CAPÍTULO 22 - Verdaderos Sentimientos

Sakura seguía sentada en la silla de madera del médico del castillo. Su rostro estaba algo pálido y sus manos comenzaron a temblar un poco. Aunque el anciano no lo notó. Tragó saliva tratando de no asustar al hombre.

- ¿Le puedo pedir un favor? - Dijo la chica tratando de fingir alegría. Se supone que era como debía estar.
- Claro... dime. - Dijo el hombre atento a sus palabras.
- ¿Podría no decirle nada a nadie? Prefiero ser yo quien les de la noticia a los Señores Namikaze y a Naruto. - Dijo Sakura tratando de sonreír.
- Claro, me parece bien. Enhorabuena. - Dijo el hombre sonriendo y poniendo su mano en el hombro de la chica.
- Gracias... - Dijo Sakura apartando la vista.

La chica se despidió con una sonrisa y salió de la habitación. Al cerrar la puerta se apoyó de espaldas en ella mientras que notaba que le faltaba el aire. Sus piernas estaban temblando.

- "Sabia que esto pasaría tarde o temprano... pero... no tan pronto..." - Pensó Sakura tratando de respirar. - "No se... si estoy preparada..." - Dijo después mientras una solitaria lagrima salía de su rostro.

Sakura tenía solo 16 años. Aun se sentía muy joven como para asumir una responsabilidad así. Obviamente esa posibilidad nació en el mismo momento de la noche de bodas. Pero tenía la esperanza de que tardase más. Mejor dicho, casi no había pensado en eso.

Ahora se imaginaba con una vida creciendo en su interior. Tenía miedo, realmente tenía miedo de lo que estaba por llegar. Más incluso que el día que le dijeron que se casaría con un completo desconocido.

Sakura trató de despejarse bien la cabeza. Fue a su habitación un segundo a lavarse la cara para tratar de calmarse. No quería decírselo a nadie por ahora. No se sentía con fuerzas de decir algo así.

Tras eso, bajo al comedor donde todos la estaban esperando. Naruto le pregunto cómo estaba y ella le mintió, sintiéndose profundamente mal haciéndolo, y le dijo que el médico le había dicho que simplemente no comiese mucho hoy.

La chica se sentó al lado de su esposo, como siempre, y comenzó a desayunar. Aunque no tenía nada de hambre. Tras eso Naruto se fue a entrenar con unos nuevos reclutas y con Sai a la vez.

Sakura se disculpó ante Kushina y le dijo que hoy no se encontraba nada bien. Le pidió permiso para ausentarse en sus obligaciones. La pelirroja obviamente le dijo que sí. Y Sakura se encerró en su cuarto juntos con sus emociones y pensamientos.

Mientras tanto Naruto estaba junto a Sai observando a los 30 reclutas nuevos que hoy tenían delante. Estaban a unos quince metros de ellos dos.

- No entiendo muy bien que hago aquí Naruto. - Dijo Sai mirando al rubio.
- Sai... cuando empezaste a entrenar conmigo. Dijiste que no te rendirías nunca ante nadie. Que seguirías siempre en pie y que morirías antes de abandonar. Entrenando eso es fácil de decir. ¿Lo mantendrás en el campo de batalla? - Preguntó Naruto mirándole a los ojos.
- Por supuesto. - Dijo Sai muy decidido mirándole a los ojos también.
- ¿Morirás por el país de las nieves? ¿Por Soragakure? ¿Por mí y cualquier miembro de mi familia? - Preguntó Naruto dándose media vuelta.
- Sin dudarlo. - Dijo Sai sin vacilar.
- A partir de hoy eres Capitán del ejército de Soragakure. - Dijo Naruto haciendo que Sai abriese los ojos como platos. - Y tu primera tarea será determinar el destino de estos 34 hombres. Yo te supervisaré. - Dijo Naruto mirando a los reclutas.
- Yo... esto... ¡¡Gracias!! - Dijo Sai haciendo una reverencia.
- No me las des... simplemente haz tu nuevo trabajo. Ya sabes, divídelos entre los que no son aptos, los que tienen que entrenar y los que ya pueden ser soldados. - Dijo Naruto señalándolos.
- ¡Si, Señor! - Dijo Sai algo emocionado la verdad.

Bastante feliz Sai fue a hablar con los treinta hombres. Como hiciera Naruto en el pasado los separó en grupos de dos y los hizo luchar entre ellos. Naruto y Sai los observaban. En aquel momento llegó Kushina.

- Buenos días Lady Kushina. - Dijo Sai con mucho respeto. Pero se le notaba muy feliz, cosa que hizo gracia a la Guardiana del Norte.
- Buenos días. - Respondió ella mirando al nuevo Capitán. - ¿Naruto puedo hablar contigo un segundo? - Dijo después la mujer mirando al rubio.
- Claro... sigue tú. - Dijo Naruto mirando a Sai.

