26. La persona correcta para navegar a través del tiempo

Era extraño volver a encontrarse frente a frente con Paulo, cuya presencia era aún más imponente de lo que Nicolo recordaba. En comparación a ellos, que estaban agachados detrás de la camioneta de Lupe para esconderse de ojos extraños, se veía como un gigante.

La última noticia que tenían de él era el mensaje recibido por Jazz, un pedido de ayuda que había conseguido abrirse paso a través del caos del espacio-tiempo, de alguna forma.

Tenso, Nicolo retrocedió hasta chocarse con Zarek, quien lo acercó más a él con un gesto protector. Ahora que sabían que Lady Sarah ocultaba información, no podían estar seguros de que pudieran confiar en Paulo tampoco.

—¡¿Paulo?! —exclamó Jazz con voz temblorosa—. ¿Cómo que estabas esperándonos?

Agrandando los ojos, Paulo hizo un gesto con la mano para pedirle que bajara la voz y se arrodilló frente a Jazz.

—Cuidado —advirtió él, poniendo un dedo sobre los labios de Jazz, cuyas mejillas se tiñeron de rojo.

—Tú ten cuidado —terció una voz.

Pertenecía a Lupe, recién salida de la parte trasera de la camioneta, quien se paró detrás de Jazz y apuntó a Paulo con una cuchilla que quedó a centímetros de la frente de él.

—¡Estoy de su lado! —respondió Paulo, levantando ambas manos.

Un suave dejo de acento brasileño se asomó a través de la tensión de su voz e hizo que Nicolo cayera en la cuenta de lo poco que lo había escuchado hablar antes. Era un nuevo recordatorio de que no sabían casi nada de él. La presencia de Paulo era discreta, y sus palabras, escasas y medidas.

—¿Sí? —replicó Lupe—. ¿Como lady Sarah?

—¡Tranquilas! —intervino Jazz—. ¿Por qué no escuchamos lo que tiene para decir?

Con los ojos entrecerrados y sin aflojar el agarre del mango de la cuchilla, Lupe hizo un ademán con la mano para indicarle a Paulo que hablara.

—Sé que suena mal, pero yo tampoco entiendo lo que está pasando con la casa —afirmó Paulo. Nerviosa, su mirada revoloteó por el grupo y se detuvo en Nicolo, antes de volver a Lupe.

Aquella pausa prolongada no pasó desapercibida para el resto. Zarek se movió hasta quedar delante de Nicolo y le dijo a Paulo, con un tono tan filoso como la cuchilla de Lupe:

—Tú trabajas para lady Sarah. Ahora no vengas a hacer de cuenta que no sabes nada. ¿Por qué nos trajo aquí?

—Tú también has trabajado para ella antes —replicó Paulo—. Amatista también.

—No tiene nada que ver, a mí me contrató como entretenimiento. Tú eres su asistente, tienes que saber por qué estamos aquí.

Un abismo de silencio se abrió entre los dos, y Nicolo creyó que caería en él.

Paulo bajó la vista, en actitud de derrota, y murmuró:

—Es verdad que ella quería contactar a alguien que murió, pero mintió sobre quién y sobre las circunstancias porque era una prueba para saber si alguno de ustedes tenía habilidades reales de videncia. Eso es lo que sé, ella buscaba a la persona correcta, la más talentosa. Después de la sesión espiritista dijo que creía haberla encontrado en Nicolo, pero no sé por qué se abrió una fisura en el tiempo. ¡No creo que eso fuese a propósito, tuvo que ser un accidente!

Escuchar eso confundió a Nicolo. Ya no estaba tan seguro de que lady Sarah tuviera malas intenciones. Aunque fuese con mentiras, era probable que los hubiera convocado para encontrar el collar cuya ausencia provocaba caos. Quizás quería reparar la grieta del tiempo antes de que fuera demasiado tarde, y no había llegado a hacerlo.

—¿A quién quería contactar lady Sarah? —preguntó Nicolo, asomándose desde detrás de Zarek.

