Capítulo 20
La tibia piel del chico bajo su cuerpo fue lo primero que sus dedos captaron cuando se atrevió a acariciar por debajo de su ropa. JiMin suspiró complacido ante el contacto que las manos de YoonGi generaban contra su piel, le encantaba la forma tan sutil y potente con la que YoonGi se atrevía a tocarlo, como si primero quisiera conocer el terreno para después tocarlo con mayor confianza.
—Mmmn... YoonGi — el rubio jadeó entre el beso, logrando poner un poco de distancia entre los dos, ambos estaban tirados en el sofá de su casa, con YoonGi arriba de él en medio de sus piernas —. Necesito respirar un rato.
El mayor no rechazó su petición, riendo bajito al darse cuenta de lo muy acalorado que JiMin se encontraba, con esas mejillas rojas y el sudor bajando por su frente.
—Lo siento, creo que me emocioné un poco — dijo —. Pero es tu culpa.
—¿Y por qué es mi culpa?
—Dijiste todas esas cosas, ¿sabes que decirlo es como firmar tu sentencia? Si antes no tenía pensado alejarme de ti, ahora mucho menos lo haré.
JiMin le miró expectante mientras YoonGi hablaba, riendo al final cuando cayó en cuenta de que el mayor estaba hablando muy en serio. Si YoonGi no tiene planes de dejarlo ir no hay problema, después de todo, no es como si él fuera a huir a alguna parte.
—Está bien, puedo lidiar con eso.
YoonGi se sintió un poco conmovido por sus palabras, se volvió a acercar para disminuir la distancia y dejar otro par de besos en sus labios.
El sonido de la puerta siendo abierta los alarmó, separándose rápidamente gracias a JiMin, quien literalmente tiró a YoonGi lejos de su cuerpo para poder levantarse. El mayor no se quejó al caer pero el sonoro ruido que hizo al chocar con el piso se escuchó claramente fuerte.
—¿JiMin? ¿Ya estás aquí?
—Sí... ¡Sí mamá, estamos aquí! — habló, recalcando en plural para hacerle saber a la mujer que no estaba él solo.
—Oh, YoonGi — la mujer sonrió cuando lo vio sentado en el piso —. Que bueno verte, ¿se estaban divirtiendo? — comentó con un tono burlesco.
—¡Ma-mamá! — JiMin chilló, su rostro volviéndose un tomate en segundos.
—Es una broma — ella rió divertida —. Ahora vengan conmigo, pase a comprar algo para cenar.
La mujer dio media vuelta para moverse hasta la cocina, dejándolos nuevamente solos. JiMin soltó un gran suspiro cuando su madre ya no estuvo ahí, ¿cómo es que esa mujer siempre se daba cuenta de todo?
—¿Quieres quedarte a cenar o tienes algo que hacer? — preguntó al mayor, quien todavía seguía en el suelo.
—Tengo cosas que hacer, pero no me molesta quedarme a cenar con ustedes — contestó, levantándose de su lugar para luego mirar al menor, quien estaba en el sofá —. Además, convivir con mi, ahora, suegra no está de más.
El mayor huyó de ahí tan pronto como JiMin chasqueó la lengua en forma de queja, avergonzandose todavía más al escuchar a YoonGi tan alegre y decidido.
Tal parece que no importa lo que haga o diga, YoonGi siempre logrará avergonzarlo en cualquier sentido. Aunque sinceramente, él siempre logra hacerlo sentir de muchas formas.
Hay algo inexplicable en YoonGi, ¿Acaso es el prototipo de hombre ideal?
La siguiente hora disfrutaron de una rica cena y una charla muy agradable, en donde su madre no pasó desapercibido la forma más cómoda en la que YoonGi actuaba a su alrededor, al final, ella terminó por hacer la pregunta, y YoonGi fue el encargado de responder con aquella enorme sonrisa rebosando de alegría, confirmándole a su madre que ahora eran pareja.
Claro, y después de ahí pasaron minutos y minutos hablando acerca de él, siempre buscando la forma de hacerlo sentir avergonzado. Con razón su madre y YoonGi se llevaban de maravilla, pues a los dos parecía gustarle demasiado hacerlo pasar pena.
YoonGi se despidió de su madre dos horas después, agradeciendo por la cena y dándole un fuerte abrazo como despedida, abrazo que por supuesto fue correspondido con todo el cariño que pudiera contener. Después de todo, era la primera vez en tanto tiempo que su madre parecía realmente feliz con una de sus parejas.
