Capítulo 28

Los días, semanas y meses sin ver a YoonGi todos los días fueron un reto para JiMin.

Aunque lo estaban llevando deliberadamente bien, había sido un cambio gigante en su vida cotidiana, pasaron de verse todos los días gracias al trabajo a verse sólo cada fin de semana, incluso a veces se veían dos o tres veces al mes, ya que el trabajo seguía por consumir el tiempo de JiMin.

Además, hubo un mes determinado donde el hospital dejó de aceptar visitas para los pacientes, según ellos, era esencial tener meses en los que sus huéspedes se mantuvieran lejos de todo tipo de contacto con las personas que rodeaban constantemente su vida cotidiana antes de ser internados, era algo que hacían para evaluar a sus pacientes. Así que hubo meses en los que no podía visitar para nada a YoonGi.

Las primeras semanas fueron todo un reto, YoonGi sabía que estaba ahí para tratar su trauma más grande, pero odiaba el proceso para llegar hasta él. Toda esa mierda de abrir sus emociones y hacer actividades para liberar su alma, eran cosas que se le hacían completamente insignificantes, muchas veces tuvo problemas con las psicólogas por no querer participar en esas actividades.

Otra cosa que se le hizo una tortura, fue tener que convivir con los demás pacientes cuando solían tener sus sesiones grupales de apoyo. Le parecía una pérdida de tiempo rodearse de gente desconocida y hablar sobre el motivo por el cual estaba ahí.

La verdad es que era su parte menos favorita, porque entonces tenía que admitir todas las cosas que no admitió con su familia. Lo único que había decidido llevarse a la tumba era el admitir que había asesinado a más personas de lo que sabían.

Sí, probablemente debía ser sincero si quería cambiar, pero eso sería condenarse por completo y para toda la vida.

Si el primer mes fue todo un reto, el segundo le hizo querer aventarse desde el balcón del piso más alto. Las recaídas durante el proceso de recuperación eran toda una tortura, nunca se preocupó por ello debido a que su anterior psicológa no era como los que ahora trataban con él, estos se habían encargado de trabajar su lado emocional y mental de forma profunda, logrando que su mente tuviera recaídas casi todos los días.

No iba a mentir, incluso llegó a pedirle a JiMin que no lo visitará porque no quería que lo viera de aquella forma.

Con las recaídas vinieron los recuerdos que mantuvo guardados en algún lugar de su cabeza con candado, lo que le provocó varias pesadillas y largas noches sin poder dormir como era debido. Para el final del segundo mes, JiMin lo visitó y afortunadamente, los encargados del hospital dejaron que el menor pasara una noche en aquel lugar, haciéndole compañía a YoonGi.

El tercer mes comenzó de forma tranquila, fue el mes más calmado y el que mejor se sintió. Comenzó a dormir más y le agarró cariño a las clases grupales, a las salidas que organizaban como método del tercer mes. Comenzó a tener contacto con el mundo exterior poco a poco.

Para el final de aquel mes, las sesiones con su psicóloga personal tocaron el tema central de todos sus traumas, y aunque creyó que sería difícil hablar sobre ello, las cosas marcharon mejor de lo que esperó.

Había un requisito importante en aquel hospital, todos tenían que tomar sus debidos medicamentos antes de irse a dormir y sólo dejaban de tomarlos cuando los encargados les daban el visto bueno a su proceso en el hospital.

Yang Jeongin y Choi Yeonjun fueron de los primeros chicos que conoció, que dejaron de tomar aquellos medicamentos para el cuarto mes en aquel lugar. Y YoonGi tuvo el presentimiento de que ese día nunca llegaría para él.

Tuvo una recaída al final del cuarto mes y está vez el hospital decidió que sería buena idea trabajar a Min YoonGi alejado de los demás pacientes, así que durante los últimos días del cuarto mes y dos semanas al inicio del quinto mes, no recibió visitas de JiMin a pedido de los encargados.

Tuvo ataques de pánico e incluso comenzó a tener episodios de violencia contra los trabajadores del hospital, hirió dos veces a una enfermera que intentó inyectarle un tranquilizante en uno de sus ataques y por supuesto, eso tuvo consecuencias.

¿Pero cómo podía controlar su cabeza si constantemente esta le hacía alucinar sus días en aquel internado?

Todo fue un caos durante el quinto mes. No pudo ver a JiMin hasta el comienzo del sexto mes, todavía recuerda como lloró aferrado a su cuerpo en un momento crucial de su vida, estaban hablando tranquilamente después de no poder verse por todo un mes, y de pronto YoonGi sólo comenzó a derramar lágrimas de forma silenciosa.

