Capítulo 27

Hacía mucho frío en el hospital,  sobre todo porque el aire acondicionado estaba prendido, aparte de que su nivel de temperatura seguía bajo desde que se llevaron a YoonGi al hospital.

Afortunadamente, después de algunos minutos en donde tardó en reaccionar y buscó la forma de sacarlo de ahí a rastras, la puerta había sido tirada gracias a San.

Claramente las cosas habían resultado peor de lo que imaginó. Llamaron a la policía y los uniformados fueron quienes tomaron a YoonGi para llevarlo al hospital pero también lo habían esposado diciéndoles que alguien había acusado a YoonGi de asesinato.

Además, encontraron el cuerpo inconsciente de Taemin en el suelo y a las otras tres personas arriba.

JiMin estaba muy preocupado, pensando en que tal vez las cosas resultarían diferente. Quien sea que haya hecho aquella acusación debía saber sobre el otro trabajo del mayor, y solamente lo sabían muy pocas personas.

—Señor Park — una enfermera se acercó a donde estaba —. Ya puede pasar para que revisemos sus heridas.

JiMin asintió, lo habían mandado especialmente a curar sus heridas y ser revisado por petición de su madre, quien también había sido atendida ya que la habían golpeado levemente. Por otro lado, JiMin tenía que tratar los golpes que obtuvo debido a la pelea con Taemin, el cual por cierto estaba en el mismo hospital y por lo que los policías habían dicho, él también sería arrestado ya que era el único de los cuatro hombres que había quedado con vida.

Sí, ninguno de los otros tres había sobrevivido gracias a YoonGi.

Pero JiMin no iba a decir absolutamente nada.

Se quitó la camisa y dejó que la enfermera lo revisara, curando sus heridas con cuidado y haciéndole preguntas bajita la mano para saber como se había provocado aquellos golpes. JiMin le contó todo sin objeción alguna, sobre todo aclarando que aquellos tipos fueron quienes comenzaron con todo el altercado.

—Muy bien, entonces hemos terminado — dijo la mujer —. La traeré unos medicamentos anti- inflamatorios para sus heridas, espéreme aquí por favor.

JiMin asintió. 

La enfermera salió de aquella habitación, dejándolo sólo durante pocos minutos, se puso de nuevo la ropa con mucho cuidado de no tirar las gasas que le colocaron. Para su mala suerte, su tiempo de paz se esfumó tan pronto como se puso de nuevo la ropa, la puerta de la habitación se abrió y de ahí entró su madre seguido de algunos policías.

—JiMin, ¿ya estás mejor? — su madre se acercó, tomando su rostro entre sus manos y recibiendo un asentamiento por parte de su hijo —. Los policías... quieren hablar contigo.

—Buen día, muchacho — el policía lo saludó —. Soy el agente Lee y mis compañeros son agente Wang y Song, nos gustaría hacerle unas preguntas respecto a lo que sucedió anoche.

JiMin asintió.

—Claro, pregunten lo que quieran.

—¿Está usted relacionado sentimentalmente con el señor Min YoonGi?

—¿Eso qué tiene que ver? — cuestionó.

—Tiene mucho que ver — el  agente Song habló —. El señor Min mató a tres personas y hay un herido de gravedad con la cabeza abierta, el cual está siendo sometido a cirugía, nos gustaría que comenzará a colaborar y sólo se dignara a responder nuestras preguntas.

—Bien — respondió tajante —. Sí, YoonGi y yo tenemos una relación.

—¿Puede decirme por qué aquellos hombres estaban en su casa?

—Son prestamistas, me imagino que ustedes saben quienes son — dijo —. Nos estafaron hace algunos meses y logramos deshacernos de la deuda gracias a YoonGi, quien terminó por pagarla por completo. No era la primera vez que esos hombres nos acorralaban así, de hecho, la primera vez sucedió en la cafetería de mi madre, la fueron a buscar hasta allá y rompieron todo el lugar dejándola lastimada también.

—¿Lo reportaron a la policía?

—Por supuesto, los médicos también llenaron el formulario correspondiente de agresión para las autoridades y aún así... nadie hizo nada.

