Frío, hacía mucho frío. Había llovido la mayor parte del día y ahora que la tarde había caído la lluvia había parado, dejando el frío y húmedo clima sobre la ciudad.

JiMin debería estar en casa de su madre, pero no había querido ir ahí sin antes dar un vuelta por las calles. Necesitaba tanto pensar, dejar que su mente se abasteciera de tantas ideas para lograr olvidar un poco a YoonGi, pero la verdad es que le estaba costando cada vez más.

En lugar de dejar de pensar en él, cada día volvía a recordarlo a cada segundo, imposible no hacerlo trabajando en su empresa.

Pero hoy quería tanto caminar y dejar que su cabeza se enfriara con el clima de la ciudad.

Dos días después de haberlo visto, llegó a la conclusión de que si YoonGi no quería verlo, entonces no lo buscaría. Imaginó que ya estaría internado en aquel hospital al que dijo que iría, pero todo lo que obtuvo aquel día fue mirar su perfil por pocos segundos, fue imposible no reconocerlo.

Aquella vez todo lo que quería era hacerle una sola pregunta.

¿Todavía me amas?

Si YoonGi le respondía que sí, él sería capaz de lanzarse a sus brazos e ignorar el elefante en la habitación, hacerse el ciego y fingiría tener amnesia para no recordar todo lo que YoonGi le contó acerca de su otro trabajo y los actos que había cometido.

Pero no tuvo la oportunidad de gritarle aquello siquiera.

Dios, quería tanto verlo para golpearlo, necesitaba desquitarse aunque sea un poco.

—¿Estás yendo a algún lado?

JiMin escuchó aquella voz que antes había escuchado en la oficina. La voz de quien sería su jefe por algún tiempo y el suplente de YoonGi en la empresa.

El rubio detuvo su paso y miró rápidamente hacia la calle, encontrándose con el auto de aquel hombre a su lado.

—No, yo... sólo estoy caminando sin rumbo alguno.

—¿Y no prefieres ir a algún lado? — el hombre preguntó, dándole una suave sonrisa —. Se ve que volverá a llover, ¿puedo llevarte?

JiMin iba a negar, la verdad es que sí tenía un rumbo, quería visitar nuevamente Cheonggyecheon y sentarse un rato al pie del río, tal vez sólo para hundirse todavía más en un mar de pensamientos, donde YoonGi era protagonista de todos ellos. Además, su superior le estaba ofreciendo llevarlo y Cheonggyecheon quedaba un poco lejos.

Tal vez podría aprovecharse un rato del transporte.

—Está bien — JiMin asintió, se acercó al auto y abrió la puerta del copiloto para poder entrar y acomodarse —. Gracias, señor Kim.

—Puedes decirme Namjoon, no tienes que ser tan formal — el mayor le sonrió —. Ahora sí, ¿a dónde quieres que te lleve?

—Cheonggyecheon, por favor.

—Oh wow, eso queda un poco lejos — Namjoon río bajito —. Pero no te preocupes, conozco un atajo.

—Gracias... Namjoon.

El moreno sonrió, complacido por haber sido llamado de aquella forma. Comenzaron su viaje de forma tranquila, el silencio hubiera sido un poco incómodo si la música no hubiera sonado todo el camino, Namjoon tenía el estéreo a un volumen considerable y demasiado cómodo.

—Y... ¿A que vas a Cheonggyecheon? ¿Vives ahí? — Namjoon intentó sacarle platica al ya pasar varios minutos en silencio.

—No, sólo quiero ir a un lugar que es muy preciado para mí — contestó —. Sólo eso.

—¿Muy preciado? — el moreno alzó una ceja — ¿Interrumpo algún duelo o algo así? No quería ser un entrometido, es que te vi en la calle y pensé que sería bueno darte un transporte.

JiMin sonrió de lado, la nostalgia haciendo presencia.

—No te preocupes — dijo —. No es ningún duelo, tampoco fuiste un entrometido, me alegra que te hayas ofrecido a llevarme, tenía planeado caminar hasta allá.

El mayor abrió los ojos sorprendido.

—¿Caminar? ¿Jamás fuiste o algo así? Queda muy lejos de aquí, no hubieras llegado ni a la mitad del camino.

JiMin suspiró.

—Tal vez, no lo sé, sólo fui una vez pero... alguien me llevó.

Namjoon guardó silencio, mirando de reojo al chico a su lado, observando la forma en que su rostro lucía apagado. No volvieron a hablar hasta que por fin llegaron a Cheonggyecheon.

