Oh ma douce souffrance.

MoonTalk_Team
888 palabras.

- Cuenta la leyenda que la llorona ronda en los alrededores de los ríos y pueblos pequeños, bus- ¡AHHHHH! ¡JUNGKOOK! No me asustes así, maldito... - una risita se logró escuchar a la perfección, para JiMin en esos momentos él era el mero demonio, tomando su chancla en mano se disponía a darle su merecido al contrario por darle el susto de su vida, por desgracia antes de ello fue tomado por el contrario. Lo besó con tal delicadeza que lentamente se fue relajando hasta el punto de sentirse estar en las nubes.

Así lo dejaba su novio Jeon Jungkook, secretario del jefe de la fundación Naek Hyung, una compañía con gran influencia, gracias a ella ambos vivían tranquilos en una bonita casa, no muy exagerada a petición del rubio enano.

Ellos llevaban 5 años de relación, JiMin que aún no terminaba la universidad se había tomado un descanso por petición de su preciado novio por lo que se encargaba de hacer todos los quehaceres y alimentar al perrito de la casa, para él era un simple sueño hermoso del cual no quería despertar pero pronto lo haría.

- ¡Oh! Falta el queso para hacerle la lasaña a Kookie... - un pequeño puchero de instaló en sus labios, no le era prohibido salir de casa pero eso no le gustaba a un pelinegro de nombre JungKook.

Sin opción ya que deseaba darle esa sorpresa a su pareja salió de casa a hacer su debida compra, solo bastaron unos pocos minutos para llegar por lo que fue tranquilo y tarareando una canción infantil, pasó así hasta llegar al local y entrar a saludar a su anciana amiga del local.

- Buenos días, señora Kim, ¿Cómo se encuentra hoy? - felizmente saludó a su amiga aunque está señora lo vio con el entrecejo levantando pero respetuosa le sonrió al muchacho rubio.

Él un poco extrañado le miró unos segundos, no entendía la respuesta que obtuvo de ella, normalmente lo saludaba feliz e incluso lo llegaba a abrazar pero esta vez ella simplemente sonrió, restándole importancia hizo su debida compra ya que no faltaba mucho para que su novio llegara del trabajo.

Después de hacer su compra salió como rayo del local y llegó a casa más que cansado, más su voluntad de ser bueno con su pareja le dió aún más fuerzas que fueron suficientes para terminar la dichosa comida, justo a tiempo estuvo lista en la mesa pues poco después entró un alto y de buenas facciones pelinegro.

Éste lo vio con extrañes y luego de unos segundos ya tenía el rostro rojo.

- JiMin... No tenías... - con cierta sorpresa trataba de hablar el chico, el rubio rió divertido pues su novio seguía siendo igual de tierno que cuando lo conoció, un recuerdo muy lejano que bien pudo olvidar.

Luego de una hermosa cena, con pláticas de mil y un cosas ambos se disponían a ver unas películas, no contaron que después de estar totalmente cómodos al pelinegro le llegaría una llamada a última hora sobre el trabajo, a veces sucedía eso.

JiMin no negaba que odiaba eso, le robaban su preciado tiempo con su novio.

...

–Oh JungKook~ – pequeños gemidos resonaban en la gran habitación, en medio de la noche que había llegado el mayor éste vio de buena idea despertar al rubio con un buena mamada y con dos dedos dentro del culito del más pequeño.

- ¿Qué pasa, cariño? ¿No me habías dicho que te gustaba despertar así? - susurró en su oído al tiempo que se restregaba entre sus muslos para después de unas cuantas súplicas más entrar fuertemente. Así era siempre.

JiMin disfrutaba de estos momentos con él, era hacer el amor con el pelinegro, aunque siempre fuese demasiado duro con él cuando lo hacían no se quejaba, amaba que le demostrara su cariño.

Lo que no contaba es que esa era su última noche con "su novio".

9:09 a.m.


- Mi amor, apaga la alarma... - un fastidioso ruido se escuchaba fuertemente y el pequeño quería seguir durmiendo plácidamente aunque sucedió algo que lo despertó rápidamente. Esa no era su cama, era una habitación extraña y con un horrible olor a muerto.

Y efectivamente lo estaba, su sorpresa no duró mucho cuando unos hombres extraños lo llevaron a una oficina, con quien se encontró ahí fue con Jungkook, no entendía nada.

Sus dudas se disiparon cuando el chico le enseñó una carta.

– Te predije tu futuro, ¿No, estudiante Park? – rápidamente él cayó al suelo con un horrible dolor en la cabeza, el pelinegro le había lanzado un extraño polvo que lo hizo recordar. Tal fue el dolor que su nariz empezó a sangrar y su vista se volviá borrosa gracias a las lágrimas.

– Es imposible, t-tú no eres ese adivino ¡Tú eres mi novio! – chilló retorciéndose de dolor.

– ¿Sabes qué es muy fácil crearle recuerdos falsos a las personas? Dime corderito, ¿Recuerdas nuestro primer beso o cómo nos conocimos? La primera vez que nos vimos fue aquí hace un mes..

Ese día... Volvió a él claro como el agua, él estaba pasando un mal momento y por sus amigos quiso saber su futuro, entonces fue hasta el adivino de una feria, este le leyó las cartas pero él lentamente se quedó dormido hasta el punto de alucinar con pesadillas y luego de tal vez días despertar desnudo en la cama de Jeon Jungkook.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Pienso hacer un one shot explicando mejor esta historia, ¿Qué piensan?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top