—Ah... por supuesto — Lee respiró profundamente —. El caso es que todos los que han denunciado a Sanghwo's Group con la policía nunca tienen pruebas contundentes, por más que investiguemos hasta por debajo de las piedras, no hay nada que los delate. Por esa razón nunca pudimos arrestarlos o hacer algo contra ellos.

—No tiene caso ahora, ¿o sí?

—No lo tiene, Lee Kwangsun está muerto gracias a Min YoonGi — suspiró con pesadez —. Ahora necesito que me cuente exactamente como sucedieron las cosas entre YoonGi y aquellos hombres.

—¿Exactamente para qué quieren saber lo qué pasó? Ya le dije que ellos nos tenían acorralados.

—Por supuesto, pero hay alguien que ha denunciado al señor Min como un posible asesino, dicen que no es la primera vez que hace esto y necesitamos pruebas contundentes.

—¿Pruebas? — JiMin preguntó desesperado — ¿Quién denunció eso? YoonGi no es un asesino, nos defendió a mi madre y a mí, esos idiotas iban a lastimarnos y todo lo que él hizo fue actuar en defensa propia.

—¿En serio? — El hombre parecía no creerle.

—Lo que mi hijo dice es verdad — la mujer habló —. YoonGi no ha hecho nada malo más que defendernos, interceptaron mi casa y me golpearon, golpearon a mi hijo y querían seguirnos sacando dinero, YoonGi todo lo que hizo fue ayudarnos. Puede que las cosas hayan acabado de esa manera, pero todo lo que hizo fue para salvarnos, si él no hubiera hecho nada, estoy segura de los muertos seríamos nosotros.

La madre JiMin lo apoyó sin más, causando algo de sorpresa en su hijo. No imaginó que su madre fuera a defender a YoonGi de aquella manera, honestamente siempre creyó que sería más de hacer las cosas moralmente correctas.

JiMin se sentía un poco mal por mentirle, ella no era consciente de las otras cosas que YoonGi había hecho. Pero aunque la policía le pudiera explicaciones él no estaba dispuesto a abrir la boca para acusar a YoonGi de algo.

—Nos dijeron que el señor Min tiene un negocio donde ha amenazado y matado a otras personas — el agente Wang dijo —. Nosotros sólo queremos hacer nuestro trabajo.

—¿Acaso él lo ha amenazado? ¿Le  dijo algo y ahora usted no quiere confesar la verdad? Si él los amenazó pueden decirnos y juramos tener su protección.

—¿Amenazarnos?

—¿Qué puso la denuncia? — JiMin preguntó nuevamente, se le hacía una estupidez que de pronto algo como esto saliera a la luz — ¿Quién fue? ¿Alguien cercano a YoonGi o fue alguno de los integrantes de Sanghwo's Group? ¿Saben quién lo está acusando? Primero tendrían que investigar si la persona que les está diciendo eso es de confianza.

—La persona es de total confianza, no podemos decirle quien es, así que-

JiMin dejó de prestarle atención a los policías, buscando entre sus recuerdos alguna posible persona que pudiera ser capaz de acusar a YoonGi de eso.

Aunque su madre y los oficiales siguieron discutiendo acerca del asunto, JiMin no les hizo caso alguno y salió rápidamente de aquella habitación, caminando apresurado hasta el pasillo en donde se encontraba la habitación de YoonGi en cuidados intensivos.

A cada paso que daba sentía que su sangre se calentaba y las ganas de golpear a alguien se hacían más grandes. Apretó con fuerza sus manos haciéndolas puños.

Cuando llegó, las primeras personas a las que vio fue a los amigos de YoonGi, quienes parecían tan impacientes esperando que el mayor diera signos de querer despertar. Luego estaba la familia de YoonGi, su madre se veía extremadamente preocupada y pálida, su hermanita menor, Hanna, estaba pegada al brazo de su madre tratando de darle consuelo en la sala de espera.

Por otro lado, el padre de YoonGi estaba muy concentrado caminando de un lado a otro mientras hablaba por llamada, y más al fondo, estaba aquel pedazo de idiota.