No se dio cuenta de eso hasta que JiMin tocó sus mejillas empapadas justo como aquella vez en Cheonggyecheon, a diferencia de que en esta ocasión, en lugar de hacerse el desentendido, decidió dejar fluir el mar de lágrimas qué tanto estuvo reteniendo.

"Vas a estar bien " JiMin dijo "Yo sé que en algún momento dejaras de recibir los medicamentos, comenzarás a dormir mejor y luego... podrás salir de aquí con aprobación de los médicos, confío en que vas a mejorar."

"¿Y si no lo hago?" "¿Y si nunca salgo de aquí porque no tengo solución?" "Nunca más volveré a verte y eventualmente perderás el interés en mí."

A JiMin le había dolido tanto escuchar aquellas palabras, YoonGi estaba tratando de progresar y de superar sus traumas, pero una de las cosas que más atormentaba su cabeza era la posibilidad de nunca mejorar y perderlo a él.

"Yo siempre estaré para ti" JiMin susurró contra su mejilla, dejando un beso en aquella zona "No puedes rendirte todavía, recuerda que tenemos que casarnos, no puedes dejar a tu futuro esposo solo."

Para mediados del sexto mes, YoonGi se dio cuenta de que si no ponía de su parte y luchaba contra sí mismo, nunca saldría de ahí. Y le había prometido a JiMin regresar.

Así que para año nuevo, Min YoonGi había progresado más de la cuenta, volviendo tomar las sesiones grupales, participando en todos los talleres que los psicólogos impartían, comenzó a ser más cercano a los demás huéspedes, y algo que terminó por darle el empujón hacia la realidad, fue ver como Yang Jeongin había terminado exitosamente sus sesiones, consiguió la aprobación para salir del SCMHC y comenzar a vivir una vida normal.

Había hablado con aquel niño y podía considerarse el más cercano a él, Yang Jeongin era huérfano y todos los orfanatos por los que pasó fue violentado a grande escala, dejando con ello muchos traumas y muchas marcas en su piel. Sólo tenía 17 años y el chico ya había sufrido toda una vida.

"Prométame que cuando salga me contactará, Hyung."

"¿Tanta fé tienes en que lograré salir?"

"Por supuesto " el niño le sonrió en grande "Y no olvide enviarme la invitación para su boda con JiMin hyung."

Tres semanas después de que Jeongin abandonó el hospital, Choi Yeonjun también lo hizo. Ahora las dos únicas personas con las que más había convivido se fueron, aunque se relacionaba con otros cuantos pacientes, aquellos dos chicos habían sido quienes más pegados a él estuvieron, incluso llegaron a conocer a JiMin en cada visita que el rubio le hacía.

Yeonjun también le había pedido ser invitado a su boda.

Las cosas marcharon bien después de la partida de las únicas dos personas a las que más cercano se hizo. Aunque todavía era un reto tener que abarcar el tema del internado, poco a poco comenzó a superarlo y fue evidente a primera vista, tanto para él como para todos los demás.

Las pesadillas seguían ahí, pero ahora ya no provocaban nada en él, sólo las sentía como un mal recuerdo. Comenzó a ser más abierto en las sesiones grupales y privadas, eso le otorgó la confianza al saber que cosas tan simples que le afectaban en un inicio, comenzaron a convertirse en algo insignificante.

Pero estaba bien, al menos ahora podía hablar acerca de sus traumas sin problema alguno, sin miedo y dolor.




[ ♦️♣️♦️ ]


—Hoy te ves particularmente feliz.

YoonGi sonrió con tranquilidad.

—Siempre estoy feliz cuando vienes a verme — dijo, haciéndole una seña a JiMin para que se sentará a su lado.

Afortunadamente habían tenido aprobación para salir al patio y poder conversar con más privacidad. JiMin sonrió alegre y se acomodó a su lado, recargando su mejilla sobre el hombro de YoonGi.

—¿Qué tal las cosas en el trabajo?

—Mmm todo bien — respondió aburrido —. Hemos tenido algunos problemas con unas cuantas personas pero nada de que preocuparse.

—¿Cuántos millones he perdido ya?

JiMin lo golpeó suavemente regañándolo por lo bajo.

—¿Acaso no confías en Namjoon?

—Por supuesto que sí — respondió —. Pero también sé que Namjoon es completamente distinto a mí, por lo que estoy seguro que ha dejado ir a algunas inversiones sólo porque cree que es moralmente correcto.

—Claro, tú tenías la mala costumbre de someterlos hasta el final para amarrar el contrato — JiMin rió —. Pero Namjoon es más... pacífico.

—Al menos están sobreviviendo — se burló el pelinegro.

—¿Y tú? — JiMin preguntó — ¿Todo ha estado bien aquí?