—Gracias por traerme — JiMin le sonrió a duras penas —. Supongo que te veré mañana-

—¿Puedo bajar contigo? No tienes transporte para regresar y cuando llegues a casa será muy noche — Namjoon dijo, tratando de no ser muy evidente —. No voy a interrumpirte, yo puedo ir aparte. Pero, déjame llevarte de regreso.

JiMin asintió confundido, observando como Namjoon le sonrió  suavemente. No entiende porque razón su ahora jefe quiere bajar con él, pero tampoco le causa problema, siempre y cuando tenga como regresar a casa para él está bien.

JiMin bajó del auto en compañía del mayor, quien se encontraba a unos pocos pasos detrás de él, conservando su distancia. Bajaron directamente hasta el arroyo, todavía había algunas cuantas personas  recorriendo el lugar, el clima frío se sentía todavía más intenso al pie del arroyo.

Respiró con fuerza, tratando de llenarse los pulmones de aire tanto como pudiera, para luego expulsarlo en un vago intento de relajarse.

Que nostalgia regresar a ese lugar.

Pero tenía tantas ganas de ir nuevamente, era la única forma que tenía de sentirse cerca de YoonGi, ya que el mayor no lo quería ver, entonces buscaría otra alternativa. Y nada mejor que él lugar en donde YoonGi expresó sus sentimientos por él.

Todavía recuerda como se posicionó frente a él en cuclillas y tomó su rostro, como lo vio llorar por primera vez y el cómo le pidió una oportunidad.

Dios, si recordaba todos los momentos que tuvo a lado de YoonGi, no encontraría nada que le hiciera tenerle miedo. Es que era una idiotez, ¿cómo alguien que ha hecho cosas malas puede ser tan bueno con él? Quería tanto regresar el tiempo y hacerse el sordo ante sus palabras aquella vez que le explicó todo.

Lo extraña demasiado.

—Namjoon, ¿puedo preguntarte algo? — JiMin dijo, haciendo que el chico que se encontraba detrás de él emitiera un sonido de afirmación — ¿Alguna vez te has enamorado?

—Mmm sí — Namjoon murmuró —De hecho, lo estoy, ¿por qué?

—Pero… Me refiero a amor de verdad — JiMin volteó en su dirección, mirándolo atentamente —. Un amor tan hermoso e intenso, que hace que se te corte la respiración cada vez que están juntos. Algo que sea real y apasionado al mismo tiempo, donde no tengas que preocuparte por nada ni por nadie, porque esa persona te da la seguridad que siempre has anhelado.

—Mmm sí — respondió de nuevo —. Sí lo estoy. ¿Por qué lo preguntas?

—Que harías si un día te enteras que… la persona a la que amas con todas tus fuerzas, ha hecho cosas malas. Y me refiero a cosas malas de verdad, algo que puede condenarlo de por vida — expresó —. Tú… ¿Qué harías con algo así?

—Bueno… — Namjoon lo pensó por varios segundos —. Si pones de ejemplo el amor que siento por esta persona, creo que lo que yo haría sería ser su cómplice, si él cae, yo caigo con él, si él quiere huir, yo voy con él. Y si él quiere cambiar, lo ayudaría, pero siempre estaría con él. 

—¿Y si él quiere alejarse de ti pero al mismo tiempo quiere que otros cuiden de ti porque no quiere que alguien te haga daño?

—Lo golpearía y luego me quedaría a su lado sin importar qué. 

—¿Y si aún así quiere apartarte de él?

—Lo golpearía más fuerte.

JiMin no pudo evitar reír bajito, Namjoon le agradaba.

—¿Puedo hacerte otra pregunta? — dijo, mirándolo nuevamente a los ojos.

—Claro.

—YoonGi… ¿también te envío para cuidar de mí?

Namjoon apretó los labios en una delgada línea, luego le sonrió gentilmente y asintió.

—Llevo conociéndolo desde hace muchos años — Confesó —. En realidad trabajo en la empresa de su familia, por eso lo conozco. Me pidió tomar su puesto por un tiempo y también que te echará un ojo porque según él… no soportaría que te pasara algo.

—Tú… ¿sabes todo acerca de él?

—Un poco — dijo —. Bueno, lo suficiente para saber el porqué se fue.

—¿Y aún sabiendo todo eso crees que es buena idea quedarme a su lado?

—Tu describiste el amor que sientes por él, ¿por qué amarías a alguien tan profundamente si no vas a quedarte a su lado? — Namjoon dijo —. Hay dos clases de personas en este mundo, quienes deciden quedarse y los que se van, tú decides quién quieres ser. Y si llegas a preguntarte por qué deberías quedarte, sólo piensa en la gente que estamos aquí. YoonGi es tan mala persona pero… ¿te das cuenta cuanta gente tiene a su lado? Todos sabemos la clase de persona que es y aún queremos seguir ayudándolo.

