CAPITULO 10 - Las Casas Secundarias
Habían pasado ya dos meses más. El tiempo había empezado a pasar algo más rápido en Soragakure. Aunque Sakura no sabía si eso era bueno o malo. Ya solo quedaban cuatro meses para el día de su boda.
Sin embargo hoy aquello no importa, no mucho al menos. Hoy era el día en el que todas las Casas Secundarias del País de las Nieves habían sido citadas en Soragakure. El torneo empezaba mañana y los participantes tenían que inscribirse hoy. Así que Sakura estaba algo emocionada pensando que podría ver por fin a su familia a la que tango echaba de menos.
Se levantó muy pronto, pensando incluso que sería de las primeras en levantarse. Se vistió bastante arreglada y elegante hoy. Más que de costumbre al menos y salió hacia el comedor en busca de la familia Namikaze.
Se llevó una sorpresa al ver que todos ya estaban despiertos y activos. Shikamaru había ido a ver a sus padres así que no estaba allí. Kushina estaba junto a Natsumi dando órdenes a todos los trabajadores mientras que Naruto y Minato hablando sobre logística.
- Buenos días. - Dijo la pelirrosa llamando la atención de todos.
Todos le respondieron. Vaya ahora estaba un poco avergonzada de haber llegado la última. Sin embargo nadie parecía que le había dado importancia.
- Naruto... puedo encargarme de esto. ¿Por qué no llevas a Sakura al campo del torneo? Los Haruno deben estar ya allí o a punto de llegar. - Dijo Minato mirando a la pelirrosa.
- Claro... ¿Queréis ir Sakura? - Preguntó Naruto.
- Sí. - Dijo la chica bastante animada.
El rubio se despidió de su familia y junto a su prometida abandonaron el castillo. La explanada que separaba la ciudad de las murallas del Castillo era bastante grande y allí se habían construido varios edificios de madera.
Se habían montado bastantes tiendas para tratar de vender todo lo posible. Pero lo principal era un cuadrado bastante amplio vallado donde lucharían los contendientes. Y también dos grandes gradas donde los espectadores podrían ver los combates.
Estaba realmente animado aquel lugar. Las 54 Casas Secundarias del País de las Nieves estaban allí. No solo los líderes y los participantes. Obviamente toda la familia también así que había bastante gente allí.
- A ver cómo los encontramos... - Dijo Naruto perdido entre tanta gente.
- ¿Damos una vuelta? - Preguntó Sakura.
- Si, será lo mejor. - Contestó el rubio.
Estuvieron un rato paseando por la zona. Estaba realmente animado. Además como ya había llegado la primavera había poca nieve por la hierba y era un paisaje bastante bonito. Llegaron a la enorme cola donde cada Señor de Casa apuntaba a su participante.
- Naruto. - Dijo Sakura llamándolo.
El rubio se giró viendo que la pelirrosa miraba a dos personas que había en la cola. Una era un señor de unos 30 años con un aspecto bastante despreocupado. Tenía el color del pelo rosa pálido con una extraña forma como de flor. Su acompañante era un chico joven de unos 20 años con el color de pelo rubio y los ojos verdes.
- ¿Son ellos? - Preguntó el rubio.
- Si... vamos. - Dijo Sakura.
- "Hoy está realmente animada." - Pensó Naruto contento. - "Casi que parece que se ha olvidado que está conmigo." - Pensó luego algo triste.
Los dos se encaminaron hacia la cola. Al llegar Sakura llamó educadamente a su padre haciendo que ambos hombres se girasen. Al principio estaban extrañados pero luego parecían alegres al ver a la pelirrosa.
- Hija mía. - Dijo el hombre contento dando un abrazo a su hija.
- Hola padre. - Dijo la pelirrosa algo extraña contenta pero molesta a la vez sin olvidar ciertas cosas sobre su padre.
- Hermanita. - Dijo el chico sonando alegre saludando a su hermana.
- Hola hermano. - Dijo Sakura contenta dando un abrazo a su hermano.
- Supongo... ¿Qué tú debes ser Naruto no? - Preguntó Kizashi Haruno mirando al rubio.
- Así es... encantado de conocerle señor Haruno. - Dijo Naruto estirando su mano y ofreciéndosela al padre de su prometida.
- El placer es mío chico. Tenía ya ganas de conocerte. - Dijo contento el hombre.
Los Haruno eran una de las Casas Secundarias más nuevas. De hecho lo eran solo desde hacía exactamente 20 años. Kizashi Haruno lucho de una forma extraordinaria durante la última guerra y Minato le recompenso con el título de Señor. Y con unas cuantas tierras y derechos asociados al título claro.
