuntos. – Dijo Sakura sonriéndole.
- Yo solo quiero protegernos a todos… y vengar a mi padre. – Declaró Naruto, no podía mentir en esos aspectos.
- Creía que entre los guerreros del norte no había venganzas por morir en el campo de batalla. – Dijo Sakura con curiosidad.
- Y no las hay. No es una deshonra morir en el campo de batalla. Pero mi padre fue traicionado… lo mataron de una forma rastrera. – Dijo Naruto mirando al horizonte.
- ¿Entonces saldrás el primero al campo de batalla? – Preguntó Sakura tratando de cambiar de tema.
- Si… no pienso esperar a que vengan. – Dijo él.
- ¿Tienes un plan? – Preguntó otra vez Sakura.
- Por supuesto. ¿O lo dudabas? – Preguntó Naruto con mucha confianza.
- No, se que eres el mejor en eso. – Dijo Sakura sonriendo.
- Sakura… sabes que yo… no tengo ni idea de economía, de gestión o de diplomacia. – Dijo Naruto deprimiendo un poco a Sakura.
- No te preocupes. – Dijo ella tratando de apoyarle.
- Siento darte tanto trabajo. – Dijo Naruto triste.
- No te preocupes por eso Naruto. – Le animó ella.
- A veces me deprime un poco ser consciente de todas mis carencias… - Declaró Naruto un poco deprimido.
- No tienes que hacerlo todo tu. Naruto… somos un equipo. – Dijo Sakura sonriendo.
------------------------------------------------------------------------------------------------ Una Semana Después
Naruto estaba en el patio de armas del castillo. A su lado estaba Sai, Kushina y Sakura. Estaban viendo como entraban todos los líderes de las Casas Secundarias del País de las Nieves.
- Esta no será una reunión fácil. – Le dijo Kushina a Naruto.
- Lo se… esta gente es demasiado cabezota. – Bromeó Naruto.
- Seguro que lo harás bien Naruto. – Le animó Sakura. – Un consejo militar… no creo que puedas hacer mal algo así. – Le dijo ella después.
- Es verdad Naruto… saldrá todo bien. – Dijo Sai animándole.
- Vaya confianzas tienes tu ¿No? – Preguntó Naruto mirando a Sai.
- Oh… yo… lo siento. – Dijo Sai avergonzado.
- Era broma. – Dijo Naruto cruzándose de brazos.
- No seas malo. – Dijo Sakura dándole un golpecito por la espalda.
Naruto se despidió de los tres y entro al edificio donde estaban los representantes militares de todas las casas. Naruto había ofrecido a Sakura ir con el pero dijo que teniendo en cuenta la nulidad que supone ella en ese ámbito prefería darle a Naruto el 100% de las decisiones. Confiaría en el.
- Capitán Sai. ¿Verdad? – Preguntó Kushina mirando al chico de tez pálida.
- Si señora. – Dijo Sai mirándola.
- Mi hijo confía en ti. Necesitará buenos amigos en el campo de batalla.
- No os preocupéis. – Dijo Sai haciendo una pequeña reverencia. – Le cubriré la espalda a Naruto. – Dijo el chico muy decidido.
- Me alegra saber que Naruto tiene buenos amigos. – Dijo Sakura mirando a Kushina.
Naruto entró en el cuartel general del ejército de Soragakure. Habían preparado un asiento para cada representante de cada casa. El de Naruto estaba separado de ellos encarándoles, por algo era su líder.
El rubio se sentó a observarles detenidamente. Todos estaban gritando y haciendo mucho ruido. Discutían entre ellos. Algunos de ellos criticaban a Minato por haber hecho tal imprudencia. Otros criticaban que Naruto era muy joven para liderarles.
Otros decían que había que ir a la batalla que no podían dejar a los Uchiha hacer lo que quisiesen. Otros decían que había que esperar. Todos opinaban de formas diferentes. Naruto se levantó de su silla.
- ¡Silencio! – Ordenó sin ningún tipo de reparo en hablar así a los líderes de todas las casas, por muy mayores que fuesen. – ¡Parecéis niños quejándoos en el patio del recreo! – Dijo Naruto enfadado.
- ¡¡Cuida tus palabras niño!! – Gritó uno de los hombres levantándose.
- ¡¡¡Cuida tu las tuyas cuando hables con el Guardián del Norte!!! – Gritó Kizashi Haruno levantándose de su asiento.
- ¡¡Silencio!! – Gritó Naruto de nuevo sorprendiendo a todo el mundo. - ¡¡No se por qué discutís cuando es bastante obvio lo que tenemos que hacer!! – Gritó el rubio otra vez.