Eso le hizo sentir algo cálido en el pecho.
Ahora se encontraban en la puerta de la entrada, disponiéndose después se pasar el resto de la noche juntos.
—Hace rato... sólo quiero que entiendas que nunca se me pasó por la mente culparte por lo que vi, sólo me sentí un poco fuera de lugar — JiMin se decidió a hablar —. Me enojó un poco ver la forma tan fácil en la que aquel chico te besó.
—¿Estabas celoso? — YoonGi quiso bromear un poco.
Pero cuando vio a JiMin asentir, desviando su mirada con un notable sonrojo cubriendo sus orejas, sintió que el corazón se le salía.
—Mmn... se puede decir que sí — murmuró el menor —. Me sentía un poco fuera de lugar, no me agradó porque para empezar, tu y yo estamos saliendo... no pueden simplemente besarte porque sí. Las personas que hacen ese tipo de cosas, no me agradan en absoluto.
Los ojos del mayor estaban levemente abiertos de la sorpresa, era todo un golpe de emociones saber que JiMin se había puesto celoso, y verlo admitirlo de esa forma es aún más asombroso. Era como descubrir otro lado de él que le encanta, el JiMin que dice todo lo que siente, piensa u opina sin miedo al que dirán, es su favorito.
Antes, estaba seguro que JiMin se lo pensaría diez mil veces antes de decir algo como eso, por el simple hecho de tener miedo a que la otra persona le diga algo que le haga sentir mal.
—¿YoonGi? — JiMin lo llamó, dándose cuenta de que parecía perdido a pesar de estarlo mirando —¿Estás bien?
Pero el mayor no respondió, simplemente se lanzó a tomar su cintura, tirando de él hasta pegarlo a su cuerpo, deborando sus labios tan pronto como se inclinó frente a él. Se movió de forma lenta pero intensa, tratando de transmitirle a JiMin lo mucho que le gustaba, lo mucho que lo hacía feliz de mil maneras.
Tal parece que su mensaje fue captado, pues el menor acomodó sus manos sobre sus hombros, buscando acercarse todavía más para poder seguirle el ritmo del beso.
Dios, YoonGi besaba tan bien.
Después de lo que fueron algunos largos segundos besándose, se separaron una vez más por la falta de aire en sus pulmones. Juntando sus narices de forma lenta y cuidadosa, sintiendo la suave respiración del otro golpeando sus mejillas por la cercanía.
El corazón de JiMin latía tan fuerte en su pecho, y se preguntó mentalmente si YoonGi también se estaba sintiendo así.
—Te veo mañana — susurró YoonGi, dejando otro suave beso, pero está vez en su frente —. Pasaré a traerte como siempre.
JiMin asintió.
—Está bien.
Luego de unos cuantos minutos en donde se despidieron entre cortos besos por todo su rostro, por fin el mayor tomó suficiente fuerza para poder alejarse como tal.
Aquella noche, JiMin no paró de dar vueltas en la cama como un loco adolescente enamorado, recordando la forma en que YoonGi lo cargó, lo besó y le dijo que lo esperaría el tiempo que fuera necesario.
Si esto era un sueño, no quería despertar nuca.
[ ♦️♣️♦️ ]
A la mañana siguiente, YoonGi fue a recogerlo tal y como se lo había dicho, afortunadamente el día comenzó tranquilamente y estaba marchando de la misma manera, aunque tenían demasiado trabajo para la reunión del fin de semana con la junta directiva, el trabajo se hizo menos pesado debido a que la mayoría de los líderes de departamento volvieron a corregir sus informes de buena manera, por lo que el trabajo de JiMin fue mucho más fácil y rápido.
—¿A qué hora es la junta directiva el viernes?
JiMin estaba en la oficina de YoonGi, ayudando al mayor, quien meticulosamente leía aquellos informes que el mismo JiMin ya había revisado, pero como requisito importante, YoonGi tenía que volver a hacerlo, estudiarlos más que nada, ya que era primordial para la reunión.
—Al medio día, quise adelantarla porque siempre que empieza a las 2 de la tarde terminamos saliendo casi hasta las 8 de la noche — contó mientras sus ojos todavía seguían enfocados en los informes —. Al menos iniciar dos horas antes debe servir de algo. No quiero irme tan tarde a casa.
Era la primera vez que JiMin escuchaba hablar sobre la junta directiva, para su mala o buena suerte, nadie más que YoonGi y los ejecutivos asociados de la empresa pueden entrar a dicha junta, por lo que él no iba a estar presente.
