CAPITULO 15 - Recuperando la Normalidad

Había pasado un mes desde que acabase el torneo. Todas las Casas Secundarias se habían marchado de Soragakure. Y prácticamente todas bastante contentas.

Los Haruno tuvieron que despedirse de Sakura y su nueva familia. Sin embargo parecía que se habían creado buenos lazos. Natsumi y la hermana de Sakura se habían hecho amigas. Naruto y Satoshi también. Y los padres de ambas familias habían parecido congeniar muy bien.

Había sido muy agradable la verdad. Minato les había dicho que podían venir a visitarles cuando quisiesen. Sus puertas siempre estarían abiertas para ellos. Ahora estaban recuperando la tranquilidad de otros días. Aunque Sakura echaba de nuevo de menos a su familia.

Los rumores de que un niño de 17 años había sido el vencedor del torneo ya se había extendido por todo el País de las Nieves. Y también incluso por todo el resto del mundo que habían estado pendientes de dicho torneo.

Sakura se había despertado por que estaban haciendo bastante ruido en la habitación de al lado. Eso la fastidió un poco porque aún era temprano. Pero parece que no le quedaba más remedio que despertarse y comenzar a vestirse.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Hace un Mes

Antes de marcharse, Kizashi Haruno había querido hablar un momento a solas con su hija. Así que se separaron del resto para charlar un rato.

- ¿Cómo estas cariño? – Preguntó Kizashi extrañando un poco a la chica.
- Bueno, ahora bien. – Dijo Sakura pensando.
- ¿Estas bien aquí? ¿Te cuidan bien los Namikaze? – Preguntó Kizashi mirándola.
- La verdad es que si, de eso no puedo quejarme. Lady Kushina y Lord Minato son muy atentos la verdad. Natsumi se pasa el día pegada a mí y Naruto también se porta bien. – Dijo Sakura pensando.
- Bueno, me alegra oír eso. – Dijo el hombre contento. - ¿Y respecto a lo demás? – Preguntó después.
- Ya lo sabes, sigo sin querer casarme. Y sentirme obligada a hacerlo hace que no se si en algún momento vaya a querer. – Dijo Sakura sin pelos en la lengua.
- Entiendo… - Dijo el hombre mirándola. – Sakura… he estado pensando. Y si quieres volver a casa dímelo y te llevaré ahora mismo. – Dijo el hombre sorprendiendo a la chica.
- Padre… pero… ¿sabes lo que ocurrirá? – Preguntó Sakura mirándolo.
- Me da igual que nos retiren todos nuestros títulos y derechos. Lo estuve pensando bien y creo que me precipite, si para arreglarlo tengo que perder todo eso, lo hare. – Dijo el hombre.
- No os preocupéis padre. Eso no hará falta hacerlo. Yo me quedaré aquí. Tengo una obligación para con mi Casa. Y además he jurado ante los Guardianes del Norte y los Dioses que me casaré con Naruto. Y no pienso romper esa promesa. – Dijo Sakura muy decidida.

------------------------------------------------------------------------------------------------------- En La Actualidad

- “¿Y si hubiese dicho que si?” – Preguntó Sakura pensándolo mejor. – “No no, de eso nada. No puedo.” – Dijo la pelirrosa terminando de vestirse.

La chica salió de su habitación y pudo ver como a los pocos segundos también salió Naruto de la suya. Parece que el ruido también le había despertado.

- Buenos días. – Dijo Naruto mirándola.
- Buenos días. – Contestó ella.

Fueron a ver el foco del ruido que los había despertado y pudo ver a más de cinco trabajadores en una de las habitaciones vacías del castillo. También estaba Kushina supervisándolo todo.

- ¿Qué ocurre? – Preguntó Naruto.
- Ah, hola chicos. – Dijo contenta la mujer.
- ¿Qué es esto? – Preguntó el rubio de nuevo.
- Ah, estamos preparando la habitación. – Dijo Kushina viendo como estaban poniendo ahora la cama.
- ¿Y para quién es? – Preguntó Naruto mirando para dentro.
- ¿Esta? Sera vuestra habitación después de vuestra boda. – Dijo Kushina haciendo que ambos se sonrojasen un poco.

Movidos por la curiosidad se asomaron un momento a la habitación. Era realmente grande. Probablemente tanto como la de Minato y Kushina. Tenía una chimenea en un lateral, vaya era una buena idea. Se acabó pasar frio por las noches. Estaba decorada con todo lujo de detalles. Aunque eran los típicos detalles del norte. Pieles, muebles oscuros y ese tipo de cosas. Aunque la verdad quedaba bien. También había una enorme cama cubierta por una gruesa piel tratada. Probablemente sería de uno o dos osos.

Naruto y Sakura se sonrojaron un poco cuando vieron la cama de matrimonio. Allí seria donde descansarían dentro de tres meses.