La respuesta de Paulo solo confirmó sus sospechas:

—Carlo. Él era pariente del mago fundador de la casa y el guardián de una reliquia mágica, pero lady Sarah no sabe dónde la escondió antes de morir. No sé qué es, solo sé que es importante y peligrosa, y no está donde debería estar.

—¡Claro, el co...! —comenzó a decir Jazz.

—No hables —lo cortó Lupe, poniendo una mano sobre su hombro.

—¡Pero creo que dice la verdad, Lupe! —insistió Jazz—. No creo que quiera hacernos mal. Mi intuición me dice que podemos confiar en él.

—Pero no es él solo, ¿verdad? —intervino Zarek—. Dijiste que estaban esperándonos, ¿quién más está contigo? —le preguntó a Paulo, sin abandonar el tono acusador de antes.

Paulo se volteó hacia atrás y señaló un lujoso vehículo deportivo estacionado a poca distancia. De la ventana abierta se asomó, temblando, la cabeza de Lisbeth. Sus ojos claros estaban enrojecidos de llanto.

—Lo admito, all right —susurró Lisbeth con voz trémula—. No son unos fraudes. ¿Feliz?

Lisbeth posó la mirada sobre Lupe, quien dio un respingo al verla. Envuelta en el mismo traje de noche de la última vez, una de esas batas de seda y cuello de plumas que se veía tan incómoda como adecuada para huir de una casa embrujada en el medio de la madrugada, Lisbeth parecía una heroína gótica caída en desgracia. En otro tipo de historia habría sido la protagonista que bajaba corriendo las escaleras mientras el viento arremolinaba su largo pelo.

Nicolo recordó la teoría de que ella era en realidad una versión joven de lady Sarah, pero verla así, desarmada y confundida, le hizo dudar. Tenía la impresión de que ni ella ni Paulo podían dañarlo, aunque quizás fuera porque tener a Zarek de escudo hacía que se sintiera más seguro de lo normal. Con él allí, la noche era menos fría y oscura.

—¿Cómo terminaron aquí? —preguntó Nicolo.

Luego de respirar hondo, Paulo respondió:

—Tuvo un apagón después de que ustedes se fueron de la casa a procurar ayuda. —El acento brasilero se fue volviendo más marcado a medida que avanzaba con la historia—. Cuando volvió la luz ya no estaban lady Sarah ni Amatista y todo era distinto: la decoración, los muebles, todo. Bajamos y la casa estaba llena de extraños. Intenté mandar una mensaje a Jazz y luego tratamos de salir del terreno con el carro, pero el camino nos trajo de vuelta a la puerta de la casa una y otra vez. ¡Entiendo que desconfíen, mas nosotros también queremos resolver esto!

Si mentía, su actuación era perfecta. Había dejado de lado su fachada de profesionalidad para contar su experiencia, y su voz estaba empapada de una emoción que hizo que a Nicolo se le cerrara la garganta. Reconocía en su forma de hablar la misma desesperación que ellos sentían.

Por primera vez, Lupe bajó el arma con la que lo amenazaba, y Nicolo sintió que la musculatura de la espalda de Zarek, en la que estaba apoyado, se relajaba un poco. De fondo se escuchó el llanto suave de Lisbeth.

Tenía sentido que la primera persona que hablara fuese Jazz, en un tono conciliador:

—¿Entonces crees que lady Sarah no tiene malas intenciones? ¿Que solo quería encontrar la reliquia para evitar que el tiempo se rompiera?

—No sé —respondió Paulo, resoplando—. Puede ser. No es la primera vez que trae videntes para probar sus habilidades y encontrar lo que Carlo escondió, pero es la primera vez que algo como esto pasa. Perdón por todo. Perdóname —agregó, dirigiéndose a Jazz, en particular—. Me alegra que estés bien.

Jazz asintió, sonriendo, y se volvió hacia Lupe y los otros, con los ojos vidriosos.