Aunque se había aguantado las ganas de preguntar, no podía soportar más tiempo sin saber como estaban yendo las cosas en aquel lugar. La última vez que vino, YoonGi había estado un poco decaído, más silencioso de lo normal y sólo se dignaron a permanecer uno a lado del otro en un cómodo y tortuoso silencio.

Pero hoy se veía mejor, incluso la bolsa bajo sus ojos había desaparecido, estaba más hablador y había preguntado sobre el trabajo, cosa que no hacía desde hace algunos meses atrás.

JiMin no quería ilusionarse, pero lo estaba haciendo.

—Todo va mejor — dijo con sinceridad —. Honestamente, me gustaría mucho que estuvieras aquí, siento que todo sería más fácil.

El rubio se sintió un poco conmovido, a él también le gustaría estar ahí para ayudarlo, apoyarlo de cualquier manera posible incluso si lo único que podía hacer era abrazarlo cuando tenía sus bajones emocionales. No importa, pero JiMin quería ser participe de la vida de YoonGi dentro de aquel lugar.

Lamentablemente no podía.

—Pero lo estás haciendo bien — JiMin dijo, acariciando su mano con suavidad —. Hace rato, cuando llegué, hablé un momento con la doctora Jae, me dijo que estabas mejorando poco a poco y que sí seguías así, cada vez estarías más cerca de irte a casa.

—Pero he tenido malos días — YoonGi murmuró —. Me gustaría tanto no tener esos topes emocionales, siento que voy en retroceso cada vez que suceden.

—Es normal, cualquiera tendría obstáculos en el camino — el rubio lo alentó, está vez se acomodó de lado, mirando directamente al hombre —. Pero ahora lo estás haciendo mucho mejor y estoy seguro de que vas a lograr avanzar todavía más.

—¿Cómo es que tienes tanta fé? — preguntó mirando al rubio, quien parecía muy tranquilo y confiado en lo que decía —. Yeonjun y Jeongin me dijeron lo mismo antes de irse, ellos realmente confían en que saldré de aquí.

—¿Y tú no? — preguntó el rubio — ¿Por qué no piensas en que sí podrás? Siempre dices lo mismo, cada vez que vengo... tenemos la misma conversación.

—Es que me resulta difícil.

—¿Qué te resulta difícil? ¿Creer que no saldrás? — preguntó abrumado —. No tienes ni idea de lo doloroso que es escucharte todo el tiempo decir eso, no sabes lo doloroso que es para mí verte así, porque no puedo hacer nada para cambiarlo.

—No tienes que sentirte de esa forma — YoonGi dijo —. No está en tus manos mi problema, soy yo quien está tratando de que esto funcione, pero cada vez que avanzó un poco, sucede algo que se siente como retroceder meses de trabajo y me hace sentir como en el comienzo.  No sé que se supone que tengo que hacer.

—Sólo tienes que dejar de pensar en que no lograrás salir de aquí — JiMin dijo —. Siento que si repites eso constantemente en tu cabeza, terminaras por creértelo y nunca vas a poder avanzar.

—¿Cómo voy a dejar de sentirme así si es lo que sucede? No importa que tanto lo intente, JiMin — murmuró —. A veces creo que... te estoy haciendo perder el tiempo. Estoy seguro de que tienes mejores cosas que hacer que vivir tu vida viniendo a visitar a un loco.

El rubio guardó silencio, sintiéndose herido tras escuchar las palabras de aquel hombre. YoonGi no le estaba haciendo perder el tiempo, él no estaba perdiendo nada por ir a verlo o por preocuparse constantemente por él, era lo que quería hacer, era su decisión y había decidido apoyar a YoonGi hasta el final.

No iba a dejarlo a mitad del camino.

—No voy a quedarme a escucharte decir eso — JiMin apretó con fuerza la mandíbula, tomó impulso y se levantó de aquélla banca —. No es una pérdida de tiempo y no tengo cosas mejores que hacer, porque tú eres mi prioridad. Pero eso no lo entiendes ahora mismo porque estás cerrado a la idea de continuar, y no voy a juzgarte, sé que es parte del proceso de recuperación. Pero no voy a permitir que digas tremenda estupidez acerca de mis acciones hacia ti, así que me voy.

Rápidamente se dio media vuelta, comenzando a caminar de regreso al interior de aquel lugar, tenía que firmar la hoja de salida antes de irse y todo lo que quería ahora era largarse y no verle la cara a YoonGi hasta que estuviera tranquilo. Si hay algo que detesta es que las personas crean saberlo todo sobre él, YoonGi nunca había dicho o hecho algo que le hiciera sentir así, pero ahora sí.

Y lo entendía, después de todo, eso solía suceder con las personas que estaban en un proceso de recuperación, YoonGi tenía días malos y días buenos, pero jamás había cuestionado nada sobre él. Era la primera vez que YoonGi decía algo  como eso y lo había herido.