—¿Suelen tardarse demasiado?
—Sí — YoonGi respondió —. Siempre tardamos tanto porque abarcamos todo tipo de temas acerca de la empresa, especialmente con las ganancias y las pérdidas. Ya sabes, un montón de cosas aburridas, pero tengo que aguantarme ya que soy el el presidente general de todo este lugar.
JiMin bufó.
—¿Cómo puedes quejarte si gracias a esto generas millones al año?
—Bueno, que sea millonario no quiere decir que no me quejo de mi trabajo — respondió —. Es cansado tener mucho dinero.
JiMin suspiró, ojalá él tuviera ese tipo de cansancio.
—Que presumido eres. — bromeó, dándole una mala mirada.
YoonGi rió, encantado con escucharlo hablar. Se obligó a dejar de lado el siguiente informe que había comenzado a leer sólo por un par de segundos, para poder prestarle atención al chico sentado a lado de su escritorio.
—Puedo darte la mitad de mis bienes si así lo desees.
JiMin negó rápidamente.
—¡Ni siquiera lo pienses! No puedo hacerte ni una broma porque ya quieres regalarme todo el dinero que tienes. — se quejó el rubio.
—¿Eres consciente de que cuando nos casemos serás dueño de la mitad de todo mi dinero?
JiMin apretó sus labios en una delgada línea, honestamente, cuando hablaron ayer y sacaron el tema del casamiento, no imaginó que fuera tan en serio.
—A veces me preocupa la facilidad con la que puedes otorgarme las cosas.
YoonGi rió.
—¿Tendría que cuestionarlo?
—Se supone que eso se tiene que hacer, no importa qué persona sea, siempre tienes que pensarlo aunque sea un poco — JiMin explicó —¿Acaso siempre eres así?
YoonGi negó, mientras lo miraba firmemente.
—No en realidad — dijo —. Eres la primer persona a la que quiero darle todo de mí, tú puedes hacer lo que quieras con eso, incluso destruirme si así lo quieres y dejarme en la ruina, mientras sea para ti, no me importa en absoluto sufrir.
JiMin quería golpearlo, ¿cómo puede este hombre decirle eso de una forma tan natural? No estaba seguro siquiera si YoonGi pensaba las cosas antes de hablar, o si en realidad ya había perdido la razón. ¿Cómo puede decirle algo tan fuerte tan a la ligera?
Le da miedo porque incluso él mismo comienza a cuestionarse, pues en lugar de sentir una enorme preocupación, sólo siente como su corazón se agita desenfrenado, avisándole que las palabras de YoonGi ya no sienten como una tontería.
—Eres muy raro — confesó — ¿Puedes decir algo así tan tranquilo?
YoonGi sonrió complacido al ver el rostro del menor, sonrojado y tratando de evitarle la mirada.
—No llevamos ni un día de novios y ya quiero casarme contigo, JiMinnie, ¿cuánto más me vas a hacer esperar? — lloriqueó como un niño pequeño, secretamente JiMin amaba lo dramático que se volvía en momentos como estos.
El rubio no pudo evitar reír suavemente al ver al mayor tirarse sobre el respaldo de su silla giratoria, con los ojos cerrados y alzando sus labios pidiendo de forma indirecta un beso.
En cualquier otro día anterior a este, JiMin se lo hubiera pensado seriamente, sobre todo porque estaban en el trabajo. Pero ahora no lo piensa mucho, simplemente se dejó llevar por el simple hecho de que él también quería besarlo, aunque sea un poco.
Se levantó de su lugar para caminar los pocos pasos que lo separaban del mayor, hasta pudo recargarse sobre él y juntar sus labios en un corto beso.
—Oye, no — YoonGi se quejó después de no sentir sus labios, abrió sus ojos y tomó al chico frente a él, haciéndolo caer directamente en su regazo.
—¡YoonGi! — JiMin exclamó al ser tirado de aquélla forma —. Si alguien entra-
—No te preocupes, el letrero de no molestar estaba puesto desde que llegaste con los informes — habló —. Nadie se atreverá a entrar.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Oye, no me pusieron el apodo de 'rey despiadado' nada más porque sí — dijo —. Todos saben perfectamente que no pueden entrar cuando ese aviso está ahí.
—Yo no lo sabía.
—Bueno, contigo es diferente — confesó, sus manos se encargaron de sostener el cuerpo del rubio encima de él, para que la posición no fuera tan incomoda —. Eres el único que puede entrar sin necesidad de un aviso.