—JiMin...

Escuchó como San lo llamaba, al verlo caminar con tanta decisión y concentración. Pero JiMin lo ignoró, ignoró cualquier llamado y cualquier mirada hasta que tuvo a Mingi a pocos pasos de distancia, lo tomó del hombro para voltearlo y le dio un fuerte golpe a puño cerrado.

El gritó de dolor que Mingi soltó y el sonido de aquel fuerte golpe fue suficiente para llamar la atención de todos los demás en el pasillo.

—¡Tú pedazo de idiota! — JiMin lo tomó del cuello de su ropa — ¿Cómo te atreves a acusar a YoonGi? ¿Por qué te empeñas tanto en arruinar su vida? ¿Tanto te duele que él sea tan exitoso qué haces de todo para arruinarlo?

—JiMin — Hanna llamó su atención, separándolo de su hermano — ¿Qué sucede? ¿Por qué lo golpeas?

—Porque se lo merece — reclamó el rubio — ¡Aguanté muchas de tus idioteces mientras salíamos! Te conozco tan bien para mi mala suerte, que sé la forma en la que actúas para afectar a los demás. Siempre contaste como detestabas a YoonGi porque él lo tenía todo, muchas veces dijiste que estarías dispuesto a hacer lo que sea para arruinarlo. ¡Nunca te creí realmente capaz de hacerlo! Siempre pensé que sólo lo decías por decirlo... pero me queda claro que eres sólo una basura.

—¡YoonGi es una mala persona! ¡Viste lo que hizo! — Mingi exclamó —. Necesita ayuda pero también necesita ir a la cárcel... ¿Cómo pueden actuar tan normal después de que mató a tres tipos?

—Mingi — Elysia habló, su voz se escuchaba apagada, mortificada por lo que estaba escuchando —. YoonGi hizo lo que hizo para defenderse, es muy diferente-

—¡No lo es! Tenía un negocio aparte donde hacía ese tipo de cosas — Mingi dijo —. No pueden ser tan ciegos.

—Independientemente de sí es verdad o no, Mingi tiene razón — Taeyoon habló, llamando la atención de su familia —. YoonGi mató a alguien... nosotros como su familia sabemos que no ha sido la primera vez que sucede, ha hecho cosas cuestionables. Es doloroso, pero YoonGi tiene que cumplir con el castigo que la ley le de.

JiMin quería llorar.

—¿En serio están diciendo eso? — JiMin reclamó —. Es su hijo de quien hablamos, uno de los hombres más importantes en el mundo de las inversiones, ¿por qué YoonGi tendría otro trabajo como ese para amenazar o atacar personas? Eso es estúpido.

Jungkook, Hyunjin y San guardaron silencio, mirando cuidadosamente al rubio que se erguía en su sitio dispuesto a defender a YoonGi.

—YoonGi no es un angelito de dios.

—¿Es en serio lo que dices, Taeyoon? — Elysia preguntó, mirando a su esposo como si estuviera loco —. No puedes creer realmente que YoonGi hace ese tipo de cosas a escondidas de nosotros, lo que sucedió hace años fue en defensa propia, para salir con vida del lugar en donde sufrió tanto. Lo que hizo está vez... fue defender al hombre que ama y a la madre de JiMin para que no les pasara nada, ¿qué querías que tu hijo hiciera? Se defendió y todavía resultó herido de gravedad, ¿y esperabas qué no hiciera nada?

—YoonGi me ha ayudado mucho — JiMin dijo —. No pueden venir a juzgarlo de esa forma, él es una buena persona, nunca ha hecho nada para lastimarnos a mi madre y a mí, no nos amenazó para defenderlo. Desde que Sanghwo's Group nos comenzó a acechar, YoonGi siempre estuvo para apoyarnos. ¡No pueden decir mierda sobre él cuando ha sido mejor persona que todos ustedes!

JiMin no estaba pensando con claridad. A estas alturas ni siquiera le interesaba estar mintiendo, no le importaba estar encubriendo varios asesinatos qué el mayor ya cometió. No le importaba en absoluto.

