Elsa

Pasaron tres días después que ambos nos declaráramos nuestro amor...No, no, se oye demasiado cursi... Bueno cada uno tendrá su forma de saber que pasó ese día, en mi opinión, fue el día en que descubrí que no era la única que albergaba el sentimiento de amor en esta "relación"

Pues, pareciera que Jack viviera conmigo...Se la pasa casi todo el día en mi casa, o sea donde sea que yo esté. Supongo que debe de ser porque Pitch está de vuelta. Pero es que osea, ¿qué se supone que pase?

—Buuuu, soy Pitch, rey de la oscuridad y pesadillas, y vengo a...¿causarte muchas pesadillas?... — actúo frente al espejo del baño, el único lugar al que Jack no entra conmigo—. Bueno, ni sé si es rey o príncipe o lo que sea, pero suena bien con mi guión, así que lo dejamos así.

—Elsa, ¿estás hablando sola o solo estás tratando de cantar "La cucaracha, la cucaracha" otra vez? —preguntó Jack desde el pasillo.

Me sonrojé de inmediato.

—¿¡Por qué espías hasta lo que canto?! —le grité con la mayor vergüenza del mundo, si no fuera por la puerta del baño que nos separa, creo que ni podría mirarlo a los ojos.

—La verdad es que no tuve la necesidad de espiarte para saber eso, la primera vez que te oí cantando, estaba durmiendo y me caí de la cama asustado, pensé que un pingüino estaba dando a luz, pero luego oí que eras tú cantado...brrr—escuché que hacía como si se estuviera estremeciendo—. Tuve pesadillas por días...

Abrí la puerta del baño enfadada, justo cuando oí sus pisadas alejándose velozmente.

—¡JACKSON OVERLAND FROST, DE ESTA NO TE SALVAS! —grité mientras lo oía riéndose a lo lejos.

Más que enfadada estaba avergonzada, pero obvio que no lo haría notar, no quería que pensara que tenía influencia sobre mí, aunque sí la tenía.

—Vamos, Queen, no te enfades, solo quería hacerte enfadar...

¿Sabrá que se acaba de contradecir?

—Oh... genial ¡lo lograste! Ven cariño, solo quiero darte un golpecito, quizá ni te duela...

—Mmmm quizá no, pero quizá sí... sorry, queen, pero no me arriesgaré—oí su voz cada vez más cerca.. ¡te tengo, Frost!

—Oh vamos, golpeo como chica...

—Ohh, aún más te debo de temer, Queen, ufff las chicas son peligrosas cuando se enojan...

Me eché a reír.

—Vaya Frost, creo que debes empezar a dar una materia de "Como son las chicas", en la universidad, se nota que sabes demasiado —no sé en qué tono lo dije, sarcástico o literal, pero no estaba muy equivocado al respecto.. ¿cómo sabrá eso...? quizá chicas se lo debieron decir... o quizá sea lector y entiende un poco a las chicas, ya que hay varios libros narrados desde el punto de.. ¿Lector? Jajajaja ¡Ay sí! Cómo si estás cosas pasaran :v ¡Chicas! Eso debe ser... quizá estuvo con varias antes de mí...y más... espera... ¿estos son c..?

—¿Qué pasó, Queen? ¿Te dejó sin habla mi sabiduría? ¿O te diste por vencida? —escuché decir antes de comenzar a oír un leve silbido proveniente de la cocina.

¡¡¡Biiiingo!!!

Cuando salí del pasillo hacia la cocina...lo ví.. ¡¡con el amor de mi vida!!

—¡¿QUÉ HACES CON MI NUTELLA!? —grité eufórica.

Él se sobresaltó por mi grito.

—Pues...no sé... ¿Haciendo un sándwich...? —respondió confundido, pero abrió los ojos como platos al darse cuenta...—. Con tu Nutella...

—Corre —dije sonriendo angelicalmente.

Y eso hizo y yo lo seguí.

Pasamos minutos correntiándonos, lanzándonos bolas de nieves... sí, dentro de mi casa, me arrepentiría de esto después, pero ya que, ¡a disfrutar el momento!

—¡Te atrapé! —grité mientras me arrojaba hacia Jack, quién quedó abajo mío, mientras los dos reíamos.

Le di un golpe en el hombro mientras seguíamos riéndonos.

—No me dolió —dijo con cara triunfal.

Fruncí el ceño y me puse de pie, él hizo lo mismo, pero seguía sonriendo.

Le di otro golpe un poco más fuerte en el mismo hombro.

—No me dolió —repitió con la misma expresión.

¡Bingo!

­—¿No te dolió?

—Eso dije —respondió riendo.

Me acerqué un poco más, pretendiendo que quería darle un beso, cuando estaba a centímetros de su hermosa boca...

—AHHHHHH —gritó de dolor Jack.

Me eché a reír. Sip, golpe en la entrepierna, nunca falla.

—¿Ya te dolió? —pregunté triunfal.

—Sí, ya me dolió —gimió, pero con una sonrisa—. Me ganaste, Queen.

—Eso es por decirme que cantaba...como un pingüino dando a luz —dije dándome vuelta para irme, antes que se diera cuenta de mi leve sonrojo.

No había dado ni el primer paso, cuando sentí las manos de Jack, alrededor de mi cintura, tirando hacia él.

—¿Eres de acero? —pregunté riéndome. Lo pregunté por dos razones, ya que estaba cerca, muuuy cerca de... "él" y pues porque se recompuso rápido.

Se echó a reír incómodo y estaba segura que se había sonrojado.

Como estaba de espalda, me volteó haciendo que quedáramos cara a cara.

—Queen, era broma, amo tu voz y más cuando cantas, cuando cantas es... —suspiró sonriente, mientras a mí se me aceleraba el corazón—. Maravilloso.

Sonreí. Y lo apegué a mí, dándole un suave y dulce beso, sentí como se tensaba por la sorpresa, pero al segundo se relajó y me respondió. Sentí como sonrió al mismo tiempo que yo. Cuando nos separamos le di un leve golpe en el hombro.

—Ay, me dolió —mintió haciendo una mueca de dolor, mientras me guiñaba el ojo —. Mejor prevenir que lamentar, Queen, mejor prevenir que lamentar...

Puse los ojos en blanco, mientras sonreía.

—Idiota —dije sonriendo.

—Boba —Respondió sonriente dándome un ligero cabeceo.

Día 18: Sentí como este sentimiento de amor crecía cada vez más hacia Jack. Sentí como mi amor por Elsa crecía cada día más y supe que no pararía de crecer jamás.