- Oh, Sakura. ¿Te gustaría ir a ver a tu madre y a tu hermana? - Preguntó Kizashi.
- Claro. - Dijo Sakura sonriendo.
- ¿Os importa seguir haciendo cola chicos? - Preguntó Kizashi.
- No. - Dijeron Naruto y el hermano de Sakura a la vez.
Sakura y su padre se perdieron rápidamente entre la multitud. Sakura parecía realmente alegre hoy. Tenía ganas de ver a sus familiares. Cada vez Sakura se sentía con mas confianza entre los Namikaze pero se notaba que seguía muy reticente a relacionarse con Naruto. Sin embargo hoy parecía que no le importaba en absoluto estar con él. Simplemente quería estar con sus seres queridos.
- Tenía ganas de conocerte Naruto. - Dijo el hermano de la pelirrosa.
- Igualmente. Sakura me ha hablado mucho de vos. - Dijo Naruto mirándolo.
- Espero que bueno. - Dijo el chico riendo.
- Si, se nota que os quiere mucho. - Dijo Naruto mirándolo. - Aunque ahora que lo pienso no me dijo vuestro nombre. - Dijo Naruto extrañado.
- Me llamo Satoshi. Pero no me trates con tanto respeto hombre. Somos casi familia y yo no soy tu superior ni nada por el estilo. - Dijo Satoshi animando a Naruto.
Parecía un chico también bastante alegre y despreocupado. Aunque serio a la vez. Era casi tan alto como Naruto pero algo más corpulento. Llevaba una espada también atada a su cintura.
- Cuando Padre me dijo que Sakura se casaba. Al principio me opuse un poco. Quería conocer al hombre que se casaría con mi hermanita. - Dijo Satoshi mirando serio al rubio.
- Me parece lógico. - Dijo Naruto mirándolo.
- Pero no pareces un mal tipo. Cuando mi padre me dijo que eras el heredero de la Casa Namikaze me imaginaba algún niño de papa, regordete y con los humos subidos. - Dijo sin acertar ni una y haciendo reír un poco a Naruto. - Ya veo que me equivoque. - Dijo Satoshi riendo.
Satoshi y Naruto estuvieron hablando un buen rato. La verdad tenía bastantes cosas en común. Y la maldita cola parecía no avanzar. A los diez minutos volvió Kizashi, pero solo.
- ¿Dónde está Sakura? - Preguntó Naruto extrañado. Al fin y al cabo su Padre le había encargado que la acompañase pero ya había hecho una excepción con su padre.
- Ah sí, cuando volvíamos se ha encontrado con el hijo de los Nohara y se han quedado un rato hablando. - Dijo Kizashi feliz.
- ¿Quién? - Preguntó Naruto con curiosidad.
- Es el heredero de la Casa Nohara. Solo que estuvo entrenando conmigo hasta hace bien poco. Y claro como estaba en nuestra casa pues él y Sakura son viejos amigos. - Dijo contento el hombre.
- Ah... - Dijo Naruto algo extrañado.
Satoshi se separó un poco de su padre y se acercó al oído del rubio para decirle algo. Naruto lo entendió así que no dijo nada.
- Mi padre no se entera porque es demasiado alegre. Pero ese chico lleva en nuestro castillo desde los 8 años así que él y Sakura estaban bastante unidos. No me malinterpretes solo eran amigos, pero se notaba a la legua que ese chaval estaba bastante pillado por mi hermana. Así que no sé, quizás deberías ir a echar un vistazo. - Dijo el Haruno mirando a su futuro cuñado.
- Señor Haruno, nos vemos luego tengo que ir a hacer un recado. Por cierto, mi Padre me ha dicho que vosotros no hace falta que busquéis aposentos en la ciudad. Seréis bien recibidos en el castillo. - Dijo Naruto cortésmente.
- Oh, muchas gracias Naruto. Muy gentil por tu parte. Nos vemos luego. - Dijo el hombre sonriendo.
Naruto se fue de allí y acelero el paso en cuanto se alejó lo suficiente. Estaba algo mosqueado quizás. Sentía que Sakura quizás podría estar en peligro. Si ese chico estaba enamorado de Sakura. Quien sabe que podría hacer. Además que él era quien tenía que cuidar de la pelirrosa y una cosa era dejarla con su padre y otra con un desconocido.
Estuvo buscando por todos sitios y sin embargo no la veía por ningún lado. Y eso que la chica no tenía un pelo difícil de distinguir la verdad. Sin embargo pasando cerca del campo de combate pudo escuchar su voz.