Como Namjoon lo dijo, todas esas personas se lo merecían. Si YoonGi no hubiera actuado ayer en la noche, probablemente aquellos hombres hubieran terminado por lastimarlos más de la cuenta. En el peor de los casos, hubieran muerto ellos en lugar de los integrantes de Sanghwo's Group.

—¡Pregúntele a quien quiera! investiguen todo lo que deseen, pero les aseguro que nunca van a encontrar algo para meter a YoonGi a la cárcel — la comisura de sus ojos comenzó a ponerse roja —. Ustedes como su familia deberían estarlo apoyando, saben lo mucho que sufrió en el pasado y lo difícil que es todo esto para él, pero siguen tratando de arruinarlo. ¡¿Acaso no tienen suficiente con saber que está gravemente herido?!

Tan pronto como JiMin terminó de decir aquellas palabras, la puerta de la habitación en donde se encontraba YoonGi se abrió. Alguien lo tomó del brazo y cuestión de segundos, ya estaba siendo presionado contra la puerta cerrada de aquella habitación de hospital.

Su respiración se cortó por breves segundos, logrando reaccionar solo cuando YoonGi tomó con delicadeza su mentón para presionar sus labios sobre los de él.

Sentía que el aire le faltaba y las ganas de llorar se apoderaron de él, nadie le había avisado que el mayor ya había despertado. Pero a juzgar por las caras de sorpresa que todos pusieron cuando fue jalado al interior de aquel lugar, ellos tampoco sabían que YoonGi ya estaba consciente.

Sus labios se movieron ligeramente sobre los contrarios, sus manos se acercaron temblando hasta la ropa de hospital que YoonGi portaba, acarició desde su pecho su corazón, poniendo una de sus manos en aquel lugar, para asegurarse de que este seguía latiendo.

El mayor se alejó lentamente, juntando sus frentes suavemente para después inclinarse y robarle un corto beso a sus labios.

—Gracias por defenderme — YoonGi susurró —. No imaginé que fueras capaz de mentir por mí.

—Yo... YoonGi ¿Estás bien? ¿Te duele algo? — el mayor negó ante sus preguntas, sostuvo su rostro entre sus pequeñas manos, acariciando sus pálidas mejillas, se veía completamente demacrado —. Creí que... creí que no despertarías, ya han pasado casi 13 horas... me asusté mucho cu-cuando...

—Shhh — el pelinegro se acercó a dejar varios besos sobre su mejilla, escuchando un grave jadeó seguido de un sollozo, para luego tener a JiMin aferrándose a su cuerpo en un desesperado abrazo —. Estoy bien, corazón. Sé que te asusté mucho, yo también tenía mucho miedo de que algo te pasara... ¿Te lastimaron?

—Le rompí la cabeza a Taemin con un florero — JiMin dijo riendo por los nervios —. Fue todo un martirio.

YoonGi rió.

Estrechó el delgado cuerpo del rubio contra el suyo, tratando de recargar todas las energías que había perdido desde ayer. Escuchar a su familia parlotear acerca de lo que había hecho no lo hizo más fácil, por esa razón no señales de haber despertado, para que no lo estuvieran jodiendo.

—YoonGi, los oficiales tienen sospechas sobre tu otro trabajo — JiMin habló —. No dije absolutamente nada, pero parece que Mingi se encuentra muy seguro de todo.

—No pasa nada — dijo —. Ya me esperaba algo como esto. Por ahora, sólo mantente así, yo me encargaré de lo demás.

Volvió a besarlo, está vez con más intensidad que hace unos minutos. JiMin se aferró a él con toda la intención de no despegarse, quería sentir el calor corporal qué el mayor tenía para asegurarse de que estaba ahí con vida.

Pero su agradable momento en pareja fue arruinado cuando alguien golpeó la puerta con insistencia.

YoonGi suspiró cansado, alejándose a duras penas del menor. Dejó un último beso sobre su nariz para luego animarse a abrir de nuevo la puerta de la habitación.

Afuera todos los estaban observando, había una enfermera, la cual le miraba con desaprobación.

—Señor Min, debió habernos avisado cuando ya despertara — la mujer dijo —. Necesitamos revisarlo.