—Es muy difícil — JiMin dijo —. Pero quiero quedarme con él, siempre he estado en contra de toda clase de maldad en este mundo, por lo tanto es difícil aceptar lo que YoonGi ha hecho.

—Sonará muy estúpido de mí parte — Namjoon volvió a hablar —. Pero las razones por las que YoonGi ha hecho todo eso, son razones jusficables para mí. Él sufrió demasiado, ¿por qué los demás no pueden sufrir lo mismo si son una mierda? Estafadores, abusadores, golpeadores, pedofilos y un montón de basura más. Todos ellos se merecen lo que les pasó.

—¿Él te dijo algo respecto a mí? — preguntó con leve esperanza.

—Sí — Namjoon dijo —. Me contó mucho sobre ti. Creo que él está tan enamorado como tú.

—Me ha tratado mucho mejor que toda la bola de idiotas con las que salí anteriormente — dijo — ¿Cómo es eso posible?

—YoonGi tiene un trauma muy grande — el hombre a su lado postró una de sus manos sobre su hombro —. Afortunadamente, es consciente de ello y quiere mejorar por ti y para ti, si no fuera así... hace mucho tiempo te hubiera demostrado lo contrario.

—Lo extraño mucho — JiMin suspiró, bajando la mirada al suelo y jugando con sus manos —. En serio me gustaría volver a verlo.

Namjoon dio suaves palmadas sobre su hombro. El silencio nuevamente se hizo presente entre los dos, dejando que el más alto tomara su distancia para poder darle un momento a JiMin.

JiMin no imaginó que hablar con Namjoon le ayudara a aliviar un poco su hostigamiento. Necesitaba escuchar esas palabras de alguien que también era cercano a YoonGi, ya que ni siquiera había tenido la oportunidad de hablar con sus otros amigos.

Comenzaba a sentir cada vez más frío, frotó sus manos entre sí para poder darse algo de calor. Quería hacer lo que Namjoon le había dicho, aferrarse a él y no apartarse nunca. Tiene razón, ¿qué caso tiene amar tan profunda y desesperadamente a alguien si vas a abandonarlo? Entonces, el amor que sientes no es tan profundo.

Va a intentarlo sólo una última vez, irá a buscarlo hasta su casa como aquella vez y va a aferrarse a él a como de lugar. Y si YoonGi aún así lo aparta, entonces será momento de dejarlo.

Cuando alza la mirada para poder darse media vuelta, no alcanza a reaccionar como es debido para cuando ve a alguien parado al otro lado del arroyo.

Su corazón se detiene por leves segundos y luego comienza a latir desesperado, sus pupilas se dilatan cuando ven a YoonGi al otro lado, mirándolo con suavidad y dándole una ligera sonrisa.

¿Está alucinando? ¿Está volviéndose loco o por qué razón YoonGi está ahí?

Cual sea la respuesta, no le importa. Tarda sólo unos segundos en mirar a Namjoon, quien le sonríe cómplice y otros pocos segundos en lanzarse a correr, buscando la forma de cruzar por el puente hasta llegar al otro lado del arroyo.

Su corazón sigue latiendo cada vez más fuerte y siente la esperanza volver, su alma parece satisfecha porque después de mucho tiempo el sentimiento de tristeza abandona su cuerpo y todo lo que siente es alegría, una alegría inmensa recorriendo sus venas.

Cuando ya está del otro lado se da cuenta de que YoonGi no se ha movido para nada de su lugar, sigue esperándolo. Y aunque tiene muchas ganas de lanzarse a sus brazos y llorar hasta llenar su rostro de besos, lo primero que hace al estar lo suficientemente cerca es soltarle un golpe a puño cerrado justo en el pecho.

—¡Ma-maldito idiota! — JiMin exclama, escuchando como YoonGi se queja levemente por el dolor de aquel golpe — ¿Cómo te atreves a hacerme esto? ¡Estuve rogando por verte aunque sea un momento y ahora apareces aquí como si nada! ¿A qué estas jugando?

Namjoon se aguanta la risa al estarlos viendo al otro lado del arroyo.

—¡Tú... me tenías tan preocupado! — JiMin siguió gritando, observando como YoonGi se recompuso en su lugar y lo escuchaba quejarse — ¿Por qué eres así conmigo? ¿Acaso no me amabas?