Naruto y Kushina se separaron del grupo. Kushina estaba algo inquieta por la actitud de Sakura la verdad.

- ¿Sakura y tu habéis discutido por algo? - Preguntó Kushina mirándole.
- No... para nada. - Dijo Naruto mirándola.
- ¿Y sabes si le ocurre algo? - Preguntó Kushina.
- No que yo sepa. Solamente está algo indispuesta.
- Entiendo... es un poco raro. Bueno... serán imaginaciones mías. - Dijo Kushina no muy convencida. Pero creía que su hijo no sabía nada al respecto al menos.

Naruto siguió con su tarea. Kushina volvió a las suyas. Tras pasar toda la mañana llegó la hora de comer. Sin embargo Sakura no había dado señales de vida así que Kushina le pidió a Naruto que fuese a ver como estaba.

El rubio subió las escaleras hasta el primer piso y se encamino a su habitación compartida con Sakura. Llamó a la puerta, pero sin esperar la respuesta entró en la habitación.

Al hacerlo pudo ver a Sakura tumbada en la cama mirando el techo. Naruto entró dentro y cerró la puerta para después acercarse un poco a ella.

- Sakura... ¿Estas bien? - Preguntó Naruto quedándose quieto a la mitad del camino.
- ... No... - Escuchó decir a Sakura con una voz alterada.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó Naruto muy preocupado.
- Yo... yo... - Dijo Sakura que parecía que iba a llorar.

Naruto no se lo pensó dos veces y fue hasta su propia cama para sentarse en ella y coger a Sakura entre sus brazos. Notaba que ella estaba realmente mal así que no lo dudó un segundo.

- ¿Qué te ocurre Sakura? - Preguntó Naruto con una voz calmada y cariñosa. Pero preocupado.
- Yo... te he mentido esta mañana Naruto... - Dijo Sakura sintiéndose realmente mal. - Lo siento... te prometí que jamás te mentiría y lo he roto. - Dijo ella llorando en su pecho.

Naruto no sabía muy bien que pensar. Sakura estaba realmente alterada. Sin embargo no podía pensar en qué momento fue cuando ella le mintió. Empezó a pensar un poco.

Mientras tanto Sakura realmente se sentía como un despojo social. Había mentido a la persona a la que había prometido que jamás le mentiría por nada del mundo. No podía perdonárselo.

- Un momento... - Dijo Naruto recordando que podía ser la mentira de Sakura. - ¿Qué ha ocurrido con el medico? ¿No te pasara nada malo no? - Preguntó Naruto muy preocupado por ella.
- ¿Malo?... no... supongo que malo no. - Dijo Sakura agarrando las manos de Naruto.
- ¿Entonces? - Preguntó Naruto muy preocupado.
- Me siento como una mierda por haberte mentido... pero aun así no sé si me atrevo a decírtelo... - Dijo ella ocultando su rostro en las ropas de Naruto.
- Sabes que puedes confiar en mi Sakura... pero... si crees que no puedes... yo puedo respetarlo. - Dijo el chico muriéndose de la intriga.

Sakura se sintió muy apoyada por Naruto. Como siempre. Luego estuvo pensando unos segundos, aunque parecieron años de meditación. Naruto era el padre de su futuro hijo, participaba en aquello lo mismo que ella. ¿Quién era entonces para ocultárselo?

- Naruto... - Dijo Sakura apartándose de él y mirándole a los ojos.
- Dime. - Dijo el rubio cogiendo su mano.
- Yo... - Dijo Sakura bajando su rostro.

Sakura estaba muy nerviosa y algo sonrojada también. Cogió la mano de Naruto, y extrañándole mucho, la llevo hacia su propio vientre. Naruto no entendía muy bien este gesto.

- Naruto... yo... estoy embarazada... - Dijo Sakura cogiendo muchas fuerzas y haciendo que Naruto se quedase totalmente en blanco.

Sakura se estaba poniendo nerviosa por momentos. El shock de Naruto no estaba ayudando en nada la verdad. El rubio se había quedado callado y tenía el rostro un poco pálido.

Naruto movió su otra mano hacia el rostro de Sakura reaccionando por fin. Eso alivió un poco a la chica. Naruto no había muerto al menos.

- Sakura... vamos... a ser padres. - Dijo Naruto sin terminar de creérselo del todo.
- ... Si... - Dijo Sakura tragando saliva.

Sakura estaba muy preocupada al ver el rostro de Naruto. Sin embargo todo eso se esfumó cuando vio que Naruto le sonreía con una de las sonrisas más bonitas que le había visto.