Tras localizarlo pudo escuchar que estaba debajo de las gradas de madera. Eso le despertó cierta curiosidad todo había que decirlo. En un principio pensó en simplemente aparecer y llevarse a Sakura de vuelta con su familia o al castillo. Sin embargo decidió sentarse encima de las gradas, justo en el sitio encima de donde estaba su prometida. Y luego afinó mucho el oído.
- Yo también me alegro de volver a verte. - Se pudo escuchar a la pelirrosa.
- La noticia de que te marchabas fue bastante inesperada. Sobre todo porque justamente hacia un mes que yo había vuelto a casa. - Dijo el chico.
- Ya, que me vas a contar. - Dijo Sakura mirando al suelo. Aunque Naruto solo escuchaba no podía ver nada.
- Que ruido más molesto fuera. - Dijo el chico tratando de olvidar el bullicio de la gente.
- Si, la verdad es que sí. Has tenido buena idea viniendo aquí. Dime ¿Participara tu hermano en el torneo? - Preguntó Sakura.
- No... mi padre cree que un torneo es la mejor manera de que le demuestre que aprendí con tu padre... - Dijo algo fastidiado.
- Bueno, entrenabais cada día así que supongo que no estará mal. - Dijo Sakura animándole.
- Pero ya sabes que detesto luchar. Y mi padre solo piensa en eso. - Dijo el chico molesto.
- Bueno Akira solo espero que te vaya bien. - Dijo la pelirrosa sonriendo.
- Y tú que tal. ¿Cómo es estar por aquí? - Preguntó Akira.
- Bueno... los Namikaze me tratan bastante bien. Pero a pesar de ello no es que tenga muchas ganas de estar aquí... ya sabes. - Dijo la pelirrosa algo apagada.
- Normal. - Dijo el chico. - Sabes Sakura... me fastidio mucho cuando vuestro padre me contó que no estabais ya en el castillo y me lo conto todo. - Dijo el chico.
- ¿Y eso? - Preguntó la pelirrosa con curiosidad.
- Cuando cumplieses los 16 años tenía previsto pedirle a tu padre tu mano en matrimonio. - Dijo el chico sorprendiendo mucho a Sakura.
- Akira... - Dijo la pelirrosa algo sorprendida y sonrojada.
- Es verdad Sakura... yo... estoy enamorado de ti desde... no se desde los doce o los trece. - Dijo Akira mirándola.
- Yo... no lo sabía. - Dijo la chica sintiéndose algo mal. - Supongo que de haberlo hecho tampoco me habría importado. - Dijo la pelirrosa.
- ¿Entonces tu...? - Preguntó animado el chico.
- No, yo lo siento pero... no siento lo mismo que tú. - Dijo haciendo sentir algo mal a Akira. - Sin embargo tú y yo éramos buenos amigos, teníamos cosas en común y nos conocíamos bien. Teniendo en cuenta que mi padre podría haberme casado con cualquier desconocido eso habría sido sin duda una buena opción. Crecimos juntos en realidad... y bueno también eras el único chico con el que me relacionaba. - Dijo la pelirrosa mirándole.
- No me quieres pero... ¿Te gusto algo al menos? - Preguntó Akira.
- Bueno... eres una buena persona, tenemos muchas cosas en común y nos llevábamos muy bien. Así que supongo que me habrías gustado. Pero eso ya queda bastante atrás Akira. - Dijo Sakura quitándole importancia. En realidad ahora ella no se la daba, tenía cosas más importantes en las que pensar en realidad.
- ¡Sakura! Vayámonos de aquí. Tu y yo juntos. - Dijo Akira sujetándola por los hombros.
- ¿Qué estás diciendo? - Preguntó Sakura muy extrañada.
- Ni tú quieres estar aquí con los Namikaze ni yo quiero estar aquí en este torneo. Vayamos juntos, tu y yo. - Dijo Akira tratando de convencerla.
- Lo siento, no puedo. Yo tengo que estar aquí. - Dijo Sakura tratando de sonar calmada, pero estaba algo enfadada.
- ¿Quieres quedarte aquí a casarte con un niño de papa? - Preguntó el chico irónico.
- No, obviamente no quiero hacerlo. Ah... y por cierto. Naruto no es precisamente un niño de papa que digamos. - Dijo la pelirrosa.
- ¿Le defiendes? - Preguntó extrañado su amigo.
- No se trata de que le defienda, Naruto tiene muchos defectos en realidad creo yo. Sin embargo no hace falta que te inventes nuevos. - Dijo la chica irritando un poco a Akira.
- Pero dices que no quieres estar aquí. Es absurdo, yo tampoco quiero estar aquí. Vayámonos. - Dijo el chico.