YoonGi tomó una de sus manos.

—Claro que te amo — habló —. Por eso estoy aquí.

—¿Por qué no me dejaste verte ese día? — JiMin preguntó —. Sólo quería hacerte una pregunta.

—Lo siento — YoonGi dijo —. No estaba siendo razonable. Lamento haberte hecho pasar por algo tan desagradable. Pero quiero hacerte entender que... de todos modos voy a irme.

JiMin suspiró, ahora más calmado que antes.

—Por supuesto que lo sé — murmuró —. Sé que no puedo hacerte cambiar de opinión, sé que tienes que irte porque quieres cambiar, soy consciente de que necesitas hacerlo. Pero me dolió mucho que te alejaras, no tenías porque alejarte de mí durante estos días.

YoonGi observó el rostro del menor, sus labios temblaron levemente, como si quisiera romper a llorar. La platica con Hanna había servido de mucho, también el alejarse de sus amigos por unos cuantos días, había tenido tiempo suficiente para pensar en algo.

Y lo primero que quiso hacer era correr a encontrase con JiMin, estaba siendo demasiado fuerte, no quería verlo porque entonces no iba a tener valor suficiente para alejarse de él. Pero la verdad es que estos días sin su presencia habían sido una tortura, además de que se pasó toda la semana ideando la forma de arrancar el problema de raíz en el que estaba involucrado con Sanghwo's Group.

Se dio cuenta de que las cosas podrían terminar muy mal, y no quería ir a la cárcel o morir en el intento sin antes haber visto a JiMin una última vez, por eso estaba aquí.

YoonGi tiró de su mano con lentitud, tratando de marcar un ritmo tranquilo hasta que tuvo a JiMin lo suficientemente cerca como para abrazarlo, rodeando su cuerpo con sus brazos, dejando que el rubio reposara su cabeza en su hombro mientras cerraba los ojos y se aferraba con fuerza a la camisa de YoonGi.

—Perdóname — YoonGi volvió a hablar —. Yo también tengo mucho miedo, miedo a no poder mejorar y nunca ser lo mejor para ti.

—Eres lo mejor para mí — JiMin respondió, recordando las palabras que Namjoon le había dicho —. Si no te amara tanto, no estaría abrazándote ahora mismo.

YoonGi se sintió feliz de escucharlo, pero aún así, la angustia de sentirse insuficiente y un peligro para JiMin no se iba.

Se mantuvieron abrazados por largos segundos, tal vez minutos, no se dieron cuenta cuánto tiempo pasó y tampoco les importó, pues estaban en su propio mundo. Aunque JiMin quería llorar, se aguantó las lágrimas con fuerza para no verse como un tonto dramático, le había dolido estar lejos de YoonGi y le hubiera gustado haberlo golpeado más fuerte, pero no iba a perder la oportunidad de abrazarlo ahora mismo.

—¿Cómo sabías que estaría aquí?

—Le dije a Namjoon que te trajera — dijo —. Aunque al parecer no fue necesario, me dijo que tu pediste que te trajera aquí.

Asintió.

—Quería volver... tan siquiera para recordar aquella vez que me pediste una oportunidad para salir conmigo — JiMin dijo — ¿Recuerdas? Es de mis momentos preferidos.

YoonGi intentó reír.

—Me viste llorar.

—Fue gracioso — dijo, soltando una suave risita —. Pero... se volvió algo significativo para mí, necesitaba sentirme cerca de ti nuevamente, así que vine hasta aquí.

Se miraron a los ojos, viendo en cada uno de ellos ese brillo peculiar que siempre tenían cuando estaban juntos. Como si sus almas hubieran regresado a sus cuerpos.

—Necesito hablar contigo... sobre muchas cosas — YoonGi sabe que es momento de poner las cartas sobre la mesa — ¿Puedo llevarte a casa?

JiMin asintió.

—Sí.

Tenía miedo, no iba a negarlo. No sabe que es lo que YoonGi tiene para decirle, si es algo malo o bueno, no tiene ni la menor idea de que impacto puede tener sobre él.

Así que confiando nuevamente en él, se atrevió a tomar su mano y caminar su lado. La noche había caído por completo y el frío comenzaba a crecer cada vez más. En el camino de regreso a su hogar, una llamada de un número desconocido iluminó la pantalla.

[ ♦️♣️♦️ ]

Super equis el capítulo, pero es que ya le quiero dar fin a este asunto, porque desde luego quiero hacer más caps del yoonmin en su nido de amor antes de finalizar el fanfic.

En fin, espero que les guste. Nos leemos luego. ✨️❤️