Naruto se acercó a ella y la abrazó con fuerza. Naruto estaba bastante contento con la noticia. La idea de ser padre le hacía muy feliz. Abrazó tan fuerte a Sakura que hasta le hice un poco de daño, por primera vez en su vida. Aunque Sakura no se enfadó ni nada por el estilo.

- ¿Estas... contento? - Dijo Sakura al ver que Naruto se separaba de ella. Estaba nerviosa por la respuesta.
- ¡Claro! - Dijo Naruto sonando muy feliz.

Sakura sonrió por primera vez en todo el día. Aquella reacción de Naruto le encantaba. Naruto la cogió de nuevo de las manos.

- Crees... ¿Que estás preparado para ser padre? - Preguntó Sakura mirándole.
- Pues... no lo sé. - Dijo Naruto pensando. - Pero si se... que me hace mucha ilusión tener un hijo contigo. - Dijo Naruto después sonriendo.
- ¿De verdad? - Preguntó Sakura algo contenta.
- Claro que sí. Es algo que me hace muy feliz. - Dijo Naruto sonriendo.
- Tonto... - Dijo Sakura contenta al escucharle.

Sakura se sentía bastante bien ahora. Había tenido mucho miedo toda la mañana. Sin embargo ahora se sentía apoyada por Naruto. Se había sentido con una gran carga sobre los hombros, pero ahora estaba desapareciendo.

- ¿Crees... que seremos buenos padres? - Preguntó la pelirrosa mirándole.
- Estoy seguro que lo seremos. Por qué... lo haremos juntos... como siempre. - Dijo Naruto sonriendo cogiendo de la mano a Sakura.

Ahora ya todas las dudas se habían disipado por completo. Definitivamente Sakura ya no estaba nada nerviosa. Naruto le había quitado toda la carga que tenía encima con esas últimas palabras. Siempre podía contar con Naruto.
Sakura miró a los ojos a Naruto y se sintió un poco extraña. Pero estaba realmente bien ahora, simplemente se sentía extraña. Se sonrojó un poco.

- Naruto... - Dijo Sakura mirando hacia un lado algo sonrojada. No podía mantenerle la mirada - Creo... que te quiero. - Dijo Sakura sin poder mirarle a los ojos mientras su rostro enrojecía al máximo.
- Sa... kura... - Dijo Naruto con la boca abierta. - ¿Lo dices... de verdad? - Preguntó el chico realmente sorprendido.
- He estado pensándolo... y creo... que es imposible no quererte. Eres... lo mejor que existe en este mundo. - Dijo la chica sin poder mirarle aun. - Eres cariñoso, atento, dulce... lo harías todo por mi... siento que ahora mismo mi vida no tendría sentido sin ti... no quiero perderte... por nada del mundo. - Dijo la chica mirándole por fin. - Te necesito en mi vida... pienso en ti casi todo el día y cuando lo hago siempre me siento feliz... si eso no es amor... prefiero no saber nunca que es y continuar a tu lado para siempre. - Dijo Sakura muy roja pero con decisión.

Naruto tenía que admitir que estaba realmente emocionado al escuchar esas palabras de Sakura. Como si solo el hecho de escucharlas lo hiciesen profundamente feliz. Se acercó a Sakura y colocó una mano en su hombro para después besarla.

Sakura le correspondió el beso. Al cabo de unos segundos se separaron. Sakura estaba contenta por la reacción de Naruto. Parecía realmente feliz.

- Yo... desde hace unos meses... tengo que reconocer que me pasaba todo el día pensando en que llegase la noche. Para estar contigo. - Dijo Naruto sonrojándola. - Al principio pensaba que era... bueno... por las cosas que hacíamos. - Dijo ahora Naruto enrojeciendo él. - Pero luego me di cuenta de que no era solo eso. Era... por nuestras charlas compartiendo como había ido el día antes de dormir. Por... dormir a tu lado y por despertar junto a ti. Son los momentos que más anhelo en todo el día. Cuando... tu no estas y estoy ocupado... siempre te echo de menos. Siento que el día pasa lento y que la noche demasiado rápida. Ahora mismo eres la persona más importante de mi vida. En la que más pienso, la que más feliz me hace... y sobretodo... a la que más feliz quiero hacer. - Dijo Naruto mirándola. - Yo sé que te quiero Sakura. No quiero perderte por nada del mundo. Aunque al principio no quería casarme contigo. Ahora creo que es lo mejor que he hecho nunca. - Dijo Naruto mirándola a los ojos.

Esta vez fue Sakura la que se abalanzó sobre Naruto. Lo derribó y cayó tumbado en la cama con su esposa encima de él. Y luego lo beso sin pensárselo un segundo. Naruto la abrazo por la espalda.

- Quiero estar contigo para siempre. - Dijo Sakura separándose de el.
- Y yo contigo. - Respondió Naruto sonriendo.

CONTINUARA...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top