JiMin se sonrojó todavía más, sintiendo que su cuerpo entero se calentaba al encontrarse cara a cara con aquel hombre, estando demasiado cerca a tal grado de sentir su aliento golpeando su rostro.
Un jadeo salió de su garganta cuando YoonGi se inclinó cerca de él para devorar sus labios con gusto, expulsando un gran suspiro en medio del acto que le notificó a JiMin lo mucho que había estado deseando volver a besarlo. Habían compartido unos cuantos besitos antes de llegar a la oficina y durante la jornada de trabajo, pero era la primera vez en todo el día que se tomaban su tiempo para poder besarse con intensidad.
El menor no se quedó atrás y apoyó una de sus manos sobre el cuello de YoonGi, acercándose lo suficiente para poder intensificar el beso conforme pasaban los segundos. Se separaban y se volvían a besar una y otra vez, sus labios jugaban con los contrarios, dejando mordidas y succiones con fuerza para ver quien de los dos dejaba salir más jadeos.
Pero JiMin perdió la batalla cuando YoonGi decidió comenzar a acariciar más abajo de su cintura, aquellas perfectas manos que lucían realmente grandes y huesudas amasaron sus glúteos con fuerza, ocasionando que dejara de pensar en el beso y se concentrará en nada más que en las caricias del mayor sobre su trasero.
YoonGi presionaba con fuerza, apretando cada ciertos segundos ocasionando que largos jadeos se escaparan de su boca. Luego, una de sus manos dejó de jugar con él para pasearse por toda su espalda de una forma tan lenta y tortuosa que le hizo sentir un extraño cosquilleo.
El mayor siguió devorando sus labios con gusto, no buscando separarse de él en ningún momento.
Quitó la mano que se encontraba en su trasero para luego ir subiendo hasta su cintura, asegurándose de comenzar a apretarla con intensidad conforme el beso seguía su rumbo.
JiMin soltó un suave grito cuando la mano que estaba en su cintura logró estimular con éxito aquella sona. Sintiéndose avergonzado, quiso alejarse del mayor para que no se burlara de él, pero YoonGi se lo impidió tomándolo ahora con ambas manos de aquélla zona.
La noche que se habían acostado por primera vez, YoonGi descubrió que la cintura del menor era su zona más sensible. Y lo descubrió gracias a que lo estuvo sosteniendo de ahí mientras el chico rebotaba encima de su pene, follandose él mismo sobre él.
Dios, si volvía a recordar aquella escena se pondría caliente en ese mismo instante, y no era lo que quería.
Bueno, tal vez.
—¿A donde crees que vas?
—N-no... no toques ahí...
—¿Dónde? ¿Aquí? — se burló dejando un fuerte apretón sobre su cintura, escuchando el maravilloso gemido que JiMin expulsó de su boca.
Eso fue como música para sus oídos.
—Yoon... YoonGi, en serio n-no...
—¿Por qué te avergüenzas así? Te recuerdo que ya sé que eres sensible de aquí — sus dedos acariciaron con sutileza — ¿O acaso lo olvidaste?
Gracias a la posición en la que estaban ahora, YoonGi pudo levantarse un poco en su asiento, acercando su rostro al oído del menor para poder susurrarle con mayor confianza.
—Aquella noche que decidiste montarme y tomé tu cintura llorabas del placer porque está zona es terriblemente sensible para ti — se atrevió a dejar un caliente y casto beso sobre su oreja —. Debo admitir que me encanta que sea un punto débil para ti.
Aunque sus manos se encontraban sosteniendo su cintura, había dejado de jugar con ella solo para no hacerle entrar en pánico. Ya tendría tiempo para hacerlo llorar de nuevo.
—N-no podemos... no puedes hacer esto... no aquí — JiMin farfulló con la respiración agitada y la voz quebradiza —. Si alguien nos escucha...
—Lo sé, corazón, lo sé — murmuró —. Pero por favor, déjame hacer algo por ti.
—¿Por mí?
YoonGi rió, dándose cuenta de que JiMin no se había percatado para nada del pequeño problema que había crecido en sus pantalones. El menor jadeo sorprendido y apenado cuando bajó la mirada en aquella dirección y todo lo que vio fue un bulto en sus pantalones.
—Te enseñaré un truco para no hacer ruido — YoonGi murmuró cerca de su oreja —. Así no tendrás que preocuparte.
JiMin pudo haberse negado, porque no estaba dentro de sus planes tener un encuentro de este tipo con YoonGi en la oficina, no en el trabajo.