YoonGi se alzó de hombros.

—Espere un segundo — YoonGi pidió para luego mirar al exterior en donde se encontraban tanto su familia como sus amigos y aquellos policías —. Sé que deben de tener muchas dudas, pero lo arreglaremos después de que pueda irme a casa o a la estación de policía, como sea. Tomaré responsabilidad sobre lo que hice, aunque actúe en defensa propia y también para proteger a JiMin a su madre, dejaré que la policía decida sobre que hacer con eso.

Luego de decir eso, su madre se lanzó a sus brazos, procurando no ser tan brusca con su hijo mientras murmuraba lo muy agradecida qué estaba de verlo vivo, qué lo amaba y que tenía todo su apoyo.

YoonGi no pudo evitar sentirse mal, le estaba mintiendo a su madre nuevamente. No tenía caso dejar que JiMin negara todo lo que sabía si él iba a delatarse solito, así que no le quedó de otra más que mentir.



[ ♦️♣️♦️ ]




—Bien, te espero en el auto — su padre habló, dándole una señal para decirle que se apresurara.

Aún tenía que despedirse se su madre y su hermana, pues ellas eran todavía las que estaban reacias a dejarlo ir.

Extendió sus brazos en dirección a ellas, esperando que ambas se acercaran a abrazarlo, lo cual no tardó en ocurrir. YoonGi rió cuando escuchó los lloriqueos de las dos mujeres.

—Realmente me gustaría que no te fueras — Elysia dijo —. Pero entiendo y respeto tu decisión.

—Mamá, no me voy para siempre — trató de calmarla —. Sólo iré el tiempo que sea necesario para poder curarme.

—No tienes ninguna enfermedad — Hanna habló —. No digas eso, sólo... veamoslo como lo que es. Sólo como una terapia.

El mayor sonrió suavemente, agradecía demasiado que su hermana y su madre sean las que más cercanas a la situación se habían vuelto. Su padre todavía seguía siendo el mismo terco y Mingi era un caso aparte, el cual por cierto, estaba viendo toda aquella escena fastidiado.

Después de haber cumplido con su castigo por haber matado a aquellos hombres, fue liberado una semana después hasta un juez decidió que todo había sido en defensa propia y que quedaba absuelto. En total habían pasado dos semanas desde lo ocurrido en casa de JiMin y una semana desde que había salido de la cárcel.

Se tomó estos días para poder hablar con su familia, arreglar algunos asuntos en la empresa y dejar todo listo para su partida. Tenía que irse al Seoul Central Mental Health Clinic, el hospital que fue el primero en aceptarlo para seguir sus sesiones a largo plazo y ayudarlo eventualmente.

YoonGi tenía que vivir ahí hasta que los médicos determinaran que estaba completamente listo y apto mentalmente para volver a su vida normal. No sabe cuanto tiempo le tome y tiene miedo de tardarse demasiado en salir, y que con eso su relación con JiMin vaya para mal, pero el menor se encargó de decirle que no pasaría absolutamente nada que logrará afectar su relación, que iría a visitarlo todos los fines de semana y pasarían el día juntos en aquel lugar.

Sinceramente, tiene muchos nervios por lo que pueda suceder ahí adentro, volvería a estar internado durante mucho tiempo y puede con ello vengan algunos recuerdos de su niñez.

—Mingi, despídete de tu hermano.

El chico gruñó con fastidio, no quería despedirse de alguien a quien no extrañaría.

—¿Por qué? ¿Acaso no va a regresar? — preguntó abruptamente —. No entiendo porque hacen tanto drama, es increíble.

Hanna quiso golpearlo, pero su madre lo detuvo.

—Creo que será mejor que les demos un tiempo a solas — Elysia le dijo a su hija —. Vamos, vamos, luego tendrás tiempo para pelear con Mingi todo lo que quieras.

Hanna jadeó de mal humor. Mingi era todo un dolor en el culo.

—No te preocupes, no tienes que despedirte de mí — YoonGi dijo —. Sé que tu sueño más grande es que desaparezca.