- “Dentro de tres meses…” – Pensó Sakura sonrojada mirando la cama.
- Me voy a desayunar. – Dijo Naruto tratando de dejar de pensar en esas cosas.
- Si, yo… también. – Dijo Sakura que también quería dejar de mirar como preparaban la habitación en la que dormiría con Naruto dentro de unos meses.

Naruto cuando bajo al comedor pudo ver que Natsumi e Hiro estaban jugando en la mesa. El chico cuando pasó por delante de ellos revolvió el pelo de su hermana y puso una mano en el hombro de su hermano pequeño.

- Buenos días. – Dijo Naruto sentándose al lado.
- Buenos días Hermano, Sakura. – Dijo la chica mirándoles.
- Buenos días. – Respondió la pelirrosa sentándose al lado de Naruto.
- Hermano. – Le llamó Natsumi.
- Dime. – Contestó el chico mirándola.
- ¿Sabes? Últimamente me da la impresión de que estas más agradable en general. – Dijo la chica llamando la atención de Naruto y Sakura.
- ¿Por qué lo dices? – Preguntó el rubio extrañado.
- Por ejemplo acabas de revolverme el pelo cariñosamente. Eso nunca lo habrías hecho hace cuatro meses por ejemplo. – Dijo la chica.
- Ah, no sé. – Dijo Naruto pensando.
- Has cambiado un poco. – Dijo la chica contenta.
- ¿Y eso te gusta? – Preguntó Naruto mirándola.
- Claro. – Contestó la chica mirándolo.
- “Es normal… duele cuando dicen de ti que das miedo y que das la sensación de que harás daño a las personas que te hagan enfadar.” – Pensó Naruto llorando por dentro.
- “¿Naruto es más cariñoso ahora con sus hermanos?” - Se preguntó Sakura extrañada.

Minato y Kushina aparecieron al poco y comenzaron todos a desayunar. El primero en terminar fue Naruto, que dijo que desde que se fue Shikamaru tenía el doble de trabajo. En el campo de entrenamiento le estaba esperando Sai, como cada día.

- Buenos días. – Dijo Naruto algo ajetreado.
- Buenos días Naruto. – Contestó el chico preparado.

Los chicos estuvieron entrenando un poco como siempre. Además desde que Shikamaru se había marchado, Sai era la única persona con la Naruto podía practicas sus habilidades con la espada. La verdad es que el chico había mejorado bastante desde el primer día que pisase el suelo de la Ciudadela.

- ¿Cómo está tu hermana? – Preguntó Naruto cuando ya habían terminado de entrenar.
- Esta mucho mejor. Desde que puedo pagar sus medicinas… ha mejorado mucho. – Dijo Sai contento.
- Me alegro. – Dijo el rubio mirándolo. – A partir de mañana ya no entrenaremos juntos. – Dijo el rubio.
- ¿¡Por qué!? – Preguntó Sai.
- Se ha acabado tu periodo de instrucción. A partir de mañana serás oficialmente soldado de Soragakure. Y no un recluta. – Dijo Naruto mirándolo.
- ¿De verdad? – Preguntó Sai emocionado.
- Sí, creo que ya estás preparado. No me decepciones. En los cuarteles ya te has ganado la fama de que eres mi protegido o algo así. – Dijo Naruto sonando divertido. – Así que más te vale no dejarme mal. – Dijo Naruto.
- Lo haré lo mejor posible. – Dijo Sai contento. – Ser soldado significa más suelo ¿No? – Preguntó Sai.
- Sí, creo que el triple o así. Los reclutas no ganan casi nada. – Dijo Naruto mirando al chico.

Sai marchó para casa para darle la noticia a su hermana. Naruto se quedó entrenando un poco con la espada contra un muñeco de prácticas. Aún era pronto y quedaba para la comida. Naruto se detuvo y recordó cuando esta mañana había visto como preparaban su nuevo cuarto.

Por efecto rebote no pudo evitar recordar la carta que Shikamaru le dejo en su habitación el día que se marchó. Naruto se sonrojo un poco.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------- Hace Un Mes

Naruto estaba en su habitación leyendo la carta que le habían dejado. Que resultaba ser de Shikamaru.

- “Naruto, sé que no te gusta hablar de sexo conmigo porque crees que soy un súper pervertido o algo así. Sin embargo también sé que no quieres hacer daño a Sakura y que quieres hacerla feliz. Y como no viniste conmigo nunca de fiesta no tendrás ni puta idea de que hacer en tu noche de bodas. Pues léeme atentamente porque es muy posible que hagas daño a Sakura y conviertas su noche de bodas en un infierno. No te aseguro que funcione pero si sigues mis consejos es posible que eso no pase. Consejo Numero 1: …. “

------------------------------------------------------------------------------------------------------- En La Actualidad

- ¿Naruto? – Preguntó la voz de un chico por detrás de él.
- Dime Hiro. – Dijo Naruto sacado de sus pensamientos.
- ¿No es hora de entrenarme? – Preguntó el rubio.
- Ah sí, cierto, coge tu espada. – Dijo Naruto despejando su cabeza.