Pero que va, tenía un pene muy duro y goteante, y todo por culpa de su estúpida cintura sensible. No sabe porque razón aquella curva de su cuerpo es tan sensible al tacto, siempre le genera un excitante dolor cuando alguien aprieta de ella con fuerza a tal grado en que la marca de sus dedos se queda grabada, como las manos de YoonGi esa noche que follaron juntos.
JiMin no puso resistencia para el agrado de YoonGi. Por lo que unos minutos después, se encontraba abierto de piernas y recostado sobre el escritorio del mayor, con los pantalones y su ropa interior hasta sus tobillos, su camisa un poco desarreglada y lo más importante, el saco que YoonGi había traído al trabajo ahora se encontraba siendo mordido por él para evitar soltarse en fuertes gemidos.
Mientras tanto, la cabeza del mayor se encontraba hundida en su entrepierna, con la boca llena tomando todo su miembro hasta el límite. Si hay algo que YoonGi ama hacer es ver lo dócil y sumiso que alguien se vuelve cuando tiene todo el poder sobre esa persona, lo comprobó con JiMin aquella primera vez que se acostaron y lo estaba confirmando una vez más ahora.
Le encanta ver como el menor se retuerce del placer, como sus piernas intenta de todo por cerrarse y como sus manos y dientes aprietan con fuerza su saco, buscando callar sus gemidos.
Él se encarga de tomar todo de JiMin, su boca cubre toda su hombría, chupando y moviendo su cabeza para dejar que el pene del rubio se deslice dentro de su garganta al ritmo que él propone. Está caliente, siente un líquido pegajoso y tiene un extraño sabor a almizcle; suave y dulce.
Saca el pene de su boca y con la lengua de fuera traza una línea desde abajo hacia arriba, tratando de chupar y recoger todo lo que pueda de su semen. JiMin llora y jadea bajito, quiere decirle a YoonGi que se detenga pues se le hace vergonzoso que el mayor se lo trague.
Las manos de YoonGi sostienen sus glúteos, tomándolos con fuerza mientras vuelve a hundir su boca en aquel miembro, más específicamente para terminar de devorarlo por completo. El cuerpo de JiMin siente un espasmo más grande que el anterior y quiere tirar el saco del mayor lejos de su boca para poder gritar a gusto, sobre todo cuando YoonGi juega con él y sus dientes hacen un leve (casi nada) roce en la carne de su pene.
YoonGi no se detiene. Al contrario, cubre con una gran intensidad su miembro, follandose la boca él mismo, buscando llevar a JiMin a un orgasmo más potente.
Su propio pene ya está despierto, pero no quiere tocarlo ni por error, porque si lo hace entonces tendrá que encargarse de dos problemas.
El cuerpo de JiMin tiembla y se retuerce a tal grado en que su espalda baja se levanta sobre el escritorio de YoonGi, mientras el mayor sigue moviendo su boca de arriba a bajo para conseguir la liberación del menor.
Como último recurso, ver por el rabillo del ojo como JiMin suelta el saco que le dio, y rápidamente se saca el pene la boca para poder poner una mano en la de JiMin para que nadie los escuche. La otra mano que antes estaba en su muslo ahora se dirige al pene del menor, tomándolo y comenzando a masturbarlo con potencia para terminar con eso de una vez por todas.
El semblante de JiMin se ha destruido por completo, sus lágrimas bañan todo su rostro, sus pestañas están empapadas, el sonrojo cubre desde sus orejas hasta su cuello y se encuentra muy agitado, la mano de YoonGi todavía tapa su boca con fuerza, para que sus gemidos no salgan y su mano no deja de moverse sobre su pene.
Pronto, el menor llega a su tan esperado y desastrozo orgasmo, ocasionando que la mano de YoonGi quede completamente empapada de aquel líquido.
Afortunadamente no fueron escuchados por nadie, por lo que, luego de limpiarse y calmarse debido a la adrenalina del momento, cada quien volvió a su respectivo trabajo.
[ ♦️♣️♦️ ]
Holaaa, aquí les dejo este nuevo capitulo, espero que les guste. ✨️
Ya era hora de avanzar un poco más, sólo que no sabía cómo integrarlo en el fanfic sin verse tan raro xd
En fin, no creo que esta semana pueda actualizar el jueves o viernes, así que lo más seguro es que nos veamos hasta el lunes de nuevo, sin embargo, traté de hacer todo lo posible para poder traerles un nuevo capítulo lo más rápido.
Nos vemos. 💖
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