Por una vez todos se callaron. Ver a un chaval de 19 años gritándoles a todos ellos. Vaya como se nota que esas cosas solo pueden funcionar entre norteños. En otros países probablemente nadie se habría callado.
- Hace 20 años los Uchiha amenazaron nuestras tierras. Mi padre, junto a la Casa Senju y Uzumaki, les derrotaron. Hace 20 años le perdonaron la vida a Madara Uchiha permitiéndole vivir y permitiéndole tener una familia. – Dijo Naruto haciendo una pausa. - ¿Y cómo se lo ha agradecido? ¡Ejecutándolo rastreramente! – Gritó Naruto dando énfasis en ese final. - ¡¡¿Acaso vamos a dejarlo pasar?!! ¡¡¡¿Nosotros, los habitantes del Norte?!!! – Gritó Naruto haciendo que más de uno se levantase de su silla.
- ¡¡¡¡No!!!!! – Gritaron casi todos.
- ¡¡Los Uchiha esperan que nos quedemos sentados en nuestros castillos temblando de miedo y esperando a que vengan a arrebatarnos lo que es nuestro!! ¡¡¿Acaso vamos a permitirlo?!! – Preguntó de nuevo Naruto.
- ¡¡Ni hablar!! – Gritaron esta vez todos. Naruto empezaba a tenerles en el bolsillo.
-¡¡No pienso permitir que ningún perro traicionero pise nuestras tierras!! ¡¡Pues yo os digo que salgamos al campo de batalla y destrocemos Kumogakure e Iwakure!! – Gritó Naruto.
- ¡¡¡Sí!!! – Gritaron todos esta vez.
- Pero tenemos que juntarnos primero con los Senju. – Dijo uno de los hombres.
- ¡Ni hablar! No pienso esperar ni un solo día más. Si los Senju deciden unirse a nuestro ataque los aceptaremos de buen grado. Pero mientras tanto yo digo que no los necesitamos. ¡¡¿Cuándo nos hemos vuelto tan cobardes?!! Pena me dan esos perros Uchiha que solo son tres veces más que nosotros. – Alardeó Naruto sin dudarlo.
Los ánimos en aquella sala estaban muy animados. Los norteños eran muy fáciles de arengar. Solo había que hablar de honor y mencionar por encima la habilidad y fiereza en batalla de los soldados de las Nieves. Y ya los tendrías en el bolsillo.
- ¡Vamos a salir al campo de batalla sin esperar a nada ni nadie! ¡Atacaremos antes y más fuerte que todos los demás! ¡¡Les daremos con tanta fuerza que no podrán recuperarse!! – Gritó Naruto haciendo que todos gritasen emocionados con él. - ¡Se acabaron las traiciones! ¡Masacraremos a todo Hyuga y Uchiha sea hombre, mujer o niño! – Gritó Naruto con odio en sus palabras. - Y todo soldado del Sur o del Este que traté de defenderlos morirá con ellos. ¡¡Lamentaran y odiaran el día que se enfrentaron a nosotros!! – Gritó al final Naruto.
Sakura, Kushina y Sai estaban fuera del edificio escuchando como todos los hombres gritaban sin ningún pudor. Parecían realmente felices allí dentro. Kushina hizo una mueca de tristeza.
- La guerra… ha empezado. Ya es imparable. – Dijo Kushina escuchándoles.
- La guerra ya había empezado antes. – Dijo Sakura sin dudarlo. – Y Naruto será quien la termine. – Añadió al final.
Naruto, dentro del edificio, se sentó de nuevo en su silla relajándose un poco viendo que ya tenía ganados a todos los norteños. Ya solo faltaba ultimar los detalles.
- Formaré un pequeño Consejo Estratégico para tomar las decisiones rápidamente. Los líderes de casa tendrán voz por supuesto. Podréis exponer vuestras ideas y vuestras quejas. Pero para agilizar las cosas será ese pequeño consejo quien tome las decisiones. – Dijo Naruto.
Había tenido que esperar a ahora para decir aquello. Si lo hubiese dicho nada más empezar todos se habrían negado. Pero como ahora los tenía en la palma de su mano, no dirían nada.
- El consejo estará formado por Shikamaru de la Casa Nara, Satoshi de la Casa Haruno y Sai, Capitán del ejército de Kumogakure. – Naruto suspiró aliviado al ver que nadie se quejaba.
Obviamente Shikaku y Kizashi. Allí presentes estaban orgullosos de sus hijos. Tenían ganas de volver a casa para explicarles todo aquello. Al fin y al cabo esta vez solo habían sido reunidos los líderes de cada casa.
- Volved a casa… estad con vuestra familia. Preparad a vuestros hombres y reuníos conmigo dentro de 20 días en la Llanura Blanca. – Dijo Naruto dando por terminada la conversación
CONTINUARA…
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top