------------------------------------------------------------------------------------------------ Después de la Comida

Naruto estaba en la muralla del Castillo sentado con los pies por fuera mirando hacia la ciudad. Estaba sumido en sus pensamientos. Pero justo en ese momento apareció Sakura.

- Hola, Natsumi me dijo que estarías aquí. – Dijo Sakura sentándose a su lado, también con los pies por fuera.
- Es peligroso. – Dijo Naruto preocupado.
- ¿Y me lo decís mientras vos hacéis lo mismo? – Preguntó Sakura ganando la discusión.
- Bueno, me habéis pillado. – Dijo Naruto. - ¿Queríais algo? – Preguntó el rubio mirándola.
- Solo quería preguntaros una cosa. – Dijo la chira mirándolo.
- ¿El qué? – Preguntó Naruto con curiosidad.
- Es sobre lo que os dijo vuestra hermana esta mañana. Que habéis cambiado en los últimos meses. – Dijo Sakura mirándole.
- ¿Vos también creéis que he cambiado? – Preguntó Naruto mirándola.
- Si, pero… me gustaría saber por qué. – Dijo la chica con curiosidad.
- “¿Por qué te espié mientras decías que te daba miedo?” – Se preguntó Naruto en su cabeza. – No lo sé, simplemente habrá ocurrido y ya está. – Dijo el chico mirando al horizonte.
- Entiendo… - Dijo Sakura no muy convencida. - ¿Me estáis mintiendo verdad? Creo que no es justo que lo hagáis cuando yo os prometí no mentiros jamás. – Dijo Sakura haciendo sentir mal a Naruto.
- Es que me da un poco de vergüenza… - Dijo Naruto mirando hacia abajo ahora.
- Bueno, aquí solo estamos vos y yo. – Dijo Sakura mirándole.
- Esta bien… un día… creo que a la semana de que vinieseis al castillo… os escuche hablar con mi hermana. Y vos dijisteis que yo os daba miedo y que parecía que os haría daño si me enfadabais. – Dijo Naruto sonrojando un poco a la chica.
- Yo bueno, lo siento. – Dijo Sakura sintiéndose mal.
- No, si no pasa nada. Pero aquello no me hizo sentir bien y decidí simplemente tratar de ser más agradable. – Dijo Naruto sonrojado.
- Entiendo… un momento. – Dijo Sakura poniéndose roja. - ¿Escuchasteis todo lo que dije sobre vos? – Preguntó Sakura roja como un tomate.
- Bueno… si… - Dijo Naruto algo sonrojado.
- “Maldición.” – Pensó Sakura llorando por dentro y aún más roja.
- Lo siento… no es algo de lo que este orgulloso. – Dijo Naruto mirando al horizonte.
- Ya… bueno… - Dijo Sakura sin saber que decir.

Naruto suspiró un poco. Se sentía mal. Cogió la mano de Sakura aunque seguía mirando hacia la ciudad.

- Para igualar las cosas y que no os sintáis tan mal… yo también seré sincero y diré lo que pienso de vos. – Dijo Naruto mirándola a los ojos.
- ¿Lo que pensáis de mí? – Preguntó Sakura con demasiada curiosidad en su cuerpo.
- Si, yo creo que sois una persona muy sincera. Es algo que me gusta mucho de vos. También creo que sois una buena persona y os preocupáis mucho por los demás. Creo que eso es muy bonito. Además me gusta mucho que os preocupéis por mí. Aunque bueno eso ya os lo dije hace un mes. También sois muy inteligente. La verdad es que mucho más que yo. Pero me gusta, tenéis vuestra propia personalidad. No sois como cualquier otra dama de castillo, y eso es de las cosas que más me gustan de vos… y bueno… yo creo que sois una chica especialmente bella. – Dijo Naruto sonrojado. – Vos… me gustáis. – Dijo Naruto mientras los ojos de Sakura se abrían como platos y sus mejillas volvían a enrojecerse.
- “Genial… ahora me avergüenza saber que le gusto y que sepa que me gusta.” – Pensó Sakura sintiéndose demasiado avergonzada. – “Aunque eso significa que… yo le gusto.” – Pensó Sakura después algo contenta.

Los dos se quedaron algo en silencio. Aunque Naruto aún seguía cogiendo la mano de la pelirrosa. En realidad no era una situación incómoda la que tenían ahora.

- Naruto… - Dijo Sakura cuando ya se había calmado. – Debéis saber que ya no creo que vayáis a hacerme daño… hace tiempo que dejé de pensarlo. – Dijo la pelirrosa mirando al rubio.
- Gracias… me hace feliz escuchar eso. – Dijo Naruto contento.

Los dos se quedaron un rato más allí subidos a la muralla simplemente mirando a la ciudad. No dijeron mucho más. Ya había dicho muchas cosas y por fortuna todavía no había sido incómodo. Mejor no tentar a la suerte.

CONTINUARA…

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top