—Que bueno que lo sepas — Mingi dijo —. Aún no entiendo cómo es que ninguno de ellos se dio cuenta de la clase de persona que eres realmente y sobre todo lo que hiciste, puede que ellos sean una bola de ciegos, pero yo no.

YoonGi rió, logrando molestar todavía más a Mingi.

—Tienes razón — YoonGi aceptó —. Eres muy listo Mingi, demasiado listo que incluso me dan ganas de golpearte, ¿cómo es que puedes ser tan increíble para estas cosas pero no para otras? Te pasas la vida tratando de hacer algo para afectarme, honestamente, ¿qué envidias de mí? ¿mi dinero? ¿mi prestigio? Porque no lo entiendo. Hay muchas cosas que tienes que yo desearía tener.

—¿A sí?

—Sí — confirmó —. Y lo peor de todo es que no te das cuenta de ello.

—¿Y según tú qué tengo que tú no?

—Salud mental — dijo con seriedad, quería reírse por la cara de confusión que puso el tipo, pero trató de guardar la compostura —. Tú nunca sabrás lo que se siente no tener el control de tu mente, y eso está bien. Pero eres tan idiota, tienes una vida normal y a pesar de todo, te las arreglas para joderle la vida a los demás.

—Bueno, ahora sabemos que los dos tenemos un problema — Mingi dijo, tratando de control su mal humor —. Suerte tratando de mejorar tu loca cabeza. Ambos sabemos que eso no borrará lo que alguna vez hiciste.

Mingi no se despidió y YoonGi no le tomó importancia. La verdad es que su relación con el chico le importaba muy poco, no le interesa en lo más mínimo tratar de arreglar su relación.

Salió de aquella casa tomando su maleta, no era tan grande, sólo llevaba lo necesario para su estadía ahí. Por lo que había escuchado, ahí le daban ropa a los huéspedes para un mejor control, así que sólo llevaba unas cuantas prendas libres, su cepillo dental, cremas y perfumes, etc.

Cuando pudo divisar el auto en el que sería llevado, sonrió encantado al ver que JiMin ya estaba ahí esperándolo.

Se acercó de forma sigilosa, ignorando por completo la presencia de su padre y sus amigos, quienes también lo acompañarían hasta el hospital para despedirlo. Rodeó con su brazo libre la cintura del menor, apretándolo con poca fuerza pero lo suficiente para acercarlo a su cuerpo.

—Hola, cielo — susurró, descansando un momento su mentón sobre el hombro del rubio, JiMin sonrió en grande al escucharlo —. Que bueno que veniste, comenzaba a creer que no ibas a despedirte de mí.

Fingió tristeza mientras hacía un puchero exagerado.

JiMin rió encantado. YoonGi era completamente diferente a lo que las personas creían, no importa qué tantas cosas malas haya hecho, JiMin estaba dispuesto a defenderlo a capa y espada, pero sobre todo, a apoyarlo para ayudarlo a mejorar mentalmente.

—Por supuesto que iba a venir — JiMin sonrió — ¿Crees que sería capaz de dejarte solo en un día tan importante?

El rubio se volteó, quedando tan cerca de su rostro qué si hacían un movimiento más estarían besándose.  Pasó sus brazos por los hombros del mayor y se mantuvieron de aquella forma mientras se miraban cada uno con aquellos ojos de enamorados.

—No lo creo — YoonGi suspiró —. Sé que no puedes vivir sin mí.

El rubio rió un poco fuerte.

—Claro que puedo — chasqueó la lengua con burla —. El que no puede pasar 5 horas sin verme eres tú.

—No me juzgues, tenía que pasar el mayor tiempo posible contigo antes de encerrarme en un hospital.

JiMin negó con diversión, YoonGi se veía tan bien, tan seguro y un poquito nervioso, pero supuso que eso era normal.

Se acercó con delicadeza y dejó un suave beso sobre su mejilla, procurando tardar lo suficiente mientras YoonGi cerraba los ojos disfrutando del contacto contra su mejilla.

—¿Vamos? — JiMin preguntó.

—Vamos.