—Entonces podemos cooperar, ¿verdad? Queremos la misma cosa, salir de aquí.

—No tenemos mucha alternativa —masculló Lupe.

—Pero no creo que debamos decirles todo lo que sabemos —dijo Zarek, lo suficientemente alto para que tanto Paulo como Lisbeth lo escucharan—. Ellos nos ocultaron cosas importantes al principio, después de todo.

—¡Yo no sabía nada! —se quejó Lisbeth, enjugándose las lágrimas con las mangas de su bata—. No sé nada de reliquias o fantasmas. Sé que mi tía tiene amigos raros y le gusta contratar fraudes, creí que ustedes estaban igual que el resto. ¿Cómo iba a saber que no?

—O eras parte del teatro para probarnos —replicó Zarek.

—¡No!

Todavía no convencido del todo, Zarek se dirigió a Nicolo:

—¿Qué opinas tú?

Nicolo se tomó unos momentos para pensar, aunque tiempo no era algo que les sobrara. La prioridad era llegar al lago y encontrar el infame colgante antes de que terminara la noche, sin ser descubiertos por Francesco. Si lady Sarah buscaba lo mismo, no había por qué temerle. Lo que no terminaba de cerrarle era que Carlo hubiera querido deshacerse de aquella reliquia tan invaluable, pero intentó hacer a un lado el pensamiento, que no tenía nada que ver con Paulo y Lisbeth.

—Estoy de acuerdo con que tendríamos que tener cuidado con lo que decimos —dijo Nicolo—, pero les creo cuando dicen que están de nuestro lado. Ellos han estado aquí antes, conocen el terreno, ¿verdad? Tal vez puedan ayudarnos a navegarlo.

Para sorpresa de Nicolo, todos parecieron aceptar su opinión como la definitiva: Zarek con una especie de gruñido resignado; Jazz con una sonrisa aliviada. Lupe, por su parte, guardó la cuchilla en la parte interna de su abrigo y revolvió en la camioneta para ofrecerle a Lisbeth ropa más apropiada para el frío de la noche, mientras le explicaba a Paulo, sin dar demasiados detalles, que tenían que llegar al lago evitando la capilla.

—Hay un camino alternativo —propuso él—. Un sendero que va a través del bosque.

Estaba decidido. A pesar de que nadie terminara de confiar en nadie, era hora de colaborar. Y, aunque no fueran conscientes, había algo más grande que ellos por lo que pronto tendrían que preocuparse.

Continuará.

Próximo: siguiente sábado.

¡Hola! ¿Qué tal? Gracias por sus hermosos comentarios, votos y lecturas 💖 Luego estaré contestando más, esta semana me atrasé un poco con las respuestas porque tuve que trabajar extra (para tener libre unos días de la semana que viene). Tampoco tuve tanto tiempo para editar, perdoncito 😭🥺

Sobre el capítulo, nos acercamos a momentos clave. ¿Confías en Paulo y Lisbeth? 👀

¿Por qué se deshizo Carlo del colgante?

Paulo había hablado muy poco hasta ahora, pero era hora de que diera explicaciones xD Ahora que habló más, en la forma de hablar de él van a encontrar algunas cositas mínimas que suenan un poco raras (ejemplo: una mensaje). Eso viene a que, aunque habla excelente español, cada tanto se le escapa alguna cosa del portugués.

Sobre Lisbeth, algo así imagino su vestido de noche:

Esto está en mi lista de COSAS INÚTILES QUE ME GUSTARÍA TENER. ¿Hay alguna cosa inútil que te gustaría tener? YO QUIERO UNO ASÍ PARA SENTIRME MEGA GLAMOROSA xD O sea, utilidad: cero. Glamour: 100000000+.

Cumpleaños de la semana: ¡Feliz cumple atrasado a blxcklizzxrd! 🍰

¿Alguien cumple entre el 21/2 y el 27/2?

¡GRACIAS POR ESTAR! Un mega abrazo, la gente que lee esta historia merece todo lo buenoooo 💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top