Para él, no había nada más importante que venir a verlo cada fin de semana, ver que tanto había progresado y que tanto había retrocedido. No le importaba en lo más mínimo si YoonGi avanzaba o volvía atrás, lo único que realmente le importaba era estar ahí para él, para reconfortarlo, apoyarlo y abrazar sus esfuerzos por más mínimos que fueran.

Pero ahora mismo, se sentía enojado.

—Oh, ¿tan rápido te marchas ya? — preguntó Miyeon, la chica que se encargaba de registrar la lista de visitas.

JiMin intentó disfrazar su incomodidad, aunque fue difícil, pues la chica pudo notar sus ojos llenándose de agua.

—Sí, yo... tengo algunos asuntos y... — JiMin respiró con fuerza —. YoonGi se quedó en el jardín.

Avisó, haciendo que la chica asintiera y fuera todavía más evidente para ella saber que algo no andaba bien. YoonGi siempre despedía a JiMin en la puerta.

—Bien, entonces firma aquí — le pasó la lista, indicándole donde poner su nombre y su firma.

Antes de poder terminar, una de las puertas al exterior se abrió fuertemente, haciendo que la mayoría de los que estaban en la sala principal se asustaran.

—¡Espera! — YoonGi exclamó — ¡No puedes irte todavía! Queda casi media hora para que las visitas terminen.

JiMin le miró sorprendido.

—¿Qué?

—Yo... sé que soy un idiota, no debí haber dicho eso — se lamentó, importándole poco si estaba montando un show en vivo para los pacientes que se encontraban jugando ajedrez y mirando la televisión en la sala del rincón, también para las enfermeras que se encontraban ahí —. No pienso que estés perdiendo tu tiempo, es que yo... es difícil para mí creer que todavía sigas a mí lado después de tantos meses, tan sólo mírame, casi llevo 7 meses aquí y no veo para cuando salir, tengo el miedo constante de que encuentres a alguien mejor que yo, alguien más saludable y con menos problemas mentales.

—P-pero yo nunca sería capaz de encontrar a alguien más.

—Lo sé, lo sé — YoonGi suspiró con fuerza —. Pero el miedo sigue ahí y es algo que no puedo controlar. Es que yo te amo, te amo demasiado y no soportaría saber que estoy hundiendote en este mismo pozo sin fondo.

—YoonGi, he venido cada día que puedo para poder cerciorarme de que estás bien — JiMin dijo — ¿Crees que estás arrastrándome?

—Me da miedo que así sea.

JiMin quería golpearlo.

—¡Pues deja de pensar en eso, idiota! — exclamó, ya no le importaba si los demás estaban escuchándolo —. También te amo y no me importa acabarme la vida viniendo a este lugar, porque confío en que saldrás de aquí y vamos a casarnos. ¿No fuiste tú quien dijo que eso haríamos? El YoonGi que yo conocí siempre cumplió sus promesas, dime ¿Acaso ese YoonGi ya no existe?

El mayor miró el rostro fulminante de JiMin, el chico parecía molesto, aunque probablemente sólo estaba actuando para hacerlo arrepentirse de sus palabras, cosa que estaba funcionando.

—Claro que existe. — murmuró acortando la distancia que los separaba, abrazando con fuerza el cuerpo del menor frente a él.

JiMin correspondió su abrazo con la misma intensidad y tomó el valor suficiente para besarlo, si había ojos curiosos mirándolos era lo de menos, honestamente ahora no le prestaba atención a ellos. Todo lo que quería era volver a sentir esos labios qué no ha probado desde hace cuatro semanas. Para su suerte, YoonGi correspondió a su beso de forma dura y apasionada, si a JiMin no le importaba la presencia de los demás, a YoonGi le venía valiendo tres hectáreas estar siendo observados.

—Señores — la voz de uno de los doctores llamo su atención a duras penas —. Todavía tienen tiempo suficiente para seguir con su visita, ¿por qué no mejor van a un lugar más privado?

JiMin sintió sus mejillas calentarse ahora que el doctor les había llamado la atención, YoonGi gruñó en voz baja a la petición del hombre mayor, pero como no tenía derecho a replicar, entonces tomó la mano de su pareja y tiró de él en dirección a su habitación.







[ ♦️♣️♦️ ]





A UN CAPÍTULO DE ACABAR. 🫂

Hoy quise traerles este nuevo capítulo porque ya no quiero atrasarme más con las actualizaciones, sobre todo cuando ya está por terminar la historia. Voy a tratar de subir el otro mañana o el miércoles, depende.

En fin, espero que lo hayan disfrutado, nos leemos luego. ✨️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top