Tomó su mano y la entrelazó con fuerza, subieron al auto de su padre después de hablar unos cuantos minutos entre ellos. El camino al hospital fue silencioso y cómodo, la parejita compartía unos cuantos besos cada tanto, tratando de aprovechar los pocos minutos que le quedaban hasta llegar al lugar.

Cuando llegaron, se dieron cuenta de que no quedaba tan lejos de la empresa de YoonGi, así que sería aún más fácil poder visitarlo. El lugar era grande y a simple vista se veía muy limpio, agradable y sutil.

JiMin sintió que le estaban quitando a la persona más importante, pero se auto convenció de que esto era lo correcto. Porque así era.

Los amigos de YoonGi se despidieron de él dándole varios abrazos, bromeando un poco con él como era costumbre. Los tres desearon que está vez todo saliera bien para que YoonGi pudiera tener la vida tranquila que se merece.

Si bien no se puede borrar todo lo que ya hizo en el pasado, sus buenas como sus malas acciones. Al menos podrá volver a empezar y tratar de arreglar todo aquello en el camino.

Pero ahora, todo lo que Min YoonGi quiere es mejorar, porque ha encontrado a una persona por la que vale completamente cambiar para bien. Porque quiere ser lo mejor para JiMin.

—Iré a arreglar todo con los enfermeros y el doctor — su padre habló —. Entra cuando hayas terminado de despedirte.

YoonGi asintió, observando a su padre adentrarse en aquel lugar.

JiMin, por alguna razón, se había mantenido callado desde que bajaron del auto y sus amigos comenzaron a despedirse de él.

—Bueno... nosotros nos vamos al auto — San habló —. Despidanse con calma, nosotros llevaremos a JiMin de regreso a su casa.

—Gracias.

El mayor se despidió por última vez de sus amigos y los tres chicos se marcharon al auto, esperando ahí a que la parejita terminara de hablar.

—Vamos a estar bien, ¿verdad — JiMin preguntó.

YoonGi tragó con dificultad.

—Mientras tú no dejes de amarme... vamos a estar bien.

El rubio negó.

—Yo no podría dejar de amarte — dijo —. Me ayudaste demasiado, en todo, en lo emocional y lo personal. No podría dejar de lado al primer hombre que me ha tratado tan bien en toda mi vida.

—Te lo dije — YoonGi lo rodeó con sus brazos, mirándolo todavía a la cara —. Te dije iba a demostrarte como se siente el amor de verdad. Lamento si a veces hice cosas medias raras, no sabía cómo acercarme a ti de otra forma. Yo sólo quería tener una oportunidad contigo.

—Lo sé — JiMin rió, recordando momentáneamente aquella vez que YoonGi le ofreció primero tener un arreglo sexual para pagarle —. Honestamente, era muy gracioso verte haciendo cosas raras.

—Oye, no te burles de mi nula capacidad mental — YoonGi rió, siendo seguido por su novio.

Las risas poco a poco fueron cesando,  dejándolos a ambos en un agradable silencio. Al parecer ninguno de ellos quería despedirse, pero había llegado el momento de hacerlo.

—Espérame, JiMin — dijo el mayor —. Cuando salga de aquí, lo primero que haré será pedirte matrimonio.

Las mejillas del chico se ruborizaron con fuerza. ¿Casarse con Min YoonGi? Por supuesto que lo haría.

—Está bien — JiMin dijo —. Estaré esperando ese anillo.

Cortaron la poca distancia hasta unir sus labios, un beso lento y cuidadoso, casi tan delicado como si temieran lastimarse mutuamente. No se sentía como una despedida, tal vez porque no era una.

Iban a volver a estar juntos después de todo.






[ ♦️♣️♦️ ]




Holaaa. Espero que les guste este nuevo capítulo, estamos a 2 más de acabar la historia. ✨️

Trataré de actualizar lo antes posible ya que mis vacaciones se han terminado;(
Así que se me complicará actualizar, de todos modos ya me falta poco para acabar así que haré mi mayor esfuerzo para finalizar la historia antes de atarearme con el trabajo.

Bye bye, besitos. Cuídense mucho. 💋✨️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top