Capítulo 21: ||Manos||


—Y no hablar de Nagisa ¡estaba tan preocupado por ti ayer! —reveló la rubia soltando una gran carcajada.

Salían de la escuela recién, iban los cuatro y le decían a Karma el contenido que los exámenes tenían el día anterior ya que este había faltado por culpa de su alarma.

—Sacaba muchas hipótesis ¿recuerdas Rio? —molestó Kaede y la rubia asintió.

Karma no pudo evitar sonreír por escuchar que su platónico al menos sentía preocupación por él, eso o tal vez solo el hecho de que le había dicho que repasaran un poco antes del examen.

—¡No, no es cierto! —negaba con sus manos el chico y como el día anterior, tenía un sonrojo similar a ese.

No deseaba admitirlo pero sí se había preocupado mucho por Karma y haberlo visto venir este día lo puso muy feliz. A el grado de sentir algo de nervios por estar cerca suyo.

—No lo niegues, Nagisa.

—Pss, pss, Karma —susurró la rubia y el nombrado se acercó a ella. Sabía que tramaba algo por esa burlona sonrisa que tenía.

—¿Qué pasa?

—Toma —dejó una pequeña flor con varios pétalos de color rosa—. Dásela a Nagisa y no tienes que agradecer —codeó su brazo un par de veces de forma pícara.

—¡¿Qué?! —exclamó tan fuerte que los otros dos voltearon a verle. Tan rápido como pudo, ocultó la flor tras su espalda para que no la vieran.

Volvió su vista a Rio para que ellos no se entrometieran en lo que hablaban.

—Vamos, debes conquistarlo. Además parece empezar a enamorarse de ti.

Asintió, con grandes esperanzas y cientos de emociones invadiendo su mente.

Rio le hizo una señal a Kaede para que se alejara de Nagisa, ambas estuvieron juntas hablando y observando las acciones de Karma. Gritando internamente.

—Nagisa... tengo algo para ti

—¿Qué es, qué es? —se había girado a verlo con emoción. Los regalos siempre le fascinaban.

—Esto —dejó de ocultar su mano detrás de su espalda dejando a su vista la flor—. No sé muy bien su significado o qué clase de flor es, pero...  —desvió su mirada sintiendo su corazón latir a altas velocidades— es tan bonita como tú.

Nagisa se sobresaltó por el halago. Las chicas rieron discretamente por su reacción.

El más bajo sentía su corazón latir también, lo dicho lo había puesto nervioso y ansioso. Le había gustado.

Recibió la flor diciendo un 'gracias’ pero sentía las ganas de agradecerle con un beso. Sacudió su cabeza de lado a lado por esa idea. Maldiciéndose a sí mismo por pensar de esa manera, pero no podía evitar que le gustara ese pensamiento.

—Apuesto a que Nagisa ya está oficialmente enamorado de Karma —murmuró Rio hacia Kaede.

Ella concordó totalmente porque las acciones y reacciones de su amigo lo confirmaban todo.

—¿Y si los dejamos solos?

—Gran idea, cariño—aclaró su voz—. ¡Oigan chicos! —ambos voltearon para ver a la rubia—. Nosotras tenemos que irnos por allá, tenemos planes.

Rio tomó la mano de su acompañante para desviarse de su típico camino.

—Esperen, ¿ustedes ya son novias? —preguntó Karma.

Ellas afirmaron.

—¡¿Eh, Kaede?! ¿por qué no me dijiste antes? Se supone que soy tu mejor amigo —se quejó Nagisa mientras se cruzaba de brazos.

—Lo siento, lo olvidé —rió—. Bien, ya nos vamos. Pásenla bien ambos.

—Adiós —dijeron al unísono.

Continuaron caminando solos con un silencio muy incómodo rodearles.

Karma observó la mano de Nagisa, acercó la suya a esta pero cuando rozaron la apartó rápidamente mordiendo su labio inferior por lo torpe que se vio eso —considerado por sí mismo—.

De nuevo, el sonrojo apareció en el rostro de Nagisa al notar lo que quería hacer el pelirrojo, pero... él también tenía ganas de tomar su mano.

Así que miró al lado opuesto a Karma y poco a poco fue acercando su mano a la del menor, hasta que sintió como la tomaba.

—No preguntes, por favor —pidió sin mirarlo.

Karma arqueó una ceja ante la confusión pero disfrutaría el momento y continuaría con sus esperanzas e ilusiones a flote.

Y Nagisa se sentía feliz. Dejaría las dudas para después y aprovecharía del momento.

Andaron tomados de las manos hasta llegar a la casa del mayor. Ya al estar frente a su vivienda, ambos soltaron su agarre.

—Adiós, Nagisa. Nos vemos mañana.

—A-Adiós Karma.

Karma revolvió sus cabellos y con más seguridad, voluntad propia y felicidad, besó la mejilla de Nagisa como forma de despedida. Para luego irse sin decir nada sobre eso.

Nagisa entró con confusión a su hogar para luego sonreír de forma tonta.

Maratón 2/3

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