- Akira, uno no puede escoger las cosas que uno hace. Tú eres un miembro de la Casa Nohara y quieras o no tienes ciertas habilidades con la espada. Algún día serás Lord Nohara y retirarte del torneo significaría quitarles todo el honor a tu familia. No podemos elegir las cosas que tenemos que hacer. Yo lo sé muy bien, aquí estoy cumpliendo con una obligación que no deseo. Y no solo eso... Naruto, al que criticas también hace cosas que no desea porque son su obligación. Si quieres ser un cobarde... adelante. No me arrastres contigo en ello. - Dijo Sakura.
- Pero yo te quiero. - Dijo el chico desesperado.
- ¿Y crees que no me duele saberlo? Si yo también estuviese enamorada de ti quizás me lo plantearía. Pero ya te lo he dicho antes desgraciadamente no siento lo mismo. - Dijo Sakura mirándolo.
- Pero antes has insinuado descaradamente que preferirías que yo fuese tu prometido a Naruto. - Dijo el chico mirándola.
- Creo que has tergiversado un poco mis palabras Akira. - Dijo Sakura ofendida.
- Sigues defendiéndole. - Dijo Akira enfadado.
- ¡¿Y que si lo hago?! - Gritó Sakura mas enfadada. - Él no te ha hecho nada a ti y tampoco me lo ha hecho a mí. De hecho creo que es bastante buena persona y creo que no merece que hablemos mal de él. Él no tiene la culpa de nada aquí. Si quieres quejarte a alguien hazlo a la cara. Ve a ver a mi padre, tú maestro y dile lo que piensas. O ve a ver a Lord Minato, tu Señor, y dile todo lo que piensas. Y si lo único que se te ocurre son soluciones cobardes que destrozarían para siempre mi Casa y la tuya prefiero que te las guardes. - Dijo la pelirrosa ofendida.
- ¡¡Sakura, no sabes lo que estas diciendo!! - Dijo el chico cogiéndola algo fuertemente por los hombros.
Naruto hizo acto de presencia por fin en ese momento. Ya había sido cotilla demasiado tiempo. Incluso había escuchado cosas que quizás le habían dolido o molestado. Pero lo que no permitirá era que le ocurriese nada a Sakura.
- Sakura, tu padre me dijo que te podría encontrar aquí. - Dijo Naruto apareciendo.
- Na... ruto. - Dijo Sakura algo nerviosa al verle. Al fin y al cabo Akira la estaba cogiendo por los hombros, incluso le hacía algo de daño.
- ¿Ocurre algo? - Preguntó el rubio extrañado mirando a los ojos a Akira.
Era un chico con el pelo castaño, era más alto que Sakura pero no que Naruto. No parecía muy corpulento. Tenía la piel pálida y tendría la misma edad que Sakura.
Ahora Akira podía ver por qué Sakura decía que Naruto no era un niño de papa. El rubio era bastante alto y se notaba que estaba en forma. No como los nobles del sur. Además sus ropas eran bastante sobrias. Casi que Akira vestía con ropas más elegantes y caras que Naruto. Naruto sin duda no tenía cara de querer hacer amigos.
- No ocurre nada, Naruto. - Dijo la chica separándose de Akira. Estaba preocupada de que Naruto le hiciese algo. Al fin y al cabo prácticamente la estaba atacando. - Akira es un viejo amigo mío. - Dijo la pelirrosa tratando de mejorar la situación.
- Si, me lo explicó vuestro hermano tranquila. - Dijo Naruto fingiendo sus ganas de asesinar. - Sin embargo ya casi es la hora de la comida Y mi Padre ha invitado a los tuyos y a tus hermanos a comer con nosotros, ya nos estarán esperando. - Dijo Naruto mirándola.
- Claro, vamos entonces. - Dijo Sakura alejándose de Akira que se la quedó mirando. - Akira, suerte en el torneo esta tarde. - Dijo la pelirrosa girándose un momento.
EL chico se quedó mirando como Naruto y la pelirrosa se alejaban de allí. Estaba sin duda algo frustrado se podría decirlo. Además que no podía obviar que odiaba a Naruto.
- ¿Entonces mi familia está en el castillo? - Preguntó Sakura.
- Si... - Dijo Naruto.
- "¿Qué le ocurre?... Esta raro..." - Pensó Sakura preocupada por Naruto.
- También pasaran estos días en el castillo con nosotros. - Se limitó a informar el rubio.
- Ah, qué bien. - Dijo Sakura al escucharlo. - "Naruto está muy apagado... parece... triste." - Pensó después.
CONTINUARA...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top